Leo las últimas cosas que he escrito aquí y me doy cuenta de que en estos tiempos tengo muy olvidada la demagogia, y eso que la que está cayendo con campañas electorales y acusaciones cruzadas da para llenar de sobras cualquier blog que trate de estos temas, y más si uno es de Fabralandia (Castellón, quiero decir). Tampoco me hago demasiadas pajillas mentales, pero es que toda mi energía se reserva para los malditos exámenes y, no nos engañemos, para pajillas de las otras (que, no sé porqué, siempre ven incrementada su frecuencia en estas fechas).
Acabo de enviar el Puercoespín de este mes, algo retrasado como suele ocurrir con el número de febrero, y dejarlo en condiciones me ha llevado casi toda la tarde. Parece que no ocurra nada nunca, pero el mundillo de Terry Pratchett no deja de moverse ni a la de tres, y que dure. Ahora, después de publicar este post, me iré a casa y empezaré a estudiar el examen de álgebra que me queda para el jueves que viene. Y me gustaría sacar algo de tiempo para continuar con la revisión de Soul Music: mucho me temo que no podré descansar de los exámenes porque la novela ha de salir en julio y yo suelo entregar la revisión tres o cuatro meses antes. Tic tac tic tac, PUM. Ni siquiera contesto a todos los e-mails que debería (Itziar, si lees esto, esas birras siguen en pie), ni actualizo como es debido la página del Mundodisco. Echo mucho de menos los tiempos en que mis únicas ocupaciones eran dar clases particulares y escribir moñonadas en internet, pero supongo que volverán pronto.
De todas formas, lo de que se acaba la magia lo decía por lo que ha ocurrido esta mañana. He bajado del tren procedente de Castellón (vía 1, sector A) y he dirigido mis pasos a la estación de metro. He blandido mi billete mágico ante la máquina que debía franquearme el acceso al andén sin marcar viaje, pero en lugar de abrir la compuerta la muy cabrona me ha escrito un mensaje en lenguaje místico: "Tarifa caducada". He intentado descifrar las runas de pie ante la puerta cerrada, pero el misterio no se ha resuelto antes de consultar al oráculo de la taquilla. Mi billete, por muy mágico que fuera, correspondía a la tarifa de 2003 y en febrero se empieza a aplicar en serio la de 2004. ¿Resultado? Fin de la magia. Ni siquiera la hechicería puede con las empresas de transporte público.
Me queda el consuelo de que mi próximo billete será algo más barato porque Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana me reembolsará los eternos cuatro viajes que le quedaban a mi precioso bono. Y me queda la esperanza de toparme con algún otro billete inagotable, a poder ser antes de noviembre para disfrutarlo al menos dos mesecitos. Cruzo los dedos.
Para mí que con tantos exámenes has pasado demasiado tiempo en el Mundobola y tu billete mágico ha sufrido una fuga de Navrativium...
Enviado por: Anakinet, 4 de Febrero 2004 a las 03:06 PMleo, leo... ya sabes cómo es esto de la magia, para que unos la tengan, otros tienen que perderla... :oP si eres bueno, te prestaré mi bono... (he dicho yo eso? he sido yo?) beso
Enviado por: evian, 4 de Febrero 2004 a las 05:06 PMAnakinet: Pues va a ser eso, va a ser eso... A ver si se pasan pronto.
Evian: ¡Pero si yo siempre soy bueno! :-) Otro beso.
Enviado por: Manu, 5 de Febrero 2004 a las 08:47 PM