27 de Septiembre 2010

Borracho: Aúpa Lumbreiras 2010

 

Lumbreiras 01 - Castellet

Mi primer Lumbreiras, amiguitos. Así, a grandes rasgos, el festival viene a ser como un Viña Rock en miniatura y centrado en el punk rock, con dos escenarios principales que se iban alternando y un tercero mucho más pequeño que iba más o menos a la suya. También se celebra en un pueblo de Albacete: Tobarra, que lamento confesar que ni siquiera vi porque estuve aprovechando bastante el tiempo entre la zona de acampada y los conciertos. Parece ser que había unas diez mil personas -o peligrosísimos delincuentes del punk, a juzgar por el despliegue que organizó el Benemérito Cuerpo de la Guardia Civil-, que, a 45 o 50 euros por entrada, supongo que garantizan bastante bien la continuidad del festival.

Lumbreiras 02 - Los escenarios

Lumbreiras 03 - El escenario peque

¡Esos cuernos son míos!

La música muy bien, claro. Reincidentes cumplieron (como siempre) e incluso se estiraron con unas canciones de más después de tocar Vicio, Yosi tuvo un buen día (seguro que mucha gente estuvo cruzando los dedos toda la tarde para que así fuese), EUKZ muy guapos, y hasta la dulce y aterciopelada voz del Kabezabolo sonó bien. No hace falta decir que S.A. y O'Funk'illo la liaron parda en sus respectivos conciertos. El sonido fue bueno en general, aunque algo más de potencia tampoco le habría hecho daño, y el escenario pequeño, perpendicular a los grandes, se oía sin problemas.

Cerveza a dos euros, litro de calimocho a cinco. En cuanto a precios, una de cal y una de arena. Pero la organización se portó. A falta de grandes medios como pantallas junto a los escenarios (innecesarias, por otra parte), los pocos cambios que hubo en el cartel se anunciaron en el lugar donde podían obtener la difusión máxima: la caseta donde se compraban las moneditas de plástico que luego podían intercambiarse por alcohol en la barra. Minipunto por instalar máquinas de tabaco, por cierto. En los policlines había que entrar con cuidado y siempre, siempre, hacer caso a las recomendaciones de quienes acababan de abandonarlos, bajo pena de encontrarse junto a un oloroso regalo dentro de un recinto minúsculo y cerrado.

Lumbreiras - Los Casualties cancelan

Lo mejor, la gente. Si bien debo insistir una vez más en que se está perdiendo la buena costumbre de levantar los cuernos al viento durante los conciertos, no hubo ningún incidente digno de mención y sí muchos castillos humanos, bengalas, canciones coreadas a voz en grito y ganas de fiesta entre el público. Así da gusto. Lo peor, la Guardia Civil. No contentos con organizar el tradicional control antidrogas a la entrada del pueblo, tuvieron cortada la autovía el jueves para hacer más controles y montaron otro el domingo por la mañana, de los exhaustivos, de los de vaciar el coche entero con resaca y bajo un sol de justicia. Casi parece que se premie el consumo compulsivo durante el festival, porque desde luego llevarse las sobras era jugársela. Además, hicieron acto de presencia en el acceso a los conciertos (tres coches, nada menos), registraron gente y tiendas en la zona de acampada, pasaron al recinto y un bonito helicóptero sobrevoló a los archidelincuentes festivaleros. Tenía curiosidad, así que lo he consultado y resulta que mantener un helicóptero de vigilancia en vuelo cuesta unos 1500 euros por hora. Probablemente, bastante más que una ambulancia, o incluso que alquilar veinte policlines adicionales. Con toda seguridad, no se trataría de poner los cojones encima de la mesa; sin duda sería una medida preventiva legítima, para tener controlados a elementos peligrosos como los siguientes:

Lumbreiras - Peligroso delincuente: Bob Esponja

Lumbreiras - Peligrosos delincuentes: la parejita

Lumbreiras - Peligrosos delincuentes: el Equipo A

Pero pese al obvio riesgo para la vida que corría cualquiera que estuviese en Tobarra durante el fin de semana, el Lumbreiras ha estado sencillamente cojonudo. El año que viene, allí sin falta. ¡Aúpa!

(Para esta entrada he sableado sin ninguna vergüenza fotografías tomadas por colegas y del Twitter de Maneras de Vivir.)

Enviado por Manu, 7:45 PM | Comentarios (1) | TrackBack
Licencia CC

3 de Mayo 2009

Borracho: Viña Rock 2009

 

Logo Viña Rock 2009

Un año más, he sobrevivido al Viña Rock en Villarrobledo. Y ya ni me acuerdo de los que van a estas alturas. Ha hecho un sol abrasador, pero también un viento frío que no se notaba entre el público de los conciertos pero sí al moverse de un lado a otro, y supongo que ha sido el contraste entre lanzallamas y biruji el causante del catarrazo que llevo encima. Menos gente que en los últimos años, posiblemente en parte porque también había menos rock, pero más espacio para hacer el bestia en los conciertos que sí valían la pena y, sobre todo, muchísimo menos agobio en las barras.

Cuernos en el Viña 09

Se ha notado muchísimo la ausencia del escenario heavy. Si en el Naranja actuaba el cachas del Bicho, Macaco o algún otro grupo del buenrollismo patrio, el año pasado se podía huir a tomar unos litros de cerveza escuchando a Soulfly, Koma o los Barón. Este fin de semana tocaba tragar con los modernitos de turno, quisieras o no. Supongo que por eso la organización colocó en el recinto atracciones de feria (barco pirata y autos de choque) y videojuegos, que no se hasta qué punto tuvieron éxito. Pero al menos la falta de elección ha servido para constatar que, si a Macaco le sobra tiempo de concierto tras interpretar su megahit Con la mano levantá, no tiene más recursos que volver a tocar Con la mano levantá. Menos da una piedra.

Mochila Man en Viña Rock 09Me imagino que parte de la culpa de que hubiera unos 20.000 espectadores menos este año que el pasado la ha tenido también la economía en general. Tampoco vamos a cargar todos los males del planeta al buenrollismo. Se han sustituido los tradicionales tickets de bebida por moneditas de 2 y 3 euros, supongo que para evitar fraudes que, de todas formas, se han producido con las entradas. Entre el público se paseaban los Mochila Men (llegué a detectar siete al mismo tiempo), que servían litros de cerveza al mismo precio que en las barras; sus caras de cansancio daban mucha penita a finales del festival. De todas formas, como decía, acceder a las barras no resultaba nada complicado, ni siquiera entre concierto y concierto.

Parece ser que para 2010, cuando el festival cumplirá tres lustros, la organización se plantea introducir distintas novedades. La primera será un nuevo sistema de acceso al recinto, para evitar fraudes como el sucedido este año, con miles de entradas y pulseras falsas y una detención practicada ya. Aparte de eso, pretenden hacer público el cartel dentro de «cuatro o cinco meses», y no dos antes del festival como acostumbran. Eso, y que será un «homenaje al rock», lo cual espero que sea una manera oblicua de afirmar sin comprometerse demasiado que tienen la intención de reimplantar el escenario heavy, cercenado sin piedad para la edición de 2009.

Y no puedo dejar esta entrada sin mencionar que (1) por fin se han decidido a no poner la verja que impedía al público acortar el camino bajando por la cuesta hacia los escenarios; total, siempre acababa por el suelo a patadas, (2) Otra Noche Sin Dormir (Rosendo, Barricada y Aurora Beltrán) fue de lo mejorcito del Viña, y (3) que en un acto de dospuntocerismo sin precedentes, utilicé el teléfono móvil para mandar mensajitos y fotos a Twitter durante el festival, que se pueden leer en estos cinco enlaces. Si frases como «La minifaldera que ha entrado al bar ha resultado ser Bebe tras el repaso. Está buena» no merecen entrar en los anales del periodismo de guerrilla, o directamente el Pulitzer, es que el mundo está más loco que un puto Viña sin escenario heavy.

La rampita del Viña
 
Enviado por Manu, 11:26 PM | Comentarios (4) | TrackBack
Licencia CC

15 de Febrero 2009

Borracho: Vallekas

Entrada cortita, que no tengo el cerebro para demasiadas alegrías después de visitar los garitos rockeros de Vallekas (sí, con k, ¿qué pasa?) este fin de semana, cenar dos veces la hamburguesa Rolling Stones, hacer cuernos, desorientarme y dejarme el cuello y los cuartos en sus barras, con buen acompañamiento. Y con buena música también. Por lo general aprovecharía la anécdota para arremeter echando bilis contra el poco rock and roll que se escucha normalmente por la noche, aunque aunque esté claro que hay demanda, pero tal y como está la cabeza ahora mismo, creo que si pienso demasiado tiempo en una sola cosa moriré.

Menú de la Stones

Metallica son salchichas, Iggy Pop un sándwich
y los Misfits, profiteroles. Hasta EUKZ es una rosca,
aunque no está muy allá...

Así que lo limitaremos a un pequeño consejo de supervivencia para la Jimmy Jazz, la Hebe, la Excalibur y demás garitos infernales: nada de tercios y cubatas. Económicamente, compensa muchísimo más pedir litros, sean de lo que sean. Aunque allí los llamen minis, es falsa la leyenda de que los camareros madrileños no comprenden el sistema métrico, y en realidad se pueden pedir como «litros» sin ningún problema. Y aparte de que pedir litros sale mejor de precio y permite el consumo de calimocho (que siempre suena raro pedir un vaso de calimocho), yendo a rondas suele salir la fiesta más divertida.

Buenas noches.
 

Enviado por Manu, 11:50 PM | Comentarios (0) | TrackBack
Licencia CC

16 de Noviembre 2008

Borracho: Barón Rojo y la Sinfónica de Mislata

Conciertazo. Grupos de heavy tocando con orquestas los hay a carretadas, pero no sé si los Metallica o los Rage disfrutaron tanto interpretando sus canciones con arreglos orquestales tanto como parecían hacerlo los Barón Rojo. La Banda Sinfónica de Mislata, viento por un tubo y un pellizquito de cuerda, también ha dado la impresión de pasárselo pipa. Aplaudían las canciones, se sacaban fotos, el director (con muñequera de tachas a lo Bruce Dickinson) hacía aspavientos en sintonía con el grupo y todos levantaban los instrumentos durante los acordes finales de las canciones. Solo les ha faltado hacer cuernos. Grandioso.

El bar del polideportivo

Me temo, sin embargo, que el bar del polideportivo de Mislata no estaba preparado para la horda heavy. Las colas en la barra podían durar perfectamente tres canciones, los vasos de litro se han acabado a la primera de cambio y a veces había que esperar para conseguir cerveza fresca o fanta de limón para el vodka. O eso, o mangar botellas de ron en un descuido como ha hecho mi compadre de barra mislatero.

Pero una vez alcanzada la conclusión de que había que pillar los cubatas de dos en dos y beberse rápido el primero, el concierto ha sido una delicia. De los que ponen los pelos de punta a ratos y todo. Quería grabar un trocito de Resistiré o de Hijos de Caín, pero malditas las ganas de tener el móvil levantado con el concierto en marcha y un cubata en cada mano. Os dejo con minutito y medio de Cuerdas de acero, que también es un temazo, y me voy al sobre a dormir la mona. ¡Salud y rock and roll!

 
Enviado por Manu, 7:16 AM | Comentarios (1)
Licencia CC

5 de Mayo 2008

Borracho: Viña Rock 2008

Al final parece que no llegamos a los ochenta ni los noventa mil como se decía, pero setenta mil no es una mala cifra de asistencia cuando hablamos de macroconciertos de estos. La zona de acampada/párking (porque en el Viña la distinción no suele estar clara) estaba a reventar, aunque debo decir que nunca en los chopocientos años que llevo yendo a Villarrobledo había dormido tan bien. Se decía que la zona de acampadas tenía duchas, y ciertamente parece que han recaudado bastante dinerito para cuatro ONGs cobrando a euro la higiene corporal... en la zona de acampada de verdad, que es la primera en llenarse y no puede acoger ni a una mínima fracción de la marabunta festivalera. Pero el día en que no pueda aguantar tres días sin ducharme en un concierto, me corto la coleta metafórica.
 

Montando el chiringuito

¡100% de peludos este año! Si el próximo os
ponéis todos gafas, no se nos distinguirá...

La productora nueva, Sr Naranja, ha mantenido el nivel de Matarile en años anteriores y, salvo que no se oyó a los S.A. durante sus primeros cinco minutos de concierto, no ha habido problemas técnicos. Bueno, en el escenario hiphopero no lo sé, pero ¿a quién le importa? Lo reprochable, supongo, es que podrían haber aprovechado para mejorar un par de espinitas que llevamos clavadas desde hace un par de años, como por ejemplo el orden de las actuaciones. Porque vale que los Molotov montan fiesta (aunque yo casi no me acuerde de ese concierto), pero cerrar el viernes con Canteca de Macao y el sábado con Peret clama al cielo. Con el conciertazo que dieron Los Suaves a las 21:30, yo firmaba porque no hubieran tenido límite de tiempo. Y teniendo en cartel a los Siniestro Total, otra espinita del Viña de Benicàssim, manda muchos huevos que se les quedaran canciones en el tintero para que pudiéramos escuchar la sabiduría rumbera de Peret a nuestras anchas. Puestos a que el cantante se haga pajas mentales entre canción y canción, prefiero con mucho las de don Julián. Pero el mestizaje y el buenrollismo son así, y poco ganaremos la gente con criterio a base de lloriqueos.
 

Reventaditos

Busque las siete diferencias entre esta foto
y la anterior...

Resumiendo, de todos modos, otro Viña épico. Y sorprendentemente cómodo, que un servidor empieza a estar mayor ya para que el cabrón de Lorenzo lo eche de su tienda de campaña a las diez de la madrugada. Lo mejor, como de costumbre, la gente. Nunca podré agradecer lo suficiente a los vecinos de Burgos la cervecita con la que me quitaron el embotamiento la segunda mañana. Y, por lo que me cuenta el Doctor Maligno, si el Señor Pollo (un colgado que se paseaba con disfraz por los conciertos) cumple con su promesa, "este año lo llevo yo pero el que viene se sorteará entre todas las entradas", se puede instaurar una traducción muy demencial. ¡Lo veremos!

Tráiler que no viene a cuento:

Película ideal para el día después del Viña. ¡Está
doblada al castellano! Y quien no la haya visto no puede
decir que su vida está completa.

 
Enviado por Manu, 7:30 PM | Comentarios (0)
Licencia CC

2 de Mayo 2007

Borracho: El Viña en Benicàssim (2)

 

El público del Viña

 
Que el Viña Rock de este año ha estado más que pasado por agua no es nada que, a estas alturas, vaya a pillar de nuevas a nadie. Hace un par de años mis alumnos me preguntaban qué era eso del Viña; hace un par de semanas lamentaban que sus padres no les dejaran ir. Las noticias sobre el festival salen en El País, el público parece estabilizado en las sesenta o setenta mil personas y el cartel, más flamenco-buenrrollista cada año que pasa, augura que la tendencia se mantendrá en el futuro. Si el festival ya se parece poco al de hace ocho años (y ni te digo al de hace doce), en un par más será irreconocible.

Lo cual no tiene por qué ser necesariamente desastroso. Yo, y supongo que unos cuantos como yo, vamos al Viña por pasar un fin de semana divertido con los amigos viendo conciertillos que no estén mal y emborrachándonos. No me molestan Los Delinqüentes ni G5 en el cartel, aunque lleven al plasta de Muchachito con ellos. Ni siquiera me rasgo las vestiduras por Macaco o Elbicho, siempre que sean con moderación. Es más, estoy dispuesto a aceptar que sacaran a La Mala Rodríguez del escenario hip-hopero y la pusieran en el Republicca en aras de la interculturalidad, de lo bien que queda la chica en la pantalla gigante y del buen cuerpo que se me quedó tras La Pulquería. Si esta evolución hace que con el tiempo el Viña sea indistinguible del Mediatic Festival, eso sí, dejaré de comprar la entrada. Pero de momento, mientras estén Reincidentes, S.A., Rosendo y cuatro más en el cartel, por mí va que chuta.

Era de esperar que el traslado del festival a Benicàssim trajera consigo unas cuantas cagadas de organización. Las zonas de acampada eran totalmente insuficientes, supongo que porque el pueblo está acostumbrado a los 35.000 FIBeros de hotelito fácil que aparecen en verano y no a la horda de 65.000 campistas del Viña. Pero resulta que, para colmo, las tres zonas de acampada distintas que ofrece Benicàssim están alejadas entre sí. Esto, en sí mismo, no es un problema... hasta que empieza a serlo por no pensarlo bien de antemano y después no se le pone solución. Las pulseritas diferenciadas para cada zona implicaban que, por ejemplo, los grupos de amigos que llegaran al festival en distintos vehículos y en diferentes momentos del día no podían acampar juntos porque, aunque el primer coche llegue con todas las tiendas y las monte, los rezagados no podrán entrar en esa zona. No sé lo estrictas que fueron las medidas de seguridad bajo el chaparrón, pero en futuras ediciones soleadas el problema se hará notar. La solución podría ser hacer una única pulsera para todas las zonas de acampada (o directamente que valga la del festival, como siempre) y contar las tiendas, no las personas, que entran para ir cerrando a medida que se llenen los espacios. O directamente dejarlo todo abierto, que la gente acampe donde le dé la gana y limpiar después, que el dinerito que deja el festival en el pueblo bien lo vale.

Lo que sí era exigible a la organización era una información clara sobre la situación que iba a haber. La página web del Viña nunca ha sido demasiado útil fuera del día en que sacan el cartel, pero un esfuerzo por explicar la política que iba a seguirse en Benicàssim con la acampada era obligatoria para que el público pudiera organizarse en un lugar nuevo y con nuevas reglas. Y no se hizo, ni probablemente vaya a hacerse nunca.

Nadie puede evitar el chaparrón que hubo el sábado. La cortina de agua obligó a casi todo el público a refugiarse en el mercadillo. Fue memorable el "que se besen" dedicado a los operarios que cuidaban del techo de lona montados en una grúa. Y si se han jodido dos escenarios, pues se han jodido dos escenarios. Pero cuando la lluvia amaina un poco, vuelves a la barra y viene un seguridad a decirte que te largues de allí porque la van a cerrar, por lo menos a mí me gusta saber el porqué. Quiero una justificación en el momento, no una explicación a posteriori -dos días después- del peligro que suponía que toda la cacharrería eléctrica de los escenarios estuviese sumergida a nivel del suelo. Del mismo modo, si algunos conciertos del sábado van a trasladarse al domingo, quiero por lo menos un aviso en pantalla de que lo bueno va a empezar bastante antes de lo previsto, no enterarme por una llamada telefónica a las tres y media de la tarde de que "están tocando los Siniestro" y tener que cagarme en todo lo que se menea.

Con este Viña ha pasado como pasa siempre con Renfe. No puede evitarse que el viento envíe a la mierda una catenaria ni tampoco hacer que llueva hacia arriba, y de hecho si este chaparrón llega a pillarnos en Villarrobledo la catástrofe habría sido apocalíptica. Pero estaría bien que el revisor no se limitara a decir que seguiremos viaje cuando podamos y punto, sino que explicara las causas del parón y aventurase a grandes rasgos cuánto tardará en solucionarse. Traducido a términos de Viña Rock, sería algo así:

Seguir con los conciertos de los escenarios Matarile y Republicca iba a ser un peligro gordo para todos por la electricidad y esas cosas. Los dejamos para mañana. Empezaremos antes, así que atentos a tal emisora de radio y a la gente con megáfonos que se paseará por ahí, que informaremos de todo a la una del mediodía o eso.

Sí, habrían hecho falta varios pantallazos para que pudiera leerse un mensaje tan largo, pero lo que de verdad habría hecho falta es un poco más de respeto al respetable, porque menos que eso es añadir escupitajos de desprecio a la lluvia que ya llevábamos en la cara.

Otro día hablamos de lo chulitos que estaban los guardias civiles en la puerta el primer día (algunos incluso a caballo) y de lo preciosos que estaban todos embutidos en sus Patrols al final del segundo, bajo el diluvio. Menos mal que nadie puso en práctica la idea de utilizar su capó como superficie para el consumo de drogas ilegales, a ver si tenían huevos a salir del coche o no. Yo habría dicho que no, pero con la guardia civil (y con sus huevos) nunca se sabe.

Por lo demás, todo muy bien. Divertidísimo, como siempre. Veremos el próximo.
 

Enviado por Manu, 4:30 PM | Comentarios (9)
Licencia CC

16 de Febrero 2007

Borracho: El Viña en Benicàssim

Señores, señoras, parece que es oficial. A falta de dos grupos por confirmar, el cartel del Viña Rock 2007 es el siguiente:

Cartel Viña Rock 2007

Lo más notable (aparte de sustituir Sepultura por Soulfly y la reunión de los Pata Negra ni se sabe cuántos años después) es el cambio de lugar del festival: durante los diez años que lleva funcionando se ha hecho en Villarrobledo, Albacete. Este año, por lo que parece, se les ha quedado pequeño. Es cierto que cada año había más gente en el Viña y la masificación empezaba a hacerse incómoda, sobre todo en conciertos multitudinarios como el de Soziedad Alkohólika; y llevaba años rumoreándose que iban a llevarse el festival de allí. Se dice en el foro de Maneras de Vivir que quizás sea precisamente la presencia de S.A. en el festival el detonante para el cambio de localidad, pero me extraña que Villarrobledo se niegue a acoger el festival y Benicàssim, gobernado (de aquellas maneras, todo hay que decirlo) por el PP y la Asociación de Residentes de Benicàssim, no tenga ningún problema. Extraño. Será otra cosa.

El caso es que este año toca recinto nuevo, zona de acampada nueva y pueblo nuevo. Yo vivo en Castellón, que está a un cuarto de hora en coche de Benicàssim, y se me va a hacer rarísimo no desplazarme hasta la provincia de Albacete para el fin de semana del 27 de abril. Le había cogido cariño al pueblo, e irónicamente me sentía más como en casa en Villarrobledo que como creo que me sentiré en la zona de acampada del FIB, teniendo la ducha y mi cama en casa de mis padres a un cuarto de hora en coche.

Del recinto de festivales no puedo hablar porque no he entrado al FIB en mi vida, pero de Benicàssim si sé un par de cosas. Las obvias: playita relativamente cerca de los conciertos, pueblo turístico en verano. Pero claro, hay más. Que nadie se espere que le vendan hielo en casas particulares como ocurría en Villarrobledo. Que nadie se espere que los precios de los bares y restaurantes no estén inflados mientras dure el festival, ni muchísimo menos bocatas a precios populares. Benicàssim, en semana santa y verano, se convierte en ciudad-dormitorio de Castellón y refugio de turistas principalmente madrileños, pero durante el resto del año es un pueblo muy tranquilo (algunos dirían que muerto) y aprecia considerablemente esa tranquilidad. En otras palabras, pese a la considerable entrada de dinero que va a suponer un segundo festival grande, dudo que los vecinos vayan a ver con muy buenos ojos que las calles se llenen de drogadictos greñudos y rockeros. Se tendrán que fastidiar, claro, pero la típica escena de punkis bailando en la calle, bebiendo bricks de vino y hablando con las abuelitas que pasan a las 10 de la mañana atraerá, con toda probabilidad, la atención de la Policía Local. Y esa es otra: las abuelitas de Benicàssim no son como las de Villarrobledo. Ya descubriréis a qué me refiero.

Algunos aspectos prácticos:

  • A Benicàssim se puede llegar por muchas carreteras, así que supongo que basta con evitar el último tramo de la N-340 para saltarse los controles de la Guardia Civil de todos los años.
  • Castellón está a un tiro de piedra en coche o bus, lo que puede ser útil para comer bien y regenerarse el sábado al mediodía. Otra opción, por supuesto, es andar hasta el otro lado del pueblo como se hacía en Villarrobledo si uno quería pasar un rato tranquilo.
  • No hay parques. Repito: no hay parques. La única forma de echar una siesta a la sombra sin sufrir molestias por parte de las fuerzas de la ley, por tanto, será el mismo recinto de acampada. Si no ha cambiado mucho desde que trabajé montándolo para el FIB hace unos años, hay toldos y bastante sombra.
  • Mucho cuidado con lo que fumáis en la vía pública. Benicàssim, por si no había quedado claro hasta el momento, no es Villarrobledo. No digo que la ley no vaya a relajarse en aras de que el pueblo se forre, pero nada de quemar piedra delante del ayuntamiento, que nos conocemos.
  • Digo yo que los pubs del pueblo estarán abiertos cuando se acaben los conciertos. A menos que los garitos grandes de las afueras decidan echarse al rollo y poner rock (cosa que dudo), los del pueblo son muy, muy pequeños. Si el festival monta carpa igual que otros años, seguramente compense quedarse allí.

Me lo he pasado de maravilla estos últimos seis años en Villarrobledo. Esperemos que Benicàssim no defraude demasiado.
 

Enviado por Manu, 2:42 PM | Comentarios (13)
Licencia CC

24 de Abril 2006

Borracho: Heavy de Discoplay

 

Entradita

Una entrada de Tick Tack Ticket para el concierto de Rage en Barcelona, comprada el mismo día en Castellón. Están disponibles hasta en los cajeros automáticos y nunca se agotan pero, admitámoslo, quedan peor colgadas de la pared que cuando tenían colorines y dibujitos. Unos cuantos kilómetros en la carretera, tomados con cierta pachorra y también con un arròs a banda buenísimo en Sant Carles de la Ràpita, que nos impidieron llegar con tiempo y sacar dinero para poder beber alcohol durante el concierto. Como siempre que uno le echa jeta a la vida, la conclusión es que fue para bien. Hay que disfrutar el camino.

Una sala de no fumadores en la Razzmatazz que no se respetó en absoluto, pero es que al fin y al cabo en los conciertos heavys siempre se comete alguna ilegalidad que otra. El tabaco, simplemente, ha pasado ahora a engrosar la lista de actividades contraculturales, provocadoras y revolucionarias. Pero a ver quién le dice a la horda heavy que no fume. Una barra donde clavaban siete euros y medio por cubata aunque, en el lado positivo, aceptaban tarjetas de crédito. Un concierto no es un concierto sin alcohol (les pasa como a la cerveza, por mucho que digan por ahí de la Buckler), y sin embargo no dejaba de hacerse extraño pagar una ronda de treinta euros con tarjeta mientras los Rage interpretaban I'm crucified en directo. La gente que vendía en la puerta mecheros y otra parafernalia más o menos oficial, más o menos legal, solamente aceptaba el pago en efectivo. Algunas cosas, supongo que por suerte, nunca cambian. Sería demasiado raro.

Un parón por problemas técnicos que duró media hora y que, según me pareció por la prisa con que nos echaron de allí después del concierto, se comió un bis del grupo, o al menos acortó el que hicieron. Pero en fin, a mí siempre se me hacen cortos los buenos conciertos. De nuevo en el lado positivo, la gente tuvo tiempo de seguir bebiendo y demás, y eso se notó en el ambiente de la segunda parte.

Y en el fondo de todo, un grupo que estuvo más alto que el cielo.
 

Enviado por Manu, 11:48 PM | Comentarios (2)
Licencia CC

27 de Marzo 2006

Borracho: Magdalena

Dos fines de semana largos e intensos dan para muchas historias, pero la mayoría son inenarrables, que es el Quinto Estado de la Materia que todavía no han descubierto los físicos. Sólido, líquido, gas, plasma e inenarrable.

Una nueva ley de la Generalitat Valenciana nos pilló con el pie cambiado y no tuvimos tiempo de urdir un plan para dar de alta la luz eléctrica de la colla, que es como se llama por aquí tanto a un grupo de amigos como al local, normalmente una planta baja, que éste alquila en fiestas para agasajar (léase "emborrachar") a propios y ajenos. Ante la perspectiva de volver a la era victoriana en una especie de Magdalena By Gaslight (y en consecuencia dejarnos una pasta considerable saliendo por ahí durante gran parte de cada noche), decidimos apechugar y alquilar otro que ya la tuviera dada de alta. O algo similar, que no lo recuerdo muy bien por culpa del alcohol y esas cosas. Salió bien el invento, aunque sufrimos un par de apagones al principio y cierto problemilla con la verja al final.

Busca las siete diferencias:

Dos reinas

Lo que triunfó algo menos, como cada año, fue nuestro malévolo plan para conseguir que las fiestas fundacionales prosiguieran hasta el apocalipsis hepático. En teoría la Magdalena no termina hasta que la Reina de las Fiestas grita emocionada "¡Magdalena!" desde el balcón del Ayuntamiento y el pueblo congregado en la plaza le responde, enfervorecido: "¡Vítol!" Lo cual significa que algo tan sencillo como evitar que la Reina diga su palabreja significará que, simplemente, el jolgorio no termina. Y de ahí nuestro plan de secuestrarla amigablemente durante algún acto oficial, llevarla a la colla y mantenerla aturdida a base de alcohol mientras nuestra propia Reina, elegida democráticamente entre los miembros de la colla, toma su lugar. Y, llegado el momento, dice cualquier cosa que no sea "Magdalena" y huye con los faldones tradicionales arremangados para no volver a ser vista jamás. Creo que entre una cosa y la otra se nos olvidó ejecutar un par de partes del plan, como el secuestro y el reemplazo. La dominación global tendrá que esperar otro año.

Y rozando ya el Quinto Estado, aquí va una de las imágenes más dantescas de la semana:

Who is Bob?

La barriguita no es mía, y supongo que la imagen no hará gracia a nadie que no se sepa el chiste original. Alcohol, humor soez y planes malévolos: ¿quién da más?

Nota: Por si interesa a alguien, he decidido hacer público de una vez el Ocalimocho 4.0 que tantos ratos nos ha hecho pasar a lo largo de los años, pero esperaré a crear una versión 4.1 abierta (es decir, sin chistes privados) y con manual de instrucciones, que la cosa se ha ido complicando bastante desde la versión 2.0. De momento ya he localizado los archivos originales y el programa que utilicé para crearlo (Adobe InDesign, qué cosas). Stay tuned for more rock'n'roll.
 

Enviado por Manu, 1:24 AM | Comentarios (7)
Licencia CC

8 de Marzo 2006

Borracho: Botelloneando

No sé si ocurrirá en el resto de la famosa piel de toro, pero de un tiempo a esta parte parece que las autoridades democráticamente elegidas han decidido acabar con la fiesta nocturna en la Comunidad Valenciana. No es que hayan estado nunca demasiado a favor, pero últimamente se han puesto las pilas multando a bares y pubs por esto y por lo otro (y por lo de más allá también), haciéndoles cumplir a rajatabla el horario de cierre y, en pocas palabras, metiéndoles el miedo en el cuerpo. Yo pensaba que era solamente cosa de Castellón y lo achacaba a que (1) últimamente se está creando una zonilla punk-rock con cuatro o cinco pubs que hay que tener controlados no vaya a gestarse allí una revuelta anarcosindicalista y (2) Castellón bien podría llamarse Fabralandia a efectos prácticos (podéis escribir "Fabra cacique" en Google para haceros una idea). Pero no. Valencia está igual y, lo que es más preocupante para alguien a alguien a quien Valencia no le gusta mucho de todas formas para salir, Alicante también. Cuando uno escucha que en el Jendrix ya no dejan fumar y cierra a las cinco de la mañana es que algo anda mal. Es como si de repente Sofía Mazagatos dijera una frase inteligente: va contra el orden natural de las cosas.

Como de costumbre en los casos en que la diversión se enfrenta al descanso de los vecinos, esto tiene difícil solución. Pero da lo mismo porque las autoridades de la Comunidad Valenciana ni siquiera se plantean pensar más allá de la consabida acción policial, como si alguna vez hubiera servido para algo. La cosa está tan mal que un amigo lanzaba al aire el otro día la idea de plantarnos todos delante de casa del alcalde a las tres de la mañana los sábados, cuando nos echen de todos los garitos. Sin bebida, sin nada ilegal en los bolsillos, casi con la papela en la boca para no acabar en comisaría. Simplemente un par de horitas cada sábado allí charlando, a ver si el alcalde prefiere tenernos en su calle o en bares y pubs que, por ley, deben estar insonorizados. Y hoy mismo acaba de llegarme la siguiente convocatoria por correo electrónico:

Hace un par de semanas, viendo las noticias, cuál fue nuestra sorpresa: en Sevilla había 5000 personas congregadas en un macrobotellon, el culpable fue ¡¡¡internet!!! La bola fue pasando, nadie rompió la cadena y los 5000 sevillanos se montaron una buena... entonces surgio la idea: ¡¡¡van a salir los sevillanos por la tele y nosotros no!!! Abre bien los ojos y agudiza la memoria porque aquí lo llevas: MACROBOTELLÓN internauta el 24 de MARZO, VIERNES, en los alrededores del Auditorio o Palacio de Congresos de Castellón a partir de las 22:00. ¿Vas a dejar que te lo cuenten? Envíalo a tus amigos y agregados, no rompas la cadena. ¿Cuál sonará más, Sevilla o Castellón? CORTA Y PEGA Y PÁSALO A TODA LA GENTE QUE PUEDAS.

P.D.: Si llueve, se pospone para el viernes siguiente.
P.P.D.: Traed algo para beber :P

Cosa que no estaría mal si no fuera porque el viernes 24 cae en plenas fiestas de la Magdalena, así que el eco mediático del botellón se diluirá entre el ruido de fondo de las ingentes cantidades de alcohol que, de todas formas, van a consumirse durante toda la semana en la ciudad. Además de que no habría que enfocar la convocatoria como competencia contra los borrachos de Sevilla (es evidente que les apalizamos, no hay nada que demostrar), sino como dedo corazón extendido hacia las Fuerzas del Orden y la Sobriedad. Y en la única semana del año en la que es perfectamente legal beber en la calle, más bien parecerá que normalmente se nos encoge el culito cuando vemos una placa y una porra, así que aprovechamos la coyuntura para fingir que somos unos machotes cuando no hay ningún peligro real.

Puede ser divertido, de todas formas. Pero servirá de bien poco.

Imagen que no viene a cuento:

¡Cuidado! ¡Sigue vivo!

Esto y mucho más en What if Adolfo...?

 
Enviado por Manu, 1:33 PM | Comentarios (11)
Licencia CC

21 de Diciembre 2005

Borracho: Desafíos a mí

El reto era tomar dos chupitos de orujo-miel con cada uno de los asistentes a la cena de nochebuena adelantada y aguantar de pie.

¡Chupitos a mí!

La próxima vez pedidme algo difícil...
 

Enviado por Manu, 3:02 PM | Comentarios (8)
Licencia CC

2 de Mayo 2005

Borracho: Pantallazo azul

Viña Rock 2005, viernes por la noche. Villarrobledo. Un cartel espectacular, que casi hace que los 50 euros que cuesta una pulserita roja de papel se paguen a gusto. Un tiempo estupendo. Los Def Con Dos, en el escenario, acaban de tocar Pánico a una muerte ridícula y se disponen a afrontar la recta final de su concierto. A mitad de canción, se desvanece el sonido. El grupo musical tarda un poco en darse cuenta porque al parecer sus monitores sí funcionan y ellos siguen escuchándose. Se quedan un momento parados sobre el escenario con cara de gilipollas y entonces el público cae en la cuenta: les han cortado el sonido. A media canción. Casi al mismo tiempo, las pantallas gigantes muestran un mensaje en letras blancas sobre fondo azul:

Toma respeto

En el escenario de al lado, el siguiente grupo (creo que era Molotov, pero hoy no confío demasiado en mi memoria) empieza a tocar.

El pantallazo azul con que el Viña ha despedido todos sus conciertos de este año se ha cargado de un plumazo el espíritu del festival. Ha borrado del mapa algunas situaciones entrañables, como la de estar cagándote en el grupo que toca antes del que tú quieres ver mientras la gente que tienes al lado se lo goza a lo loco. Ha barrido por completo los bises, que marcan la diferencia entre un concierto del montón y uno épico. Algunos grupos se han quedado sin tocar sus mejores canciones, aunque supongo que la organización razonará que la culpa es suya por colocarlas al final del espectáculo. Hay que ver qué cosas tienen estos músicos. Y quienes no han reescrito su lista de canciones, quienes no se han adaptado a la política del "ni un minuto más", se han quedado sin sonido.

Vale, podía ser un coñazo que un grupo muermo prolongara su concierto hasta la náusea, pero esta solución de apagar los altavoces es como matar moscas a cañonazos. Este remedio es peor que la enfermedad. Y, no nos engañemos, no es que sea una medida precisamente rockera. No me hubiera extrañado del FIB, pero sí de un festival que en esta edición se pavoneaba de tener en cartel a Sepultura. De todos modos, incluso aceptando "cuadrícula" como forma de optimizar la diversión, lo de O'Funkillo no tuvo nombre. Viña Rock 2005, sábado por la noche. Último concierto. Los andaluces consiguen levantar ("treinta mil hippies, ¡sesenta mil cuernos!") a un público muerto de cansancio, que lleva bebiendo y saltando desde antes de las cinco de la tarde. Tras hora y media de concierto, el cantante dice que solamente quedan cinco minutos de música y que hay que aprovacharlos para montarla bien gorda. Pero no cuela el farol. Se queda un momento mirando a un lado y dice por el micro: "Quillo, déjanos un minutito de sonido aunque sea". Pausa. O'Funkillo decide jugar su última baza. Un. Dos. Un, dos, tres, y... silencio. Saltos en el escenario, público indignado, peña embrutesía.

¿Qué respeto llevó a los iluminados de Matarile a darle al interruptor? ¿El respeto al público? Pues a juzgar por los silbidos y los "hijooos de puuuta", el público estaba por la labor de continuar la fiesta. ¿Por respeto a los músicos? ¿A qué músicos? Ya no quedaba ningún otro grupo por tocar y los O'Funkillo querían seguir. ¿Dónde estaba el problema? ¿En los kilowatios? ¿En los decibelios? ¿En los euros? Pues habernos cobrado cincuenta céntimos más a cada uno, leche.

Pese a todo, el festival estuvo de puta madre. Hubo buenos conciertos, hubo fiesta, hubo alcohol. Hubo persecuciones con los seguridades. Hubo cervecitas en el pueblo, a la sombra. Hubo buen ambiente, hubo gente estupenda. Lástima que tuviera que ser la organización quien empañara un festival rock cojonudo.
 

Enviado por Manu, 10:44 PM | Comentarios (3)
Licencia CC

2 de Agosto 2004

Borracho: Level Up!

L'Aplec dels Ports (algo así como La Reunión de Els Ports) se ha celebrado este último fin de semana por vigésimo séptima ocasión. L'Aplec es una especie de macroapampada anual que tiene lugar cada último fin de semana de julio en un pueblo diferente de la comarca de Els Ports, en el interior de la provincia de Castellón. El tema es reivindicativo y festivo a medias, aunque hay que decir que la mayoría de personas que suben de acampada lo hacen únicamente por la fiesta, aunque luego hagan bulto a la hora de dar peso a las exigencias de la comarca, muy dejada por la mano del gobierno autonómico.

Este año la cita era en el Portell de Morella, un pueblecito minúsculo aunque bonito. La acampada de tres días y la fiesta de tres noches me ha dejado muy destrozado el cuerpo, pero como de costumbre ha valido la pena. Por décimo año consecutivo, el último fin de semana de julio se compone de los tres días más divertidos del verano. Y ahí es donde quería llegar yo con el título del post, a que con este Aplec se cierra el círculo para mí. He recorrido todos los pueblos que han organizado esta última vuelta y el año que viene, si Morella quiere encargarse del tema, repetiré localización como Aplequero de nivel 2. Allí donde acampé por primera vez a mis tiernos 17 añitos volveremos el verano que viene hechos unos hombretones (o unas pedazo mozas, según el caso), con la experiencia en montar toldos que da haber pasado tantos calores inenarrables y, supongo, con una mirada tierna a los chavalillos que suben por primera vez y no saben montar iglús ni cantar canciones de Barricada con las orquestillas. Aprenderán: la sabiduría en las acampadas se recibe a base de palos, de pasarte el fin de semana bebiendo calimocho al sol y llegar al sábado por la noche con la piel quemada y el estómago ácido.

Y el nivel 3, dentro de otros diez años, aunque ni siquiera sé si seguiré vivo para entonces. De momento, toca pensar en qué me gasto los puntos de desarrollo que acabo de conseguir tras dar la vuelta completa a los Aplecs. Había pensado gastármelo todo en Resistencia, que supongo que con los años seguirá menguando a buen ritmo por sí sola. Pero algunas habilidades sociales (Conseguir Hielo o Ligoteo Etílico) tampoco vendrían mal. Y siempre me había hecho ilusión el Kung Fu, pero lo cierto es que para irte de acampada muy útil tampoco es. Además, seguro que esos puntos están mejor gastados en Evitar Controles de la Benemérita, que este año al menos estaban muy pesaditos a la entrada del pueblo. No nos encontraron nada, por supuesto, pero agobian y hacen perder el tiempo. Y a un tipo de nivel 2 no se le pueden hacer esas cosas.

De fiesta
 
Enviado por Manu, 2:55 PM | Comentarios (2)
Licencia CC

11 de Julio 2004

Borracho: Cosas que aprendí

... en las fiestas de la vaquilla del Ángel, Teruel.

1. Dormir dos noches seguidas en un coche parece buena idea hasta que se juntan el sol (y su costumbre de atravesar los parabrisas para convertir el interior en un horno) y unos borrachuzos de Zaragoza que no saben cuándo la broma deja de tener gracia y llega el momento de largarse y dejar dormir tranquila a la gente. Gente maja, de todas formas.

2. En la barra de los abstemios (Vaquill@SIN) vendían la fanta de limón al mejor precio de todo Teruel. 0,80€ el "cubata" y 2,50€ el litro, ideal para echarle vodka de tu botellita previamente preparada.

3. Las tropas de limpieza pública turolenses van equipadas en plan Cazafantasmas y hacen unos despliegues impresionantes, con máquinas saliendo de un garaje entre los vítores de la gente. Vale la pena esperarse hasta la mañana solamente por verles saludar a la multitud.

Buenas noches.
 

Enviado por Manu, 10:57 PM | Comentarios (5)
Licencia CC

24 de Junio 2004

Borracho: Me perdí Los Serrano

El miércoles de San Juan se presentaba como otro cualquiera: ver una peli después de comer, acabar con la revisión de Eric (que entregaré ya la semana que viene), cenar algo y hacer el perro. Fue una llamada telefónica la que cambió todo: a mi compañero de piso el Doctor Maligno le habían regalado una entrada para el concierto de B.B. King en la plaza de toros de València. Como él no quería ir solo, no tuve más remedio que hacer mi buena acción del mes y aceptar ver a ese pedazo de músico a mitad de precio.

El puto amoSe hizo de rogar, hizo que odiáramos al presentador del concierto y a las colas que se formaron en las barras, pero al final salió un señor negro muy mayor que se sentó en una silla y soltó dos paridillas en inglés que no pilló casi nadie del público y dio la lección de cómo tocar la guitarra y cómo elegir músicos para una banda y cómo raspar el alma de un borrachuzo que los días de a diario no sabe que le gusta el rythm'n'blues. Y cuando ya llevaba una hora tocando y preguntando al público si nosotros estábamos cansados, el señor negro mayor presentó a otro señor que también toca blues con la guitarra, aunque por las pintas me parece que igual le gusta también el flamenco. Raimundo Amador acompañó a B.B. King con la guitarra en las dos o tres últimas canciones, con una energía que le levantaba el culo del asiento. Y no sólo a él.

El concierto terminó con un sabor de boca inmejorable, y mientras esperábamos a que se despejara un poco aquello para marcharnos con tranquilidad, una atractiva joven del público me dijo la segunda mejor cosa que podía decirme: "¿Quieres este litro de cerveza? Está fresco, es que nos vamos ya". Dudo que leas esto, pero muchísimas gracias de todas formas.

Y la noche acabó en la Malvarrosa, donde pedimos el deseo con una hora de retraso, nos bañamos y volvimos a casa ya de día, el Doctor Maligno con remordimientos por no ir a currar al día siguiente y yo con la satisfacción del deber cumplido, sin reconcomerme en absoluto (porque tampoco tenía nada muy importante que hacer) y contento de haber visto en directo al puto amo del blues y a su colega gitano. Como siempre, haciendo buena la máxima de que las mejores fiestas son las que no se planean.
 

Enviado por Manu, 6:24 PM | Comentarios (3)
Licencia CC

9 de Mayo 2004

Borracho: En el Dina

Tiempo hacía ya que no me iba a dormir un sábado a las siete y media de la mañana, de día y tambaleándome por el pasillo de casa de mis padres. Y no por falta de ganas o de resistencia, sino por falta de compañía. En Castellón se ha impuesto una dinámica festiva que acaba a las cinco de la mañana (como muy tarde) dentro del casco urbano. A partir de ahí, las opciones son pagar por entrar en discotecas fuera de la ciudad o ir a casa de alguien a acabar la fiesta en paz, no vaya a ser que los vecinos tengan algo que decir. Pero no importa porque últimamente a las cinco de la mañana ya quedamos cuatro gatos en El Lugar Antes Conocido Como Arena y, cuando dejan de servir en la barra, las perspectivas de continuar la fiesta menguan horrores ante el cansancio general y la falta de disponibilidad de alcohol. No sé si es por cansancio tras una semana de trabajo, por PlayStations y partidas de rol, por pura desidia o por la inminencia de la crisis de los treinta. O por todo un poco. Pero de un tiempo a esta parte hemos pasado de ser Horda invade-garitos a simple Grupo de Infiltración. Y muchas veces, a partir de las cinco, ni eso.

Por esa razón se agradece que, de vez en cuando, haya alguien dispuesto a salir en busca de tabaco a las seis de la mañana y a acabar tomando cervezas con un servidor en el único bar (bar de verdad, nada de cafeterías o panaderías) abierto a esas horas: el Dina. Debía hacer meses que no pasaba por allí. Abuelos, un hombre de mediana edad jugando a la tragaperras después de tomar unas barretges, más abuelos y otra mesa con despojos de la noche castellonense. Borrachos jóvenes, por decirlo de otra manera. Y nosotros, con ganas de hablar y la boca seca por la escasez de cerveza sufrida últimamente. Las tapas allí no están mal si no tienes demasiadas manías, pero nos contentamos con reirnos de lo que se ponga por delante, beber cerveza a euro y concluir que los amaneceres son mejores desde un bar con ventanas que por sorpresa al salir de un tugurio oscuro, y que mañana llegaremos tarde a la torrà de sardinas que hay planeada a mediodía. Incluso tolero que comparen mis reflejos mentales con los del camarero del bar, cuyos circuitos tardan dos segundos en hacer llegar una orden simple ("una cerveza, por favor") del oido al cerebro. Así de contento estoy.

El Dina, con sus abuelos y sus camareros, demuestra cada sábado y domingo por la mañana que no hay edad para tomarse una cerveza de buena mañana, hayas dormido o no. Y a la crisis de los treinta, que le den bien dada.
 

Imagen que no viene a cuento:

Explicación del Mozilla de lo que son las cookies

Unos cachondos, estos del Mozilla Firefox...

 

Enviado por Manu, 7:00 PM | Comentarios (0)
Licencia CC

2 de Mayo 2004

Borracho: Cosas que aprendí

... en el Viña Rock.

1. En acampadas, nunca llueve a gusto de nadie.

2. El Ciclo del Vino con Gaseosa existe. Pedir vino con gaseosa en un bar provoca un ciclo interminable: cuando se acaba la gaseosa, sigue quedando vino. Cuando se acaba el vino, sigue quedando gaseosa. Falta por averiguar si se trata de un proceso natural o está inducido por los camareros de los bares. Será el año que viene.

3. Todo el mundo conoce más canciones de Medina Azahara que las que cree.

Estoy molido pero contento. Buenas noches.
 

Enviado por Manu, 10:36 PM | Comentarios (3)
Licencia CC

21 de Marzo 2004

Borracho: El Lamentable Arte del Xung-Ho

Romeria de les CanyesEn Castellón, durante la semana de fiestas de la Magdalena, hay una tradición llamada La Romeria de les Canyes. Básicamente consiste en reunir a todo el mundo en la plaza del Ayuntamiento a las siete de la mañana de un domingo, darle a cada uno su caña con una cintita verde atada y enviarles a una ermita que hay en una colina, desde donde se supone que el pueblo de Castellón decidió que estaría más a gustito cerca del mar. Una vez allí la gente come sus bocadillos (no sé si todavía hacen macro-paellas gratuitas), pasa el día haciendo vida social o jugando con los críos y se baja de nuevo a La Plana. Hay procesión cívica, alcalde, obispo y reina de las fiestas, mucha chavalita sin culpa de nada embutida en el traje típico con remaches dorados, pero por lo demás la tradición se reduce a pasar el día en el campo. Podría ser peor.

Sin ir más lejos, desde hace unos cuantos años mis amigos y yo solemos aparecer por la plaza del Ayuntamiento a eso de las siete de la mañana del domingo. Obviamente, sin haber pasado por casa. Obviamente, con una tajada considerable. Obviamente, con ánimo de seguir bebiendo. Mientras la gente se toma su chocolatito, su café o (los más atrevidos) su carajillo de anís, nosotros nos sentamos en una terracita y pedimos una ronda de cubatas. Alguien va a por cañas. Tomamos los cubatas, tal vez pedimos una segunda ronda y, como manda nuestra tradición, Bolingo se dedica a soltar bestialidades a los inocentes transeúntes que acaban de levantarse a cumplir con la suya. El año pasado destacó un "Eh, la de la silla de ruedas, ¿te vienes conmigo?" que soltó a una niñita de tres años, en un carrito que empujaba su padre. La gente está de buen humor y nunca hay jaleo. Nosotros cogemos las cañas, nos vamos a algún sitio tranquilo y nos golpeamos a lo bestia con ellas hasta que solamente quede uno sin pedir clemencia. Lo llamamos el "Tradicional Concurso Los Inmortales" y aparece en nuestro programa de fiestas todos los años.

Sólo que esta vez ni siquiera hemos respetado nuestras propias tradiciones. Ni siquiera nos hemos levantado para golpearnos. En la misma mesa, ante la sociedad castellonense en pleno, hemos desarrollado una nueva arte marcial para el combate armado: El Lamentable Arte del Xung-Ho, creado para la lucha con cañas sobre silla de terracita. Las katas más notables son la Postura del Loto (golpe lateral rápido en la zona del hígado) y la Tortura del Agua (golpes leves pero repetidos en la cabeza contra quien se esté riendo lo suficiente como para no poder defenderse). Innoble, pero divertido.

Lo más increíble de todo es que ya tenemos imitadores, o al menos otra gente con una evolución ideológica paralela. Armados con cámara de fotos y una claqueta de cartón, otro grupo de borrachos estaba ejecutando una performance (lanzamiento en plancha contra carteles, volveretas sobre el empedrado) tan salvaje que hacía que incluso nosotros pasáramos desapercibidos. A este ritmo, dentro de unos años, la exhibición de Xung-Ho estará en el programa oficial de fiestas. Y bienvenido sea ese poquito de surrealismo a la tradición festiva, para variar ante tanto desfile, tanta carroza, tanto carroza y tanto traje de dama de la ciudad con tanto remache dorado hortera.
 

Enviado por Manu, 8:32 PM | Comentarios (6)
Licencia CC

26 de Enero 2004

Borracho: De garrulo en Giorgio & Enrico

No tenía pensado escribir (demasiado) en el blog esta semana, o al menos no hasta el jueves por culpa de los dos exámenes a los que me presento, pero lo del pasado viernes fue demasiado extraño como para no hacer mención. Se celebraba en Valencia una feria de puericultura, cosa que me habría dado igual si no fuera porque los padres de Susana tienen una tienda del gremio e iban a estar presentes, junto con su hija. Teniendo en cuenta que la feria de muestras está muy cerca de Burjassot, lo lógico era quedar después y marcharnos juntos a Castellón en su coche.

La responsable de todo fue una palabra: "gratis". Como en "bebida gratis", o en "canapés gratis". Resultó que se celebraba una fiestecita a la que se podía acceder mostrando el pase de la feria de muestras, en un maxi-restaurante-disco-shopping llamado Giorgio & Enrico, aquí al lado. Como sus padres no tenían pensado ir, Susana cogió los pases por si me apetecía que pasáramos a picar unos canapés y tomar algo antes de coger carretera. Yo tenía entendido que el antro en cuestión era un lugar muy, muy pijo, con precios prohibitivos por entrar y consumir, un lugar que casi con toda seguridad no me gustaría, pero la palabra "gratis" (y también las palabras "tomar algo") ya me había cautivado.

Giorgio & Enrico superó todas mis expectativas. Distintos ambientes, camareros de smoking, camareras de escote, seguridades en la puerta del servicio y una piscinita con su puente de madera. Si hubiera encontrado un dispensador de cocaína al lado del de jabón, no me habría sorprendido demasiado. Daba reparo incluso mear. Todo el mundo de traje menos un servidor, que llevaba vaqueros. Al principio me sentía como si dios me hubiera dado aletas y fuera la hora de resolver ecuaciones diferenciales, observado, pero pronto descubrimos que los canapés, el vino y la cerveza eran gratis. Sólo había que situarse estratégicamente e ir interceptando a los camareros que pasaban con bandejas, y al poco, ni eso: nos debieron ver pinta de hambrientos, o de sedientos, o tal vez de poco estirados, y venían directamente a nosotros con cada nueva bandeja que sacaban. Así que cenamos canapés hasta no poder más y tomamos el suficiente vino como para ignorar el ambiente chic y también para plantearnos si realmente era buena idea coger el coche enseguida.

Por suerte, decidieron por nosotros: pasó por allí una chica repartiendo vales para cubatas. Decidido. Nos quedamos. Tomamos una última copa de tinto, nos alejamos del barullo para fumar después de la cena y, después de que un camarero viniera a rescatarnos porque iban a cerrar la zona y nosotros seguíamos allí fumando, atacamos las barras de las pistas de baile. A partir de ahí, todo normal. Sólo que gratis. Sólo que muy formal. Y sólo que hablando sin parar de la cantidad de detalles repijos que tenía aquel garito al que no creo que vuelva demasiado, aunque supongo que un fin de semana normal, sin convenciones, no será para tanto.

De todas formas, si la historia se repite el año que viene, ya tenemos la estrategia preparada: petacas para cuando se acaben los vales de cubata y fiambreras para cuando no podamos más con los canapés. Y una camiseta rosa que diga "Soy garrulo", ya puestos a dar el cante.
 

Enviado por Manu, 11:13 PM | Comentarios (130)
Licencia CC

18 de Enero 2004

Borracho: Más pagano que el infierno

Este fin de semana se celebraba Sant Antoni, el patrón de los animales y una excusa perfecta para una fiesta bien gorda en Vilanova d'Alcolea, Castellón. Son unas fiestas famosas, y con razón. Los muy colgados llenan el pueblo de matojos, les prenden fuego y sueltan a gente a caballo a saltar unas hogueras enormes entre un buen montón de transeúntes. Desde fuera del pueblo, debe parecer que el infierno se ha desatado en Vilanova y que el pueblo se quema. Desde el punto de vista de uno de esos transeúntes, es algo un poquito peligroso. Pero divertidísimo.

Una calle larga y estrecha, con una hoguera que la recorre longitudinalmente. Las llamas ya han decrecido un poco, pero la calle sigue siendo un horno lleno de humo. La única opción es seguir adelante, esperar que no cambie el aire y te tire las llamas a la cara, utilizar el jersey como filtro nasal y correr y correr porque detrás se oyen cascos de caballo y no hay lugares para resguardarse hasta la plaza del fondo. Una vez allí, más fuego. Para seguir el recorrido hay que cruzar una hoguera que "bloquea" la siguiente calle y arde alto, azuzada por el viento. Los dos lados de la hoguera son estrechos y en ambos hay que atravesar las llamas. Será cuestión de coger carrerilla y sentirse muy heavy metal (black wind, fire and steel) durante el salto...

Para acabar de completar la noche, mis amigos son mayorales del pueblo, miembros de la familia que organiza una hoguera importante porque este año les toca a ellos. La tradición manda que los jóvenes de la familia dispongan un garaje u otro local, lo aprovisionen de bebida y comida y agasajen a sus amigos, nosotros en este caso. Bien por la tradición, esta vez. Graaaaaan borrachera en el garaje, con una breve visita a las últimas canciones rock (antes de que el sol me diga que es de día) de la orquestilla de turno, que no se resiste a tocar Fiesta Pagana porque les echarían del gremio si lo hicieran, pero que resulta muy apropiada esta vez.

El alcohol no me ha provocado la combustión espontánea al saltar hogueras. Veremos el año que viene.

Enviado por Manu, 9:00 PM | Comentarios (19)
Licencia CC

28 de Diciembre 2003

Borracho: Flashes de una boda

Invitación-flyer para la boda
"Las normas de etiqueta de la fiesta obligan a los asistentes
a venir disfrazados por parejas, tríos o grupos de
personajes de la historia del cine y la TV. Quedan excluídos
los disfraces de men in black, cqc, reservoir dogs, blues brothers..."
 
Flash. La familia Addams casi al completo llega a la calle del pub de la boda. Un servidor, al menos, ha esquivado las normas y lleva su traje oficial de bodas aunque con la adición de una capa, maquillaje, un bigotito pintado y gomina en el pelo. Gómez ni siquiera soñaría con acudir más informal. Hay unas drag queens estupendas en la calle, provocando a los coches que pasan. Casi nos equivocamos de pub y entramos en el suyo. La boda es un poco más adelante, pero puede que esta otra fiesta fuera todavía más divertida.

Flash. Los novios van de Pesadilla antes de navidad, aunque en el momento no los identifique y evite referencias a su disfraz. En la boda hay dos Equipos A, aunque ninguno de ellos lleva a un Fénix reconocible. En el Equipo A que no conozco, M.A. y Murdock se muestran muchísimo más amistosos (con lengua) que lo que recuerdo de la serie. Hay dos Nazgûl: el Rey Brujo y el famoso Nazgûl bajito del que se ríen los otros ocho. Homer Simpson se tropieza conmigo al acercarse a la barra y, como no tienen Duff, se pide un cubata.

Flash. Tiene lugar el siguiente diálogo entre la niña de El Exorcista y su seguro servidor, Gómez de los Addams:
- ¿Has visto que capa más chula llevo?
- Mola, pero no tiene mucho vuelo.
- Pues no me has visto bajar escaleras.
- sí que no me has visto a bajar escaleras.

Flash. Aprovecho un momento en el que Morticia, espeluznantemente encantadora, se va al servicio y trato de seducir a la Princesa Leia con mis maneras caballerosas, mi sonrisa y mi bigotito, como si fuera Lando Calrissian. Se ríe pero no cede a mis aviesas intenciones de bailar un tango.

Flash. Se acaban mis invitaciones a cubata y el dinero que llevo. Justo cuando la estrategia de cambiar tickets de cerveza por cubatas en proporción de 3 a 1 da sus frutos, llega el resopar: canapés y bocadillitos. Pensaba que combinarían peor con el vodka.

Sólo lamento que no haya foto de familia de los Addams. Habrá que repetir disfraz en carnavales.
 

Enviado por Manu, 10:55 PM
Licencia CC

21 de Diciembre 2003

Borracho: Récord

Anoche celebré mi cumpleaños, aunque puede decirse que la celebración se ha prolongado hasta bien entrada la mañana. Récord de borrachera, creo, conseguido bebiendo sin parar de 7 de la tarde del sábado a 10 de la mañana del domingo. Ahora que lo pienso, no. He pasado más tiempo seguido bebiendo, aunque no sé si tanto. Anabel, la única que aguantó conmigo hasta el final, es una compañera de borrachera estupenda. Récord de resaca, eso sí, que me impide siquiera empezar a leer los regalos (Dude, where's my country, que ya comentaré, y Noches eternas de Neil Gaiman). Pondría mi único regalo audiovisual, pero es una película porno llamada precisamente Regalo de Cumpleaños, y dudo que a mi madre le gustara demasiado. Todo lo más, serviría de colofón, que mi madre siempre me mira mal (y sí lo dice, sí) cuando nos cruzamos en la cocina los domingos por la mañana.

Algo falla cuando tus amigos creen que es buena idea regalarte porno. Y tal vez no provoqué el final de noche adecuado para una banda sonora como Archenemy, pero es que me pongo tierno cuando estoy cansado.

No suelo tener resacas serias. Algo de malestar general o sequedad de boca, como mucho, pero nada más. Hoy me parece que el duende hijoputa refugiado tras mi oreja izquierda se ha comprado un martillo nuevo.

Enviado por Manu, 7:46 PM | Comentarios (5)
Licencia CC

15 de Diciembre 2003

Borracho: Promesas de borrachuzo

Entre los efectos del alcohol hay uno que no aparece en ningún panfleto del Ministerio de Sanidad: el peligro de las promesas. Puede que no sea algo tan alarmante como la degradación de neuronas (que a algunos nos preocupa poco), ni tan inmediato como un vómito repentino en el coche de alguien, pero debería estar catalogado por sus temibles consecuencias a largo plazo.

El problema de los juramentos alcohólicos suele ir asociado al de la falta de memoria. No dispongo de estadísticas al respecto, pero por alguna razón son las mismas personas que siempre hacen promesas imposibles quienes no las recuerdan al día siguiente. Sospecho que no es más que una manera de saltárselas, de escurrir el bulto; que en realidad no es tan complicado recordar aquellos compromisos con los que todo el mundo reía la noche anterior. Pero nadie duda de la amnesia selectiva de un resacoso. Y con esas se escapan...

... a menos que se encuentren con alguien como yo. No es que normalmente recuerde todo cuanto hago con unas copas dentro, pero sí tiendo a acordarme de hechos trascendentes. Lo olvidaré, sin duda, si alguien me dice "mañana te llevaré el CD a casa", pero no cuando Susana afirma que "podrás ser el copiloto de mi coche nuevo siempre que quieras", cosa que hizo este fin de semana. ¿Siempre que quiera? Perfecto, ya no es necesario que me saque el carnet de conducir. O cuando un tanga de Patricia pasó a ser de mi propiedad por una apuesta, aunque se lo devolviera nada más requisárselo y permita que se lo siga poniendo ella. O cuando Andrés, mi amigo cocinero que ocasionalmente nos utiliza como conejillos de indias, me dio permiso para aparecer sin pagar un duro y sin avisar en cualquier cena que él organizara. Sin saberlo, por culpa del alcohol, me garantizó un plato caliente al día de por vida. Y algo así tiene un valor grandioso, sobre todo cuando se le ofrece a un estudiante de matemáticas.

No sé qué es lo que nos impulsa a prometer imposibles, o meros improbables, tras unos cubatas. Supongo que es lo mismo que nos hace bailar, nos avergüenza o, en contadísimas ocasiones, nos sopla la frase perfecta. Si lo comprendiera sabría mucho más acerca de todo. Pero de momento, no. Soy una víctima cándida como otra cualquiera: aunque de verdad procuro moderar mi labia en cuanto a apuestas y promesas (y nunca juro amor eterno si no me va a ser fácil mantenerlo), tengo pendiente encontrar tiempo para dar clases a unos cuantos amigos, perpetrar un cunnilingus, arbitrar una partida de Rolemaster, grabar una maqueta con mi viejo grupo. Y acabar la puta carrera este año, claro, que cuando uno va borracho pierde mucho el control.

Lo dicho: Etiquetado responsable en las botellas de alcohol ya.
 

Sólo un ejemplo...

 

Enviado por Manu, 6:11 PM | Comentarios (1)
Licencia CC

10 de Noviembre 2003

Borracho: Flashes de Rosell

Flash. Viernes por la noche, carretera desierta. Seguimos en dirección Rosell al dueño de la casa donde pasaremos el fin de semana todos los colegas. El conductor de mi coche me dice: "Aguántame la cerveza, que les voy a hacer un marcianito". Apaga las luces de posición, enciende las de emergencia y se pone a dar destellos con las largas. Un minuto después el dueño de la casa ha parado en el arcén, preocupado. Me toca a mí decirle por la ventanilla: "No pasa nada, no pasa nada, sólo era un marcianito". Me llama payaso a mí, que lo único que he hecho ha sido sostener una lata. Una bicicleta nos adelanta.

Flash. Ya en Rosell, instalados y de fiesta, alguien dice que podríamos levantarnos pronto el sábado para ver el pueblo. Los que teníamos pensado acostarnos pronto el sábado cruzamos miradas significativas.

Flash. Diez de la mañana del sábado, o algo así. Paseando un rato a Thor (el poderoso perro de Javi), nos damos cuenta de que en Rosell tampoco hay tanto que ver. Lo más interesante del pueblo está en nuestra casita. Nos volvemos.

Flash. Cinco y media de la tarde del sábado. Despierto después de dormir 5 o 6 horas. En el salón hay gente jugando a la consola y una partida a El Golpe en marcha. Me apunto, aunque pierdo miserablemente porque el único que sabía jugar de antes tiene a la mitad de la mesa engañada y cumpliendo sus órdenes. Qué se le va a hacer.

Flash. Cuatro de la mañana. El dueño de la casa quiere que dejemos de armar escándalo a esa hora, así que los que quedamos despiertos decidimos irnos a un bancal en las afueras que descubrimos la noche anterior. Preparamos bebida y partimos. Hay mucha niebla y en la carretera del fondo se ven luces borrosas de vez en cuando. Los árboles no tienen hojas y hace frío. Si Thor ladra una vez más, tendré que prepararme para repeler el ataque de la horda zombi.

Galactus, el devorador de mundos
Flash. Poco después. Una conversación sobre órdenes de alejamiento a maltratadores ha degenerado en una competición para inventar aparatos de medida estúpidos. El más demencial, por una vez, es mío: el Galactusómetro. El galactusómetro mide el grado de galactusismo de cualquier individuo, es decir, su tendencia a ponerse cascos rosa con forma extraña y a devorar mundos. En su momento tiene mucha gracia, aunque esté feo que lo diga yo. Poco después, un error de dicción nos lleva a inventar el galactusódromo, lugar donde los Galactus hacen carreras. Ha sido ese tipo de noche.

Flash. Domingo por la tarde, volviendo a Castellón en coche después de recoger la casa y comer algo. De día no se puede (ni se debe) hacer marcianitos. De todas formas, estamos tan cansados que ni siquiera se nos ocurre.

Enviado por Manu, 9:43 PM | Comentarios (0)
Licencia CC