Estimadas autoescuelas de Valencia:
Estos días estoy comparando los distintos precios y mismos servicios que ofrecen varias empresas de su ramo, ya que, para alegría de unos pocos y horror general de la sociedad, me dispongo a sacarme el carnet de conducir. He llamado por teléfono a algunas de ustedes para consultar precios, y me ha sorprendido la proporción de veces en las que la persona que responde se ha negado a facilitarme ningún dato. «Pásate por aquí —me dicen—, y estaremos encantados de informarte de todo.» En una ocasión, hasta me han ofrecido un folleto ya preparado de antemano con todos los datos que solicito. Informarles de que, en esencia, va a servir para lo mismo (me lo apuntaré todo, daré media vuelta y me marcharé) no ha servido de nada, si descontamos llevarme un par de respuestas ásperas.
No crean, comprendo que un negocio, una tienda por ejemplo, se resista a informar por teléfono de sus precios. Una dependienta de Zara que se pasa la tarde recitando cifras al aparato es una dependienta de Zara que no está atendiendo a los compradores. Pero las autoescuelas ofrecen, básicamente, tres productos: matrícula, clases teóricas y prácticas con coche. No voy a preguntarles si lo tienen en azul marinero, créanme.
Aun así, es cierto que no sé la cantidad de llamadas parecidas a la mía que reciben ustedes a diario. A lo mejor, el rechazo y la voz de robot con que han sido repelidos mis avances está motivado por la repetición de insensatos como yo que (agárrense) quieren comparar precios antes de hacer un desembolso serio. Permítanme, por tanto, que les presente una tecnología nueva que está causando furor: internet. Una sencilla página web que contenga tres cifras (matrícula, mes de teoría, precio por práctica) silenciaría ese insistente teléfono que, por cierto, en todos los casos encontré en un invento infernal llamado Google Maps. Es más, si quieren yo mismo les hago la página web a cambio de formación gratuita. ¡Mejor trato no van a encontrar!
Sobre todo porque, cuando uno comprueba la ausencia de precios en internet y además recibe negativas al solicitarlos por teléfono, la impresión es que su negocio se basa en captar con malas artes a alumnos de dieciocho años -que, al no pagar ellos, no buscarán más allá de la esquina de casa- y no en ofrecer un servicio competitivo y de calidad. Eso, o que se han puesto todos de acuerdo en los precios y saben que, si cinco llamadas telefónicas bastan para confirmarlo, a lo mejor la sexta va directa a Consumo. Y disculpen que las prácticas mafiosas me sienten como una patada en los comosellamen, pero es que uno es de Castellón y ya tiene los comosellamen pelados.
Aviso general a la población: Es bastante probable que durante los próximos meses este blog se convierta en algo parecido a «Tribulaciones de un treintañero al volante». Las arengas sobre tabaquismo, alienígenas y sociedad quedarán centralizadas en el de Nueva Tribuna. Muchas gracias.
Enviado por Manu, 14 de Enero 2011 a las 02:44 PMGracias por el pequeño homenaje involuntario a mi antiguo blog, me has hecho caer una lagrimita :')
Enviado por: Anakinet, 14 de Enero 2011 a las 02:50 PM¡Ay, dios! Menos mal que nos separa un trozo de tierra muy grande y un cuarto de océano. Estoy a salvo :)
Enviado por: Squallido, 14 de Enero 2011 a las 03:10 PMEs que poner "tribulaciones de un conductor en prácticas" habría sido demasiado cantazo :)
Enviado por: Manu, 14 de Enero 2011 a las 04:32 PMAnimo Manu. Lo que dices es practica habitual de autoescuelas, doy fe. O se compinchan para poner los precios o simplemente piensan que son de las mas caras y prefieren que no vayas a otra a preguntar.
Es un misterio.
Je, todavía recuerdo mis tribulaciones por las autoescuelas cuando tenía 18. Cuando preguntaba precios y comparaba me miraban con cara de O_o y me llegaron a soltar aquello de "Pero por qué te preocupas tanto, si lo van a pagar tus padres"... y eso fue hace ya unos pocos años por Madrid, así que supongo que en todos sitios cuecen habas. Durante mucho tiempo, además.
Enviado por: agente_naranja, 15 de Enero 2011 a las 02:27 PMEran tan fácil cómo buscar en Internet:
" Autoescuelas en Valencia "
En autoescuelas Jordá te hubieramos hecho tu presupuesto a medida, desde la propia página web!!
Esperamos haberte ayudado!
Dep.comercial Autojorda Valencia
Enviado por: Autoescuelas Jordá, 27 de Enero 2011 a las 04:12 PMLos de Jordá te han tirado el guante, Manu...
Enviado por: Santo, 7 de Febrero 2011 a las 04:07 PMHola, quisiera contactar con el autor de este blog. Es por una duda sobre el siempre recurrente 'tema Renfe', que ha inspirado algunas antiguas entradas del blog.
Saludos.
Enviado por: Sergio, 7 de Marzo 2011 a las 08:56 PMBueno, es que he leído esta entrada
http://nosigaleyendo.zonalibre.org/archives/035838.html
y en concreto el último comentario de todos, en el punto uno, donde pones: "hace más de seis años, cuando la decisión de multar o no multar (incluso de cómo multar) estaba, en la práctica, en manos del revisor".
Es por si sabes algo más de esto.
¿Hasta qué punto pueden los revisores hacer lo que les dé la gana?
Por ejemplo, ¿puede el revisor cobrar el precio normal a un viajero que no lleve su billete válido y, poco después, multar a otro en la misma situación? Me ha pasado algo así, aunque parezca mentira, y no sé cómo debería reclamar...
PD: Está interesante el blog.
Enviado por: Sergio, 7 de Marzo 2011 a las 09:37 PMA mí me pasó varias veces. Últimamente, entre que se pusieron serios con el tema y que en las estaciones grandes hay control de acceso, lo veo menos. En teoría, la sanción es fija y la decide RENFE. Si fuera tú, simplemente pondría una reclamación explicando el caso con pelos y señales y solicitando que te devuelvan el importe de la multa. Yo lo hice una vez con el metro y funcionó, aunque pasaron por alto la solicitud de que me reembolsaran los dos billetes que había gastado para presentar la reclamación :)
Enviado por: Manu, 7 de Marzo 2011 a las 09:51 PMAjá, entiendo.
En mi caso, aunque me han tomado los datos, no la he pagado ni pienso hacerlo, pero quiero presentar una reclamación al menos para que quede constancia del hecho.
Si bien es cierto que me he 'saltado' una estación y eso es objeto de multa, digo yo que debe serlo para todos. Porque el mismo revisor, momentos antes y delante de mis narices, le ha cobrado el billete normal a otro viajero que ni siquiera llevaba billete y le ha contado una película que ni Amenábar.
Pues nada, a mí ni eso: directamente la sanción. En fin, me ha parecido un comportamiento arbitrario e incluso negligente por su parte...