Esencia oscura, como buena parte de las novelas de Tim Powers, es un relato de fantasía histórica. Eso para quien le guste poner etiquetas a todo lo que se menea, claro, porque en realidad toda la fantasía es fantasía y, si me apuras, ficción y punto. Pero el libro tiene una buena cantidad de elementos sobrenaturales que Powers utiliza para dar una explicación alternativa al asedio de Viena de 1529, así que tampoco vamos a ponernos demasiado quisquillosos y aceptaremos "fantasía histórica" como género literario.
El protagonista de Esencia Oscura es Brian Duffy, un mercenario irlandés que, tras un fugaz encontronazo con unos matones en Venecia, acaba viajando a Viena por encargo de un anciano, que considera que Duffy será el segurata ideal para la taberna que posee en la capital austriaca. No pasará demasiado tiempo antes de que el irlandés empiece a comprender que ni el anciano es un simple empresario tabernero ni tampoco él mismo es un simple mercenario del siglo XVI.
Al igual que en otros de sus libros posteriores, Tim Powers hace que su personaje protagonista las termine pasando canutas a medida que avanza la trama, y que descubra poco a poco que ni de lejos está en posesión de su propio destino. La ciudad de Viena está a punto de sufrir el ataque de las tropas otomanas, nominalmente a las órdenes de Solimán el Magnífico, pero lo que está en juego con el asedio no es solo la ciudad, sino la propia seguridad mágica de todo Occidente. Y Brian Duffy tiene en su interior la clave para hacer que la eterna batalla se decante hacia un lado o hacia el otro.
Esencia oscura es muy disfrutable y entretenida. Salen vikingos, lo cual siempre es un punto a favor de cualquier novela. El asedio parece tratado con lógica, ya no solo por el rigor histórico que le supongo, sino por comentarios como que las tabernas son un negocio próspero en cualquier ciudad asediada, ya que los soldados necesitan el alcohol más que el aire. Mantiene un ritmo extremadamente ágil que deja al final con la sensación de que no le habrían sobrado cuarenta o cincuenta páginas más, no para detallar mejor el trasfondo vienés de la época (agradezco muchísimo que Powers utilice los datos históricos sin embutirlos de cualquier manera en el texto ni intentar lucirse con ellos como hacen muchos otros autores históricos), sino para zanjar un par de hilos argumentales que no terminan de quedar cerrados al llegar al "Fin". Aunque, dado que está enfocada como una novela de acción con toques sobrenaturales y cerveceros, es muy posible que dejar parte de la mística sin explicar del todo sea el plan de Powers desde el principio. Aun así, a mí me ha dejado la impresión de que unos cuantos párrafos más no le habrían roto el ritmo, y servirían para aprovechar mejor algunas situaciones y personajes.
Esencia oscura es la tercera novela de Tim Powers y la primera que alcanzó la fama. Deja entrever algunas de las constantes que se verán en sus libros posteriores (el héroe atormentado y desconocedor de su propia identidad, la magia ligada al terreno, la explicación sobrenatural de sucesos históricos), pero es un libro mucho más ligero y con un ritmo más endemoniado que ningún otro suyo que yo haya leído. No es Las puertas de Anubis, La fuerza de su mirada ni mucho menos Declara, pero no defraudará a quien haya disfrutado con cualquiera de ellos.