9 de Diciembre 2004

Mind Power

Ya lleva algún tiempo ocurriendo. De vez en cuando suena el timbre de casa y resulta que no es ningún amigo que viene de visita, ni siquiera la casera a protestar porque tardamos en pagarle el mes. Es un tal "Correo comercial", aunque a veces utiliza el nombre de "Propaganda" y yo no sé cuál de los dos da más miedo. Hasta aquí la historia no tiene nada de raro: todo el mundo recibe su pequeña dosis de spam físico dos o tres veces por semana. No es demasiado traumático porque normalmente la trampa se ve venir de lejos, el señor Correo Comercial llama a todos los timbres del edificio al mismo tiempo y, dado que las paredes no suelen aislar demasiado bien el sonido, se le reconoce y no hace falta que uno se levante a abrir. Seguro que en el vecindario hay alguien más aburrido. O más sordo.

Pero en mi piso es diferente. Don Propaganda llama solamente a mi puerta. En el edificio no suena ningún otro timbre. Y claro, sin esa cacofonía de ruiditos en la escalera es muy complicado distinguir a la maravillosa escoria de la sociedad que nos visita normalmente de las últimas ofertas de Carrefour. Así que toca dejar el Final Fantasy VII y levantarse a abrir. No sería tan grave de no ser porque, luego, uno no puede volver a concentrarse en lo que estaba haciendo. No hace más que preguntarse: ¿Por qué cojones llama solamente a mi timbre?

Hasta el momento se me han ocurrido dos explicaciones. La primera es la más conspiranoica de las dos, y consiste en que el Gremio de Repartidores de Publicidad tiene montado todo un sistema secreto de signos que va dejando en los portales para quien venga detrás. Debe escribirlos con tinta invisible o utilizar algún otro truco hiperinteligente porque, por más que reviso el timbre de casa, no encuentro ninguna cosa anómala. La histora tiene cierto sentido porque, al fallar nuestro interfono más que una escopeta de feria, normalmente abrimos el portal sin preguntar quién es. Somos un blanco perfecto para los spammers a sueldo. Tengo amigos que han trabajado repartiendo publicidad y nunca me han contado nada de símbolos ocultos, pero tal vez están bajo coacción por parte del gremio. Aunque dudo que les preocupe demasiado.

Así que no nos queda más remedio que dar por buena la segunda opción: los repartidores tienen poderes mentales. Cuando llegan a un portal se concentran unos momentos, comprueban las mentes del edificio y dan con el blanco más fácil, que normalmente es un melenudo preocupado por dar caza a Sephirot en su videojuego. Llaman al timbre, entran, cometen su fechoría y pasan al siguiente portal mientras el melenudo se pregunta porqué tardará tanto la visita en subir. La teoría no es tan descabellada como pueda parecer a primera vista. La existencia de poderes mentales en la vida cotidiana está demostradísima: es imposible andar por la calle fijándose en el culo de una mujer sin que esta, tarde o temprano, lo note y se gire para intentar avergonzarte con su mirada. Servidor se limita a pensar "mira, pues también es guapa de cara" y seguir su camino, pero entonces llega a la academia donde da clases y, al poco tiempo, observa que sus alumnos huelen la incomodidad, el nerviosismo, la situación tensa de después de una bronca, y lo aprovechan en su beneficio. Poderes mentales por todas partes, que no hacen sino confirmar esta segunda explicación de los timbrazos de Correo Comercial.

Pero entonces, ¿por qué no dominan el mundo los repartidores de publicidad? Probablemente sea porque tienen que mantener un equilibrio de poder con las mujeres de pantalón ceñido y los alumnos de academia.

Imagen que no viene a cuento:

The Great Dildo From Outer Space

El alcalde de Barcelona haría bien en hacerse
mirar esos complejos...
(Foto: Jose Luís.)

  Enviado por Manu, 9 de Diciembre 2004 a las 11:36 PM

Licencia CC

Comentarios

Otia... pues un poco más abajo está mi casa :)

Enviado por: Jamfris, 10 de Diciembre 2004 a las 09:28 AM

Te has olvidado de las dos categorias de individuos con mind power más poderosas; los maestros de escuela y las madres. Si quisiesenn podrían dominar el mundo...

Enviado por: Phoeral, 10 de Diciembre 2004 a las 09:54 AM

Mi pare utiliza un sistema títpico de jubilado: la mitad de las veces no oye el timbre, asi que si eres una visita real no te queda mas remedio que insistir un rato, y la otra mitad se levanta, descuelga el cacharro y escucha atentamente. En silencio. Un rato. Es enervante.

Mi tia utiliza otro sistema: Nunca abre si no llamas tres veces seguidas, o un rato largo. Un solo timbrazo no vale. Como un código.

En cuanto a los repartidores, es la evolucion. Tienen que ganarse la vida. Pronto contestarán cartero de correos o cartero del banco, para despistar.

Y la foto esa es de vergüenza ajena, si el obelisco que hay en frente de la megaestatua de Lincoln es ya triste, eso parece un supositorio. Hay que veeer... a nosotros el manzano nos ponía cosas como pequeñas estatuas a minitamaño real de la violetera (jarl, megakitch) en medio de la acera, o de Lorca sosteniendo pajaritos de bronce estilo Blanca Nieves. No se que es peor.

Enviado por: Aranluc, 10 de Diciembre 2004 a las 02:30 PM

Yo hago como la tía de Aranluc, es decir, sigo la técnica Ridcully que consiste en "si de verdad les interesa, insistirán". Muchas veces ni siquiera contesto por mucho que insistan, alguna ventaja tenía que tener no recibir visitas.
Lo malo es el teléfono, que no se puede usar la misma técnica. Ayer, por ejemplo, llamaron 5 veces preguntando por Ximo Paredes. A partir de la segunda, yo iba repitiendo: "es la n vez que se equivocan". Y me dicen "¿no es el 963...?" y yo, "no es el 965...". La última vez, cuando les dije que no estaba Ximo Paredes, que se habían equivocado, preguntaron por Joaquín (para mí que ya era pitorreo).
También tienen la tendencia de llamar desde institutos pidiendo ayuda técnica sobre Internet, incluso dejan recados en el contestador después de oír (que no escuchar) el mensaje de bienvenida. Mi fama me precede. Estoy por comprarme esta camiseta y poner en el contestador que no arreglo ordenadores ni Internettes ni ná.

Enviado por: Veti, 10 de Diciembre 2004 a las 03:16 PM

A mi lo que me parece fatal es que a estas alturas estés jugando al FF VII!!

Sephiroth debería haber muerto ya hace años!!

lo mejor es pensar que después de ese te quedan cinco más... jurjurjur

y el tiempo corre en tu contra!

Enviado por: Jake, 10 de Diciembre 2004 a las 07:16 PM

No, si el VIII y el IX me los pasé hace tiempo :-) y para los posteriores no tengo equipo. Pero el VII mola, es un juegazo y el sistema de pelotitas para las habilidades da mucha cancha. Ahora, si flipas con que lo juegue a estas alturas, ¿qué dirás si te cuento que también me he viciado al Baldur's Gate?

Enviado por: Manu, 10 de Diciembre 2004 a las 07:33 PM

Y encima es el 1,no?

Si yo entiendo que los juegos antiguos vician más que los nuevos y TAL... pero un poco de porfavor..

Yo a lo único que juego es el Civ3. Nada mola más.

Pues nada, nada voy a desempolvar el Arcanoid, a ver cómo se me da ahora.. ;p

Enviado por: Jake, 14 de Diciembre 2004 a las 02:01 AM

Yo el año pasado me dio una temporada de nostalgia y me pase los tres Beholders seguidos... :)

Son la caña...
Ala, besos negros y tiro en la nuka...

Enviado por: zonk/PJ, 14 de Diciembre 2004 a las 12:26 PM
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