Aunque nunca antes había participado en un referéndum, con una vez basta para observar como en jornadas así se hacen evidentes algunos comportamientos paranormales. En unas elecciones típicas, si es que tal cosa existe, las opciones son de lo más variado; siempre hay más listas, muchas más, de las que nadie en su sano juicio está dispuesto a tener en cuenta. Así que por lo general la gente no procura dotar de tanto significado a su voto. No se piensa "votaré a Pepito porque así Juanito interpretará que lo hago para castigar a Monchito por su mala gestión aunque en realidad estoy en contra del proceso democrático", sino "el programa de Menganito es el que más me cuadra, allá va esa papeleta". Como mucho, en unas elecciones normales se aplica el voto de castigo y el voto útil, pero por lo general cada uno otorga su apoyo a la lista que menos rabia le da, y aquí paz y allá (en el congreso) gloria.
Pero un referéndum es diferente. En la llamada a las urnas de ayer solamente se podía votar "Sí", "No" y "Cuadradito en blanco" (que supongo que más de uno y más de dos habrá rellenado con un "Ni" bien hermoso), y un proceso que debería resultar mucho más sencillo que elegir entre chorrocientas mil opciones se complica hasta el infinito porque nadie por encima de los dieciocho años se contenta con dar una respuesta tan corta. Todo el mundo siente la necesidad de explicar sus razones, y como no pueden hacerlo en la papeleta optan por explicarlas en un weblog o soltárselas a la cara a sus amigos tan pronto como llega la primera oportunidad. Un simple "Sí" en una papeleta puede significar desde "Zetapé dice que sí y yo no tengo criterio" hasta "Aunque no me guste este tratado en concreto, sí estoy a favor de que exista una constitución europea", mientras que un "No" puede variar entre el "Me jode que no se aluda al cristianismo en el texto y además el mundo civilizado termina en las fronteras de la madre patria" y el "Me cago en la puta macroeconomía y la madre que parió a todos los políticos". Del voto en blanco y las abstenciones mejor ni hablamos, aunque ahí es donde se escuchan las teorías más descabelladas y divertidas.
En el fondo todo eso no es más que hacerse pajas mentales. Entre las muchas virtudes que nuestros responsables políticos puedan tener hipotéticamente no se encuentra la telepatía, al menos que se sepa. Así que a la hora de la verdad, que traducido al lenguaje democrático significa a la hora del recuento, lo único que importa son los datos puros y duros: la elevadísima abstención y el abrumador número de síes en las urnas. Lo cual significa que todas las dudas, todos los "votaría que no, pero es que eso dará fuerza a la posición de la ultraderecha", son inútiles. Ayer no se estaba votando si Europa debería tener una constitución (esa decisión ya está tomada) ni si los fondos estructurales deberían repartirse de esta manera u otra. Ayer, simplemente, se respondía a la siguiente pregunta: "Señor ciudadano, ¿está usted de acuerdo con este texto constitucional? Diga sí o no". Las interpretaciones, la telepatía social, no es materia de preocupación del individuo de a pie, sino de los tertulianos de las teles y las radios. Y esos sí que deben tener algún superpoder porque si no no se explica que lleven tanto tiempo viviendo del cuento sin pegar un palo al agua.
Otro día hablamos de otro de los inventos más gilipollas de la democracia, incluso más que el referéndum no vinculante: la jornada de reflexión.
Pues yo al final estuve a puntito de votar NI, pero por aquello de que me daba miedo de que ganara el NO, y como votaba por correo no podía saber que la jornada se estaba desarrollando con una aplastante mayoría del SI, asi que mi vena europeista ganó y ahi esta mi voto, como el de casi todo el mundo.
Enviado por: El hombre de Uel, 21 de Febrero 2005 a las 05:22 PMPues todavía queda Francia. Que me voy a reír si sale que no, vamos.
No hubo güevos de poner NI, que entonces ni lo cuentan como blanco ni nada (un 6% para mí es algo que no se debe ignorar, por mucho que se empeñen autoridades y medios).
Pues yo al final no voté, por pereza, por vagancia, porque aún estoy esperando los 5 euros del voto por correo certificado que dijeron que me devolverían en las autonómicas (después del circo de Madrid... encima tocando los *******), porque estoy a 3.500 km de distancia de este país (perdón... Ejjjjpaña!!!) y porque en la Embajada de Estocolmo son unos gilipollas desagradables. Hala, ya lo he dicho. Ya me he quedado a gusto.
Enviado por: e-ness, 22 de Febrero 2005 a las 12:29 PMpues yo vote NI, de empalmada, completamente borracho, y bajo influencia de sustancias psicoactivas...
Ala. a Kaskarla.
A los ke esten este finde en Castellón nos vemos en las madalenas, completamente borrachos, y bajo influencia de sustancias psicoactivas... (espero)
¿Ves? Ya sabía yo que habría alguien lo suficientemente friki como para votar NI de verdad...
Nos vemos (es un decir, ya sabes) el fin de semana, PJ.
Enviado por: Manu, 23 de Febrero 2005 a las 11:16 AMNo fui a votar, como siempre. No simpatizo con ningún partido político ni me gusta como se resuelven las cosas.
Lo único que me toca los cataplines es que cada vez que estoy con esta gente y lo digo me llaman facha. Creo que tiene que ver con que definirse apolítico y decir que todos hacen cosas bien y cosas mal.
Yo estuve ayer en la Colla y creo que es una colla burguesa, excepto por el wc claro.
Enviado por: FAC, 25 de Febrero 2005 a las 01:44 PM