29 de Noviembre 2006

Jugarse la vida

Miércoles a las nueve menos cuarto de la mañana, uno de esos momentos que me toca vivir despierto (muy a mi pesar) desde que tengo empleo fijo y sirvo humildemente a la sociedad. En los casquitos suena el Down de Rage y el tranvía se acerca a la parada donde yo espero moviendo un pie al ritmo. Por lo general solamente hay cuatro caras largas dentro del tranvía, pero esta mañana se me han pegado las sábanas y descubro, para mi horror, que diez minutos marcan la diferencia entre nada y todo. No quepo por la primera puerta. En la segunda, una chica vestida de siniestra decide que tampoco tiene tanta prisa y se sienta en la parada. En la tercera, el crío más educado del universo se aparta un poco y me deja el espacio justo para entrar con la cartera en brazos. Las puertas, con el sistema de seguridad desactivado porque si no es imposible embutir bien a la gente, me palpan desvergonzadamente las nalgas como una amiga borracha.

Peavy Wagner canta "and I will dance on your grave" en mis oídos, y yo no puedo evitar pensar en los directivos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. En su puta madre, más bien. La densidad humana en el tranvía haría que cualquier convocante de manifestación babeara encima de la calculadora. Ya no es que sea incómodo. Ya no es que huela mal. Ya no es que ni siquiera pueda mover el brazo para sacar una foto con el móvil y evitar que parezca que ahora exagero. Es que como al maquinista le dé por pisar un poquito el acelerador, la masa humana que hay aquí dentro hará que la cantidad de movimiento, el momento inercial y todas esas chorradas de la física de bachillerato se disparen hasta la estratosfera. Añádase cualquier curva seria a la ecuación y, a una mala, me puede caer una tonelada de carne humana encima. Eso sin contar el metal y demás material del tranvía. Y entonces serían los directivos de FGV quienes bailarían sobre mi tumba, y aquí paz y allá gloria, que esto es la Comunitat Valenciana y asumir responsabilidades (porque de dimitir ni hablamos) es más pecado que cagarse en la Geperudeta. Y gastarse unos eurillos en incrementar la frecuencia de paso, peor blasfemia que decir que el valenciano y el catalán son el mismo idioma.

A quien le gusten los deportes de riesgo, que se deje de puentings, raftings y parapentings. Todo eso es de nenitas. El tranviing a las nueve de la mañana en Valencia sí que pone los pelos de punta; debería aparecer en los folletos turísticos. Y total, donde comen ciento cincuenta, comen ciento cincuenta y uno.
 

Enviado por Manu, 29 de Noviembre 2006 a las 04:28 PM

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Comentarios

Eres una nena chillona, sí que lo eres.
en CUALQUIER sistema de transporte colectivo del mundo hay horas pico, brutales, brutalísimas.
no quieres ver como se pone aquí, en la ciudad de México el metro, o en NYC, o tokyo.
dale, no chilles. ya vendrán tiempos mejores.
Saludos!

Enviado por: nivonog, 30 de Noviembre 2006 a las 02:35 AM

Ya, y en cualquier parte del mundo hay ascensores defectuosos, andamios sin seguridad, carreteras en mal estado y, en general, peligro en vidas que podría evitarse con una mínima inversión económica si interesara. Que ocurra en todas partes no significa que tenga que gustarme, aunque (admitido) lo único que haga yo al respecto sea lloriquear aquí.

Cualquiera que tenga un blog es, por definición, una nena chillona. O un friki. O, por lo general, ambas cosas a la vez :-)

Enviado por: Manu, 30 de Noviembre 2006 a las 08:19 AM

Manu, he vist un anunci en el poli aon busken un grup per a grabar un disc!!!!, mira en www.tocatealgo.com
Jo quan anava a Burjassot a currar tots els dies me passava alguna cosa en el tramvia, cada dia era una aventura!!!
Ahhh i en el meu poble per dir k el català i el valencia son la mateixa llengua me diuen roja catalanista :-)
Besetsssssssss

Enviado por: Lore, 30 de Noviembre 2006 a las 06:00 PM

Je, cierto, todos somos nenas chillonas :-p, tienes toda la razón.
No creo que por el hecho d q sea normal esté bien, lo que creo es que si son problemas tan generalizados, entonces no se peuden resolver con una Mínima inversión.
la no saturación del transporte público es un asunto con el que los urbanistas sufren mucho; el rpoblema va desde dinámica de masas hasta cultura general de la población, cruzado todo el espectro de la arquitectura urbana y la burocracia.
Aún no existe un transporte público capaz de no satrarse en algún momento del día, eso es (y creo que seguirá siendo) utópico.
Una "mínima Inversión" ojalá fuera suficiente pararesolverlo. no creo que las autoridades sean criticables por eso. (son criticablíiiiisimas siempre, por un monton de cosas, lo se, pero no por esto en específico). esfácil buscar falsos culpables.
cuak!
(seh, somos unas frikis chilonas :-) )
saludos!

Enviado por: nivonog, 30 de Noviembre 2006 a las 07:12 PM

Ya, y en cualquier parte del mundo hay ascensores defectuosos, andamios sin seguridad, carreteras en mal estado y, en general, peligro en vidas que podría evitarse con una mínima inversión económica si interesara

Pues en cualquier parte del mundo no se, pero en Barcelona ya te digo yo que sí...

(y no te quejes, que aquí la hora punta-puntísima no son las nueve, son las ocho... Y lo se por experiencia. Dolorrrrrr!)

Enviado por: Sota de Picas, 1 de Diciembre 2006 a las 12:09 PM

Pues yo tengo oído por ahí, que en Japón, en hora punta no te masajean las nalgas las puertas sino personal especializado. Hombre, más humano sí que es.

Enviado por: poquetacosa, 17 de Febrero 2007 a las 02:53 PM

Encuentro tu página web cuando gogleo "antena 3 crema" ... ¡a mí que me registren! Me he llevado una sorpresa muy agradable al leerte. Es raro encontrar a alguien que hable bien el castellano, que no cometa faltas de ortografía y encima sea original en sus enunciados. Un placer leerte (te lo dice una euskalduna)

Enviado por: Amaia, 7 de Mayo 2007 a las 07:31 PM
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