Ha sido una semanita ajetreada, entre unas cosas y otras. Pero por fin he terminado de revisar El país del fin del mundo (The last continent, de Pratchett) y, aunque queda curro por hacer antes de que acabe el año, creo que podré ir un poco más suelto. De todas formas, los twiteos apenas llevan tiempo y luego te apañan una entrada de vez en cuando, así que vamos con ella...
Youtube da bastante información sobre el público de los vídeos a quien los sube, y durante los dos o tres primeros días que el vídeo del concierto de Barón Rojo estuvo en línea, la sección de Demographics daba bastante miedo. Sin embargo, acabo de llevarme una agradable sorpresa cuando, al ir a capturar el pantallazo para ponerlo aquí, me he encontrado lo siguiente:
Eso sí, la media de edad se ha decantado un poco hacia los viejos rockeros...
Se trata de una web en la que niños de todo el mundo imitan los sonidos de distintos animales y vehículos. Curiosamente, las vacas de todo el mundo suenan más o menos igual. Pero son de los pocos animales que no hablan distintos idiomas...
Hace ya tiempo que inicié una cruzada personal (basada en despotricar y despotricar hacia todo aquel que quiera escucharme) contra los anuncios ñoños, sobreactuados y repelentes de las infinitas variedades de chocolatinas Kinder. Ahora les ha salido un serio competidor en el último anuncio de Renault, el que intenta convencer al espectador de que, ya que antes decía que no haría mil cosas y las está haciendo –usar ordenadores, cortarse el pelo, obviedades por el estilo–, bien puede renunciar a otro de sus principios y comprarse un Renault. Ya que eres un mierda, condúceme. Un mensaje bien pensado, ya lo creo que sí. Pues yo no me he cortado el pelo ni tengo intención de hacerlo. Mamones.
Maravilloso. Como los deportes no están lo suficiente cubiertos con patrocinadores, emisiones en todos los canales y mucho tiempo en los informativos (¡si hasta Gabilondo hace sección de deportes!), el gobierno Zapatero ha decidido tomar cartas en el asunto y, presumiblemente, inyectar más dinero público en el tema y meter en nómina a unos cuantos altos cargos más. Total, el tesoro público anda sobradísimo.
Y además, rebota, rebota y en tu culo explota. Estaba yo poco inspirado ese día para los insultos, pero casi mejor, que ahora se me ocurren demasiados. Don Enrique Múgica, supuesto defensor del pueblo, decidió que una parte considerable de sus defendidos –los que creemos que la tortura como espectáculo debería ser ilegal, sin matices que valgan– son tontos. Y, ni corto ni perezoso, así lo afirmó en una entrevista para la COPE. Vale la pena leer unos cuantos extractos de sus palabras, aunque solo sea para evaluar la talla moral e intelectual del fulano este que dice defendernos a todos.
¡Otro día, más!