14 de Agosto 2004

[Formentera] ¡Clones!

Aprovechando una siesta comunal he decidido llevar a cabo un experimento. Me han salido bultos verdosillos por todo el cuerpo y al principio los achacaba a picaduras de insectos salvajes, pero en esta isla no pueden deberse a algo tan mundano, así que solamente queda una explicación posible, que estoy desarrollando características vegetales. Eso explicaría que no me entre en absoluto la hambruna tras el esfuerzo físico: voy tirando de la fotosíntesis.

Aprovechando, decía, el sueño de mis compañeros, me he cortado una uña y la he plantado en tierra. En un principio iba a ser un vello púbico pero luego, si brota, a ver cómo se lo explicas a lo que salga. Me he girado para coger un cigarro y mientras lo encendía una voz a mi espalda ha entonado las siguientes palabras: "Eh, tío, pásate otro por aquí". Para no asustar a nadie, me he llevado a mi otro yo a un lugar apartado y le he explicado la situación. Inmediatamente, por supuesto, se ha arrancado un vello púbico y lo ha enterrado. Hala, clon del clon. He intentado recuperar el control y decirles que no hicieran más Manus, pero ellos le veían el lado positivo a la clonación masiva: controlar el mundo. Finalmente, antes de que empezaran a arrancarse cosas y masificar el lugar, he caído en el único truco que podía funcionar y les he dicho "Vamos a tomarnos una cervecita y nos lo pensamos".

Por desgracia, el primer clon ha ido un momento al servicio del bar y ha vuelto partiéndose el culo con un nuevo Manu, el cuarto incluyéndome a mí. No quiero pensar dónde habrá plantado la uña. Consciente al fin de que había perdido el control, he decidido acabar con el problema de raiz. Sí, controlar el mundo hubiera sido más divertido, pero es que tiene que ser muy cansado. He llevado a mis clones a la playa y, mientras nadaban, he ahogado a uno con mis propias manos. Antes de que el primer clon se diera cuenta de nada ya había estampado la cabeza del otro contra una roca. Y ya fuera del agua me he enfrentado a mi primer clon en un combate singular que he ganado en el último momento, aunque admitiré que los dos luchadores mostramos una técnica de combate ejemplar.

Y ahora, mientras escondo los cadáveres para volver con mis compañeros y fingir que aquí no ha pasado nada, no me puedo quitar de la cabeza las últimas palabras del último clon que maté: "Todavía queda uno. El primer clon escapó por la ventanilla del váter del bar, pardillo, que eres un pardillo, aaargh, aaargh".

Así que si véis a un tipo alto, moreno y desgarbado por Formentera (pues no dudo que el primer clon se quedará en la isla), comprobad si tiene ombligo. Si lo tiene, invitadle a una cerveza. Y si no, dadle una colleja de mi parte, que seguro que el muy cabrón vive mejor que yo.


Enviado por Manu, 14 de Agosto 2004 a las 08:15 PM

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Comentarios

Creo que esta entrada ha salido de algo más fuerte que una cervecita...

Enviado por: blackadder, 18 de Agosto 2004 a las 11:49 PM

Yo tambien lo creo...
De algo bastante más fuerte, cómo lamer un sapo o algo así. ¿hay sapos en Formentera o te levaste el tuyo Manu?

Enviado por: Zonk/PJ, 19 de Agosto 2004 a las 10:49 AM

Qué va, si en Formentera solamente había lagartijas. Muchas y chulas, pero lagartijas. Aunque admitiré que tal vez estuviera bajo los efectos de algo cuando lo escribí :-)

Enviado por: Manu, 19 de Agosto 2004 a las 02:15 PM
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