Inspirado por el potaje de vigilia del chef Falsarius, retomamos la sección de cocina de vuestro blog favorito con un plato que, si no se le había ocurrido antes a nadie, por algo será. Contundente, cochino (porque parte de él se come con las manos) y sin mucho sentido, pero sabrosón.
Precio para cuatro personas: Cuatro o cinco euros (dependiendo del precio del pollo) si ya tenéis aceite y esas cosas.
Dificultad: Facilete. Se mejora repitiendo el plato, si os dejan.
Tiempo en la cocina: Diez minutos en total.
Tiempo fuera de ella: Otro cuarto de hora.
Factor romanticismo: (A petición popular.) Escaso, para qué engañarnos.
Ingredientes para cuatro personas:
Hala, al tajo:
Poner una paella (también conocida como paellero o paellera) a fuego medio, con un chorrito de aceite. Trocear las alitas si hace falta y salarlas mientras se calienta un poco la paella. Echarlas en la paella. Si tenemos pimiento, cortarlo y echarlo ya. Si son alcachofas, deberíamos haberles quitado las capas exteriores, cortado el corazón en cuatro trozos y dejado un rato en agua con un chorro de limón, para que no nos pongan negro todo el plato. En todo caso, vamos a tener las alitas al fuego hasta que se doren, y para entonces la verdura debería estar cocinada también. Así que id echándola en la paella según convenga. Tenemos cierto margen porque luego todo se pasará un ratito hirviendo con el caldo, pero conviene que todo esté sofrito en su momento.
Cuando las alitas estén casi doradas y la verdura casi hecha, echamos el ajo troceado y el diente de ajo entero (imprescindible). Si usamos ajo en polvo, esperamos. Cuando ya estén doradas, echamos el pimentón, el tomate rallado, el tomillo, el romero y el ajo en polvo si es el caso. Removemos un poco y dejamos que el tomate se fría un pelín.
Vamos a rematarlo. Echamos los fideos y les damos unas vueltas para que se impregnen del sofrito. Procurad que el fuego no esté muy alto para que no se os socarren los fideos, que luego crujen. Los cubrimos totalmente con el caldo. Dependiendo del tiempo de cocción de los fideos que se usen, hace falta más o menos líquido. Si usáis fideos muy finos, al ras, o incluso que se vea alguna islita. Si usáis gordos (de fideuà), que cubra casi un dedo por encima del nivel sólido. Y recordad que, a falta de caldo, buena es agua con media pastillaca de carne. En todo caso, ya podéis subir el fuego; los fideos se beberán el caldo y se cocinarán. ¡Listo para zampárselo!
Nota: Si por lo que sea no le habéis echado pimentón, el plato se os quedará muy blanquito. Para evitarlo podéis ponerle un poquito de colorante alimenticio o azafrán si sois ricos.
Esto estaba en un tejado visible desde el castillo de Praga.
¡La gente es rara en todas partes!
Lo de la vaca me tiene fascinado.
Enviado por: Santo, 2 de Abril 2009 a las 08:24 PM¡Y a mí! Te juro que estaba en un tejado cerca del castillo de Praga, y pone Cowboy en el lado. A partir de ahí, ni idea.
Enviado por: Manu, 3 de Abril 2009 a las 11:53 AM¡Qué brutal la foto! una buena barbacoa como las de antes, ¡a ver si me enseñas las fotos de Praga cabrón! además sigues sin hacer una review del viaje, cómo cambian las cosas...
Enviado por: Doctor Maligno, 5 de Abril 2009 a las 07:11 PM