Se acaban de dar dos circunstancias que me obligan a sacar el blog del letargo impuesto por los compromisos laborales. En primer lugar, Estrellita Mutante ha vuelto a publicar en su blog y yo siempre he sido muy de culo veo, culo quiero. En segundo, últimamente a mi padre le regalan unos mecheros cojonudos.
Es casi una constante universal que nunca se tiene una cinta métrica o una regla a mano cuando surge algo cuya longitud exacta es necesario conocer, de modo que alguien, tiempo atrás, diseñó la siguiente maravilla del progreso humano:
Cuando lo recargue, seré la envidia de todo el mundo allá por donde pase. Y mediré todo lo medible. En centímetros o pulgadas.
¡Grandes inventos de la humanidad!
Si me quedaba alguna duda de que los restaurantes chinos serán el motor del desarrollo humano en los siglos venideros, se disipó del todo el domingo pasado. Como siempre que terminan las fiestas de la Magdalena en Castellón, los amigotes acudimos a la Tradicional Cena En El Chino Para Fundirnos Lo Que Quede Del Presupuesto. Debieron quedarse contentos con nosotros en el restaurante, porque al final repartieron llaveros por doquier. Todos venían empaquetados con la siguiente cartulina, de indudable buen gusto:
Poner linterna a las cosas es un truco que ya habíamos visto. Hacerlos recargables con energía solar, también. Lo que de verdad me sorprendió en el llavero que me cayó a mí en suerte fue el concepto revolucionario que le incorporaron: imbuirlo de poder divino.
¡Temed, mortales, el poder místico de mi llavero!
Mientras otros llaveros inferiores se recargan con energía solar, el mío aprovecha directamente el poder de las esferas celestiales. Y a eso no hay quien le diga «envido más».
¡Grandes inventos de la humanidad!
Teníamos algo abandonada esta sección últimamente, así que hoy, por si no queríais caldo, tomad dos tazas. ¡Gadgets imprescindibles para la vida moderna, señora! ¡Tire su iPhone a la basura!
El juego que, para incitarte a ejercitar la memoria, te llama memo dos veces. Ahí, creando necesidades, publicidad en estado puro. Yo creía que estaba descatalogado y sería pieza de coleccionismo friki, pero no. Aun así, la edición de la foto (encontrada en la casa donde dormíamos en Madrid) era mucho más cutre, cartulina y no madera, y por tanto obviamente alcanzaría un mejor precio en eBay.
Este mechero tiene un sofisticado sistema de seguridad que, según la etiqueta, garantiza un 85% de protección para niños. Ni 80 ni 90. 85%. Al margen de lo cruel que pueda haber sido el experimento estadístico necesario para obtener dicho porcentaje, afirmamos que el mechero también es, como mínimo, un 60% seguro contra adultos. Comprobado. Contra borrachos que no sepan usarlo, mínimo, mínimo, un 90.
¡Grandes inventos de la humanidad, señora!
La nueva correa extensible para perro de la marca Super Panda, ya a la venta en su multiprecios chino más cercano, viene en colores variados para todos los gustos e incorpora, de serie, un haz de luz a pilas que puede ser de lo más útil para señalar cosas interesantes a su amiguete cuadrúpedo. O en caso de apagón nuclear, claro.
¡Y por solo 4,50 €! ¡Corra a comprarla!
Hace unos años esta fotografía dio la vuelta a toda internet:
¡Los Manowar y Bertín Osborne, juntos ante una cámara! Difícil imaginarse una escena más apocalíptica. Yo pensaba que la tormenta del metal impactaría contra las partículas elementales casposas de Bertín y juntos crearían una singularidad que haría pedazos la estructura geométrica del universo. Pero hoy, paseándome por la red en un descansito mientras el universo seguía bien montado, me he encontrado algo peor. Y que conste que no tengo ninguna intención de llenar esto de vídeos de YouTube, pero es que que el programa de Ana Rosa Quintana se interese por el tema y que Bertín cuente a su reportero la historia de la foto ya raya en lo... bueno, en lo rayante. Atentos a la banda sonora, que es un temazo y está elegida con muy mala leche.
Si con esto no se hacen un ovillo las diez u once dimensiones del universo, nada lo conseguirá. Pero de regalito, aun así, aquí está el complemento perfecto para todo heavy que se precie, encontrado por casualidad mientras buscaba la primera imagen. Esto es el Escudo del Guerrero. Y todo lo demás es basura.
Hoy, amigos del bricolaje, vamos a ocuparnos de una vez por todas de un problema devastador: la arena para gatos mojada. Quienes tenéis la caja de vuestros mejores amigos a la intemperie os habréis encontrado más de una vez con el contratiempo desagradable e inesperado de que ha cambiado el tiempo de repente, y la lluvia ha convertido el lugar de alivio de vuestras mascotas en una combinación, maloliente y casi homogénea, de barro asqueroso y mierda de gato.
¡La solución está al alcance de vuestras manos, y ni siquiera os las ensuciaréis como de costumbre! Seguid los consejos de vuestro blog favorito y nunca más os veréis en el recinto cerrado de un ascensor junto a una bolsa de basura rebosante de infierno olfativo.
Materiales necesarios: Dos baldosas con rendijas y un listón de los baratos del Leroy Merlin. Un chubasquero de la tienda multiproducto más cercana (no paguéis más de un euro). Cañizo o cualquier otro acabado que os guste, dentro de lo razonable; a ser posible, nada que vaya a oxidarse mucho. Clavos. Chinchetas. Alambre.
Herramientas necesarias: Una sierra, aunque podéis usar el banco de trabajo de una gran superficie si compráis la madera allí. Una broca para madera. Un martillo, que sí tendréis que comprar o robar a menos que penséis montar el chiringuito completo en la gran superficie. Una modelo para que haga todo el trabajo mientras vosotros sacáis fotos para el blog.
Procedimiento:
Paso 1: Cortar el madero en cuatro trozos, de forma que dos sean más largos que los otros dos. Deben tener bisel por arriba porque servirán para soportar el techo oblicuo de nuestra estructura. Se podría calcular la relación entre el lado de las baldosas, la altura deseada, el grosor de la madera y el ángulo de bisel, pero eso lo dejaremos para un capítulo de Matemanía, que no me apetece echar cuentas. Hacedlo a ojo de forma que la baldosa de arriba llegue y se pueda clavar bien.Paso 2: Montar la estructura. Haced agujeros en la baldosa de abajo y la base de los maderos y clavadlos bien clavados. Probad antes de agujerear nada para comprobar que la baldosa de arriba llega bien y, si no, meted los postes un poco hacia dentro de la estructura. Finalmente, clavad también la baldosa de arriba. | |||
Paso 3: La estructura del Meadero SusanaTM está montada, ahora hay que impermeabilizarla. Abrid el chubasquero y colocadlo como en la imagen con la ayuda de chinchetas. Podéis usar el cordón del chubasquero, si lo tiene, para fijarlo mejor a las patas y de paso recoger la capucha. | |||
Paso 4: ¡La impermeabilización es importante! ¡Todo el artilugio se basa en ella y en el desnivel del techo! Tensad bien el chubasquero utilizando más chinchetas. Si lo habéis colocado bien, en los laterales os quedará una bonita y estilosa cobertura oblicua. | |||
Paso 5: ¡Ya casi lo tenemos, amigos del bricolaje! Admitámoslo: los chubasqueros son feos. Solamente nos falta darle a nuesto Meadero SusanaTM un acabado a nuestro gusto. Nosotros hemos utilizado cañizo que sobró de un programa anterior y alambres para fijarlo a las rendijas de las baldosas. Si lo hacéis así, ¡procurad acertar a la primera! Si vuestro plástico se queda lleno de agujeros, la cosa pierde un poco el sentido. Para terminar, meted la caja de arena del gato dentro y fingid que os vais un momento a buscar algo para que el minino venga a cotillear. ¡Ya tenéis vuestro Meadero SusanaTM! | |||
Si vuestro gato es feliz... | ... ¡vosotros sois felices! | |
(Nota: La modelo es en realidad Kristian Pielhoff, el presentador de Bricomanía. Para el programa televisivo se pone un exoesqueleto euskera como Iron Man, pero aquel día hacía mucho calor.) |
Esta fue mi captura del sábado pasado:
Una desafortunada cumpleañera borracha se dejó a Cosa en un garito y, vilmente, me impuse sobre quienes querían conservarlo para devolvérselo. Cosa tiene un cordelito que permite ponérselo en la cabeza como un sombrero chino o en el brazo como un escudo de Los Caballeros del Zodiaco. También tiene forma de disco volador, lo que proporciona minutos y minutos de diversión infinita un sábado por la noche. Pero lo más importante es un interruptor en la parte de detrás que activa una secuencia de los sonidos más horribles que existen... ¡que a su vez se alternan mediante un sensor de movimiento!
Creo que las lucecitas murieron mientras jugábamos a lanzarnos a Cosa. Si alguien lo encuentra en alguna tienda, una advertencia: "No Encender De Resaca".
¡Grandes inventos de la humanidad!
Será todo lo poco glamouroso que queráis, pero no se ha inventado una combinación de hierbas mejor. Ya hace tiempo que no se ve en los supermercados y en la página web de Ducros no aparece nada sobre el producto, así que lo más seguro es que hayan dejado de fabricarlo. A mí me queda más de medio bote, pero advierto que si se organizan asaltos a mi casa para robármelo me defenderé con uñas, dientes y cacerolas llenas de aceite hirviendo. Que nadie se queje después.
Normalmente no soy nada partidario de los forwards y las chorraditas de internet en mi buzón de correo. Me gusta que estén ahí si los busco (que todos nos aburrimos a veces), pero no tener que pasarme el día borrándolos. Chorraditas allí, yo aquí. Que corra el aire. Y pese a todo, he de admitir que los tres últimos que me han llegado no están nada mal. El primero es el del examen de bases de datos en la Politécnica de Valencia, ese que pide al alumno que prepare una lista de caballeros jedi en SQL (nombre, especie, maestro sí o no, planeta en el que lucha). El segundo, el que razona sobre si a los católicos debería permitírseles casarse y adoptar niños. Lástima que no se me ocurriera a mí. Y el tercero... bueno, qué decir del tercero.
Esta entrada no es precisamente work-safe, pero en fin...