Tengo una teoría sobre la rabia. No es muy original ni tiene más base científica que la observación, pero es la mía.
La furia en sí no es mala. Lo peligroso es la falta de control sobre ella. Todo el mundo se cabrea; la vida cotidiana es tan miserable a veces que no podemos evitar que los diez picotazos de cada día nos lleven a querer prenderle fuego al panal entero, por muy gilipollas que sea esa actitud. El asunto no es no enfadarse por nada, porque eso es imposible. Nos enfadamos, es un hecho, y puede ser útil porque sin rabia David no habría vencido a Goliat ni Goku a Freezer. El problema viene cuando no hay Freezer contra quien luchar o cuando uno no sabe controlar sus explosiones y acaba gritándole a quien quiere, buscándose otro David más pequeño o simplemente volviéndose mezquino. Un ser mezquino no es más que alguien cuyo depósito de furia hace aguas (lo que le hace incapaz de tener estallidos controlados) y se limita a manchar levemente a quienes le rodean, continuamente, todo el tiempo.
La clave es el control. Hay gente incapaz, como en todo: un ejemplo serían los skin-heads. Otros tratan de disipar los rencores haciendo ejercicio o, en menores dosis, yendo a un salón recreativo y echando unas partidillas al Time Crisis II pistola en mano, esperando a que aparezca un objetivo a batir para el que cerebro y entrañas se pongan de acuerdo. Y supongo que los más sabios serán capaces de administrarla, de enfocar bien la rabia y soltar la dosis justa cuando es necesaria. Seguro que hacen algún tipo de entrenamiento zen y acaban levitando, trascendiendo y siendo felices, los muy cabrones.
Todo esto viene a cuento porque el crío al que doy clases me pone cada vez más nervioso. Los transportes públicos valencianos (RENFE incluida) son mezquinos y me desean la desgracia. Los telediarios no hablan de otra cosa que de la princesita Ortiz, y a mí tanta monarquía me cabrea. Y jugar al Time Crisis II, ahora que los cyber-cafés están extinguiendo a los recreativos de toda la vida, está cada vez más difícil.
Totalmente de acuerdo. Los transportes valencianos son penosos...
Enviado por: Cvalda, 5 de Noviembre 2003 a las 11:16 PM