18 de Enero 2005

Para comer trigo

Esta mañana he despertado con la tradicional erección que me recuerda que todavía conservo algo de juventud. Meditaba yo sobre este hecho mientras paseaba por casa en plan zombi cuando ha sonado el timbre. Lo he ignorado, claro, suponiendo que sería el señor Correo Comercial, pero cuando ha vuelto a sonar me he temido que podría ser alguien interesante y he cogido el telefonillo.

- ¿Quién? ¿Quién es?

Otro timbrazo. Como el sonido de la puerta es el mismo que cuando llaman al portal, he echado un ojo por la mirilla. Una mujer desconocida, y no podía ser ninguna de mis vecinitas porque las tengo vistas. En todo caso, mi erección seguía allí. He entreabierto la puerta y me he escudado tras ella, asomando solamente la cabeza (la de arriba) para ver qué quería.

- Hola, ¿tú utilizas el teléfono móvil?

Vaya pregunta, muchacha. Pues claro, ¿es que queda alguien de mi edad que no lo utilice? Pero he decidido no hacer el bestia (al fin y al cabo, yo mismo estuve a puntito de convertirme en comercial), y la falta de riego en el cerebro por estar recién levantado me ha impedido llegar a la conclusión de que lo mejor que podía hacer era cortar de raíz para que la chica no perdiera el tiempo. Mi respuesta, pues, ha quedado limitada a un triste:

- Claro, ¿por qué lo dices?
- Porque vengo a regalarte un teléfono móvil -supongo que era la entrada triunfal que tenía preparada de antemano-. Blablablablabla tarifas blablablablabla Amena blablablablabla móvil gratis blablablablabla...

Decido cortar la charla educadamente antes de que coja más carrerilla. El blablablá me había destrempado ya un poco, así que he decidido abrir del todo la puerta para permitirle fijarse en mi pijama estampado con ositos de peluche. Pero nada. Plan fallido: la chica llevaba puesto el piloto automático.

- Blablablablabla prepago blablablablabla sistema de tarificación blablablablabla Movistar blablablablabla...
- Perdona, es que tengo un poco de prisa -otra pista, a ver si se decide a cortar-, ¿qué es lo que quieres venderme?
- No, nada, si yo vengo a regalarte un móvil.
- Vale.

Extiendo la mano y pongo mi mejor sonrisa. Ella baja la mirada y tal vez, sólo tal vez, repara en mi vestimenta. Cambia de marcha.

- No, hombre, pero eso es si te pasas a contrato y...
- Déjalo, no me interesa.
- ¿Por qué?

Mis últimas reservas de comprensión hacia los comerciales se estaban agotando. Incluso el vendedor más desesperado debería haberse dado cuenta de que un tipo en pijama, obviamente recién levantado aunque los signos estuvieran remitiendo ya, que además ha lanzado dos indirectas en unos breves tres minutos, no va a comprarle nada. Decido jugar mi última carta antes de pasar a la técnica del corte brusco.

- Porque no quiero comprometerme a pagar 60 euros al mes y además prefiero que Amena no tenga mis datos, a saber lo que hacen luego con ellos. Igual me espían las conversaciones y todo.
- Ah. Vale.

Pausa. Esta vez sí, la técnica del friki paranoico no puede fallar. Despídete ya, muchacha.

- ¿Y aquí vive más gente?
- Sí, otros dos tipos. Pero no están.
- ¿Ninguna chica?
- No -he contestado, algo confundido-. Ninguna.
- Ah, pues entonces nada. Hasta luego.
- Hasta luego. Gracias.

Mientras cerraba la puerta, he visto que se dirigía a la puerta de mis vecinitas. Y mientras iba al servicio, y mientras ejercía allí, he estado preguntándome qué tendrán que ver los cojones para comer trigo. No he encontrado la respuesta. Me la he guardado (la pregunta) y me he vestido para salir al mundo bastante más confuso que al principio.
 

Enviado por Manu, 18 de Enero 2005 a las 03:15 PM

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Comentarios

Acabo de recibir el siguiente SMS de Anakinet:

"Y mucho menos erecto... Esto es la respuesta a tu post dado que aún no me deja comentar. Yo no desperdicio una oportunidad así como así... :p"

Hay que ver...

Enviado por: Manu, 18 de Enero 2005 a las 04:11 PM

Uno que usa el móvil, viste?

Desde luego es una experiencia paranormal, no hay duda.
Me pregunto yo como se sentirá uno cuando se levanta y ya tiene ganas de marcha... En todo caso, sé lo que siente la chica que ha dormido con un chico que se levanta con ganas de marcha: cabreo. Cabreo porque no ha dormido nada por la marcha (cuando digo marcha va con segundas, claro) de la noche anterior y eso de que la despierten a una a las 8 de la mañana ya con ansias no sienta bien. Pero bueno, como somos unas santas (y tampoco somos de piedra, yo aún menos), al final, más marcha...

Enviado por: Francesita, 18 de Enero 2005 a las 05:23 PM

Tu has abierto la puerta para que la manceba contemplase tu erección y empezaseis a fornicar cual pelipo del viernes noche en el plus.

Enviado por: Kaik, 18 de Enero 2005 a las 11:42 PM

Ná, eso hubiera sido si fueran dos comerciales gemelas con minifalda y medias de rejilla. Así, tal cual, una sola, vestida normal y hablándome de telefonía móvil... pues casi mejor me la codificaban. (A la comercial.)

Enviado por: Manu, 19 de Enero 2005 a las 02:46 PM

¿¿¿pijama de ositos??? ¿¿¿Manu??? ¿¿¿El heavy melenudo??? X-DDDDDD ¡¡¡Quiero fotos!!!

Enviado por: blackadder, 20 de Enero 2005 a las 06:36 PM

La verdad es que si al verte en pijama no ha reaccionado yo creo que andaba muy escasa de "moviles regalados". En fin estaría programada para el caso de "pase lo que pase sigue hablando, que un primo nace cada segundo"

Ais! pena de comerciales, que duro es su trabajo.

Enviado por: Mamm, 22 de Enero 2005 a las 04:48 PM
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