PARA LIMPIAR VÁTERES.
Método combinado de Ganjaman y el Doctor Maligno.
Reproducido aquí sin permiso, por supuesto.
South Park, temporada 2, episodio 9. Año 1998. El festival de cine independiente de Sundance se traslada al pequeño pueblecito de Colorado porque ya ha destrozado completamente su anterior asentamiento, y ahora los habitantes de South Park deben convivir con una nueva plaga: las estrellas de cine cool. El señor Garrison, en clase, intenta explicar a los niños en qué consiste el cine independiente y Cartman, el gordo cabrón, ofrece su propia definición:
Wendy: No es verdad. Las películas independientes se producen fuera de Hollywood y no tienen los recursos y el glamour de Hollywood.
Cartman: ¿Ah, zí? Dime una película independiente que no trate de vaqueroz gayz comiendo pudding.
El episodio termina con una avalancha de mierda sobre el pueblo que barre por completo a toda esa gente tan in del cine. A ver si también se cumple esa predicción (banda sonora de Fantasía incluida) y al menos nos reímos un rato en la próxima entrega de los Oscar.
¡Canten conmigo! Mis huevecillos son de color marrón...
Quién lo iba a decir. Las felicitaciones, como siempre, tarde y mal.
Y que cumpla muchos más.
Jamás pensé que escribiría una entrada con este título, pero así son las cosas.
Eso es lo que preguntaba una persona anónima en los comentarios de este weblog. Y lo cierto es que sí me apetece comentar alguna cosa. Varias, de hecho. La historia, conocida por todos, es que un tal Mena (teniente general del ejército, para más señas) pronunció un discurso el día de la Pascua Militar en el que insinuaba que, en caso de seguir adelante el nuevo Estatuto de Cataluña y en caso de ser interpretado como anticonstitucional por el ejército, no habría más remedio que tomar medidas. Mena no habló de tanques en las calles ni de suspender el estado de derecho, pero sus palabras no podían dejarlo más claro. Y entonces se lió la de dios es cristo: el teniente general de marras sufrió un arresto domiciliario, todos los políticos se liaron a gritos y Antena 3 TV, con el sentido de la oportunidad que le caracteriza, programó la película Estado de sitio el pasado lunes.
Y Rajoy, ese hombre, dejó en el aire que las declaraciones del militar "no pasan porque sí", afirmación con la que (por una vez) no puedo estar más de acuerdo. En lo que probablemente coincidiremos un poco menos don Mariano y yo es en las razones por las que pasan estas cosas. Estas cosas pasan porque tenemos una clase militar que aún no tiene muy claro que se debe al pueblo, que por cierto es quien paga sus armas y sus sueldos. De hecho, estas cosas pasan porque tenemos una clase militar sin más, porque de lo contrario no pasarían. Estas cosas pasan porque en este país todo el mundo sabe que da igual lo gorda que sea la burrada que diga: siempre que ataque al gobierno tendrá el apoyo de los de siempre, y sin rechistar. Y quien no se lo crea no tiene más que recordar aquella divertida historia con el catedrático Aquilino Polaino y sus curiosas teorías sobre la homosexualidad. Y estas cosas pasan porque cuando la gente está a punto de jubilarse tiende a adoptar la famosa actitud de "para lo que me queda en el convento, me cago dentro". Y de paso salgo en los periódicos, añado yo al dicho.
En vez de la Ley Anti-Tabaco y la futura Ley Anti-Alcohol, tal vez habría que plantearse si no será más necesaria una Ley Anti-Gilipollas Malintencionados Con Apoyo PPolítico. En según qué circunstancias, pueden ser mucho más peligrosos.
Aunque ya había escuchado algún tiro, acabo de asegurarme de que realmente Sam Raimi va a dirigir una adaptación cinematográfica en acción real de una novela del Mundodisco. Cuando termine con Spider-Man 3, el director se encargará de The Wee Free Men (una novelucha de un tal Terry Pratchett, que por lo que he oído ni siquiera utiliza los capítulos normalmente en sus libros). La novela, dirigida a un público juvenil, narra las aventuras de una niña de 9 años llamada Tiffany Aching. Tiffany es extraña porque siempre ve las cosas que tiene enfrente, que es más de lo que puede decirse de la mayor parte del resto de la humanidad. Así que cuando descubre que es la Reina de las Hadas quien ha secuestrado a su hermanito, reúne toda la ayuda que puede y corre en su búsqueda. Y esa ayuda la proporcionan: (1) una sartén para la autodefensa y (2) un clan pseudo-escocés de hombrecillos diminutos con el cuerpo tan tatuado que parecen azules, a quienes les gusta robar ganado, beber y blasfemar más que ninguna otra cosa.
Lo curioso es la foto que acompaña a la noticia de CinemaBlend.com...
Llegó 2006, por si alguien no se había dado cuenta, y con él la nueva y flamante ley antitabaco. La televisión se ha llenado de anuncios de parches de nicotina y parece que los noticiarios televisivos ven el mundo de forma diferente que la prensa escrita: mientras en los primeros parece que el tabaco ha quedado definitivamente erradicado, los periódicos ofrecen datos reales sobre los locales pequeños, que mayoritariamente (y con mucha diferencia) se han decantado por seguir permitiendo fumar en sus instalaciones. Así que, para alguien que de todas formas ya tenía que salir a la calle para fumar en su trabajo, la entrada del nuevo año tampoco supone tanto cambio.
Pero el Gobierno no descansa cuando se trata de urdir maldades y ya anuncia nuevas medidas, esta vez contra el alcohol. La actitud razonable sería oponerse, ya que lo próximo en la Cruzada por la Dictadura de la Salud será atacar el café, el sexo, los videojuegos (ahora que lo pienso, este ataque está iniciado ya) y todas las demás cosas buenas de la vida. Pero poner las velas contra el viento suele ser contraproducente, así que allá van algunas ideas por si de esta actitud mojigata y moñona del Gobierno todavía puede sacarse algo bueno.
Otro día hablaremos de por qué todo el mundo parece estar tragándose sin rechistar que toca dejar de fumar a la voz de ya. De momento, feliz 2006 a todo el mundo. Pero a todo todo, ojo.