13 de Septiembre 2010

Libros y cosas: Se acerca el invierno

Esta noche, antes del capítulo final de la temporada de True Blood, la cadena de televisión HBO ha emitido varios especiales para promocionar las series nuevas que tienen proyectadas. La más esperada, al menos por mí, era A game of thrones, la adaptación de la Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin. Son dos vídeos, uno de presentación de la serie (con entrevistas e imágenes de los actores caracterizados) y un nuevo tráiler algo más largo que el anterior.

Como tengo uno de esos domingos insomnes, me ha dado por subtitularlo y, si YouTube no se lo carga (no lo quieran los Siete), aquí tenéis el resultado:

La calidad de imagen es un poco culera, admitido. Si alguien quiere hacerlo mejor, aquí está el archivo SRT. Si os pica la curiosidad y queréis saber absolutamente todos los personajes que aparecen, los frikazos del blog Winter is coming han diseccionado el tráiler. La serie promete. Mucho.
 

Daenerys Targaryen

 

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5 de Enero 2010

Libros y cosas: "El viaje íntimo de la locura", de Robe Iniesta

El viaje íntimo de la locuraCompré este libro hace algún tiempo (en octubre, según aNobii) y llevaba tiempo con ganas de reseñarlo, pero supongo que me echaban hacia atrás dos factores. El primero era cierta vergüenza de fanboy: me gusta Extremoduro y este libro está escrito por su cantante y letrista. Posiblemente, si la novela estuviera escrita por Fulano Gutiérrez no le habría dedicado un segundo vistazo en su estantería. Pero claro, tampoco he visto cómo escribe letras de canciones Fulano Gutiérrez y con Robe sabía que, como mínimo, salvaría bastantes frases cortas aunque resultara ser un petardo. El segundo motivo para resistirme a escribir esto (supongo que me resistía, aunque tal vez fuera simple vagancia) era que comprendo la reticencia del autor a que el argumento se comente demasiado. No estamos en un caso de El sexto sentido y aquí se descubre el pastel cuando pasa el primer tercio de novela, pero supongo que es cierto que el libro gana si uno no sabe del todo de qué va. Baste como spoiler, pues, decir que la la ilustración de portada refleja fielmente una escena de la novela.

El protagonista de El viaje íntimo es don Severino, último de una larga saga de grises notarios de provincias. Su vida se resume en la palabra «rutina», que don Severino se resiste con todas sus fuerzas a modificar mientras le quede otro remedio, por estrafalario que sea. Casa, oficina, cafetería algún domingo, casa, oficina. Pero los cimientos de su vida, que don Severino cree bien firmes aunque obviamente sean de lo más enclenque, van a jugarle una mala pasada que lo pondrá todo en movimiento. Argumento de folletín, si no tenemos en cuenta que, en realidad, se trata de una novela de fantasía cuyo eje argumental me estoy reservando. La segunda parte (de las tres que tiene el libro) es una aventura alocada durante la que el protagonista se desquicia, se sumerge en las capas de rutina que pensaba que lo definían y, una vez allí, se ve obligado a mirar por si hay algo debajo.

Pero el libro no cae en simplificarlo todo como una profunda (y manida) autoexploración a través de la fantasía. Es una historia íntima –don Severino, aparte de protagonista, es casi el único personaje durante buena parte de la historia– contada con habilidad y sin tomarse demasiado en serio a sí misma. Como ya esperaba, la novela tiene frases sueltas míticas. Cuenta con muchos momentos absolutamente hilarantes, de carcajada limpia, increíbles. (De hecho, creo que Iniesta sería un gran escritor humorístico si esparciera esos momentos con más homogeneidad.) Tiene una trama simple, que no se anda con la tontería de apoyarse en la relación causa-efecto pero que, a medida que avanza, empieza a mostrar una inesperada coherencia interna. Guarda algunas sorpresas, aparte de la que desata el argumento. Está bien escrita, con frases cuidadas y buen ritmo, aunque el narrador se entretenga en dar vueltas a ciertos hechos cuando el lector ya los tiene claros, sobre todo durante la primera parte sobre la rutina de don Severino. Se ve la mano del letrista de Extremoduro, y mucho. Pero lo cierto es que, si no fuera él quien escribió la novela y hubiera caído en mis manos por casualidad, no dudaría en afirmar sin matices que me ha gustado (no es una puta obra maestra, pero mola) y recomendar su lectura.

Que es lo que, vencidos el complejo de fanboy y la idea de que un poeta no sabrá escribir en prosa, voy a hacer.

(El viaje íntimo de la locura se puede pillar en Casa del Libro.)

Enviado por Manu, 1:34 AM | Comentarios (18)
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7 de Mayo 2009

Libros y cosas: "El nombre del viento", de Patrick Rothfuss

Portada de El nombre del vientoSe me podrá discutir, pero me da la impresión de que en los últimos años hemos vivido un cierto auge renovado de la literatura fantástica de calidad. Tras una época oscura y plagada de novelas cutronas inspiradas, por así decirlo, en El señor de los anillos o en los juegos de rol, parece que las nubes van dejando abiertos cada vez más claros. Siempre ha habido buenas novelas, cierto; siempre ha habido escritores en quienes se podía confiar a ciegas (Pratchett, LeGuin, Gaiman, Stephenson); siempre quedaba otro remedio que no fuera cebarse de cualquier manera con Reinos Olvidados: Drizzt Do'Urden y la manicura del terror. Pero solo desde hace unos pocos años se están publicando en castellano joyas como la saga de Geralt de Rivia, los Guardianes de Lukyanenko o la mismísima Canción de hielo y fuego, que nos permiten seguir una dieta variada y saludable.

Y la última joya que se incorpora a la colección es, claro, El nombre del viento. La primera novela de Patrick Rothfuss (más sobre el autor al final) es la autobiografía narrada de Kvothe, leyenda en su mundo a medio camino entre el héroe y el antihéroe, entre la gloria y la infamia. Kvothe, de incógnito ahora, lleva una vida pacífica regentando una posada en el quinto pino del mundo. Pero su historia le pesa demasiado como para no acceder a contársela a un personajillo llamado el Cronista, cuando este le descubre. Eso sí, el relato debe ser completo si Kvothe quiere que se entiendan sus impulsos y motivaciones, por lo que la narración durará tres días completos. Ni uno menos. El nombre del viento es el primer día de la saga de Kvothe.

En sus casi novecientas páginas (publicadas a lo bestia, en un solo volumen) se alterna la historia temprana de Kvothe, el mito, con unos breves incisos en que volvemos a la actualidad de la posada y nos vamos dando cuenta de que no son meros descansos en la narración, ni una forma de darnos a entender lo mucho que se ha desfigurado su leyenda al pasar de boca en boca; vemos que algo gordo está a punto de suceder. Pero el grueso del texto se recrea con la infancia y juventud de Kvothe en un mundo que podría parecernos típico a primera vista, ya que la magia (llamada simpatía aquí) se enseña en la universidad, los monstruos mitológicos campan casi a sus anchas y un joven extraordinario pero asolado por las desgracias se abre camino por sus propios medios. Sin embargo, tanto la magia como la vida universitaria están retratadas con voz propia, los monstruos son, al fin y al cabo, animales con su propio ecosistema –os vais a partir de risa con eso, por cierto–, y Kvothe y un tal Harry Potter no se parecen ni en el mear. Vamos, digo yo.

En breve, un librazo. Tan pronto como tuve una noche libre, devoré las 600 páginas que me quedaban de él. Y no lamenté ni por un momento las ojeras y el embotamiento del día siguiente. Leo por ahí que le cuesta un poco arrancar. Opino que no, pero incluso si fuera cierto, lo mismo podría decirse del Criptonomicón. Y lo que me alegro de haber tirado para adelante con aquel.

El libro se da un aire a la saga de Geralt, otro aire a los libros de Ursula K. LeGuin, otro a Canción de Hielo y Fuego. Pero Rothfuss es Rothfuss y nadie más: un joven profesor de literatura, comiquero, rolero y completamente desconocido que, un buen día, se propuso escribir la vida entera de un hombre y a quien muy bien podría haberle pasado lo mismo que a John Kennedy Toole. Por suerte (para él y para nosotros) no ha sido así, y ahora Rothfuss, forrado, puede permitirse hacer cosas como invitar a sus traductores a un foro privado para evitar que la caguen sin saberlo con detalles que serán importantes en los dos libros que faltan. O para echar unas risas en su blog inventando historias a las estrafalarias portadas de algunas ediciones internacionales, que no guardan relación con el texto:

Edición polaca de El nombre del vientoKvothe atravesó el pavoroso portal a zancadas, legando al cayado buena parte de su peso. A un hombre de menor valía le podrían haber preocupado los cráneos, o se sentiría inquieto por el clima antinatural que se le echaba encima desde el cercano horizonte.

Pero Kvothe estaba hecho de una madera más áspera, y sus pensamientos rondaban asuntos de peso. «Mi sombrero», pensó. «Desde luego, es puntiagudo. Pero ¿será lo bastante puntiagudo para impresionar al archiduque Isigniglidir?».

Aquella mañana había estado convencidísimo de que sí, pero Kvothe se vio asaltado por las dudas tras mirar la torre del archiduque. Era evidente que aquel hombre no se andaba con medias tintas en lo referente a objetos puntiagudos. Kvothe se preguntó si tal vez aquello también explicaría la insatisfacción que se reflejaba en la carta de la nueva esposa del archiduque. «La torre», había escrito. «Debería haberme fijado en ese primer indicio».

O emocionarse cuando ve un tráiler como este:

Que nadie se lo pierda.

Avance editorial · 18 páginas en PDF
ISBN 978-84-01337-20-8 · 880 páginas · 22'90 euros
Se puede comprar en CdL.

Actualizado 1/3/2011: Plaza&Janés acaba de anunciar que El temor de un hombre sabio, la segunda parte de la novela, saldrá en castellano en noviembre de 2011. Aquí tenéis su comunicado en PDF con más detalles.
 

Enviado por Manu, 5:31 PM | Comentarios (214)
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6 de Abril 2009

Libros y cosas: Guerra Mundial Z

World War Z - PortadaNo soy muy dado a leer libros de testimonios sobre los grandes acontecimientos de la historia, pero la reciente Guerra Mundial Zombi fue tan devastadora y la Guía de Supervivencia Zombi de su mismo autor salvó tantas vidas (la mía incluida) que no pude resistirme a encargar este libro. Max Brooks hace un recorrido exhaustivo por los diez años que duró la lucha de la humanidad contra la horda de no-muertos, desde los primeros brotes en China hasta la purga de las grandes ciudades, pasando por el Gran Pánico durante el que la humanidad quedó diezmada.

Los relatos no están sometidos a absolutamente ninguna censura, ni siquiera aquellos narrados desde los países donde la libertad de expresión no se da por sentada, como el Sagrado Imperio Ruso. La descoordinación de los servicios de inteligencia en las primeras fases de la infección planetaria, la gran cagada estratégica que fue la Batalla de Yonkers o la incapacidad de los gobiernos para regular el éxodo de sus ciudadanos durante el Gran Pánico se narran con todo lujo de detalles, lo cual es de agradecer en este mundo casi postbélico nuestro donde todo son palmaditas en la espalda.

Guerra Mundial Z es una historia oral sobre los peores años de la humanidad. Max Brooks deja hablar libremente a los protagonistas en los distintos capítulos del libro, aunque en ocasiones ayuda a conducir el relato con preguntas o peticiones de aclaración. Si bien bastantes de las historias están protagonizadas por héroes de guerra estadounidenses, como el inventor del señor Lobo (el hacha-azada para eliminar zombis que probablemente salvó más vidas que la penicilina), son los personajes casi anónimos quienes otorgan verdadero valor a esta obra periodística. La historia de los astronautas que decidieron permanecer en la Estación Internacional y encargarse de mantener los satélites de comunicaciones en un mundo incapaz de nuevos lanzamientos orbitales no podía caer en el olvido, y Brooks hace un gran trabajo recopilando confidencias que nos ofrecen unos impagables puntos de vista alternativos sobre los Años Oscuros, que redefinieron nuestra forma de ver el planeta y a nosotros mismos.

Sí, había racismo, pero también había clasismo. Imagina que eres un poderoso abogado corporativo. Te has pasado casi toda la vida revisando contratos, mediando en acuerdos comerciales, hablando por teléfono. Lo que se te da bien es eso, es lo que te ha hecho rico y te ha permitido contratar a un fontanero para que te arregle el retrete, lo cual a su vez te ha permitido seguir hablando por teléfono. Cuanto más trabajas, más dinero ganas y más obreros puedes contratar para disponer del tiempo que te permite amasar más dinero. Así es como funciona el mundo. Pero llega un día en que deja de hacerlo. Nadie necesita que le revisen un contrato ni que medien en un acuerdo comercial. Lo que sí necesita es que los retretes se arreglen. Y de repente ese obrero es tu maestro, quizá incluso tu jefe. Para algunos, eso daba más miedo que los muertos vivientes.

Guerra Mundial Z se puede comprar en Casa del Libro.
 

Enviado por Manu, 7:15 PM | Comentarios (8)
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20 de Febrero 2009

Libros y cosas: George R.R. Martin, hasta los huevos

No puedo resistirme a traducir esta entrada del blog de George R.R. Martin, publicada hoy sobre los fans cabreados por su retraso en continuar Canción de hielo y fuego. Lo clava. El tío lo clava.

A MIS DETRACTORES
(Si no estás entre mis detractores, esto no va por ti. Gracias por tu apoyo.)

Debo admitir que la creciente marea de veneno sobre el retraso de A dance with dragons me está desanimando bastante. E-mails, foros, blogs, comentarios en LiveJournal... Allá donde mire (y en muchos sitios donde no lo hago), la gente parece estar atacándome, o defendiéndome, o utilizándome como mal ejemplo para alguna cosa, o lo que sea.

Puedo evitar, y evito, la mayoría de conversaciones online, aunque recibo e-mails regularmente de gente ansiosa por señalarme la última URL donde nos están criticando a Dance y a mí. Eso puedo hacerlo, y también puedo escudarme de los comentarios trolescos aquí en LJ, pero no hay forma de evitar los e-mails directos.

Algunos de vosotros estáis enfadados por las miniaturas, las espadas, los bustos de resina, los juegos. No queréis que «pierda el tiempo» con esas cosas, ni que hable aquí de ellas.

Algunos de vosotros estáis enfadados porque vea el fútbol [americano] durante el otoño. No queréis que «pierda el tiempo» con la NFL, ni que hable aquí de ella.

Algunos de vosotros odiáis mis otros proyectos. No queréis que ejerza de coeditor en Warriors, ni en la antología de Vance, ni en Star-crossed lovers, ni en ningún otro proyecto que estoy emprendiendo con mi viejo amigo Gardner Dozois, y os cabreáis cuando escribo entradas sobre ellos aquí. Por alguna razón que no alcanzo a comprender, la gente que odia esos proyectos parece odiar Wild cards con más intensidad aún. No queréis que trabaje en eso para nada, que «pierda el tiempo» con ello ni que escriba de ello aquí.

Algunos de vosotros no queréis que asista a convenciones, que dé talleres, que haga giras y promociones o que visite lugares como España y Portugal (el año pasado) o Finlandia (este año). Más tiempo perdido, cuando debería estar en casa trabajando en A dance with dragons.

Al fin y al cabo, como os gusta señalar a algunos en vuestros e-mails, tengo sesenta años y estoy gordo, y no queréis que os «haga la jugada de Robert Jordan» y os deje sin vuestro libro.

Vale, ya lo capto. No queréis que haga ninguna otra cosa que no sea Canción de hielo y fuego. Jamás. (Bueno, ¿a lo mejor os parece bien si echo una meadita de vez en cuando?)

Aquí tenéis mi respuesta:

No iba a añadir nada porque no se puede (de hecho, ya había publicado esta entrada), pero George R.R. Martin apunta también en su blog que tiene previsto entregar el libro en junio, con lo que A dance with dragons saldría en septiembre u octubre. Ñam, ñam.
 

Enviado por Manu, 6:08 AM | Comentarios (7)
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2 de Diciembre 2008

Libros y cosas: Esencia oscura, de Tim Powers

Portada de Esencia OscuraEsencia oscura, como buena parte de las novelas de Tim Powers, es un relato de fantasía histórica. Eso para quien le guste poner etiquetas a todo lo que se menea, claro, porque en realidad toda la fantasía es fantasía y, si me apuras, ficción y punto. Pero el libro tiene una buena cantidad de elementos sobrenaturales que Powers utiliza para dar una explicación alternativa al asedio de Viena de 1529, así que tampoco vamos a ponernos demasiado quisquillosos y aceptaremos "fantasía histórica" como género literario.

El protagonista de Esencia Oscura es Brian Duffy, un mercenario irlandés que, tras un fugaz encontronazo con unos matones en Venecia, acaba viajando a Viena por encargo de un anciano, que considera que Duffy será el segurata ideal para la taberna que posee en la capital austriaca. No pasará demasiado tiempo antes de que el irlandés empiece a comprender que ni el anciano es un simple empresario tabernero ni tampoco él mismo es un simple mercenario del siglo XVI.

Al igual que en otros de sus libros posteriores, Tim Powers hace que su personaje protagonista las termine pasando canutas a medida que avanza la trama, y que descubra poco a poco que ni de lejos está en posesión de su propio destino. La ciudad de Viena está a punto de sufrir el ataque de las tropas otomanas, nominalmente a las órdenes de Solimán el Magnífico, pero lo que está en juego con el asedio no es solo la ciudad, sino la propia seguridad mágica de todo Occidente. Y Brian Duffy tiene en su interior la clave para hacer que la eterna batalla se decante hacia un lado o hacia el otro.

Esencia oscura es muy disfrutable y entretenida. Salen vikingos, lo cual siempre es un punto a favor de cualquier novela. El asedio parece tratado con lógica, ya no solo por el rigor histórico que le supongo, sino por comentarios como que las tabernas son un negocio próspero en cualquier ciudad asediada, ya que los soldados necesitan el alcohol más que el aire. Mantiene un ritmo extremadamente ágil que deja al final con la sensación de que no le habrían sobrado cuarenta o cincuenta páginas más, no para detallar mejor el trasfondo vienés de la época (agradezco muchísimo que Powers utilice los datos históricos sin embutirlos de cualquier manera en el texto ni intentar lucirse con ellos como hacen muchos otros autores históricos), sino para zanjar un par de hilos argumentales que no terminan de quedar cerrados al llegar al "Fin". Aunque, dado que está enfocada como una novela de acción con toques sobrenaturales y cerveceros, es muy posible que dejar parte de la mística sin explicar del todo sea el plan de Powers desde el principio. Aun así, a mí me ha dejado la impresión de que unos cuantos párrafos más no le habrían roto el ritmo, y servirían para aprovechar mejor algunas situaciones y personajes.

Esencia oscura es la tercera novela de Tim Powers y la primera que alcanzó la fama. Deja entrever algunas de las constantes que se verán en sus libros posteriores (el héroe atormentado y desconocedor de su propia identidad, la magia ligada al terreno, la explicación sobrenatural de sucesos históricos), pero es un libro mucho más ligero y con un ritmo más endemoniado que ningún otro suyo que yo haya leído. No es Las puertas de Anubis, La fuerza de su mirada ni mucho menos Declara, pero no defraudará a quien haya disfrutado con cualquiera de ellos.
 

Enviado por Manu, 10:50 PM | Comentarios (0)
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9 de Noviembre 2008

Libros y cosas: Anatema, de Neal Stephenson

anathem.jpgQuien haya leído a Neal Stephenson últimamente sabrá ya que no tiene ningún miedo a publicar novelas larguísimas. De hecho, las ediciones españolas de Criptonomicón y El ciclo barroco se han cortado en varios libros, posiblemente lo mismo que ocurrirá con las más de 900 páginas de Anathem. Igual que en sus últimos títulos, al final las 900 páginas terminan siendo pocas; a diferencia de ellos, esta última novela abandona a los Shaftoe y los Waterhouse de los libros anteriores y vuelve con fuerza y juguetes nuevos al viejo patio de recreo de Stephenson: la ciencia-ficción.

Anathem está ambientada en un mundo llamado Arbre, unos cuatro mil años en el futuro. Los avatares de su historia han llevado a una separación total entre el mundo científico/filosófico (los avout) y el resto de la sociedad. La gente de ciencia vive recluida en una especie de monasterios, que a su vez están compartimentados según sus integrantes hayan hecho votos de no abandonarlos salvo durante diez días los años acabados en un cero, en dos ceros o (para los monjes-científicos más psicópatas, los milenarios) en tres ceros. Esto les permite centrarse en sus estudios, lejos de los teléfonos móviles, los feeds de noticias del mundo secular y las estrellas mediáticas. Y, en la práctica, divide el mundo entre seres humanos capaces de centrar su atención y seres humanos que en general no lo son.

Erasmas, el protagonista y narrador de la historia, es un decenario a punto de reencontrarse con el mundo exterior en su primer Apert desde que hizo los votos, pero su mundo (su mundo literal, Arbre) está a punto de dar el mayor bandazo de su historia. Una amenaza, que no detallaré porque averiguar su naturaleza centra la acción de buena parte del primer tercio de novela, se cierne sobre sus habitantes. El mundo secular requiere de las habilidades de los avout para hacerle frente y decide poner en práctica una antigua cláusula de su acuerdo con el mundo científico: su derecho a evocar habitantes de los monasterios en tiempo de necesidad. Y así es como Erasmas y sus amigos –un grupo que, como era de esperar, es lo bastante variopinto como para incluir un fanático de las artes marciales y la historia militar, un hacker o un milenario extraño y dotado de una voz y una narrativa casi mágicas– se embarcan en una aventura cuya recompensa bien puede ser el mismo futuro de su mundo.

Mundo que, pese a ser necesariamente parecido a la Tierra, tiene gran cantidad de vocabulario propio, por lo que al final del libro hay un anexo que yo no tuve que consultar ni una vez pero que será de utilidad al suertudo que vaya a traducirlo al castellano, espero que de nuevo Jorge Romero porque me sabría mal que el sargento Pauix tuviera que leer una versión con errores en conceptos matemáticos. Algunas explicaciones teóricas están apartadas de la narración principal, en otro anexo: una sobre geometría y medición de cantidades irracionales, otra sobre espacios de configuración y una tercera de la que, de nuevo, no hablo para no espoilear. Que nadie dude en leérselas, que son interesantísimas... y amenas. La trama principal no tiene tantas digresiones –gamberradas, vamos– como el Criptonomicón o el Ciclo barroco, pero a cambio mezcla perfectamente cierto aire de divulgación científica, imprescindible para la trama filosófica global, con la aventura pura, dura y acelerada. Platón, artes marciales, indeterminación cuántica, supervivencia en entornos muy, muy hostiles, geometría y catástrofes planetarias.

Y dado que llevo todo el texto mordiéndome la lengua y procurando describir el libro sin reventarlo demasiado, y dado que con esta novela es un objetivo casi imposible porque el descubrimiento de un mundo coherente basado en lo que a primera vista parece un absurdo hace disfrutarla desde la primera página, creo que trazaré aquí la línea y lo llamaré el final de la reseña.

(Se puede pillar en Casa del Libro.)
 

Enviado por Manu, 11:08 PM | Comentarios (5)
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14 de Diciembre 2007

Libros y cosas: Una jodienda

Supongo que todo aquel que esté un poco metido en el mundillo de Terry Pratchett se habrá enterado ya a estas alturas, pero al Maestro le ha sido diagnosticada una forma rara y temprana de Alzheimer. Nada trágico de momento, pero es lo que hay. El propio Pratchett ha escrito lo siguiente:

UNA JODIENDA

Chicos,

Me habría gustado que esto no se supiera durante un tiempo, pero al haber convenciones cerca y, por supuesto, teniendo en cuenta la necesidad de que mis editores estén informados, no me parece justo reservarme la noticia. Me ha sido diagnosticada una forma muy poco común de Alzheimer prematuro, que era lo que estaba detrás de la "apoplejía fantasma" que he sufrido este año.

Nos los estamos tomando con bastante filosofía por aquí, y también con cierto optimismo. De momento continúa el trabajo para terminar Nation y estoy escribiendo los apuntes básicos para Unseen Academicals. Si todo lo demás sigue como hasta ahora, espero cumplir con todos los compromisos actuales y, en la medida de lo posible, futuros, pero hablaré las cosas con los diversos organizadores. Sinceramente, preferiría que la gente mantuviera la alegría, porque creo que hay tiempo para, al menos, unos pocos libros más aún :-)

- Terry Pratchett

P.S.: Me gustaría recalcar a cualquiera que haya leído lo de arriba que esto debería interpretarse como un "No estoy muerto". Por supuesto, estaré muerto en algún momento del futuro, igual que todos los demás. Para mí, ese momento podría ser más lejano de lo que pueda parecer: es demasiado pronto para decirlo. Sé que es un acto muy humano decir "¿Hay algo que pueda hacer?", pero en este caso solamente estoy dispuesto a considerar ofertas que provengan de los expertos más punteros en química cerebral.

Eso fue el 11 de diciembre. Para el día 12 ya estaba inundado a e-mails, así que se vio obligado a añadir lo siguiente:

Chicos,

Mi buena amiga Sandra Kidby de PJSM Prints me está dejando utilizar su página web porque yo estoy proverbialmente demasiado ocupado como para mantener una propia. Apenas hemos tenido tiempo ni de leer los miles de mensajes que han llegado aquí, por no hablar de contestarlos, pero gracias a todos.

¿Podría hacer un pequeño comentario, de todos modos? Mucha gente se está dedicando a mandarme ideas para novelas. Por favor, tengo muchas ideas. No hay carencia de ideas y las ideas que se me envían, incluso con la mejor de las intenciones, son filtradas con todo cuidado de entre la correspondencia antes de que yo la vea siquiera. Sé que están enviadas en un esfuerzo por ayudar, y lo agradezco, pero os aconsejo que no echéis vuestro tiempo a perder.

También me están llegando muchas peticiones para entrevistas. No voy a conceder ninguna porque todo lo que tengo que decir, o que se puede decir, está más abajo. No tiene sentido volver a decirlo, pero en un orden distinto.

Permitidme recordar a todo el mundo que Todabía No Estoi Muerto, a fecha de hoy.

Gracias otra vez por todos vuestros buenos deseos.

- Terry Pratchett

La noticia ha tenido tanto alcance que incluso ha salido en El Mundo. Terry Pratchett en la prensa española, vivir para ver. Yo, por mi parte, sigo igual de ansioso que antes por que salga Nation.
 

Enviado por Manu, 11:14 PM | Comentarios (0)
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3 de Febrero 2007

Libros y cosas: ¡Conseguido!

Ha costado, pero está hecho. Jingo, el próximo libro de Terry Pratchett que saldrá en castellano después de que Papá Puerco lo haga el 16 de febrero, está revisado. Acabo de hacer el último tachón (pequeño) en el último párrafo de la última página de la traducción. Y, aunque faltan tres frases hechas, cuatro nombres y un par de referencias por investigar y arreglar, el trabajo está hecho.

Dicen por aquí que faena feta fa goig, es decir, que da gusto tener el trabajo terminado. Y es cierto que da gusto, sobre todo porque es tu yo del pasado, y no tú, quien se ha dejado los cuernos y por una vez puedes hacer piña con tu yo del futuro para reírte de ese mamón y relamerte ante lo despejado que tendrás el horario próximamente mientras le enseñas el dedito.

Tiempo libre por delante. Casi no me lo creo. Me parece que voy a gastarme las primeras horas en echar una cabezadita. Deseadme felices sueños.

(Voto a bríos, que es su título definitivo, se puede comprar en CasaDelLibro.)

Enviado por Manu, 6:32 AM | Comentarios (4)
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21 de Noviembre 2006

Libros y cosas: Guardianes de la noche, de Sergei Lukyanenko

Portada de Guardianes de la NocheGuardianes de la noche es la primera novela de una trilogía escrita por el escritor kazajistanés afincado en Rusia Sergei Lukyanenko. Se publicó traducida al inglés este verano, y saldrá en castellano (en traducción directa del ruso, claro) a principios del año que viene. Su edición es una apuesta personal de la editora en Plaza&Janés que se encarga del Mundodisco, así que no es muy difícil deducir cómo es posible que, si no sale hasta el año que viene, este vuestro humilde servidor se haya hecho con unas galeradas para su uso y disfrute.

Para empezar, y por si alguien no ha visto la película (o no la recuerda muy bien, como me pasa a mí), Guardianes de la noche es una novela de fantasía ambientada en el Moscú actual. Los Otros, personas con poderes mágicos, viven mezclados con el resto de la humanidad ignorando completamente sus capacidades en la mayoría de casos. Pero unos pocos son conscientes de su don y luchan desde la sombra en favor del Bien o el Mal (en las Guardias Nocturna y Diurna, respectivamente) para preservar el equilibrio y hacer honor a un pacto que suscribieron los Otros en pleno siglos atrás. Antón, un Otro de la Guardia Nocturna, se ve mezclado en las intrigas que rodean a la aparición simultánea en Moscú de un mago de enorme poder capaz de destruir la ciudad entera, de un adolescente con gran potencial mágico y de una vampira que desconoce las reglas del pacto y anda suelta por la ciudad. Sin ánimo de desvelar demasiado de la trama, diré que ya en la primera parte del libro Antón asume que todos estos acontecimientos están relacionados de alguna manera, y que posiblemente se deban a las manipulaciones de una de las dos Guardias.

Vaya por delante que, cuando salga a la venta, todo el mundo dirá que Guardianes de la noche es una novela de fantasía muy original, y vaya también por delante que yo no estaré de acuerdo. Exótica sería una palabra más adecuada: está situada en un lugar poco visitado por la fantasía que se ve por aquí, trata los temas más escabrosos con una naturalidad poco común, las mentalidades y formas de reaccionar que tienen los personajes son atípicas (y no sólo por ser rusos, sino por ser Otros) y gran parte de la acción tiene lugar en un submundo paralelo llamado el Crepúsculo, una copia en tonos grises del mundo real con sus propias reglas y demandas, donde los magos pueden actuar sin ser percibidos conscientemente por los humanos normales. Pero insisto, original no es la palabra. Lukyanenko bebe de las mismas fuentes que los demás autores de lo que podría llamarse fantasía posmoderna, en la que los acontecimientos del mundo real se explican desde el punto de vista de fuerzas sobrenaturales ocultas y son el resultado de sus conflictos. No hay que ir tan lejos para encontrar otros ejemplos: American Gods de Neil Gaiman hace lo mismo. Los juegos de rol de la factoría White Wolf hacen lo mismo. Qué leches, The Matrix hace lo mismo. Ningún aspecto sobrenatural o narrativo de la novela es genuinamente novedoso, pero es que a estas alturas pocas cosas lo son.

Y ese hecho no desmerece en absoluto una novela bien parida, bien pensada y bien ejecutada. Y de la que quienes recuerdan la adaptación cinematográfica dicen que ésta no hace justicia al libro. A mí me gustó especialmente que el autor se tome su tiempo para describir la jerarquía y el funcionamiento de la Guardia Nocturna, o los distintos tipos de personajes sobrenaturales que pueblan Moscú, y que consiga hacerlo sin perder el ritmo de la acción. Que los personajes actúen con coherencia, que los que llevan más de un siglo vivos no sean comprensibles del todo. Que la moral de los Otros no encaje del todo con la moral al uso, que tengan tan claro de qué lado están cuando el lector humano no puede evitar pensar que los bandos no son tan diferentes entre sí como ellos creen. En pocas palabras, que la termines y te quedes con ganas de leer Guardianes del día, para cuya traducción supongo que todavía falta algún tiempo.

¿La recomendación? Leedlo cuando salga. Y, si os apetece, pensad que es muy original. Qué narices.

EDITADO 01/06/07: Fuentes de toda confianza (siempre quise empezar una frase así) me cuentan que la segunda parte, Guardianes del día, saldrá en castellano en febrero de 2008. ¡Mola!

(Guardianes de la noche se puede comprar en CasaDelLibro.)
 

Enviado por Manu, 11:48 PM | Comentarios (31)
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1 de Marzo 2006

Libros y cosas: Best-sellers

Las vueltas que da la vida, el destino se burla de ti. Hace unos cuantos años heredé algunos libros del Club de Joe, el ático okupado de casa de un amigo donde íbamos a emborracharnos y a... bueno, básicamente a emborracharnos todos los fines de semana. Yo quería quedarme con The SAS Survival Handbook (y aún lo quiero) cuando hubo que deshacerse de la biblioteca, pero no pudo ser. Y en el saqueo me tocó, entre otros, The Holy Blood and the Holy Grail. En ese libro se exponía una teoría conspiranoica en la que el linaje de Jesucristo (que por supuesto tuvo descendencia) se entrecruzaba con la línea real de los merovingios a lo largo de los siglos y llegaba hasta nuestros días, protegida por templarios y masones en la sombra y atacada por el Vaticano, ansioso por erradicar la línea de sangre que, potencialmente, podría desacreditar todas las tesis católicas si saliera a la luz. The Holy Blood se presentaba como un tratado histórico, con notas al pie y referencias a una bibliografía bastante extensa. El libro estaba entretenido y, anque los autores especulaban bastante, la historia por lo menos mantenía la suspensión de la incredulidad.

Así que cuando unos años más tarde, con el Club de Joe ya clausurado definitivamente, leí El Código da Vinci no es de extrañar que no me sorprendieran demasiado sus controvertidas e incendiarias tesis. Cuando el autor procuraba crear un ambiente secretista y hermético (en plan "Esto te lo revelaré más tarde porque no creo que estés preparada todavía para la verdad, nena") yo miraba las letras por encima del hombro, seguía leyendo sin inmutarme y así, en frío, me daba cuenta de que era un libro escrito con el famoso Tiralíneas Universal de BestsellersTM. Igual que el otro libro de Dan Brown, ese tan demencial de la bomba de energía negativa y los Illuminati. E igual también que cualquiera, supongo, de las noveluchas con encuadernación espectacular que han brotado como setas últimamente con el tema de las conspiraciones religiosas medievales para ver si se pueden subir al carro. La sensación de superioridad mientras se lee es muy mala y solamente debe experimentarse en condiciones controladas, niños.

Pero ahora resulta que los autores de The Holy Blood and the Holy Grail han decidido demandar a Danny por plagio. Muy bonito: unos tipos escriben un libro en plan revelación de la verdad absoluta, un sesuso tratado histórico con su bibliografía y todo, y cuando alguien se lo toma lo bastante en serio como para cargarlo en el Tiralíneas Universal de BestellersTM, hala, denuncia al canto. En fin, que les aproveche la publicidad: hay libros mucho peores por ahí. Y al fin y al cabo, ya puestos en modo conspiranoico, seguro que los agentes de Brown pincharon al Vaticano en su momento para que se decidiera a incluir El Código en la lista de libros prohibidos por la Santa Madre Iglesia que, como decía Juan José Millás, hasta ese momento no era una mala lista de recomendaciones. En todos los hornos cuecen habas y nadie escribe algo como El Código si no busca controversia y, por tanto, publicidad.

Así que, como parece que hay que decantarse por alguien en esta chorripollez de los best-sellers controvertidos, yo digo que Dan Brown se lo andaba buscando por mierdón. Aunque los que le hayan puesto la denuncia sean unos chivatos y unos lloricas (y, por tanto, otros mierdones). Que Dan Brown haga lo que le dé la gana con las dos tazas de su propio caldo.

(Ah, sí. Si alguien tenía pensado leer la novelita de marras próximamente y este artículo sin aviso previo de Spoilers le ha reventado la trama, mis disculpas. Pero casi que mejor para él: así se ahorra el dinero y puede invertirlo en empezarse Azogue, de Neal Stephenson. Eso sí que es una buena novela histórica.)

Imagen que no viene a cuento:

Beware!

¡Cuidado! Hay hombres lobo sueltos por esos foros...

 
Enviado por Manu, 3:28 AM | Comentarios (9)
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11 de Mayo 2004

Libros y cosas: "A hat full of sky", de Terry Pratchett

PortadaTerry Pratchett es dios, no hace falta seguir insistiendo en ello a estas alturas. Su última novela publicada, A hat full of sky, es el tercer libro juvenil que escribe ambientado en el Mundodisco y el segundo que tiene como protagonista a Tiffany Aching. Han transcurrido dos años desde el final de The wee free men y llega la hora de que Tiffany -supongo que ya nadie me echará kames por revelar que el protagonista de una novela del Maestro sobrevive a la narración-, de que Tiffany salga de casa y comience a dominar su talento para la brujería. Se ha decidido (es decir, Yaya Ceravieja ha decidido) que su instructora sea Miss Level, una bruja con dos puntos de vista sobre cualquier situación. Pero hay un par de factores que pueden complicarle la vida a la protagonista: (1) una consciencia incorpórea, un "panalero" que busca un cuerpo poderoso y fácil de conseguir, y (2) un clan de guerreros diminutos, pelirrojos y tatuados de azul, que fueron expulsados del País de las Hadas por andar borrachos a las dos del mediodía. Los Nac Mac Feegle. Que un clan de mini-ladrones pendencieros sea tu aliado no significa que no pueda complicarte la vida.

Habiendo leído ya dos títulos de la sub-serie de Tiffany Aching (y Pratchett anuncia que habrá un tercero como mínimo) no puedo evitar pensar que en parte el Hombre del Sombrero está dando la réplica a la serie de Harry Potter, y eso que no he hojeado ni un solo volumen del niño mago y mi conocimiento se reduce a parte de la primera película. Lo importante no es la varita mágica ni la escoba voladora, dice Terry. Lo importante eres tú. La magia no consiste en lanzar lucecitas de colores; la mayor parte de las veces, el simple hecho de saber más que los que te rodean, de pensar fríamente las cosas o de intuir el funcionamiento de la mente humana es lo más mágico que existe. Ayudar a la gente, trabajar duro y decirle a la tierra lo que es queda por delante de las competiciones; por delante del Qidditch, si me apuran. El mayor poder consiste precisamente en saber cuándo no hay que ejercerlo, y más de un politicucho en activo haría bien en aplicarse el cuento. Aunque claro, uno que tengo en mente tendría que aprender a leer primero.

Se da por hecho que el libro está escrito con toda la pericia de costumbre (sólo una anotación: las concesiones de Terry para las novelas juveniles empiezan y acaban con la división en capítulos, la duración menor, la nota del autor al final de la novela para explicar algunas correspondencias con nuestro mundo y algunos dibujitos de Paul Kidby entremezclados con el texto), así que nos queda hablar de la presentación. Las novelas juveniles de Pratchett, al menos en su edición en tapa dura, son una preciosidad. El dibujo de portada, el tipo de letra utilizado en las solapas (y en los extractos del libro sobre Hadas y cómo evitarlas de Miss Tick), las pequeñas ilustraciones a color que acompañan los textos, las diminutas sombras de Feegles junto al número de página, incluso la foto del autor con un bastón de calavera por puño. Impecable. Si las novelas adultas tuvieran los detalles tan cuidados, creo que no tendría ni una sola edición de bolsillo en la estantería.

Y termino con una cita, al estilo del Veti: "Había conseguido dominar las dos primeras reglas de la escritura, tal como él las entendía. (1) Robar papel. (2) Robar un lápiz."

Enviado por Manu, 8:17 PM | Comentarios (6)
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29 de Marzo 2004

Libros y cosas: "Monstrous Regiment", de Terry Pratchett

Portada de Monstrous RegimentPor fin me dejaron el libro. No ha durado nada, como de costumbre, y eso que estando de fiestas tampoco hay tanto tiempo para leer. Monstrous Regiment es otra novela redonda del Mundodisco de Terry Pratchett. Sí, de acuerdo, siempre digo lo mismo de cada una que leo y siempre me gustan todas, pero es que no puedo evitarlo: Terry Pratchett es buenísimo. Monstrous Regiment trata sobre la guerra (aunque desde una perspectiva distinta a la de Jingo), sobre ser listo y tratar las situaciones para adaptarlas a tus intereses y, sobre todo, sobre el sexo. Y las palabrotas. Y los calcetines pensantes, porque para parecer un soldado de verdad muchas veces hay que dejar que el relleno piense por ti. Y también sobre los secretos...

A grandes rasgos, la excusa para todo esto es que Polly, la hija de un posadero, se disfraza de hombre para unirse al regimiento del sargento Jackrum y encontrar a su hermano, que se unió al ejército y de quien no volvió a saberse nada. Por supuesto, tratándose de Terry Pratchett, nada es lo que parece.

La mayoría de opiniones que he escuchado (y leído) sobre Monstrous Regiment acababan en algo parecido a un "bueno, no es Night Watch". ¡Por supuesto que no es Night Watch! Sería muy difícil hacer algo como esa novela dos veces seguidas, y digo esto teniendo siempre en mente que Pratchett es el puto amo. Incluso para Pratchett, repetir Night Watch es imposible. Pero esta novela tampoco se le queda tan lejos. Las diferencias (aparte del argumento y los temas que toca) estriban en que está ambientada fuera de Ankh-Morpork y, aunque hay personajes conocidos haciendo cameos, el peso de la novela recae en los nuevos. En el Regimiento Monstruoso. La anterior novela nos daba facetas nuevas de personajes conocidos, y eso siempre es más agradecido que conocer gente distinta. También es diferente en que no nos da la historia masticada: hay que ir adivinando cosas a partir de las pistas que Pratchett va dejando caer para ver si tenemos razón, si podemos describir correctamente la realidad. Somos como la protagonista, que ha de ir sacando conclusiones rápidas a partir de retazos de información para sobrevivir. Es distinta en que hay una cantidad increíble de nombres propios, por razones que podrían ser obvias en una novela sobre los ejércitos. Pero no por eso es peor. No es Night Watch, de acuerdo, pero (parafraseando a otro "crítico" del Mundodisco) sería una obra maestra si la hubiera escrito cualquier otro que no fuera Terry Pratchett. Siendo suya, habrá que dejarlo en cojonuda.
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Enviado por Manu, 4:25 PM | Comentarios (14)
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3 de Enero 2004

Libros y cosas: "Dude, where's my country", de Michael Moore

PortadaNueva andanada de hostias del panfletero más dicharachero de los EE.UU. en forma de libro. Dude, where's my country? continúa allá donde lo dejó Estúpidos hombres blancos, su anterior panfleto: el once de septiembre de 2001 y sus consecuencias en la sociedad yanqui. La propia caída de las torres gemelas fue lo que pospuso la publicación de aquel libro, y desde entonces ha llovido mucho. Bombas sobre Iraq, para empezar.

El libro comienza con el sello de aprobación del Departamento de Seguridad Patria de los EE.UU., y de ahí pasa a aportar datos sobre las relaciones de la familia Bush con Saddam, Bin Laden y la familia real de Arabia Saudí en forma de las consabidas preguntas abiertas al "presidente" Bush. Analiza la ristra de mentiras (aunque más bien sea un hojaldre que una ristra) que llevó a la sociedad norteamericana a tragarse un buen whopper con extra de queso y patatas de la libertad: que Iraq y los atentados del 11-S estaban relacionados; las famosas armas de destrucción masiva; la "amplia" coalición internacional. No dice nada que no supiéramos ya, pero lo fundamenta con datos.

El libro me ha gustado. He disfrutado leyéndolo y se me ha hecho corto, pero le pongo "peros": creo que esta vez Michael Moore se ha pasado de panfletario. El título, que se traduciría como Colega, ¿dónde está mi país?, juega con el de la infame película Colega, ¿dónde está mi coche?, que según Moore dice a uno todo lo que hay que saber sobre la sociedad americana. Lo cierto es que en este libro trata de justificar a sus compatriotas más de lo que lo hizo en Estúpidos hombres blancos, y casi consigue convencernos de que en EE.UU. hay una mayoría progresista, liberal (aunque a ellos mismos no les guste utilizar ese término), que simplemente piensa que votar a los demócratas es desperdiciar el voto: los mismos perros con distintos collares. Piensa, como yo, que la alternativa liberal de su país ni es alternativa ni es nada y que saben que no ganarán las próximas elecciones, así que ni se preocupan. Esto condena a los estadounidenses (y al resto del mundo también) a cuatro años más de gobierno republicano, y en nuestro caso a cuatro años más de PP. Moore propone alternativas entre las que destaca que Oprah Winfrey sea la candidata electoral del partido demócrata, o que el partido verde y el demócrata se apoyen allá donde no puedan triunfar solos. No está mal, y es coherente, pero siempre he tenido reparos en leer propaganda electoral, y más en que alguien cobre por que yo la lea.

A favor, lo de siempre: Michael Moore es un tipo muy gracioso. Hay un capítulo entero que explica cómo hablar con tu cuñado conservador, ya que con esa gentuza no valen argumentos verdes ni de justicia social. Pero puedes convencerles de que ganarán más dinero si ponen guarderías en las empresas, si acceden a una sanidad pública, si legalizan las drogas. En otro capítulo, dios interrumpe a Mike y arremete contra Bush por utilizar tanto su nombre ("¿Mi poco conocido Undécimo Mandamiento? Guardáos las convicciones religiosas para vosotros mismos, maldita sea"). En otro explica porqué el recorte de impuestos del gobierno favorece a los ricos y no a las clases trabajadoras. Lo hace con otra carta abierta al presidente donde le agradece que haya pensado en él: al fin y al cabo su último libro vendió mucho y le hizo rico, así que ahora se beneficia de la "solidaria" política fiscal de la Casa Blanca. Afirma que destinará todo el dinero que le devuelva el estado a derrocar al presidente actual, y pide ayuda para saber cómo emplearlo mejor desde su página web. Estos trozos son los que hacen que valga la pena leer a Moore. Los datos que aporta son tranquilizadores (mira por dónde, no íbamos desencaminados al cagarnos tanto en esos bastardos) pero poco divertidos, y a mí me sirven de entremés, de lubricante para apreciar los trozos realmente buenos, aquellos en los que Mike se pone bien borde, saca el hacha y empieza a repartir.

Por cierto, Dude, where's my country? no nombra ni una sola vez al presidente Aznar, y eso que el libro anterior sí lo hacía (aunque fuera solamente como parte de una ficha de ayuda a presidentes americanos con los nombres de otros mandatarios mundiales). Se nombra considerablemente a Tony Blair y al presidente australiano, que yo al menos no sabía que también participó en la guerra, pero no hay nada de nuestro amado líder. Esto no va a ser bueno para su ego, y luego aquí la pagamos todos.

Enviado por Manu, 3:30 PM | Comentarios (7)
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12 de Diciembre 2003

Libros y cosas: Las nueve del viernes

No, todavía no me he pasado a contestar las cinco del viernes. Además esta semana no me hubiera hecho falta, porque me han enviado unas preguntitas personalizadas. Que rabien de envidia los que tienen que ir a buscárselas. Lord Vetinari II, un compinche del Mundodisco, ha decidido (no sé porqué) que lo que yo tuviera que decir sobre revisiones de novelas traducidas iba a interesar a los futuros traductores oficiales. Y me ha enviado un cuestionario cuyas respuestas aparecerán en la revista El Emú Púrpura, de los estudiantes de Traducción de la Universitat Jaume I de Castellón. (El título de la revista sale de un famoso error garrafal de traducción, pero yo he visto cosas parecidas...)

Allá va.

¿Cuál es tu formación en inglés y castellano?

La formación "oficial" es casi nula: solamente tengo el título superior de la EOI de Castellón en inglés y el COU aprobado. Pero llevo bastantes años leyendo en ambos idiomas (en inglés, desde los 12 años y con el manual de Rolemaster, que no es moco de pavo) y suelo fijarme en lo que hago, si sirve de algo.

¿Cuántas libros del Mundodisco has leído y cuántas veces cada uno (de media)?

He leído todos los libros del Mundodisco excepto el último, que caerá pronto. La respuesta, por tanto, es 30. La media sería complicada de calcular, pero no he leído ninguno menos de tres veces. Yo la situaría en 4 o 5 veces por libro.

Coméntanos los fallos más típicos del traductor (lingüísticos, culturales, de coherencia, de intertextualidad) y pon un par de ejemplos de los más graves.

Ufff... ¿Por dónde empiezo? Seguiré el orden. Los fallos lingüísticos son en su mayoría simple desgana para levantarse y utilizar diccionarios, o al menos eso es lo que parece. Dar rodeos, explicar los conceptos (introduciendo cuantas oraciones subordinadas sean necesarias) en lugar de utilizar manuales de referencia para dar con la palabra apropiada. El ejemplo que más se me clavó fue en Hombres de Armas, donde tradujo "She splashed through the water" como "atravesó la estancia mientras el agua producía ruído al ser apartada por sus patas" (cito de memoria, pero creo que la aberración original era más rebuscada). Atesoro el gustazo que me produjo tachar y utilizar el verbo "chapotear". También tiene una cierta tendencia a utilizar demasiadas voces pasivas, caer en falsos amigos ("unsympathetic" como "poco simpático") y lindezas por el estilo.

Traducir fielmente las frases hechas inglesas también está entre sus méritos, aunque no recuerdo ejemplos concretos de esto. Lo que sí recuerdo es leer la traducción, darme cuenta de que no tiene sentido, acudir al original y pasar tiempo buscando en refraneros de internet para intentar adaptar los giros lingüísticos de Terry al castellano.

¿Coherencia? ¡Ah, claro, ese concepto tan extraño de intentar que los personajes conserven sus nombres de novela a novela! He de admitir que últimamente (en los dos últimos libros) parece que por fin se ha hecho un fichero. Por desgracia solo contiene los de sus anteriores traducciones, que ya no concordaban con las de Cristina Macía, la anterior traductora de la serie. La política que estoy siguiendo es "fijar" el nombre más frecuente, el que ha aparecido en más novelas.

Y respecto a la intertextualidad, las referencias, decir que solamente capta (o se molesta en hacer ver que capta) las más obvias y simples. El resto caen en el olvido o se pierden completamente por una traducción muy distinta a la que se hizo en su momento de la fuente original. Pratchett es muy dado a referirse a todo lo que se mueve en sus novelas, haciendo imposible estar seguro de captarlas todas, pero una búsqueda en Google escribiendo "raindrops on roses and whiskers on kittens" da una cantidad tal de resultados que podría incitar a pensar que el autor no utiliza la frase al azar.

¿Crees que las malas traducciones se deben a una falta de aptitud y actitud o a las penosas condiciones laborales que sufre el traductor literario?

Más bien de actitud. Al fin y al cabo, el Mundodisco no es más que un subproducto de literatura fantástica, y eso solamente lo leen adolescentes con granos llamados "Kevin", ¿no? Por otra parte, cuando haga las estadísticas (el conteo de palabras) de Soul Music, estoy seguro de que habré eliminado más de un 15% del texto traducido, luego también es posible que las penosas condiciones laborales (y el cobro por palabra) tengan algo que ver. No me veo capacitado para hacer afirmaciones al respecto.

¿Qué fuentes de información empleas para documentarte? (Google, otros lectores, libros-e, diccionarios...)

Absolutamente todo. Con Terry Pratchett no hay más remedio. Dispongo de versiones electrónicas de las novelas (back-ups: obviamente también dispongo de las ediciones impresas) que facilitan la búsqueda de nombres o de frases "marca de la casa" que se repiten mucho, tanto en inglés como en castellano. Si aparece un cetrero en alguna novela, seguro que visitaré unas cuantas páginas de cetrería. La RAE, dictionary.com y un par de diccionarios especializados (entre ellos uno de semejanzas fonéticas para los juegos de palabras) figuran entre los favoritos de mi explorador. Y por supuesto, si hay que saber algo sobre frasecillas rítmicas musicales, seguro que en esos foros de internet hay alguien "freakie enough" como para poder echarte una mano...

¿Cómo empezaste a trabajar como revisor para una editorial como P&J?

Pues casi de chiripa. Tengo una página sobre el Mundodisco en castellano, en la que empecé a incluir los fallos de traducción que se cometían en las novelas. Creando la sección de Small Gods, me di cuenta de que faltaban párrafos completos sin los cuales no se comprendía el papel de un personaje importante. Así que decidí informar a la editorial para que, al menos en la edición de bolsillo, se intentaran solucionar. Aproveché para añadir algunos otros fallos menores (en comparación), y para la siguiente novela se pusieron en contacto conmigo por medio de otro fan que les llamaba bastante por teléfono, y me propusieron encargarme de revisar las referencias. Acepté encantado (lo siento por el intrusismo laboral, señora), aunque de la primera novela que revisé toqué casi exclusivamente nombres y, sí, reescribí frases que rompían completamente el ritmo de la narración. Con el tiempo he intentado amoldar más y más los textos al estilo de Pratchett, que el pobre traductor se cargaba completamente con frases farragosas.

¿Con qué plazos de entrega trabajas y cuánto te pagan?

Los plazos de entrega varían. Men at Arms iba muy atrasada y hube de terminarla en 15 días mal contados. Además no tuvo tiempo de pasar por revisión de estilo, lo cual me dio algo más de manga ancha a la hora de meterle mano. Un infierno. Con la que tengo ahora en casa, Soul Music, voy muy desahogado. No hay prisa porque la novela no sale hasta mediados de 2004, así que estoy revisándola a fondo, casi palabra por palabra contra el original. ¿La paga? Bueno, dejémoslo en que tampoco es demasiado. Cantidad fija por novela, independientemente de su número de palabras o del tiempo que invierta en ella. En este último libro estoy dejándome los cuernos; habrá que ver si se impone una revisión salarial...

¿Cuál es tu labor como negociador entre los lectores y la editorial?

Negociar, lo que se dice negociar, tampoco negocio mucho. Obviamente no tengo voto en el proceso editorial. Pero la voz, ahora que la editora al cargo del Mundodisco se ha convertido en fan, sí cuenta algo. No voy a atribuirme méritos que no me corresponden, pero las contraportadas de la serie han mejorado algo (ahora, al menos, parece que hablen de la novela en cuestión), quiero pensar que las ediciones están más cuidadas y, bueno, tal vez el par de indirectas hayan tenido algo que ver en que P&J contratara por fin Eric, la novela cuya traducción llevábamos años esperando. Pero el mérito es de Mònica, la editora, que también se encarga de filtrarme noticias y tener a todo el mundo un poco al tanto de lo que ocurre en la editorial.

¿Qué consejos darías a un traductor literario (ya sean obras de culto o no) acabado de salir de la facultad?

¿Yo? ¿Un puto intruso profesional? Bueno, en vista de como está el mercado y por lo que me cuentan algunos amigos traductores, que se sacara el carnet de manipulador de alimentos. Creo que en McDonald's lo exigen...

Enviado por Manu, 6:28 PM | Comentarios (8)
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4 de Noviembre 2003

Libros y cosas: "Estúpidos hombres blancos", Michael Moore

Portada
Lo leí en una noche, a finales de la semana pasada [1], parando sólo para encender cigarrillos y llenar la jarra de agua. Estúpidos hombres blancos se lee solo. Desde el primer capítulo, que consiste en una petición de intervención de la ONU es los Estados Unidos para sofocar el golpe de estado que dio en Florida el actual gobierno republicano, engancha como una mala cosa.

Michael Moore es lo que se conoce científicamente como un "rebotado". Un tipo con las ideas claras, la opinión bien formada, que se ha marcado un objetivo en la vida y ¡coño!, ha conseguido vivir de su objetivo. Hay que admitir que en un país como EE.UU., en los EE.UU. que él mismo pinta, algo así tiene su mérito. Según mis estadísticas uno de cada tropecientos mil rebotados consigue que se le escuche, pero hay que llevarlo dentro, hay que acumular mucha mala leche, para ser ese rebotado mediático.

El libro trata de combinar datos fiables sobre la política yanqui (es decir, global) y cierta ironía, aunque con altibajos. Hay momentos impagables, como la carta abierta a George Bush Jr. donde le pregunta "preocupado por un amigo" si es capaz de leer y escribir como un adulto, ya que si no podría suponer una amenaza para la seguridad nacional. La evidencia apunta a que Junior es un pobre analfabeto, marioneta de los amigotes de su padre. Las fichas de ayuda para presidentes también son geniales. Y cuando rebaja el cachondeo sarcástico y se pone a dar datos, son interesantes hasta el punto de mantenerte pegado al libro, alucinando con lo que llega a hacer el poder económico en América y esperando a que Moore dé su siguiente mandoble.

Tengo que ver Bowling for Colombine, el documental por el que le dieron un óscar. Porque cuanto más se cabrea, cuanto menos se entretiene en dar hondanadas de datos, más divertido es. Aunque, todo hay que decirlo, si la mitad de los datos que da es cierta, suscribo la petición de intervención internacional en norteamérica. A lo mejor no lo decía de cachondeo.

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[1] De 12 de la noche a 6 de la madrugada. Todavía era octubre y podía permitirme faltar a la clase que tenía por la mañana. Era bonito. Volver.

(Estúpidos hombres blancos se puede comprar en CasaDelLibro.)
 

Enviado por Manu, 7:30 PM | Comentarios (7)
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27 de Octubre 2003

Libros y cosas: "La Resaca", Dr. Pedro Ramos

El sábado volví a casa bastante tarde. No sé que pasa, pero me dan una hora más de noche y me pongo en plan "el mundo se acaba". Como si no pudiera acostarme a la hora que me diera la gana un sábado cualquiera. En fin. El caso es que llegué y, sin nada que leer, cogí un librito que debí comprar hace tiempo de saldo en algún supermercado: La resaca, remedios naturales para vencerla. Bastante apropiado para lo que me esperaba al despertar.

El libro confirma algunas de mis propias tesis (basadas en el método experimental) y desmiente otras. Yo pensaba que la resaca no era más que mono de alcohol, pero resulta que es consecuencia de la deshidratación y de las sustancias en las que se degrada el alcohol después de cumplir su misión: acetaldehido, metanol y demás guarrerías. Pero en otras cosas llevaba yo razón: una cervecita por la mañana alivia los síntomas (aunque el libro no recomienda bebérsela), las bebidas blancas son más sanas y las comidas algo grasientas antes de beber o al día siguiente son buenas.

Por lo demás, remedios caseros en plan "La Botica de la Abuela" (el autor ha colaborado con Txumari Alfaro, pero es doctor en medicina, que conste) para aliviar y prevenir síntomas de la resaca. Los remedios para prevenirla antes de beber no me interesan, porque también previenen la propia borrachera. Y mi economía no está para pagar cubatas que no vayan a hacerme el máximo efecto posible. Pero los remedios a posteriori parecen interesantes, aunque si se siguen las instrucciones del libro al pie de la letra hay que desayunar agua, limonada con bicarbonato y sal, zumo de tomate, cebolla y pepino, tostadas con miel, cereales, un Gelocatil, sopa de ajo, de pollo, caldo de cebolla, frutos secos si se es mujer... y paro antes de acabar, porque la cosa se hace eterna. ¡Y todo eso de resaca! Casi prefiero no beber. Pero estos remedios, aplicados con moderación, pueden serme útiles en el futuro. A los 16 años ni siquiera sabía lo que era una resaca. Ahora las sufro un poco, pero nada que no solucione medio litro de agua y un despertar tranquilo y sin sobresaltos. Dentro de 10 años serán terribles. Lo sé.

De todas formas, me quedo con esta solución: "INTENTAR VOLAR. Este remedio consiste en mover los brazos. Si por la mañana nos encontramos molestos por el dolor de cabeza, moveremos los brazos como 'si quisiéramos volar' (arriba y abajo) durante un par de minutos (descansando de vez en cuando). También podemos dibujar círculos a los lados (derecha e izquierda) con movimientos repetidos y rápidos. Finalidad: Estos pequeños ejercicios tienen como objetivo evitar la llegada masiva de sangre a la cabeza, descongestionarla. Muestran cierta eficacia y su principal virtud es que pueden practicarse siempre que se quiera y en cualquier lugar".
 

Enviado por Manu, 11:10 PM | Comentarios (86)
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