Supongamos que existiera una red de intercambio de archivos por internet, que yo no digo que exista. Supongamos que esa red funcionara bien y permitiera que la gente pudiera estar al día en estrenos de películas y series. Cosa que yo no digo que ocurra. Puestos a especular, supongamos que los archivos que uno se copia pudieran grabarse en un disco y verse en la tele. Entonces alguien podría grabar un par de capítulos de series para verlas en el comedor de sus padres después de una comida familiar. Y podría llevarse una sorpresa cuando, al terminar un episodio, el siguiente pareciera tener como protagonista a una joven mamporrera (de la galaxia de Pegaso, a juzgar por el nombre de la serie) ejerciendo su oficio con absoluta devoción y entrega sobre un caballo. Y esa persona hipotética podría darse con un canto en los dientes si su abuelita, espectadora obligada de los acontecimientos de la galaxia de al lado, hubiera elegido ese preciso momento para ir al servicio. Por muy poco.
Si las cosas llegaran a tal extremo, y no seré yo quien diga que han llegado, nuestro hombre podría ser partidario de la siguiente idea:
Si acaso existieran todas estas cosas, claro.
¿Pero de verdad sigue picando la gente con los fakes? Con la de contramedidas que hay, pardiez.
Enviado por: Veti, 23 de Abril 2006 a las 10:30 PM