De toda la elección de Ratzinger Zeta como nuevo papa de Roma lo que llama la atención no es que sea un conservador (y eso que alguien que es tomado por conservador en la iglesia da muchos escalofríos) ni un continuista (la noticia hubiera sido lo contrario), ni los grandes retos que tendrá que afrontar en su papado con los que se han estado frotando las manos los informativos para llenar minutos con algo que no sea crónica de sucesos. Lo que de verdad impacta es la cabezonería con que el Vaticano se aferra al pasado, incluso en asuntos en principio tan poco dogmáticos y tan alejados de la fe como transmitir la información.
Pongamos por ejemplo las fumatas blancas y negras en la Capilla Sixtina. El humo, en este caso, no es más que la manera que tiene el Vaticano de comunicar al mundo un bit de información: cero significa que seguimos a lo nuestro; uno significa, bueno, que habemus papa. Los telediarios lo contaban como anécdota, pero el hecho es que el color del humo que sale por una chimenea no es precisamente el método más efectivo para transmitir un miserable bit. Hay cien formas de conseguirlo que le dan mil patadas. Así sin pensar demasiado, a cualquiera se le ocurren nueve o diez. El método más sencillo sería que, tan pronto como se pusieran de acuedo, salieran en fila india de la Capilla y dijeran "ya tenemos jefe, peña". Mientras no salgan, no hay papa. O tal vez usar productos químicos para que no hubiera dudas respecto al color del humo, si tanto les gusta jugar a los indios. O, aprovechando las nuevas tecnologías, bastaba con una llamada perdida a alguien en cuanto hubiera consenso, que además es la mejor manera de transmitir un bit a distancia sin gastarse un céntimo. Pero parece que a los cardenales les gusta dar un poco de emoción al asunto y decir cada cierto tiempo que de momento, nada; o tal vez simplemente no sepan que transmitir ceros es desperdiciar el esfuerzo. Aun así, incluso emitiendo ceros, sigue habiendo mejores formas de transmitir el dichoso bit. Podría salir el camarlengo a un balcón determinado cada cierto tiempo. Si se queda quieto durante un minuto, da media vuelta y se vuelve para adentro, aquí no ha pasado nada. Si hace un corte de mangas al mundo entero, os jodéis, papa al canto. O puestos a ser espectaculares, una pantalla gigante podría mostrar al Espíritu Santo bajando desde el Paraíso en forma de paloma: si se vuelve al cielo sin cagar, seguimos como estábamos; si la suelta sobre el retrato de alguien, ya tenemos al afortunado pontífice.
Y sin embargo, lo único que se le ha ocurrido a los cerebritos de la Santa Sede después de dieciocho años ha sido tocar las campanas cuando haya fumata blanca. En otras palabras, añadir algo de redundancia a una señal defectuosa. Y para colmo con retraso. Guau. Teniendo esto en cuenta, es normal que no se les ocurra ni una buena en temas más complicados que transmitir un bit de información, como por ejemplo la sostenibilidad moral de prohibir los condones en tiempos de Sida. Los de El Jueves lo han visto claro. Y aunque también pese más kilobytes, una imagen como ésta sigue valiendo más que mil palabras:
Todo este asunto me recuerda a una historia que circulaba en fotocopias por los institutos, y más tarde en internet. Es una especie de leyenda académica que ocurrió en absolutamente todos los centros educativos del mundo, y trata de un examen de física. El profesor acaba de dar el tema de las presiones en general y la presión atmosférica en particular, y en el examen pregunta: "¿Cómo podríamos medir la altura de un edificio utilizando un barómetro?" El protagonista, un alumno, responde que si vamos subiendo las escaleras y marcando con un lápiz la longitud del barómetro en la pared, podemos tener la altura del edificio en función del tamaño del barómetro. Y se lleva un cero como una catedral porque el profesor quería que hablara de diferencias de presión atmosférica. Nuestro héroe, por supuesto, no se rinde y solicita una revisión de exámen. Los profesores acaban adoptando una decisión salomónica tras muchas discusiones: el alumno repetirá el examen, pero esta vez deberá servirse de algún principio físico estudiado durante el curso. El chaval acepta la solución y se presenta el día acordado. Se sienta, mira el papel durante diez minutos y luego se pone a escribir como loco. Sonríe, entrega el examen y se va. El profesor, feliz al suponer que el alumno ha conseguido recordar algo sobre la presión atmosférica, lee el examen.
Y lo que había escrito nuestro héroe era algo así: "Se me ocurren varias maneras de determinar la altura del edificio mediante el barómetro y no consigo decidirme del todo. Si es un día soleado y conocemos las dimensiones del barómetro, podríamos medir su sombra y también la que proyecta el edificio. Una regla de tres nos daría la solución. También podríamos colgar el barómetro de una cuerda y balancearlo a ras de suelo y más tarde sobre el tejado, de forma que la pequeña variación que notaríamos en el valor de g nos permitiera llegar a la solución. Otro método sería subirnos al tejado del edificio y dejar caer el barómetro: la altura del edificio dependerá del tiempo que tarde en estrellarse contra el suelo. Aunque la más rápida, posiblemente, sea entrar y decirle al portero: 'señor, mire que barómetro más bonito tengo, se lo doy si me dice la altura del edificio'".
Lo más esperpéntico de las instituciones católicas es que, con toda seguridad, el chico de la leyenda urbana no sólo suspendería el examen sino que seguramente sería excomulgado. Y menos mal que la Santa Inquisición ya no se suelta tanto la melena como en el siglo XIV. Pero si en pleno siglo XXI se resisten tantísimo a los cambios como para seguir con las señales de humo, apañaditos estamos con todo lo demás.
Me gusta la anecdota/leyenda urbana.
En finch, papa habemus. ¿Sabes que las noticias sobre las deliberaciones de los cardenales las daban en M80 con could you be loved de fondo? Porque ¿quien va a saber más de fumatas que Bob Marley?
Tiene 80 años y parkinson. Pareceme a mi muy mucho que El Perro de la Fe, alias Ratzinger Z, nos va a durar poco...
Enviado por: Aranluc, 20 de Abril 2005 a las 01:34 PMEl poder, la maldad, Ratzinger podraaaá destrozaaar!!
La que se nos viene encima, Diox...
PD.: Vaya ritmo de posteo, nene. Im-presionante
Enviado por: Jake, 20 de Abril 2005 a las 02:13 PMMe parece a mí que lo único que han hecho es ganar tiempo para escoger al antipapa a conciencia, que a Ratzinger le quedan dos Aplecs.
A no ser que hayan logrado transplantar el cerebro de Juan Pablo II al cuerpo de Ratzinger.
Eso explicaría la continuidad en las políticas de la iglesia.
Muchas otras cosas también explicarían esta continuidad, que conste.
Enviado por: DrillerKiller, 20 de Abril 2005 a las 09:22 PMEh! La imagen está relacionada con el texto y viene a cuento!! Exijo que me devuelvan el dinero!
Enviado por: Jamfris, 21 de Abril 2005 a las 01:08 AMJur jur, que imagen más cachonda la del jueves. Y que cachondo, tu tb, con los bits.
¿Para cuándo igualdad en la Iglesia? A mí me parece que aún queda un rato.
Que conste en acta que soy atea, y que el Ratzinger ni me va, ni me viene.
Enviado por: Evenue, 21 de Abril 2005 a las 08:49 AMcierto lo del bit! es una manera de mantener la atención de sus fieles. Como un reality: informa de lo que te conviene, manten en vilo a la masa durante el tiempo adecuado, no comentes nunca los trapos sucios de tu propia empresa y CHASSS!! el bit se convierte en un bombazo informativo y que además hace sentir a cada uno que espera la noticia como alguien especial. ¿por que? "¿sera negra o blanca?" "¡blanca!ya lo dije yo que el humito no era oscuro!"(y este tipo de incertidumbre).
Además ten la barra de decir que la elección la ha hecho el mismísimo espíritu santo...que en la iglesia todo vale. Lo que diga Razinger va a misa, que se le ocurre decir que llegó en jet privado desde el cielo, pues así sea!
En cualquier caso el nuevo habemus papa va durar dos telediarios (y no por sus 80 años). Si no responde como esperan, arsénico en las chuletas y al hoyo. Como el vaticano no permite hacer autopsia!!
Lo que habría que hacer es ignorarle, a él, a su Iglesia y, ya que estamos, a la Cope. Que el señor ese de 59 segundos me pone de los nervios, ni Ánsar en sus mejores tiempos, oiga.
Enviado por: Veti, 15 de Mayo 2005 a las 05:20 PMLa anécdota real deba un nombre y apellidos al alumno, Niels Bohr (si, el del modelo atómico de Bohr), que fue premio Nobel.
Enviado por: jmacaya, 25 de Noviembre 2005 a las 12:17 AM