25 de Mayo 2010

La Virgen de los Aniones

El sábado por la tarde tuve una revelación mística. No pretendía más que coger un tren, pero cuando salí de casa encontré pegada la siguiente serie de carteles en la cristalera de la panadería de abajo:

Carteles de la panadería: vírgenes, iones y mosquitos
 

Así, uno al ladito del otro. Lo cual desde el principio tuvo todo el sentido del mundo, porque es igual de fácil que te mejore el equilibrio y la fuerza un milagro de la Virgen María Auxiliadora -con tantas encarnaciones distintas me recuerda a los Pokémon- que los iones negativos, con los que todo el mundo sabe que el cuerpo jamás entra en contacto por sí mismo a no ser que uno se compre un reloj de iones a propósito. Curiosamente, entre los tres carteles, del que más me fiaría es del tercero, el de las pulseras antimosquitos, y eso que cuando probé los efectos de la citronela en forma de cirio tampoco es que fueran para tirar cohetes.

En todo caso, los dos carteles tan juntitos me hicieron ver la luz sobre un tema que no acababa de comprender: por qué es legal vender pulseritas con hologramas, engañando a los clientes acerca de sus increíbles efectos, y en cambio te detienen si practicas el timo de la estampita, por mucho que en el fondo también estés intentando convencer a alguien de que tu boleto tiene unas propiedades que finalmente (después de que te lo pague) se revelan inexistentes. No veía sentido a la distinción entre una estafa y otra, al margen de que los negocios Power Balance declararán aunque sea algo a Hacienda, supongo yo.

Ahora todo encaja. La diferencia es que los relojes de iones, las pulseritas, los remedios homeopáticos, tienen apariencia legítima. Los lleva y los usa gente famosa, se anuncian como es debido en prensa, no te los intenta colocar en la calle un tipo de aspecto turbio. Así, para Consumo es más fácil hacer como quien oye llover y mirar hacia otro lado. Porque claro, en el momento en que empezaran a ser consecuentes y perseguir por estafa cualquier actividad lucrativa basada en el engaño, la lógica inexorable o bien la jurisprudencia los acabarían llevando a perseguir a la Virgen de la Cabeza (recuerda: ¡hazte con todas!), a los curas que pasan el cepillo en misa, al Papa de Roma como líder de una gran trama fraudulenta piramidal y a la paloma que los cagó a todos. Y como consecuencia inmediata, casi a modo de corolario, habría que procesar al mismísimo estado por financiar año tras año sus actividades fraudulentas. De este modo, la Santa Iglesia solo se come marrones cuando monta jaleos gordos, como lo de Cajasur de estos días, y no por su misma esencia estampitera.

Por tanto, relojes de iones legales por los siglos de los siglos. Porque lo contrario sería invertir el Orden Natural De Las Cosas.

Enviado por Manu a las 1:55 AM | Comentarios (0)
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20 de Mayo 2010

Mahomeando

 

Muhammed Norris
Imagen encontrada en The Jawa Report

Si alguien no sabe de qué va el asunto, está todo explicado aquí por un tipejo. Iba a hacer un Mahoma exhibicionista tropezando con algo y a punto de partirse la crisma, con la leyenda «Mahoma aprendiendo por qué las chilabas no son buenas para el exhibicionismo», pero entre que se me ha liado la tarde y que tampoco soy muy allá dibujando, pues así se queda. En mi defensa, diré que meterse con Mahoma viene a tener tanto peligro como meterse con Chuck, así que todo cobra sentido cósmico. Ea.
 

Enviado por Manu a las 9:35 PM | Comentarios (1)
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19 de Mayo 2010

Rolero en Cádiz

Día Friki de CádizHe visto cosas que nunca creeríais. He volado a lomos de un águila de batalla en la Tierra Media, pasé horror en el Orient Express mientras intentaba frustrar los planes de unos sectarios muy malos, y he cantado el Glory Glory High Computer como todo buen clon del Complejo Alfa a punto de morir. De modo que, aunque lleve algún tiempo -bastante- sin jugar a rol, sigo considerándome rolero. Eso faltaba. El fin de semana pasado, cuando estuve en Cádiz para la defensa de tesis doctoral de un amigo1, hubo un par de ocasiones en las que me sentí como en casa.

El sábado por la tarde salíamos de la cámara oscura que hay en la Torre Tavira y, cuando iba calle abajo pensando en que era raro que a aquellas alturas no hubiera tomado la torre una horda de voyeurs, vi una reunión en la plaza que, al principio, tomé por una concentración de emos. Había unos cuantos de esos personajillos siniestros, pero no vi ninguna vena cortada; a medida que me aproximaba, empecé a ver coletas, ropa holgada y una proporción mujeres/hombres que me resultó familiar. Por si no había bastantes pistas, la primera frase que escuché por la megafonía instalada en la plaza fue: «... y nos han dado un dinerillo para dedicarnos a lo que nos gusta, ya sabéis, matar a familiares con katanas y esas cosas».

¡Eran roleros! Es más: ¡eran roleros con cojones! Porque, durante unas jornadas patrocinadas oficialmente, aludir a muertes por Final Fantasy o a devorar fetos cruditos (como se escuchó aportar a alguien del público) es señal de tenerlos bien gordos. Pero entonces recordé en qué ciudad me hallaba y también que probablemente ha llovido más que suficiente desde nuestros peores momentos de mala prensa, seguramente lo bastante para que se aplique la misma regla South Park por la que ya es lícito hacer chistes sobre el SIDA.

Discurso del Día Friki

El discurso era gracioso, y podría haberme quedado al menos a escucharlo entero. Pero, como ocurre con muchas actividades roleras, el horario era terrible. ¿Sábado por la tarde en Cádiz? La respuesta automática son unas cañitas con los amigos para hacer tiempo hasta que llegue la hora de cenar y liarla. Así que tomamos cañitas, cenamos y la liamos.

A la mañana siguiente teníamos que levantarnos pronto, dejar la pensión, subir a la furgona alquilada de nueve plazas y hacer camino al este, ya que planeábamos distintas paradas para echar gotitas de gasolina y devolver el vehículo con el depósito pelado. Pero antes, por supuesto, tocaba desayunar en la plaza. En la mesa contigua se sentaba un ser que posiblemente aún no había pasado por casa desde la tarde anterior (aunque admito que con los gaditanos es difícil decirlo), y en un momento dado empezó a hablar a gritos con la gente de otra mesa. No le hice demasiado caso hasta que escuché las palabras «tabla de críticos». La conversación se desvió hacia los hombres-pato de Runequest, que son una mierda de personajes, lo guapas que eran las tablas de armadura de Rolemaster y... joder, ¿cómo se llamaban los robots gigantes esos que hacían combates? Yo no quería intervenir porque sabía que nos marchábamos enseguida, que las charlas de robots gigantes nunca se quedan en robots gigantes. Pero mi voz dijo: «¡Battletech, se llama Battletech!».

Habría podido quedarme a las jornadas del sábado y estar relativamente integrado. Habría podido quedarme a charlar con el rolero del desayuno -que me invitó a sentarme a su mesa y con quien, si mi intuición no falla, también tenía en común la afición a la fiesta- y pasar un rato entretenido. No hice ninguna de las dos cosas, pero la simple posibilidad me reafirmó en eso de que he visto cosas que nunca creeríais, a no ser que os hayáis sentado alrededor de una mesa a inventar cuentos con los amigos. Me recordó que, hasta en Cádiz, hay que ser rolero, perder cordura en el juego, tirando bolas de fuego pa que sepas que te quiero, como un buen... rolero.

(¡Ole!) Perdiendo muchos hits por tiiIIiiiiiIIIIiiiiii...

terraza_cadiz.jpg
(Fotos de Toni.)

1. No aprendí nada de reproducción en piscifactorías, pero la visita a la universidad me sirvió de algo: las pegatinas oficiales del váter me enseñaron que, en contra de la creencia popular, si vas a estar más de 26 segundos sin usar un neón, ahorras energía apagando y volviéndolo a encender cuando haga falta. En la universidad se aprende, niños.
 

Enviado por Manu a las 11:44 PM | Comentarios (7)
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