13 de Septiembre 2010

Pelis y series: Se acerca el invierno

Esta noche, antes del capítulo final de la temporada de True Blood, la cadena de televisión HBO ha emitido varios especiales para promocionar las series nuevas que tienen proyectadas. La más esperada, al menos por mí, era A game of thrones, la adaptación de la Canción de hielo y fuego de George R.R. Martin. Son dos vídeos, uno de presentación de la serie (con entrevistas e imágenes de los actores caracterizados) y un nuevo tráiler algo más largo que el anterior.

Como tengo uno de esos domingos insomnes, me ha dado por subtitularlo y, si YouTube no se lo carga (no lo quieran los Siete), aquí tenéis el resultado:

La calidad de imagen es un poco culera, admitido. Si alguien quiere hacerlo mejor, aquí está el archivo SRT. Si os pica la curiosidad y queréis saber absolutamente todos los personajes que aparecen, los frikazos del blog Winter is coming han diseccionado el tráiler. La serie promete. Mucho.
 

Daenerys Targaryen

 

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17 de Abril 2009

Pelis y series: Caprica

El próximo martes 21 aparece en DVD Caprica, la película de dos horas que sirve de episodio piloto a una serie que empezará a emitirse en 2010. Caprica está ambientada 58 años antes de los acontecimientos que se narran en Battlestar Galactica, aunque no hace ninguna falta haber visto la serie para entender o disfrutar esta peli.

CapricaCaprica es un planeta rico y evolucionado, altamente tecnológico. Los chavalen juegan, pelean y follan en ambientes virtuales, el ejército anda intentando desarrollar combatientes robóticos y para trasladarse de un planeta a otro en las Doce Colonias basta con llevar la maleta hasta la estación de metro-tren a dos manzanas. Pero en esa sociedad avanzada, adoradora de los antiguos dioses griegos y ya casi falta de objetivos, está aflorando un peligroso movimiento monoteísta. Y la amenaza del Único Dios acaba por materializarse en el explosivo atentado que pone en movimiento la película.

Caprica no es una peli de acción. Ni casi de ciencia-ficción, aparte de los robots, la realidad virtual, los ordenadores-papel y chorradas por el estilo. Lo que pretende esta película, al igual que toda Battlestar Galactica y supongo que también la serie que vendrá, es establecer un drama terrenal que permita tratar los asuntillos que interesan a sus escritores: en este caso, la definición correcta de «vida inteligente». Nada nuevo en la ciencia-ficción, claro, pero un tema tratado con frescura. Puede que no sepamos lo bastante del cerebro humano para duplicar directamente sus procesos, pero teniendo en cuenta que contiene menos información en crudo que una peli de dos horas en XVid, ¿no habría algo que pudiera hacerse, contando con la suficiente potencia computacional?

Joseph Adama, interpretado por Esai MoralesLo que no se puede negar, sin embargo, es que aunque no sea necesario haber devorado Battlestar Galactica para ver Caprica, el tono y el ritmo de ambas series va a ser parecido. Joseph Adama (en la foto) es el padre del almirante Adama de Galactica, que aparece de niño en la película. El ejército, básicamente, está creando centuriones Cylon. Y me huele a mí que no van a ser los únicos dos vínculos importantes entre ambas series, cosa que por otra parte es de cajón tratándose de una precuela. Sin embargo, la película y la serie que llegará en 2010 están pensadas como las novelas de Pratchett: se enriquecen al haber leído las anteriores, pero son válidas y suficientes por sí mismas. Además de excelentes.

No negaré que llevo siendo fan de Battlestar Galactica (2003) desde que vi su episodio piloto y no pudimos parar, al ritmo de tres o cuatro capítulos al día, hasta que nos pusimos al día con las emisiones estadounidenses. El fondo de escritorio de mi móvil es el logotipo de la nave. Por tanto, no es de extrañar que vaya a recomendar encarecidamente Caprica, una película con el mismo equipo creativo, forma de contar historias y universo que la serie anterior. Y sin embargo, estoy convencido de que gustará incluso a quienes no se engancharon a Galactica con la miniserie inicial. Incluso a esos putos psicópatas.
 

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1 de Abril 2009

Pelis y series: The King of Kong

 

Los rivales y el árbitro de King of Kong

El documental se estrenó en 2007, pero a mí me pilla completamente de nuevas. Retrata la lucha de un aspirante al trono mundial del videojuego clásico Donkey Kong, que ha ocupado durante veinte años el icono de masas Billy Mitchell. Billy es un auténtico American Winner, seguro de sí mismo, triunfador en los negocios y parte de la organización que establece los récords oficiales de videojuegos, Twin Galaxies. Frente a él se alza el protagonista, Steve Wieve, que se sabe capaz de superar los 800.000 puntos de Billy y terminar el juego, pero debera internarse en un ambiente cerrado y hostil para alcanzar el reconocimiento que busca.

En el fondo, es la historia de una pandilla de frikazos del copón (algunos mezquinos y sucios, otros simplemente viviendo en su mundo paralelo), que me han sacado bastantes carcajadas. En particular, el árbitro y el segundón mediamierda que hace de lacayo maligno son de pura antología. Pero al final es la lucha de Steve, por poco trascendente que parezca, la que termina atrapándote hasta que acabas dándole ánimos con el puño levantado, sobre todo si (como yo) no has mirado la página de récords para conocer el final de antemano. La música está elegida a la perfección, y ayuda a completar el ambiente de recreativo ochentero, cochino y macarrilla, que empapa todo el documental.

En breve, me ha hecho tanta gracia que hasta he subtitulado el tráiler.

 
Enviado por Manu, 4:34 AM | Comentarios (3)
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21 de Octubre 2006

Pelis y series: Lagrimitas

Por primera vez, y sin que sirva de precedente, me siento parte de la comunidad bloguera más ñoña y cursi al hacer partícipe a quien pase por aquí de unas lágrimas que se me han escapado esta noche, tumbado en el sofá. Y solo en casa, que yo normalmente soy muy machote. Quien haya pasado por lo que yo acabo de pasar y no tenga la sangre de horchata sabrá comprenderlo.

A dos metros bajo tierra

Alan Ball es un genio de la tragicomedia. O de la comedia negra. O seguramente de ambas a la vez. Solamente por los diez últimos minutos de A dos metros bajo tierra debería tener una subvención vitalicia de la ONU para poder dedicarse a escribir guiones, a ver si le salen cosas tan bien paridas como esta serie o la peli American Beauty. A lo mejor es el cansancio, la somnolencia o los cinco capítulos seguidos que me había metido previamente en el cuerpo, pero la montaña rusa emotiva que es el final de la quinta y última temporada (el ataque de risa con el último plano de los hermanos Chenowith tiene que haber despertado a los vecinos) no tiene precio.

Y aunque Battlestar Galactica promete mucho, de momento es A dos metros bajo tierra la serie que ocupa lo más alto del podio de mi corazoncito.

Buenos días y feliz sábado.
 

Enviado por Manu, 7:40 AM | Comentarios (3)
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12 de Noviembre 2005

Pelis y series: Final Fantasy VII - Advent Children

 

Final Fantasy VII - AC

Argumento, nulo: al parecer, unos tipos han conseguido aislar de la corriente vital las células de Génova y las están usando para conseguir poderes (y apariencia) al estilo de Sephirot. Evolución de los personajes, nula: el protagonista, Cloud, repite en 100 minutos la evolución que en el videojuego original le llevó 94 horas. Y todo eso si los fansubs no se los ha inventado alguien basándose exclusivamente en sus conocimientos del juego.

Pero en cuanto a escenas de acción sobrehumana, persecuciones en megamoto combinadas con lucha a espada, destrucción generalizada, espectáculo puro y nostalgia por unos personajes con los que has pasado mucho tiempo salvando el mundo (salen incluso Vincent y Yuffie), Matrix no le llega ni a la suela de los zapatones. Y el detallito de la melodía del móvil es impagable.
 

Enviado por Manu, 8:25 PM | Comentarios (8)
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1 de Septiembre 2005

Pelis y series: The 4400

Ahora que terminó la temporada de Perdidos en la primera y que la próxima, pese al éxito de audiencia, tardaremos en verla doblada, no está de más recomendar otra serie para paliar el mono de frikismo televisado.

The 4400

En los últimos cincuenta años del siglo XX se empiezan a escuchar noticias de abducciones, de desaparecidos sin ninguna explicación. La gente las ignora, las revistas especializadas crean a partir de ellas una seudociencia llamada ufología y, bueno, la humanidad en general se las toma a coña. Y entonces, un buen día (el 11 de septiembre de 2004) un meteorito se acerca a la Tierra con velocidad de impacto serio. Con velocidad de aniquilación global, vamos. Las agencias de seguridad se vuelven locas, lo bombardean con misiles nucleares sin ningún efecto y, en el último momento, son las primeras en darse cuenta de que el meteorito está frenando y cambiando de rumbo. Pero los meteoritos no pueden cambiar de rumbo, así que está claro que no es un meteorito. Se detiene unos metros por encima de un lago de la zona de Seattle, emite una luz cegadora y, cuando se vuelve a ver algo, el lago ha sido sustituido por 4400 personas con cara de gilipollas, que (se descubre pronto) no recuerdan nada del tiempo que estuvieron desaparecidos.

La serie tiene un aire a Expediente X, con una pareja de investigadores (esta vez de la NSA) al cargo de los sucesos relacionados con los 4400. Pero a diferencia de aquella, todos los capítulos de The 4400 están relacionados con la trama principal de la serie, que consiste en descubrir las razones de la abducción... y de las capacidades especiales que están empezando a mostrar los retornados. Engancha, advierto.

La primera temporada de la serie consta sólo de 5 episodios (uno de ellos doble), como si sus productores no estuvieran demasiado seguros de la viabilidad. Por suerte, la segunda temporada lleva ya 11 (de los que solamente he visto los tres primeros) y parece que tiene salud de sobras. Los subtítulos, tanto en castellano como en inglés, están disponibles en la red. Sólo hay que saber buscar.
 

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8 de Diciembre 2004

Pelis y series: Kill Bill

La NoviaOjito: Pese a lo sencillo del argumento de la peli, es posible que no quieras leer esto si no la has visto entera. Tú mismo.

Kill Bill es un peliculón y quien diga lo contrario miente. Así de sencillo. Me he esperado a ver la segunda parte antes de emitir el veredicto y, circunstancias de la vida, ha tenido que ser tarde y en DVD. Pero en realidad me alegro de haber visto el segundo volumen cuando ya tenía claro que había un cambio sustancial respecto al primero, que no había una segunda orgía visual de violencia. Sabiendo de antemano que Kill Bill 2 era una película de Tarantino pura y dura. Seguramente a los críticos profesionales les habrá gustado más el segundo volumen que el primero, pero supongo que es porque los críticos profesionales tienen problemas con las orgías y yo no. Lo que no se puede negar es que la última película del bueno de Quentin es una y dos a la vez. Y, malversando una frase suya, que nadie me pida que compare una película de Tarantino con otra; pedidme que la compare con una película de otro director.

La historia es simple y, por mucho que se coman la cabeza en el como-se-hizo, queda bastante clara desde el principio. Uma Thurman, ex-asesina con nombre en clave exótico, es puteada hasta no poder más por un tal Bill y sus secuaces en el ensayo de su boda. Le dan la mayor paliza posible y, justo después de que ella diga a Bill que el bebé que hay en su vientre es suyo, éste le pega un tiro en la cabeza. Por supuesto, ella sobrevive y clama venganza tan pronto como recupera el conocimiento. En la primera parte se cobra algunas víctimas, y lo cierto es que la película no tiene demasiado secreto: tal y como la han tratado a ella, se merecen incluso más de lo que reciben, que no es poco. Obviaré las referencias a películas antiguas de artes marciales porque en realidad no son necesarias. Kill Bill vol. 1 es un regalo para la vista (y para el oído) por sí misma. Y poca gente se hubiera atrevido a rodar un derroche de efectos especiales como el del combate contra los 88 Maníacos en blanco y negro, o a poner una versión aflamencada del Don't let me be misunderstood como banda sonora del clímax final. O a incluir 10 minutos de excelente (y efectista) animación japonesa en mitad de una película de imagen real.

El segundo volumen no nos revela la historia completa, como se han hinchado a decir en las promociones. La historia (resumida en la palabra "venganza") está clara desde el principio. Lo que hace la segunda película es matizar algunos aspectos que veíamos clarísimos en la primera y que tal vez, sólo tal vez, no lo sean tanto. Sí, la Novia está más que justificada en sus ansias de acabar con Bill. Pero es que, coño, Bill es un tío muy majo para ser un cabrón despiadado. En el mundo en que vive, lleno de asesinos y katanas, parece ser el bueno: trata bien a su hija, cuida de su hermano y procura que sus discípulas reciban la mejor instrucción de manos de su propio maestro. Que es un cabronazo de mucho cuidado, igual que su padre adoptivo, lo cual en cierto modo (retorcido, claro, no olvidemos quién dirige la película) justifica muchas de sus acciones. Para ser un asesino, Bill no está mal. Y la Novia también es una asesina, así que Tarantino nos fuerza a ver la situación desde un punto de vista en el que matar no es algo malo por sí mismo. La característica que convierte a Bill en merecedor de la venganza que recibe es que jamás discrimina. Cualquiera que le traicione morirá la peor de las muertes. Cualquiera. Sea quien sea. Incluso la Novia. Lo que hace malo a Bill es que no es un ser humano: no tiene excepciones a las reglas que sigue, nunca dice "todos menos ella". Es una máquina de impartir justicia (a su manera, claro) que jamás piensa a quién se la imparte ni intenta comprender sus razones. El problema de Bill es que no tiene empatía. Que, a diferencia de los otros personajes de la película, no le preocupa el destino de quien ha compartido tanto con él. Que es un psicópata.

Hay más lecturas. Por supuesto que las hay, desde "mola y todos se dicen frases macarras y a Uma la entierran viva" hasta "es un alegato en favor de la maternidad". Pero la mía es que el auténtico protagonista de Kill Bill no es otro que Billl, y la Novia es quien le juzga correctamente a partir del tiro en la cabeza y decide quitarle de enmedio, primero por venganza y luego, cuando llega hasta él, para impedir que siga haciendo daño. Por mucho que le duela. Pero pasando finalmente del llanto a la risa al ver que (dentro de su mundo de katanas) ha hecho lo correcto.
 

Enviado por Manu, 6:05 AM | Comentarios (3)
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23 de Febrero 2004

Pelis y series: Un hombre nuevo

Carátula de Shaolin SoccerDesde finales de la semana pasada soy una persona diferente de la que era, y no sólo porque cuente con unos cientos de miles de neuronas menos gracias a los carnavales de Alicante [1]. Entre el miércoles y el jueves pasado vi dos películas que me han dejado una marca imborrable. Una es Amélie. La otra es Shaolin Soccer.

Amélie ya advierte desde antes del primer fotograma que es "una película que te cambiará la vida". Yo ya tenía bastante claro que el sentimiento hippie de currárselo (aunque sea un poco) con el prójimo y hacer la vida agradable a la gente era bueno, y me encantaron las tramas que organizaba Amélie para alegrar la vida a sus colegas, como los Gigatrón. Pero lo que me llamó la atención fue que en una película que Disney hubiera utilizado para convertir al personaje protagonista casi en un santo, Amélie tiene dos detalles estupendos: (1), que sobre todo se preocupa por sí misma: los montajes más elaborados que organiza son para atraer la atención del hombre de quien se enamora, y (2) que Amélie no es que sea buena: es que imparte justicia, aunque admitiré que con bastante más suavidad que el Juez Dredd. No es la historia de una mujer que decide mejorar la vida de la gente haciendo apología del amor y el buen rollito, sino que decide mejorar la vida de la gente caiga quien caiga, y si no que se lo pregunten al pobre frutero de la película. O a su propio padre.

Y Shaolin Soccer... qué decir de Shaolin Soccer, esa obra maestra. O de su banda sonora, que incluye el mega-hit "El Kung-fu shaolin es el mejor". (Nota mental: buscarla en el eMule ya.) No tenía ninguna gana de ver la película porque no me gusta nada el fútbol y de jovencito odiaba profundamente a Oliver y Benji, pero Pau casi me obligó a sentarme delante de la televisión. Nunca podré estarle lo suficientemente agradecido. Sin él (sin esta película) jamás habría descubierto que el kung-fu shaolin se podía aplicar para mejorar todas las facetas de la vida, incluyendo el canto o el fútbol. Ahora, cuando tengo problemas, pienso en el momento en que mis obligaciones me permitirán apuntarme a un cursillo de kung-fu y ya me siento mejor, aunque mis nulos conocimientos de artes marciales me impidan utilizarlas para revisar traducciones. Y todo gracias a esta obra maestra del humor japonés de la que soy, desde ya, profeta evangelizador. Todo el mundo a buscar con el eMule a la voz de ya.

Dos películas que no olvidaré con rapidez, y que me prepararon psicológicamente para un Carnaval cojonudo.

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[1] Si alguien se cruzó con un grupo de bailongos setenteros con pelo afro y paquetorro en la entrepierna, yo era el alto. Buen gusto hasta en los disfraces, señora. No, no hay fotos, una lástima... Volver.

Enviado por Manu, 9:07 PM | Comentarios (7)
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28 de Noviembre 2003

Pelis y series: Bowling

Una de las portadas de la película
Llevaba tiempo queriendo ver Bowling for Columbine, el documental que hizo (y por el que dieron un óscar, ya ves) el autor de Estúpidos hombres blancos, Michael Moore. Durante dos horas, y tomando como punto de partida los asesinatos del instituto Columbine, el documental da un buen repaso a la sed de sangre estadounidense. Lo que en según qué manos daría para un buen tostón de docudrama se convierte en casi dos horas que pasan volando, a medias entre la risa y el pasmo. Contiene trozos surrealistas de noticiarios reales, un corto de los creadores de South Park sobre la historia americana, unos cuantos datos casi increíbles sobre asesinatos en el mundo y, al menos el DVD que yo he visto, una rueda de prensa donde el autor no deja títere sin su dosis de sentido común.

No me ha defraudado en absoluto pese a que todo el mundo decía que era genial y, por otra parte, ya me había creado mis propias expectativas después de leer Estúpidos hombres blancos. Y ya se sabe lo que pasa cuando esperas demasiado de algo... Lo mejor de todo el documental es el propio Moore, repartiendo estopa por donde pasa: entrevistando a responsables de empresas bélicas, llevándose a dos "daños colaterales" de Columbine a unos grandes almacenes y montando escándalo hasta conseguir que dejen de vender munición, e incluso plantándose en casa de Charlton Heston, fingiendo ser prensa amiga con su carnet de la Asociación Nacional del Rifle y llevándole a terrenos donde el muy cabrón no quería pisar. En esta película incluso a Moore le toca reconocer sus propios errores, ya que el objetivo del documental era demostrar que la fuente del problema era el libre mercado de armas y una visita a Canadá le demuestra que, bueno, no necesariamente, oiga. Allí tienen las mismas armas y muchos menos asesinatos.

En pocas palabras, es muy grande y no le puedo hacer justicia en este post después de verlo sólo una vez. Está hecho con cierta objetividad, mucha ironía y considerable mala leche. Y algo así se echaba mucho de menos desde que, ya casi hace un año, por aquí a algunos les dio por cerrar Caiga Quien Caiga.

Enviado por Manu, 4:24 AM | Comentarios (3)
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15 de Noviembre 2003

Pelis y series: Toca Matrix Revolutions

Ya sé que a estas alturas hablar de Matrix 3 es casi como hablar de Letizia Ortiz o de Rociíto, pero hay algo que me preocupa. Muy, muy poca gente dice que le ha gustado la tercera parte de la trilogía. La mayoría de comentarios son negativos. En los foros de internet todo el mundo la pone a caldo, y me pregunto si no será (al menos en parte) porque --no siga leyendo si no la ha visto, señora-- no termina con una victoria aplastante del bando humano y la destrucción total de las Inteligencias Artificiales.

Antes de seguir, diré que a mí me gustó la película. Salí del cine un poco descolocado (porque el final es muy precipitado y, sinceramente, yo también me esperaba otra cosa), pero después de comentarla un poco con los amigos me di cuenta de lo que ocurría. Estaba esperando una de las dos siguientes opciones: (1) El supuesto mundo real de Sión es parte de Matrix. Muy predecible, de hecho era lo que los Wachowski querían que pensara todo el mundo, pero me hubiera gustado. Hubiera sido una analogía bonita con gran parte del "mundo alternativo anti-sistema" actual, con los punkis de diseño que van a garitos cool, se dejan una millonada en ropa y tardan más en vestirse y arreglarse el pelo que mis conocidas más pijas. (Nota mental: hablar otro día de esto, que hace tiempo que no voy de demagogo.) O bien (2) Neo coge superpoderes en el mundo real, machaca a las máquinas, salva a todo el mundo y los humanos juran no crear una IA nunca, nunca más. Este final me hubiera decepcionado.

Lo que ocurre realmente es que en Matrix 3 no somos los buenos, los que podemos machacar sin compasión porque está justificado moralmente. Las buenas son las máquinas. En los cortos de animación se deja bastante claro que quienes empezamos a putearles, y quienes seguimos haciéndolo hasta que no pudieron más, fuimos nosotros. Lo que ellas hicieron es mantenernos en estasis (y, ya que estamos, utilizar nuestra energía) y darle vueltas al tema a la espera de que a su programa "estrella" (el Oráculo) se le ocurra un plan de paz viable. Por eso aceptan soltar a quienes así lo quieran al final, cuando lo lógico --si las máquinas fueran tan malas malísimas-- es dejar que Neo les solucione el problemilla que tienen y luego, no hay trato que valga, acabar con Sión de todas formas.

A mí me gustan mucho las escenas de lucha con efectos especiales. Cada uno es como es. La "estética" de la película (el cuero negro de Trinity, sobre todo) me pone. Y aun así comprendo que hay miles de razones para odiar al menos las dos segundas partes: el rollito "NoSoloMúsica" mega-guai que se llevan (sobre todo en la fiesta de Sión y la de la tercera); las pseudo-filosofías orientales embutidas, porque no hay otra palabra, en el guión; los discursitos de Morfeo; el mesianismo que se desprende de toda la saga... Yo mismo, un tipo que ha disfrutado con las tres películas, soy consciente de todos esos puntos negativos. Lo único que espero es que la corriente de odio hacia Matrix 3 sea por alguna de esas cosas, o por esnobismo, o porque el guión hace aguas, o porque "simplemente me parece una mierda". Espero que no sea porque la gente esperaba ver la sangre de las máquinas y les han dado paz.
 

Enviado por Manu, 6:30 PM | Comentarios (2)
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