19 de Agosto 2011

Demagogia: Tocando hueso

Me da a mí en la nariz que con lo de las protestas ante la visita del Papa hemos tocado hueso.

Hace unos meses, los nuevos movimientos ciudadanos salieron a la calle exigiendo cosas muy genéricas: una reforma sin concretar del sistema electoral y, a grandes rasgos, que dejase de tratársenos como a idiotas de una vez. Peticiones amplias y, por tanto, postergables. Olvidables, en otras palabras. Desde las alturas, el 15M debió de verse como un movimiento inocente, respetuoso y tranquilo en general pero que, gracias al auge de esas redes sociales, creo que las llaman, se había ganado la simpatía de la prensa extranjera. Una revolución con buenos modales y que no pide nada muy concreto, idea que parece sacada de un libro de Pratchett. Basta con esperar a que pasen las elecciones, que desmonten el chiringuito y santas pascuas. Esto... bueno, vale, pero ya seguro que no tardan en irse a sus casas. Y de todas formas, ¿qué más da? Podemos seguir haciéndonos los locos tanto como haga falta. Es nuestro trabajo.

Sin embargo, aunque no lograse nunca nada más, el movimiento de mayo habría valido la pena por conseguir que, desde entonces, toda protesta que siga su línea haya tenido de pronto un seguimiento masivo. Cientos de personas plantadas ante un desahucio, casi al instante, a partir de una convocatoria en Twitter. La manifestación de junio. Lo de la extradición de Bouziane. Pero, de nuevo desde el punto de vista de las alturas, seguía sin escocer. Nada muy concreto excepto algún piso barato: nimiedades. Vale, hagamos que la policía se ponga un poco más firme, no vaya a calar la idea a lo bestia, pero hasta ahí.

Por último, no hará falta que recuerde a nadie lo que está pasando estos días de visita papal a Madrid. Los manifestantes, contrarios al gasto público y a la presencia de instituciones sufragadas por todos en actos que ni les van ni les vienen, están siendo tratados casi como criminales. Antidisturbios cargando contra una manifestación legal, periodistas a los que se impide informar, maderos apartando e identificando a ciudadanos por besarse en la calle o vías inaccesibles a todo aquel que no lleve la Mochila Mística RatzingerTM, entre otros comportamientos... ¿profundamente democráticos, dirían en los informativos si se hubieran dignado a cumplir su función y retratarlos?

Para mí, la cuestión es por qué una protesta convocada bajo los mismos principios que las anteriores (no violencia, todo ciudadano es bienvenido) ha hecho pasar a la policía de la casi inactividad a saltarse directamente la ley para reprimirla. Y supongo que será porque, en este caso, tal vez estemos tocando más intereses que los religiosos. No niego que la intención del gobierno de turno sea llevarse bien con la teocracia de siempre, ya por convicción o por no perder votos. Ni que doña Espe se crea a pies juntillas las sandeces que dice sobre cristianismo y libertad. Pero diría que lo que más les pica es que la sucia plebe esté metiendo las narices en su cortijo particular: las cuentas de los grandes actos que organizan, las exenciones fiscales o el acuerdo con la marca de cerveza sin alcohol que venía en la Mochila Mística RatzingerTM, por ejemplo. Igual es cosa mía y quienes le dan al joystick de los antidisturbios ni lo han pensado, pero también puede ser que esta vez el dedo -con el que por fin señalamos a las claras en vez de levantar las manitas- esté muy cerca de la llaga, que siempre es el dinero.

Enviado por Manu, 10:32 PM | Comentarios (0)
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26 de Mayo 2011

Demagogia: Acampadas, Democracia Real Ya y demás hierbas

Y quien dice hierbas dice brotes, ojo, que las palabras son muy putas. Hoy he hablado un rato con el sargento Pauix, pintor de todas estas miniaturas y miembro de Democracia Real Ya en Alicante, entre otras muchas cosas. El caso es que después del subidón de la semana pasada, con su manifestación, con sus acampadas que resistían lo que les echaran y con sus asambleas donde las abuelitas se emocionaban porque al fin nos levantábamos de la poltrona, llevo unos cuantos días con la mosca detrás de la oreja, resistiéndome a la impresión de que ahora las acampadas han pasado a... perjudicar igual es pasarse, pero puede que sí a lastrar la movilización. Así que ayer escribí un e-mail al sargento Pauix para que me contara cómo lo veía él y qué planes tenían así a corto plazo.

Este mediodía, cuando me ha llamado, lo primero que me ha dicho es que está hasta los cojones de que todo el mundo confunda las acampadas con DRY, que -per si no te'n recordes, colega- es la asociación que organizó la manifestación del 15-M y punto. Que lo suyo costó. Y que luego, cuando hubo gente que quiso quedarse en la Puerta del Sol, les pareció muy bien, e incluso varios miembros de DRY se apuntaron, pero la asociación en sí se desmarcó claramente de organizar nada en la plaza y así lo dijo. Lo que pasó fue que se siguió utilizando su logotipo porque es molón con ganas y luego, cuando los medios vieron que no podían seguir haciendo oídos sordos a las acampadas, no perdieron el tiempo en matices y metieron las dos iniciativas en el mismo saco.

Y es cierto que quedarse en las plazas fue una idea buenísima: las acampadas son lo que trajo visibilidad al movimiento ciudadano, y también la inspiración para las protestas que empiezan a saltar en otros países del mundo. Y también es cierto que me encantó formar parte de ello: confieso sin ninguna vergüenza que me sentí muy orgulloso en la plaza 15 de Mayo de Valencia. Sin embargo, lo que ya me preocupaba un poco antes de las elecciones -que la gente siguiera porque yo lo valgo más allá de la semana que se decía al principio, que todo quedara en agua de borrajas, que el rebote se acabara volviendo hastío- empecé a verlo un poco más claro el sábado. Llegué de noche a la plaza Mª Agustina de Castellón y, vete a saber cómo, acabé sentado en la comisión de economía, donde una chica propuso la moción de prohibir que se importaran productos procedentes de países que no respetaran los derechos humanos. Alguien replicó algo sobre países en desarrollo. Ni siquiera seguí escuchando los argumentos porque la mosca ya me zumbaba como un demonio detrás de la oreja, y solo usé un turno de palabra para proponer, con mejores palabras, que nos dejáramos de hostias y nos centráramos en asuntos básicos y asequibles. Al poco tiempo me levanté y me fui, porque temía convertirme en un troll enfurruñado de argumento único, que nunca caen bien a nadie y por algo será.

A veces hay que hablar las cosas con alguien para que todo encaje y, de esas veces, en algunas se vuelve tan simple que da miedo: lo que me decía la mosca era que estamos en un movimiento de protesta, no en una asamblea legislativa o constitucional como parecen creer en muchas comisiones. Estos días Twitter ha hervido de motivos para desmontar Sol, desencanto y presión para centrar el diálogo (o al menos la comunicación externa) en puntos clave bien aceptados. Yo soy partidario de volver a los orígenes. Tanto si se disuelven pronto las acampadas como si perduran en forma de centro de reunión entre barrios como creo que pretenden, opino que hay que regresar a la manifestación, y hacerlo en sitios que no sean la misma Puerta del Sol. No solo por volver de cabeza a la protesta activa, que en el fondo es de lo que se trata, sino también por recuperar la iniciativa y -afrontémoslo- volver a ser portada en los periódicos. Obviamente no he descubierto el secreto del fuego, pero me ha hecho falta que me dijeran que la gente de DRY también va más o menos por ahí para empezar a recuperar el optimismo, y no porque sean ellos en concreto sino por recordar que, igual que la semana pasada, hay gente dispuesta a organizarse para liarla parda de una vez. Pauix me ha contado que Telefónica está planeando hacerle una estatua; igual ya se sabía y yo no lo he visto, pero la idea que están perfilando es montar grandes manifestaciones por toda España el 12 o el 19 de junio si da tiempo, que son los domingos más cercanos al día 15. Y luego, espero, seguir cada mes hasta que se tenga el apoyo para hacerlas cada dos semanas, y entonces seguir hasta que en el Congreso se saquen la cabeza del culo y desempolven la ley electoral para darle un buen repaso.

De modo que media hora de conversación -no solo de DRY viven los colegas, y así de paso contribuía a la estatua de Pauix- ha bastado para que dejara de ver un futuro gris donde todos volvíamos haciendo biodanza al sofá y a la papeleta resignada. Me he convencido de que, si bien las acampadas pueden simbolizar el señor rebote que tenemos muchos, lo que son en realidad es la bocanada de aire fresco que uno quiere hacer durar, porque el rebote ya lo llevamos dentro cada cual.

Así que, con la venia de ustedes, nos vemos en la calle.

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14 de Marzo 2011

Demagogia: Lo de Islandia

De economía sé lo justo para poder definir empréstito en voz alta mientras camino por la calle y evito mearme encima. He dado algunas clases particulares de mate financiera a gente de ADE y, si a mis alumnas pueden haberles servido para aprobar, a mí me han servido para confirmar que las altas finanzas son, básicamente, un modelo deliberadamente enrevesado y difícil de entender que sirve de mecanismo para que unos pocos se forren sin dar un palo al agua y, ya puestos, de vez en cuando montar la de dios es Khorne y poner a la clase media en su sitio, que es el de la clase baja.

Hace poco se ha empezado a hablar en internet de la situación islandesa. Y cuando ha salido el tema en la terracita del bar, me encuentro con que no puedo comentarlo más que en términos muy, muy generales. Dado que la cobertura en los grandes medios ha sido poco más que nula, me veo obligado a quedarme fuera del fondo del asunto mientras doy caladas a mi cigarrillo y, sí, contengo la vejiga. Así que supongo que se veía venir que acabaría documentándome un poco. Lo vuelco todo aquí, sin enlaces ni fuentes ni nada, para futura referencia y por si le sirve a alguien para sus propias arengas.

Islandia, noviembre 2008

Islandia se comió lo peorcito de la crisis económica a finales de 2008, con el país gobernado por la derecha ultraliberal, pero la tragedia venía mascándose desde 2001. Con el cambio de milenio, la Reserva Federal estadounidense empezó a rebajar los tipos de interés, es decir, el precio de los préstamos. En esencia, y siempre teniendo en cuenta el enrevesamiento del que hablábamos, esa maniobra es equivalente a inyectar dinero a mansalva en la economía global. Los principales bancos islandeses, algunos recién privatizados, hicieron lo mismo que todos los demás en el planeta: conceder créditos como si no hubiera mañana y expandirse captando clientes extranjeros. Los beneficios de la banca se inflaron mientras la pesca -base tradicional de la economía del país- empezaba a decaer. Los grandes productos bancarios (operaciones deliberadamente difíciles de describir) fueron a parar a empresas e inversores situados, sobre todo, en el Reino Unido y Holanda. Los bancos islandeses pedían crédito tras crédito para respaldar esos productos bancarios que ofrecían al extranjero, y mientras tanto enriquecían a sus altos ejecutivos. Todo iba de puta madre.

Hasta que dejó de ir. Se declaró oficialmente la crisis económica. El colapso bancario islandés resultó ser el más grande de la historia mundial, respecto al número de habitantes. Reino Unido congeló los activos de las filiales islandesas (¡hasta las añadió a su lista de organizaciones terroristas!). Y, qué cosas, resultó que la deuda acumulada con alegría por los bancos ascendía a casi seis veces el producto interior bruto del país. En esa situación, los bancos islandeses no podían recurrir al Banco Central de Islandia, que es lo que suele hacerse cuando alguno revienta. En palabras de Davíð Oddsson, presidente del Banco Central de Islandia entre 2005 y 2009, «[los bancos] estaban acumulando deuda a un ritmo tan rápido que habría sido una idiotez construirles una montaña en la que pudieran apoyarse si fracasaban. Las pérdidas tenían que afrontarlas los acreedores que estaban haciendo esos préstamos temerarios a los bancos». El gobierno tomó el control de los tres bancos más importantes del país. En octubre de 2008 un equipo del Fondo Monetario Internacional llegó a Islandia para convencer al gobierno -de centro-derecha, en coalición con los socialistas- de que aceptara un préstamo de 1.580 millones de euros, y que así sus bancos pudieran hacer frente a las deudas. Islandia aceptó el préstamo y todo hacía pensar que tomaría el camino recto, pasaría por el aro y finalmente respaldaría a sus bancos con dinero público cayera quien cayese, como habían hecho las demás potencias económicas.

Islandia, noviembre 2008Pero la gente empezó a protestar. Lógico, teniendo en cuenta que, para colmo, la caída de la tasa de cambio había hecho que en la práctica se multiplicaran las deudas al extranjero de particulares y empresas. Lógico, dado que desde entonces se ha sabido que el Independence Party había recibido sustanciosas donaciones de inversores y bancos, algunos privatizados cinco años antes, que parecían irregulares como mínimo. Y sobre todo, lógico si la deuda ascendía a 11.800 euros por habitante y el 80% de ella era culpa de tres banqueros, con el visto bueno del gobierno. Cada sábado se concentraban de 3.000 a 6.000 personas (entre el 1% y el 2% de la población) para protestar por las medidas aprobadas y exigir que se depuraran las responsabilidades del colapso. La policía respondió en un par de ocasiones con gases lacrimógenos y sus tradicionales porras, pero el movimiento terminó llevándose por delante el gobierno de Geir Haarde. Dimitió en enero de 2009, seguido por buena parte de sus ministros, y las elecciones de abril dieron la victoria a la coalición de centro-izquierda encabezada por Johanna Sigurdardottir. Mientras tanto, los bancos islandeses -ahora refundados y en manos del estado- siguieron operando internamente, pero no pagando las deudas externas que habían acumulado con tanta alegría. O mejor dicho, lo que hicieron fue situar dichas deudas en un nivel de prioridad bajo. Y como en economía sí se cumple la máxima de que el tiempo es oro, la presión internacional obviamente se incrementó a lo bestia.

La situación estaba muy lejos de mejorar. El paro se había disparado del 1% de 2008 hasta el 9% en febrero de 2010, por lo que tampoco es de extrañar que, cuando en marzo se sometió a referéndum el plan con que el gobierno pretendía devolver los 4.000 millones de euros que debía a Inglaterra y Países Bajos, ganara el «no» con una mayoría aplastante. El dios de la economía castigó al país haciendo que entrara en erupción un volcán de nombre impronunciable. Aun con lo mal que tenían la cosa, el ministro de economía Arnasson declaró que «si hubiéramos respaldado todos los pasivos de los bancos, estaríamos en la misma situación que Irlanda».Y, aunque Islandia está lejos de recuperarse por completo -recordemos que dejó de lado su principal negocio, la pesca, en favor de la banca-, los bancos tuvieron beneficios en 2010 y están vendiendo sin prisa las acciones y bonos que poseen, esperando a las buenas ofertas. Por increíble que pueda parecer, el mundo no se ha acabado. Birna Einarsdottir, presidenta del Islandsbanski, confía en que el sistema estará reestructurado a finales de 2011, y afirma: «Al principio, los bancos y otras instituciones financieras europeas nos decían que jamás volverían a hacernos préstamos. Luego lo redujeron a diez años, y después a cinco. Ahora dicen que pronto podrían estar listos para volver a prestarnos dinero.»

Mientras tanto, el pueblo de Islandia no se ha quedado con las manos en los bolsillos. De hecho, 31 de ellos (delegados escogidos democráticamente) están redactando una nueva constitución para el país. Uno de ellos, el economista Thorvaldur Gylfason, ha declarado: «Tenemos que asegurarnos de que el tipo de malas prácticas y negligencias que llevaron al colapso de la economía islandesa hace dos años no pueda volver a darse». El ex presidente Haarde está acusado de negligencia en el ejercicio del gobierno y lo juzgará el Landsdómur (un tribunal especial para la mala conducta gubernamental que se instauró en 1905 y nunca antes se había convocado), que ya ha rechazado un par de peticiones de la defensa. También se están investigando las circunstancias del pedo bancario en sí, porque parece ser que en los días previos salieron bastantes fondos de forma muy sospechosa: hay cinco detenidos en Reino Unido y el jueves pasado interrogaron a dos famosos ejecutivos/playboys islandeses. Y el gobierno tiene preparado un segundo plan para tratar con la deuda externa, pero tampoco va a aprobarlo por decreto. El referéndum se celebrará el próximo 9 de abril.

Y lo más curioso: en las pocas ocasiones en que los grandes medios dan alguna noticia sobre la crisis islandesa, se apresuran a matizar que la situación no es exportable a otros países más grandes o con tal o cual característica de su sistema financiero. Pero en realidad, Islandia se ha limitado a nacionalizar bancos imprudentes, tumbar gobiernos cuando no cumplen la voluntad delegada en ellos, consultar los asuntos importantes en referéndum y, ah, sí, juzgar delitos. No debería ser nada del otro mundo, pero por desgracia sí lo es. Me huele a mí que las únicas diferencias reales están en lo que los islandeses han tenido los huevos de hacer y el resto (todavía) no.

Enviado por Manu, 1:19 AM | Comentarios (7)
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14 de Enero 2011

Demagogia: Las autoescuelas de Valencia

Estimadas autoescuelas de Valencia:

Estos días estoy comparando los distintos precios y mismos servicios que ofrecen varias empresas de su ramo, ya que, para alegría de unos pocos y horror general de la sociedad, me dispongo a sacarme el carnet de conducir. He llamado por teléfono a algunas de ustedes para consultar precios, y me ha sorprendido la proporción de veces en las que la persona que responde se ha negado a facilitarme ningún dato. «Pásate por aquí —me dicen—, y estaremos encantados de informarte de todo.» En una ocasión, hasta me han ofrecido un folleto ya preparado de antemano con todos los datos que solicito. Informarles de que, en esencia, va a servir para lo mismo (me lo apuntaré todo, daré media vuelta y me marcharé) no ha servido de nada, si descontamos llevarme un par de respuestas ásperas.

Futuro conductor

No crean, comprendo que un negocio, una tienda por ejemplo, se resista a informar por teléfono de sus precios. Una dependienta de Zara que se pasa la tarde recitando cifras al aparato es una dependienta de Zara que no está atendiendo a los compradores. Pero las autoescuelas ofrecen, básicamente, tres productos: matrícula, clases teóricas y prácticas con coche. No voy a preguntarles si lo tienen en azul marinero, créanme.

Aun así, es cierto que no sé la cantidad de llamadas parecidas a la mía que reciben ustedes a diario. A lo mejor, el rechazo y la voz de robot con que han sido repelidos mis avances está motivado por la repetición de insensatos como yo que (agárrense) quieren comparar precios antes de hacer un desembolso serio. Permítanme, por tanto, que les presente una tecnología nueva que está causando furor: internet. Una sencilla página web que contenga tres cifras (matrícula, mes de teoría, precio por práctica) silenciaría ese insistente teléfono que, por cierto, en todos los casos encontré en un invento infernal llamado Google Maps. Es más, si quieren yo mismo les hago la página web a cambio de formación gratuita. ¡Mejor trato no van a encontrar!

Sobre todo porque, cuando uno comprueba la ausencia de precios en internet y además recibe negativas al solicitarlos por teléfono, la impresión es que su negocio se basa en captar con malas artes a alumnos de dieciocho años -que, al no pagar ellos, no buscarán más allá de la esquina de casa- y no en ofrecer un servicio competitivo y de calidad. Eso, o que se han puesto todos de acuerdo en los precios y saben que, si cinco llamadas telefónicas bastan para confirmarlo, a lo mejor la sexta va directa a Consumo. Y disculpen que las prácticas mafiosas me sienten como una patada en los comosellamen, pero es que uno es de Castellón y ya tiene los comosellamen pelados.

Aviso general a la población: Es bastante probable que durante los próximos meses este blog se convierta en algo parecido a «Tribulaciones de un treintañero al volante». Las arengas sobre tabaquismo, alienígenas y sociedad quedarán centralizadas en el de Nueva Tribuna. Muchas gracias.

Enviado por Manu, 2:44 PM | Comentarios (11)
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11 de Agosto 2010

Demagogia: RENFE (IV) - Odisea en un tren

O: «Mierda a bordo». Un relato bastante más trágico que cómico escrito por Amador.

Los habituales de este blog ya sabrán que un servidor (Manu) lo ha utilizado en diversas ocasiones para despotricar contra la compañía ferroviaria española. De hecho, la primera entrada que escribí aquí en 2003 trataba del tema. Precisamente en los comentarios de esa entrada es donde Amador nos relata su trágica, indignante y (por qué no decirlo) algo escatológica historia, que a continuación reordeno para darle coherencia cronológica y edito ligeramente. Amador realizaba el trayecto Barcelona-Salou acompañando a su hija, que acababa de ser tratada por una herida laboral en la mano.

Promoción de RENFE

Los de RENFE, o la RENFE en cuestión, sin duda son unos auténticos hijos de puta. Lo que a mí me ocurrió es largo de contar, pero los voy a denunciar, aunque se lo pasarán por el forro de los huevos. Grosso modo: La puerta de un media distancia me aprisionó el pecho varias veces hasta que por fin me pudieron arrastrar hacia dentro los otros viajeros. Íbamos como sardinas enlatadas. Yo, enfermo cardíaco y asfixiado, sufrí un ataque de ansiedad agudo. Esto me descompuso el vientre y, al ser imposible llegar al servicio del tren, me cagué encima.

Pero empecemos por el principio. Mi hija se sometió a un tratamiento médico en Barcelona para evitar una cicatriz de unos seis centímetros a consecuencia de un accidente laboral. En la estación de RENFE, con la mano inmovilizada y dolorida, le fue imposible empujar entre el embudo que se formó para subir al tren, por lo que, al quedarse la última, acabó en tierra sin poder viajar. Yo monté y, al intentar darle la mano para ayudarla, la puerta me enganchó repetidas veces. El tren se me llevó y estuve viajando solo, con dos billetes, mientras mi hija seguía tirada en Barcelona con mis medicamentos para el corazón en su bolso.

La deposición fue instantánea, y a la altura de Torredembarra ya pude sentir, abatido y muy a mi pesar, que otra exoneración era inevitable. Al tiempo que me alivié de aquel primer peso, noté una nueva carga en mi interior, la de los callos con garbanzos que había comido a las seis de la tarde en un bar de mala muerte -donde además me clavaron- que, unidos al calor sofocante y la ansiedad, terminaron por hacer su efecto.

Aunque la escena que sufrí fue angustiosa y vergonzosa, como persona agradecida que me considero quiero reconocer la labor de estos asquerosos, ya que por su incompetencia pude vivir una experiencia de hora y media (Barcelona - Salou) que, aunque repugnante, me ha inspirado para escribir varias páginas de la novela que estoy acabando. Por si lo anterior fuese poco, mi nariz pasó todo el viaje pegada como una lapa al sudoroso sobaco de un gigante africano que viajaba hasta Tortosa (fin del trayecto), por lo que dicha hora y media se me hizo infinita. Aun así, quiero dar las gracias a quienes compartieron conmigo tan duro viaje en aquella cuadra, pues se comportaron como auténticos seres humanos: al verme apesadumbrado por el mosquerío que convocaron el hedor de mi pantalón y el asfixiante calor, tuvieron el formidable miramiento y cortesía de hacerse los locos. Disimularon como auténticos jabatos, como si no pasara nada.

Mientras tanto, mi hija y yo permanecíamos en contacto por el móvil. Decidió protestar por lo ocurrido y, después de marearla todo lo que quisieron y más, por fin localizó a un gualdrapas a quien explicar la situación. El gualdrapas no tuvo más argumento que decir a mi hija que RENFE no se responsabiliza de los viajeros que se queden en tierra, a pesar de haberle explicado el motivo y saber que el tren estaba abarrotado. Mi hija me informaba de todo por teléfono, por lo que mi indignación iba en aumento, así como la desesperación de ambos frente a tal atropello de nuestros derechos y al mal obrar del maquinista que casi me parte el pecho y la cara con la puta puerta.

Al llegar a Tarragona (dos paradas antes de mi destino), aproveché una parada de varios minutos para ir a pedir explicaciones al maquinista, no solo acerca de la irracionalidad de dejar a mi hija en tierra sabiendo que era el último tren del día, sino también por golpearme de aquel modo con la asquerosa puerta. Su respuesta fue que las puertas se cierran automáticamente y que, además, él acababa de relevar al maquinista que venía de Barcelona. Hombre, digo yo que alguien deberá activar ese automatismo. En fin, una patraña como tantas otras. Me tuve que aguantar y continuar en aquellas condiciones lamentables e injustas. A mamar toca.

Ya podrían aprender algo de civismo y humanidad todos aquellos orgullosos y arrogantes que tanto pecho sacan porque llevan una mierda de plaquita anunciando que son funcionarios de RENFE. En los 51 años que tengo, jamás me había sentido tan denigrantemente tratado. Al presentar reclamación me respondieron que tururú, que me dieran por el culo... aunque por ahí, ni el bigote de una gamba. La verdad, dudo mucho que alguien se atreviese a penetrar un culo en tal estado. Lo preceptivo es presentar cualquier reclamación al momento de suceder la anomalía, por lo que a mis moscas y a mí no nos quedó más alternativa que plantarnos en el mostrador de la estación, ya que en Salou la ventanilla cierra a las 22:30 y ya pasaba la hora.

Os podéis imaginar la escenita: tuve que explicar a la muchacha el motivo de mi queja antes de que me facilitara el bloc de colorines donde debía escribir dicha queja. Durante todo el proceso no pude dejar de bailotear a causa de la incomodidad y el escozor que me embargaban, además de la angustia y la fatiga. Lesionados en nuestros derechos, mi hija y yo debimos soportar este impresentable atropello al ciudadano, que está hasta los cojones de pagar impuestos para recibir tan miserables contrapartidas.

Esto ocurrió el 9 de agosto de 2010. La reclamación está entregada, ahora denunciaré a RENFE y apelaré al Defensor del Consumidor con la esperanza de que no sea otro bribón como los de RENFE.

Podéis leer la historia completa en los comentarios originales de Amador, hacia el final de esta página. Por mi parte, solo confirmar que en ocasiones los trenes (y otros transportes públicos) superan con mucho su capacidad legal... algo que, por supuesto, no sucede en las modalidades más caras de RENFE. ¿Costaría tanto programar las máquinas de cercanías y media distancia para que no se superase el aforo máximo en ningún momento? Claro que no. Lo cual nos lleva a pensar por qué no se hace y, como consecuencia inmediata, qué respeto muestra RENFE a sus viajeros de segunda.

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28 de Julio 2010

Demagogia: Olé

Adiós, corridas de todos, adiós

El parlamento catalán ha decidido prohibir, aunque sea de forma parcial, la tortura de animales como espectáculo en sus tierras. Dicho así, clínica y asépticamente, sin añadir ninguna valoración visceral de uno u otro signo, la noticia debería considerarse como un avance legislativo normal. Aburrida, incluso. Desde luego, nada para echar cohetes: anda que no queda camino por delante antes de que la ley se acerque lo más mínimo a la justicia. Ciertamente, el anuncio no debería bastar para que yo sobreimprimiera el titular en un paisaje bonito, cosa que suelo hacer cuando -por una de aquellas- me alegra algún resultado de la política actual.

Pero con el problema de los toros, como con tantos otros, sucede que unas voces suenan mucho más altas que otras. No es ya el argumento manido (aunque válido) de que el toro no entra por voluntad propia a su tormento y ejecución. Es que se trata de una iniciativa que se ha llevado a cabo con todas las de la ley (presentación de firmas, tramitación, aprobación por mayoría hoy mismo); es que Catalunya no es ni siquiera la primera comunidad autónoma que prohíbe usar los ruedos para lo que Dios los creó al octavo día; es que ni siquiera prohíbe todos los actos festivos basados en la tortura. Con todo, parece que utilizar los cauces legales para aprobar una medida positiva es un acto de lo más antisistema. Los medios de comunicación se llenan de gritos y exabruptos hasta tal punto que parece que el parlamento catalán lo lleve una horda punki. Quienes más deberían querer blindar el proceso político (porque viven y chupan de él) son los que más hostias reparten contra un resultado que, total, les supone quitarse un capricho.

Últimamente tiendo a ver la pelea política en términos de patio de colegio. En cualquier asunto que discutan nuestros legítimos órganos de representación se puede distinguir a todos los participantes de una bronca infantil: el matón al que no conviene tocar las narices, el que le hace la pelota por interés, el miedoso lameculos (no es difícil adivinar quién suele interpretar este papel últimamente) y, en alguna ocasión muy poco frecuente, el chavalín tímido al que los otros acaban hinchando los cojones y se descubre más fuerte de lo que creía. Tampoco pasa nada por que ese chavalín se apunte una de vez en cuando, que ya lo machacan bastante a diario. Y si el matón rabia, que rabie a gusto: para colmo, le han colado sin que se diera cuenta un paso más para la división de Catalunya en veguerías, no en provincias.

En cuanto a los toros, van dos. Quedan quince.
 

Enviado por Manu, 6:46 PM | Comentarios (3)
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14 de Enero 2010

Demagogia: ¿Aprenderá ZP? Ni de milagro

No puedo hacer más que quitarme el sombrero ante la respuesta que ha dado Obama a la gente de Wall Street, que había protestado por el nuevo impuesto que quiere imponerles la administración estadounidense. Traduzco directamente las palabras de Barak Hussein, sacadas de una entrada del blog de la Casa Blanca:

El presidente a Wall Street: «Queremos recuperar nuestro dinero y lo vamos a conseguir»

En lugar de mandar una falange de grupos de presión para combatir esta propuesta, o de emplear un ejército de abogados y contables para intentar evitar la tasa, les sugiero que tal vez puedan considerar la simple medida de atender a sus responsabilidades.

Me comprometo a recuperar hasta la última monedilla que se le debe al pueblo americano. Y mi resolución de lograr este objetivo se incrementa al ver los informes de beneficios masivos y obscenas bonificaciones en algunas de las mismísimas empresas que deben su existencia continuada al pueblo americano, a gente a la que no se ha resarcido y que sigue enfrentándose a dificultades muy serias durante esta recesión.

Queremos recuperar nuestro dinero y vamos a conseguirlo. Y es por ello que propongo imponer una Tasa de Responsabilidad sobre la Crisis Económica a las principales firmas financieras, hasta que el pueblo americano esté plenamente compensado por la extraordinaria ayuda que proporcionó a Wall Street. Si estas compañías están en la suficiente buena forma para permitirse unas bonificaciones inmensas, sin duda podrán pagar hasta el último penique que deben a los contribuyentes.

No podemos volver a los negocios de siempre. Y cuando vemos los informes de empresas que, una vez más, se embarcan en apuestas arriesgadas para cosechar una recompensa rápida, cuando vemos el retorno a unas prácticas compensatorias que no parecen reflejar la situación que ha atravesado el país, todo eso me da la impresión de ser los negocios de siempre. La industria financiera incluso ha lanzado una masiva campaña de grupos de presión, haciendo piña con el partido opositor, para entorpecer las reformas encaminadas a evitar otra crisis. Eso, por desgracia, también son los negocios de siempre. Y ya se escuchan los gritos y lamentos de Wall Street, dando a entender que la tasa propuesta no solo es poco grata, sino también injusta; que, por alguna lógica retorcida, es más apropiado que el pueblo americano cargue con el coste del rescate en lugar de la industria que se benefició de él, aunque esos ejecutivos estén ahí fuera otorgándose enormes bonificaciones a sí mismos.

En definitiva, solo asumiendo nuestras responsabilidades –en Wall Street, aquí en Washington, hasta Main Street– lograremos superar este período de agitación.

Por mucha sintonía que a nuestro amado presidente Zapatero le guste mostrar que tiene con el líder estadounidense, me temo que jamás oiremos salir de su boquita de piñón unas palabras similares. Es un tremendo esfuerzo de imaginación verlo abroncando en términos parecidos a las caras bonitas del capital español, diciéndoles «la jodisteis, ahora apechugáis» a los grandes empresarios. O a la Conferencia Episcopal, que últimamente, más que palabras, merece que los castiguen en su casa, sin paga y sin el Sing Star. O a los controladores aéreos, por llorones. O al grupo de presión de las discográficas, que a este ritmo no sé de qué le va a servir en las próximas elecciones. O al tipo que le estafa dos euros por café en el bar de la esquina, ya que estamos. ¡Jamás! ¡ZP tiene talante!

A estas alturas no voy a ponerme a defender la actitud chulesca en los presidentes de países (aunque no haya forma de confundir el discurso de arriba con la mierda que suelta Berlusconi cada vez que ladra), pero tampoco es necesario tener las tragaderas que demuestra ZP cada día que pasa, digo yo. Para el estómago colectivo no puede ser saludable esto de tragarse marrón tras marrón.

Imagen que no viene (mucho) a cuento:

Cerdito-Escobilla inquietante

No se si ya había puesto la imagen,
pero las escobillas de los restaurantes
chinos pueden ser muy inquietantes.

 
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4 de Noviembre 2009

Demagogia: Vampiros y Estrasburgo

Ayer la Corte de Derechos Humanos de Estrasburgo lanzó una sentencia que cabría calificar de histórica si no fuera porque echa un tufillo a «ya era hora» que apesta. El Tribunal ha considerado que los crucifijos en las aulas son «una violación del derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones» y «una violación de la libertad religiosa de los alumnos». Tenéis la noticia completa en El País o en Público, los demás os los buscáis.

No creo que haga falta extenderme sobre lo buena noticia que es, por tarde que llegue.

Pero The Driller Killer me ha llamado la atención sobre un ángulo en la cuestión de los crucifijos que no había tenido en cuenta. ¿Qué opina la comunidad vampírica sobre la sentencia del tribunal? ¿También existen facciones entre ellos, igual que entre los humanos? La respuesta la encontramos en el comentario número 69 a la noticia de El País, donde Vlad expresa con gran ingenio y ágil prosa la opinión de los vitalmente desafiados:

Vampiros a favor de la retirada de crucifijos
Los vampiros españoles también sentimos que esta sentencia del Tribunal contribuirá a que se respeten más nuestros derechos y nuestra diferencia. Con el tiempo, es de esperar que con medidas de esta índole se consiga acabar con la discriminación de que hemos sido objeto a lo largo de la historia. Lástima que la moción presentada hace ya dos años ante el consejo europeo de ministros de agricultura respecto de los ajos apenas haya recibido atención hasta el momento. En los medios de comunicación, ya se sabe, también cuecen habas.

Vlad.

Con lo de los ajos, amigos no-muertos, discutiremos mucho más que con esto. En materia de crucifijos, estoy con vosotros hasta el final.
 

Enviado por Manu, 3:27 AM | Comentarios (3)
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8 de Octubre 2009

Demagogia: De momento la pasta #TijerasNO

 

Esta entrada, aunque publicada fuera de tiempo, forma parte de la iniciativa de @irreductible (Javier Peláez) por la que un número enorme de blogs lanzaba ayer miércoles sus argumentos contra el recorte presupuestario en investigación que pretende llevar a la práctica el gobierno. Hay un listado de blogs adheridos en La aldea irreductible.
 

Zote el guerrero miraba atentamente la fruta que le habían dado. Ya era raro que no fuera, en lugar de fruta, un enorme pedazo de la última pieza que había cazado, pero más raro era que no estuviera ya masticándola a dos carrillos. La fruta, de medio palmo de altura, estaba en el suelo y Zote la sostenía en su sitio con la palma de la mano. La razón de que no estuviera comiéndosela es que su cerebro estaba haciendo algo inusual. Zote empezó a mover la mano adelante y atrás, y la fruta iba con ella sin rascarse contra el suelo lleno de escarcha. No costaba nada moverla, y además Zote tocaba cada vez una parte distinta de la fruta. ¿Y si...?

Pero antes de que se pudiera activar una tercera neurona en el cerebro de Zote, quedaron decididos los presupuestos de la tribu. Cada vez hacía más frío y, bueno, en ocasiones anteriores había acabado mejorando, pero ¿quién sabe si eso volvería a pasar? Por alguna razón, el suelo se ponía resbaladizo cada mañana. De repente, muchísimos animales que habían abundado en los viejos tiempos (cuando hacía calor) ya no estaban por allí. Hasta el mismo sol brillaba cada vez menos y salía poco rato, y convenía que los brujos tuvieran la panza bien llena porque cuando se ponían apocalípticos no había quien los aguantara. Escaseaba la caza, pero eso no era razón para que los guerreros se debieran quedar ociosos en el campamento como estaban haciendo ahora. La última vez, a uno de ellos se le ocurrió decir que allí donde se dejaban caer pepitas nacían plantas nuevas. Quería tener a toda la tribu enterrando huesitos en el suelo, agachados medio invierno, y eso sí que no. A este paso lo próximo sería probar a adoptar un cachorro de lobo, a ver si salía dócil. No. La forma de mejorar era mejorar ya mismo, a toda costa. O por lo menos dar esa impresión y tener a los brujos tranquilos.

Y así fue como, diez años después de que Zote guardara su fruta en el zurrón para embarcarse en una serie absurda de infructuosas cacerías, su tribu fue asimilada por un grupo enorme de seres humanos incomprensibles, que se hacían acompañar por lobos y empleaban instrumentos mágicos y brillantes. Y lo más extraño de todo: parecían fuertes y bien alimentados.

Zote y su gente fueron una nota a pie de página de la prehistoria, o lo habrían sido si en la prehistoria hubiera habido páginas. El pueblo que erradicó de la faz de la tierra lo que ellos llamaban su cultura somos nosotros, hijo mío.

Y, dado que cualquier persona razonable no necesita más argumento que el anterior (un niño de siete años lo entendería, pero al parecer un consejo de ministros adultos no), y que quien no es razonable (por ejemplo, dicho consejo de ministros y buena parte de la clase política actual) no va a hacer caso por mucho que nos desgañitemos razonando más ahora, me conformaré con que hablen por sí mismas las protestas, la multitud bloguera dando la brasa al mundo, el revuelo en las redes sociales... la pura masa sin ponderar, las puras cifras, que por lo visto son lo único que entra en la cabeza a quienes entienden como su única función redistribuir nuestro dinero. Porque desgraciadamente la estadística a corto plazo es lo que les mantiene a ellos en su puesto.

Pero sí me gustaría añadir, aunque hoy no quiera divagar y esto sea materia para otra entrada, que no basta con asignar un presupuesto razonable (nadie lo está pidiendo estratosférico) para mantener el nivel de investigación y desarrollo. También es necesario que ese presupuesto no se desperdicie, como hace ahora, en las mezquinas luchas de egos, el proyecto a medida del sobrino de la jefa, la absurda línea de investigación patrocinada por la empresa de turno, las pequeñas vendettas mediocres de quienes cortan los restos del bacalao y todas esas pequeñas injusticias que no deberían darse entre científicos pero que, como cualquier investigador os confirmará si preguntáis, hay que tragarse sin dejar gota en la barbilla para poder hacer ciencia ahora mismo. Otro día será.

De momento la pasta, señores ministros. Que anda que no hay gilipolleces de donde recortar.

Tijeras NO

 

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21 de Septiembre 2009

Demagogia: Botellín, botellón

Este sábado estuvimos celebrando la despedida de soltero de mi amigo el Doctor Maldad, a quien los tres habituales de este blog recordarán de pasadas correrías y también quien, visto lo visto, haría bien en entrenar la resistencia alcohólica de cara a la boda porque de tomarse unos cubatas conmigo no se libra. El plan para la despedida constaba de tres fases: cena, botellón playero y fin de fiesta en un garito cercano. Las dos primeras partes se cumplieron a rajatabla, pero la tercera se vio impedida porque el discopub en cuestión cobraba 16 eurazos por entrar, y la consumición incluida no compensaba el suplicio musical.

Lo cual, por supuesto, sirve de recordatorio para el viejo mantra: si los suministradores nocturnos de bebidas espirituosas fueran asequibles, se reduciría el problema del botellón. Y también para el viejo, pero no por ello menos cierto, argumento de que la ley antibotellón (a la que yo sigo prefiriendo llamar Ley Seca) es un texto sucio, parcial e injusto. Y si no, póngase en práctica el siguiente experimento: (1) Sentarse en una terracita y pedir un tercio. Beber medio. (2) Levantarse, apoyarse en un pared y beber allí el otro medio. Et voilà. Una norma por la que un mismo tercio de cerveza pueda ser legítimo y punible con solo desplazarse dos metros forzosamente no es trigo limpio. O follamos todos o la puta al río, pero si la legalidad depende del poder adquisitivo, mal vamos.

El cacao que se montó no hace mucho en Pozuelo de Alarcón, combates con la policía incluidos, no tuvo nombre. A estas alturas, y con todo lo que se ha dicho, queda claro que los pijos, o niños de papá, o como quiera llamarse a los descerebrados que vieron buena idea cargar contra los antidisturbios, metieron la pata hasta el fondo. Pero quien de verdad la cagó, la lleva cagando años y años, es el sistema legislador. El fin de semana siguiente todos los medios resaltaban que la fiesta del pueblo fue una balsa de aceite, básicamente porque había tres policías por ciudadano y los problemáticos botelloneros estaban de arresto domiciliario. ¿Desde cuándo ha sido eso solución a nada? Este mismo fin de semana se ha vuelto a liar. Y si a la gente le diera por comer tarta de manzana mientras canta Julio Iglesias a voz en grito, ¿pondríamos maderos en las pastelerías y las tiendas de discos? Va, hombre.

Desde el Pozuelo Affaire, el noticiario de Antena 3 (claro referente del sentir patrio más casposo) se ha despachado bien a gusto en reportajes a fondo sobre las costumbres juveniles. Cuando el botellón empezó a estar manido, echaron mano de las pipas de agua y el THC, y resaltaron que, agarraos que vienen curvas, los chavales se escaquean del instituto para beber litronas y fumar porritos. Y si me apuran, añado que para ver si se follan a alguna compañera de clase. Absentismo escolar, alcoholismo y fornicación, tres lacras sangrantes de nuestra sociedad a las que no se puede responder sino con mano dura. Y si eso no funciona, la solución está clara: más mano dura. Pero ¿hay alguien por ahí que no cometiera similares gravísimos delitos, en sus buenos tiempos? Huele a rancio, huele a «mi generación era mejor porque... esto... porque entonces el joven era yo». Y eso lleva argumentándose desde el inicio de los tiempos.

Al final, lo de siempre y como siempre. Ante la forma de ser que tiene la gente, ante lo que (guste o no) forma parte de la cultura popular, no se responde usando la cabeza y pensando si habrá alguna forma de integrarlo que moleste lo menos posible al vecino. Se responde negando la mayor y pensando, por decir algo, en la forma de cambiarlos, de quitarles esa maldita costumbre de la cabeza. Y mira tú por donde, siempre se les ocurre exactamente la misma forma: ilegalización y presencia policial a mansalva. Y de donde yo vengo, la ideología basada en imponer por la fuerza una determinada forma de actuar a la gente tiene un nombre. Y no es nada bonito.

Imagen que no viene a cuento:

Esto no es un muro

La realidad, para quien la quiera.

 
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12 de Mayo 2009

Demagogia: Fabra, acusado por fin

Por fin. ¡Por fin! Ha costado ni se sabe cuántos traslados de jueces y demás trapicheos variados, pero al fin parece que Fabra el Intocable ya no lo es del todo. Tenía pensado dar un pequeño repaso aquí a la trayectoria del personaje, pero no iba a ser pequeño y no iba a poder hacerle justicia, como el juzgado hasta hace poco. Ni siquiera un collage con sus mejores titulares de periódico, que ha sido la siguiente idea, iba a ser cosa de un rato. Y además no quiero hacerme mala sangre en un día que, como castellonense (y que se me ponga mustio el Fadrí para siempre si miento), creo que ha de ser de alegría:

Fabra acusado
 
Enviado por Manu, 2:33 AM | Comentarios (4)
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4 de Mayo 2009

Demagogia: Carta a los eurodiputados

Por si a estas alturas queda alguien en la red que no lo sepa, estos días se debate en el Parlamento Europeo una ley que permitirá, en caso de aprobarse, que los operadores de telecomunicaciones discriminen, e incluso bloqueen, el tráfico de distintas páginas y servicios en función de sus propias necesidades y no de las del usuario que paga religiosamente su cuota de conexión mes a mes. No es que vaya a servir de gran cosa, pero la gente de Hacktivistas ha organizado un sistema para que cualquiera pueda escribir directamente un mensaje a los 54 eurodiputados españoles, que se añadirá a la carta abierta redactada por ellos mismos para convencerles de que voten en contra.

Mi mensaje ha sido el siguiente:

Estimado eurodiputado:

La presente tiene por objeto manifestarle mi repulsa ante la más que probable, y reprobable, bajada de pantalones que están ustedes a punto de hacernos protagonizar a todos delante (y nunca mejor dicho) de los gigantes de las telecomunicaciones.

Cuando compro el periódico, elijo el medio que más me gusta. Supongo que coincidirá conmigo en que limitar esa capacidad de elección sería una aberración antidemocrática. Cuando llamo por teléfono, llamo a quien quiero. No tengo ciertos números bloqueados arbitrariamente. Cuando compro libros, elijo los que me interesan. En breve, la democracia que le da de comer a usted se basa en la libre capacidad de elección.

Supongo, sin embargo, que le convencerá más el siguiente argumento: el mismísimo capitalismo no es más que la competencia y la libre elección del consumidor. Y la ley que están ustedes a punto de aprobar, seamos sinceros ahora que estamos solos, consiste básicamente en lamerle las heridas a un grupo de compañías mastodónticas que no han sabido adaptarse a la evolución del sacrosanto libre mercado.

Si esto tampoco acaba de convencerle, tal vez le interese considerar qué servicios de internet de entre los que usted utiliza habitualmente podrán bloquearse gracias a la ley de marras. Y si cree que su actividad en internet no se verá afectada en lo más mínimo, lamento informarle de que no está usted capacitado para tomar una decisión como esta. Delegue en alguien que lo esté, o asesórese a conciencia, por el bien de todos.

Sin más, acepte mis más sinceros -si bien escépticos- buenos deseos para que ejerza su cargo con eficacia y responsabilidad. Atentamente,

 

Enviado por Manu, 11:38 PM | Comentarios (5)
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31 de Marzo 2009

Demagogia: Diseño inteligente

 

La Junta de Educación del Estado de Texas (EEUU) rechazó el viernes una propuesta que pretendía introducir la enseñanza del creacionismo como alternativa a la evolución en las clases de ciencias. Sin embargo [...] las enmiendas aprobadas dejan vías abiertas al Diseño Inteligente (DI), una versión remozada del creacionismo.

[...] las enmiendas aprobadas instan a los alumnos a «analizar y evaluar las explicaciones científicas sobre la complejidad de la célula», un argumento clásico del DI. Otra enmienda siembra escepticismo sobre la interpretación del registro fósil. Tampoco se escapa el cambio climático, sobre el que se invita a los estudiantes a analizar "distintas visiones". En el apartado de ciencia espacial, se ha eliminado de los estándares la afirmación de que el universo tiene 14.000 millones de años, animando a discutir otras teorías. [...]

Estimada Mercedes Cabrera:

Como Ministra de Educación de nuestro gobierno que es, quisiera llamar la atención de usted sobre la política educativa que está siguiendo el gobierno de Texas, con vistas a su posible aplicación en nuestro país. No me refiero, claro está, a que en clase de ciencias se empiece a dudar del valor de c o de la teoría evolutiva: quiero pensar que el grueso de nuestra sociedad se reiría del botarate que intentara implantar una reforma como esa. Sin embargo, existe una asignatura que acepta perfectamente la teoría del Diseño Inteligente: la Religión.

En lugar de permitir que nuestros estudiantes aceptaran sin más la teoría impartida por la Conferencia Episcopal, deberíamos animarles a que tuvieran en consideración «distintas visiones» sobre la propia Iglesia. Actualmente, por ejemplo, se les hace creer a pies juntillas que la jerarquía eclesiástica es la evolución natural de aquellos doce apóstoles de Jesús, y que su Papa es el sucesor moral de Pedro. ¡No les impongamos la creencia a pies juntillas en el evolucionismo! Deberíamos instar a los alumnos a «analizar y evaluar las explicaciones científicas sobre» lo improbable que es alcanzar el nivel de poder actualmente en manos de la Iglesia siguiendo los preceptos y valores que ellos mismos afirman defender.

Otra teoría del Diseño Inteligente afirma que cualquier sistema que posea «complejidad específica» ha de estar producido por una causa consciente. Parafrasearé al creador de la teoría para explicarlo, si me lo permite. Una sola nota musical es específica pero no compleja. Una serie aleatoria de notas musicales es compleja pero no específica. En cambio, un solo de guitarra de los Maiden es complejo y específico, y por lo tanto ha de ser resultado de un proceso inteligente. Por ese mismo razonamiento, la Iglesia Católica, compleja en su estructura y específica en su objetivo, no puede ser el resultado de una simple adaptación progresiva a los tiempos que corren, como ahora mismo se afirma en nuestras aulas. Ha de seguir un plan, trazado con un objetivo claro.

Considero, señora ministra, que sería beneficioso para nuestra juventud disponer de cierta amplitud de miras en la asignatura de Religión. No podemos dejarles en las garras de los argumentos evolucionistas. Es nuestro deber brindarles la alternativa del Diseño Inteligente y, sin negar que la Iglesia siga a un dios verdadero, plantearles la posibilidad, sustentada en bases científicas, de que ese dios se llame Poder.

Siempre suyo.

Imagen que no viene a cuento:

Concierto de Tom Bombadil en la Magdalena 2009

Los Tom Bombadil en Castellón.
¡Diez años llevaban sin tocar, los mamones!

 
Enviado por Manu, 11:50 PM | Comentarios (2)
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9 de Marzo 2009

Demagogia: Vergüenza torera

Un torero recibe la Medalla a las Bellas Artes del Toreo (sic) y otros dos van y la devuelven, indignados, invocando cierto concepto llamado «vergüenza torera» que tampoco entiendo. O mejor dicho, que sí entiendo –vergüenza debería darles a todos– pero que se utiliza en un sentido absurdo. Al parecer el torero que se ha llevado esta última medalla es una figura mediática en los círculos amarillistas y no tiene el suficiente arte para hacerse merecedor de ella. Los dos premiados anteriores han declarado que «el concepto Arte del Toreo lo están ustedes degenerando tanto que ha llegado a los bajos fondos del Toreo». No me paro a analizar la cantidad de incongruencias que encierra la frase; el caso es que los diestros (porque utilizan la mano derecha lo digo) han decidido que hacen un favor a dicho arte renunciando a sus galardones.

Manda cojones.

No manda cojones la poca clase que demuestran, porque eso ya estaba fuera de duda. Lo que manda cojones es que, de principio, el Ministerio de Cultura invierta dinero público en promocionar la tortura animal como espectáculo. Que lo hiciera Economía o Industria pase, porque al fin y al cabo los lumbreras (por los trajes de luces lo digo) mueven papel y exigirles moralidad a estas alturas es de ilusos y hippies. Pero cabría esperar que, también a estas alturas, la tortura como espectáculo empezara a considerarse oficialmente como barbarie de la peor calaña y no como acto cultural.

De todas formas, como hace buen día y estoy en plan positivo, haré un esfuerzo por verle el lado bonito a la historia. Y es que con estos lumbreras me viene a la mente la misma idea que con los otros lumbreras, los peperos: que bien está que se ahostien entre ellos. Eso que nos ahorran al resto.

Bonita escena doméstica
que no viene a cuento:

Las cortinas cortas acabarán poniéndose de moda

El Doctor Maligno, en un intento rastrero
al estilo Gaius Baltar por desestabilizar
mi entorno de trabajo, ha lavado
las cortinas con agua caliente.

 
Enviado por Manu, 4:25 PM | Comentarios (24)
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4 de Marzo 2009

Demagogia: Fina ironía para socialistas

La semana pasada un tal Bermejo fue dimitido como ministro de justicia porque se le juntaron un par de cantadas mediáticas en plena campaña electoral gallega y vasca. Al poco tiempo unos periodistas preguntaron a Solbes si envidiaba alguna cosa al dimitido, y el vicepresidente (que además es ministro de economía) respondió en la línea de: «Le envidio su posición de exministro». El PP, cansino y predecible hasta la náusea, no quiso ver la declaración como lo que era, un intento de salida humorística sin más, y se lanzó al cuello del vicepresidente invocando cifras de parados, catástrofes económicas y fisuras en el tejido espaciotemporal. Y las caras públicas del PSOE, como un solo ser que se envía consignas a sí mismo por mensajito de móvil, hablaron de la «fina ironía» que impregnaba la declaración del vicepresidente.

Las dos primeras acepciones de ironía hablan de burla y, por mucho que los socialistas sean dados a echarse piedras al propio tejado, dudo mucho que quisieran referirse a que Solbes estaba burlándose en público de nadie. Eso nos deja la tercera definición, la de decir lo contrario de lo que se piensa. Pero aunque Solbes tenga unas ganas tremendas de seguir como vicepresidente (y cobrando un sueldazo, supongo), me extrañaría que con la que está cayendo no le apetezca, por poco que sea, mandarlo todo a tomar viento. Al fin y al cabo es un ser humano, al menos en teoría. Y eso deja su comentario, como decíamos, en intento de salida humorística. Sin más.

Para futuras consignas esemeseras socialistas, aquí dejo unos cuantos ejemplos de recursos estilísticos aplicados al ejemplo que nos ocupa:

  • Fina ironía: «Envidio a Bermejo su labia sutil e incisiva».
  • Ironía: «Le envidio su abrumador y juvenil atractivo físico».
  • Sarcasmo: «Le envidio su sentido de la oportunidad. A los demás cazadores furtivos del consejo de ministros nos toca esperar al próximo escándalo mediático para dejarnos pillar en bragas».
  • Permisión: «Ahora que lo pregunta, Bermejo tenía una mano para conspirar con los jueces y enmarronar a la oposición a base de chanchullos fuleros que para mí la quisiera».
  • Paralipsis: «Nada más lejos de mi intención que recalcar esos ojitos tan seductores que tiene el exministro».

O, por supuesto, el recurso de la hipersinceridad estilo House que utilizó ayer con maestría el presidente Zapatero: «Hemos hecho un acuerdo para estimular, para favorecer, para follar».

Imagen que no viene a cuento:

Los feeds corporativos, bien juntitos

Los feeds, bien ordenaditos

 
Enviado por Manu, 4:46 PM | Comentarios (2)
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11 de Febrero 2009

Demagogia: ¿Podrá soportar España 7.000 blogs diciendo lo mismo?

Desde ayer se ven por internet blogs y más blogs publicando una misma entrada, llamada ¿Podrá soportar España 4.000.000 de bajas de clientes de banda ancha?. Se trata de una especie de carta abierta contra el acuerdo que parecen estar a punto de alcanzar la SGAE por un lado y Telefónica, Vodafone, Orange y ONO por otro. El texto completo puede leerse en cualquiera de los infinitos blogs que salen haciendo esta búsqueda en Google, así que me limitaré a señalar que básicamente, y en pocas palabras, se trata de amenazar a los principales proveedores de internet con un éxodo masivo de usuarios en caso de que sigan adelante con su plan, copiado de Francia y consistente en darnos tres avisos cuando nos pillen usando programitas malvados como eMule, y entonces pasar a reducirnos la velocidad de transferencia, filtrarnos las conexiones y, por último si no volvemos al redil, darnos de baja. Y las bajas son justamente el argumento con que se amenaza a los grandotes del sector en el comunicado que está difundiéndose.

Pero ¿de verdad cree alguien que empresas como ONO o Telefónica no se han planteado ya todo esto antes de seguir adelante con las negociaciones? ¿Es verosímil que no hayan echado cuentas por adelantado y que no hayan concluido que sigue compensándoles? ¿Se van a creer a pies juntillas que perderán cuatro millones de usuarios o ya cuentan con sus propias previsiones, posiblemente mucho mejor estimadas gracias a sus datos internos? Perderán usuarios, claro, pero la carga que les supondrán los que queden será muchísimo menor al no utilizar ancho de banda en el intercambio de archivos. Y como ni de coña bajarán las tarifas mensuales, seguirán ganando lo mismo o más. ¡Es que si no, no lo harían, cojones!

Cuando ONO se empezó a dedicar al capado cibernético, al poco tiempo apareció en los foros de eMule una versión no oficial, creada por un programador de aMule, que se saltaba los arbitrarios controles de velocidad impuestos por la compañía. La descargaron cuatro gatos, no cuatro millones. El truqui no empezó a usarse en serio hasta que fue incorporado de serie a las versiones oficiales del programa. Porque asumámoslo: el usuario medio de internet no es medio, sino tirando a bajo. Hasta que salió la versión oficial anticapado, la gente hizo lo que pudo para modificar los puertos, cambiar de cliente P2P o buscarse las habichuelas por otro lado. Pero pocos tenían los conocimientos, las ganas o el tiempo libre suficientes para contraatacar el capado o para cambiar de operador. Y con eso cuentan nuestros amiguitos en sus negociaciones.

Así pues, me imagino que (por desgracia) estarán descojonándose de la iniciativa. Si yo fuera ellos, (1) habría buscado la forma de poner el texto en caché para no invertir tantos recursos en servirlo cada vez que lo lee alguien, y (2) habría imprimido una copia en papel de váter para uso personal. Otra cosa sería informar, en plan masivo, de las opciones y recursos con que se cuenta para contrarrestar esas medidas. Creo que se les pondría el culito algo más pequeño si esos siete mil blogs hubieran publicado algo así:

Telefónica, ONO, Vodafone y Orange van a llevar a cabo un trapicheo con la SGAE y el Ministerio de Cultura que, básicamente, va a dejar a sus clientes sin eMule y similares. Hay más información en The Inquirer y otros mil sitios. Buscad en Google, que para eso está. En caso de que les salga bien la jugada, que les saldrá, deberíamos tener claro todos que:

1) Hay más peces en el mar, y posiblemente las demás empresas vayan a moverse para captar a los usuarios descontentos. Por poner un ejemplo, hoy mismo Jazztel ha anunciado que incrementará la velocidad de subida, cosa que favorece el intercambio de archivos.

2) Intentarán evitar que nos demos de baja, pero por ley deben concedérnosla en un plazo de 15 días y dejar de cobrarnos. La lista de Oficinas del Consumidor por si no cumplen está en la web del IMC, y la forma de reclamar se explica en esta página de Consumo. Leer daña un poco el cerebro, pero en este caso también puede ahorrarnos unos cuantos euros cuando a ellos les dé por hacerse los remolones con nuestra baja.

3) Los contratos con permanencia obligatoria, así sin más, son ilegales. De verdad. Comprobadlo si queréis. Nadie tiene un contrato de permanencia «sí o sí». Lo que entra en la legalidad es ofrecer ventajas (un móvil nuevo, un router inalámbrico, una rebaja en la tarifa) a cambio de permanecer cierto tiempo con ellos, pero hasta esos acuerdos pueden rescindirse devolviendo lo que nos han dado a cambio. Será engorroso y posiblemente acabemos cascando algo de pasta, pero ¿para qué narices queremos una conexión de chopocientos megabits si no podemos usarlos? A lo mejor hasta sale más barato devolverles lo que sea y cambiarnos a un operador con mejores tarifas. Cuando salga la cosa adelante, pondremos en marcha webs colaborativas (wikis, vamos) donde se estudien las condiciones de todos y cada uno de los contratos ofrecidos por estos cuatro tunantes, para que cualquiera pueda ver fácilmente si le conviene anularlo ya mismo o esperar un pelín, según los meses que lleve con ellos. Nos tocará leer un poco más, eso sí, pero tranquilos: no es tan malo para las neuronas como ver Mira quién baila, que es lo que acabaremos haciendo si nos cierran el grifo.

4) Mientras tanto, a quien siga con alguno de estos indeseables siempre le quedarán el streaming y la descarga directa, que funcionan con los protocolos HTTP y FTP, jodidos de capar en principio si no quieren cargarse también el visionado de páginas web, y no creemos que estén tan locos.

Pero conseguir que siete mil blogs publiquen una entrada educativa o informativa de este estilo (aunque sea una más seria, mejor escrita y sin faltar) es tarea imposible, ya que siempre ha sido mucho más 2.0 lloriquear cuando no se hacen las cosas a tu manera que, directamente, hacer las cosas a tu manera y si a alguien le gusta, que te imite. Y, como decíamos hace un momento, con eso cuentan nuestros amiguitos.

Imagen que no viene a cuento:

Buzón de la Plataforma Normes d'El Puig

El buzón de la Plataforma Normes d'el Puig es tan cutre
como... bueno, como la propia Plataforma.

 
Enviado por Manu, 10:57 PM | Comentarios (8)
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Demagogia: Aliens sobre Madrid

Hasta hoy mismo daba por cierta la primera impresión que me llevé sobre los recientes escándalos del PP madrileño, bochornosos hasta para tratarse de un partido de derechas. Lo que cuentan los medios me encajaba bien con la existencia de dos bloques empresariales opuestos que luchan, más o menos en la sombra, por controlar la sede madrileña del Partido Popular. Tiendo a no creérmelo demasiado cuando se nos intenta vender, como fondo del asunto, una lucha ideológica, un «fachas contra muy fachas» (o, puestos a ir de entendidos, un «conservadores contra neoliberales») altamente satisfactorio de contemplar pero que atufa a cuento chino viniendo de los individuos e individuesas de quienes viene.

La explicación, para mí, era mucho más sencilla que un conflicto de doctrinas sociales abstractas. Tan sencilla como que los dos bloques económicos que hay dibujados en mi mente tienen los objetivos claros, pero para su desgracia deben confiar en peones que, como todo buen facha que se precie, caen presa de sus delirios de grandeza y de impulsos infantiles. Y de ahí vienen los «no dimito si no lo hace ella antes», los chivatos y fisgones de patio de colegio, las luchas a nudillo pelado por ser amiguito de quien tenga más números para acabar de jefe en la pandilla. Mis enigmáticas camarillas de empresarios se suben por las paredes ante la ineptitud de sus correveidiles políticos, dichos correveidiles ponen su mediocridad y su bajeza en evidencia día sí, día también y yo me regodeo en mi sofá mientras espero la próxima meada fuera de tiesto que se marque Aznar, mi favorito absoluto en lo que a torpeza mediática se refiere.

Equal-Parallel-Guernica-Bengasi, de Richard Serra

Pero resulta que me equivocaba. La verdad del asunto es mucho más terrible y mucho más digna de un programa especial de Cuarto Milenio. Todo, absolutamente todo, proviene de la incursión alienígena sobre Madrid que se produjo en 1992 y de la que no se supo hasta 2006. Una escultura de 38 toneladas que el Museo Reina Sofía tenía guardada en unos almacenes desapareció sin dejar ningún rastro. Ninguno. Los extraterrestres, que necesitaban las extrañas barras metálicas para escarfunciar los separadores de aniquilinos en su nave nodriza, debieron de utilizar para dar el palo al museo un rayo teleportador altamente energizado, cuyos efectos residuales resultaron de lo más variado. Por una parte hicieron que el propio museo silenciase el hecho durante catorce años, como si 38 toneladas de metal fueran dos pistachos que se han colado en el sofá. Y también propició que ahora tengan por un éxito haber pagado 80.000 euros al autor de los bloques, Richard Serra, para que les haga una réplica cuya colocación ha obligado a taladrar el museo a lo loco porque no les cabía, y a desplazar la vieja tienda de libros. Todo esto habría colado como una excentricidad más de esos artistas locuelos de no ser por la última salida de tono: han afirmado que, en caso de reaparecer la obra original, una de las dos sería destruida. No es que vaya a ocurrir, claro. La obra original ya está desguazada y en la galaxia de al lado, dentro de su nave nodriza. Pero la predisposición a gastarse 80.000 del ala en algo que podría terminar en cualquier fundición es un efecto secundario de los rayos teleportadores como que me llamo Manu.

Y la teoría explica también los desaguisados de los fascistillas madrileños, ya que, como todo el mundo sabe, a mayor desfachatez, menor resistencia a los efectos radiactivos alienígenas. Así todo encaja mucho mejor que con mi teoría anterior, la de la batalla empresarial, ya que en realidad no acababa de tener sentido que los conspiradores permitieran que sus intereses estuvieran representados por unas cabezas visibles tan torponas. La radiación extraterrestre, de efectos especialmente devastadores en la derecha, cuadra de maravilla con las chiquilladas que presenciamos últimamente.

Queda la incógnita de por qué no está afectando en igual medida al PSOE, eso sí. Será que el poder nacional –el sueldazo a cargo público, vamos– proporciona cierta inmunidad a los efectos nocivos de los rayos cósmicos.
 

Enviado por Manu, 12:36 AM | Comentarios (7)
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22 de Enero 2009

Demagogia: De manifa

Me ha parecido bien que se haga, pero nunca le he visto demasiado sentido a manifestarse, aquí en Castellón por ejemplo, contra el asalto israelí a la franja de Gaza. Se supone que el objetivo de una manifestación es manifestarse, y hasta ahí ningún problema. Pero el objetivo de manifestarse no es hacerlo porque sí, sino para que se te escuche y, con un poquito de suerte, que alguien –la persona contra quien sales a la calle– cambie de actitud tras ello y deje de joder la marrana ya. Por eso me parece a mí que gritar y enseñar pancartas contra el gobierno israelí, por divertido que pueda resultar, es como escupir cara al aire. Por bestia que pueda sonar, las pedradas contra la embajada cumplieron mucho mejor su objetivo.

No ocurría lo mismo en las manifas contra la guerra de Irak. Entonces teníamos un gobierno implicado activamente en el crimen, y tocaba que se enterara de lo que opinábamos más del 90% de sus gobernados. Una y otra vez, sin dejarles tranquilos, gritando bien fuerte para que a los muy mamones les resonara el «asesinos» en la conciencia cada maldito día. Porque, aunque todo el mundo estuviera en contra del ataque estadounidense a Irak, las manifestaciones apuntaban claramente al gobierno de Aznar.

Y eso es lo que veo que ha fallado en estas de ahora. Que, salvo honrosas excepciones en las propias calles y en los medios, el mensaje apuntaba fuera, lejos, a alguien que sin duda iba a hacer oídos sordos. Otro gallo habría cantado, y este gallo servidor de ustedes se habría unido a la alborada, si nos hubiéramos puesto las pilas recriminando a Zapatero la venta de armas a Tel Aviv, que fue muchísimo más rentable durante los seis meses anteriores a la invasión que en todo 2007. Esta vez no enviamos tropas pero, salvando esa diferencia, fuimos tan responsables de muertes musulmanas como en el ataque a Irak. Pero las miradas de los manifestantes no iban al Congreso ni a Moncloa, sino a los judíos y sus cosas. Y difícil es que los fundamentalistas (judíos, musulmanes, cristianos) vayan a preocuparse mucho por lo que digan cuatro punkis.

Por mucho que duela, el pepero de a pie dio una lección al progre que vota socialista tiempo atrás cuando se echó a la calle contra una decisión de los suyos. Y el progre no la aprendió. Tampoco lo aseguro porque no soy ninguna de las dos cosas, pero supongo que cuesta lo suyo manifestarse contra el partido que tú mismo has aupado al poder. Y los votantes socialistas no tenéis huevos.

Imagen que no viene a cuento:

farina_dor.jpg

¡Arte urbano!

 
Enviado por Manu, 11:06 PM | Comentarios (2)
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15 de Diciembre 2008

Demagogia: Font de Mora es un rajado

Los cuatro alborotadores de siempreAcaba de salir la noticia en los telediarios y periódicos digitales. La Generalitat Valenciana da un paso atrás en su cruzada por la educación de calidad y ofrece una moratoria para la asignatura de Educación en inglés. Es decir, a partir de enero seguramente dejará de ser obligatorio que la asignatura Educación para la Ciudadanía se imparta en inglés, como venía haciéndose hasta ahora, y quedará en el recuerdo la bonita y dignísima imagen de dos maestros, el educador y su traductor al inglés, entrando de la manita al aula para impartir conocimientos a las masas ingratas.
 
A los dirigentes peperos de la Generalitat se les ha puesto el culete pequeñito, pequeñito, con la huelga general educativa que los malditos rojos de los sindicatos y asociaciones habían convocado este miércoles. Hasta el punto de que ha sido el propio presidente Camps quien se ha mostrado dispuesto a bajarse los pantalones a dos manos. No hay otra explicación, aparte del miedo, para que ahora nuestros líderes comprometan el glorioso futuro trilingüe de la juventud de la Comunidad Valenciana tras todo un año absorbiendo conocimientos en inglés. Es una lástima que todos los años de esfuerzo invertido por el PP valenciano en privatizar el sistema educativo, fortificarlo construyendo barracones y defenderlo de las destructivas ideas modernas vayan a quedar en agua de borrajas por un quítame allá esas huelgas. Vergüenza debería darles, hacer caso a los educadores, padres y alumnos mientras desoyen la sabiduría milenaria de la Conferencia Espiscopal. Y todo para tener contentos a cuatro alborotadores, impresentables y (lo peor de todo) rojos. Espero sinceramente que las urnas castiguen este cambio de camisa en las próximas elecciones autonómicas.
 
Font de Mora, dimisión. Pero ya.
 

Enviado por Manu, 4:01 PM | Comentarios (1)
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28 de Noviembre 2008

Demagogia: ¡Viva Benidorm!

Supongamos, solo por suponer, que el ayuntamiento de una localidad costera decide imponer las siguientes reglas en sus playas:

· Nadie podrá acceder a la playa entre las seis y las once de la mañana. A lo mejor hay gente durmiendo y no sería de recibo que los domingueros invadan la zona con sus sombrillas, sus bolsas nevera, críos y abuelas gritonas. Un respeto. El incumplimiento de esta norma conllevará una sanción de 750 euros.

· Los niños no podrán correr por la playa a una velocidad superior a 7 km/h, ni levantar arena cerca de otra gente. No se podrá dar paseos fuera de las zonas delimitadas a tal efecto, lejos de las mozas de buen ver que están poniéndose morenas en sus toallas. También queda prohibido a los paseantes hurgarse cualquier zona protegida por el bañador. La sanción, en cualquiera de estos casos, será de 120 euros.

· Queda prohibido el consumo de bebidas no alcohólicas en la playa. Mínimo, minimísimo, cerveza con gaseosa. Basta ya de llenar la arena de latas de Coca Cola o envases de Sunny Delight vacíos, que luego hay que recogerlos. Las latas de cerveza, obviamente, no son un problema. Quien sea sorprendido ingiriendo bebidas prohibidas deberá pagar 300 euros de multa.

Igual de absurdas, solo que por supuesto al revés, son las nuevas reglas con que se ha descolgado el Ayuntamiento de Benidorm, por la espalda y por sorpresa, en pleno noviembre. Menos mal que, por mucho que nos vendan el pueblo como "un destino turístico excepcionalmente ponderado por cuantos lo conocen", no hay dios que se quiera tomar unas vacaciones a lo hippie por esa zona, ni siquiera antes de que la tomaran al asalto Zaplana y sus amigotes. Eso sí, como empiece a cundir el ejemplo en otras playas, vamos apañados...

Imagen que no viene a cuento:

Alerta: clases particulares

¡Niños! Si veis un cartel como este,
¡CORRED POR VUESTRAS VIDAS!

 
Enviado por Manu, 1:34 AM | Comentarios (0)
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20 de Noviembre 2008

Demagogia: Estalactitas

La cúpula de BarcelóNo sé si será porque acabo de ver Zeitgeist (disponible en streaming con subtítulos) o porque el jaleo lo iniciaron medios afines al PP y esas cosas siempre dan recelo, pero la que se está liando con la cúpula de la Alianza de las Civilizaciones y los fondos de ayuda al desarrollo me parece una polémica más bien superficial. Soy el primero en oponerse a las obras faraónicas de autobombo, y más todavía a que se destine medio millón de euros –hay que ver lo rápido que se escribe la cantidad– de proyectos de ayuda a construir un megapastel de cumpleaños poco hecho y colgado al revés. Pero, como de costumbre, el tratamiento mediático se queda en las virutas tutti-frutti y no le mete tajada al mazapán de abajo. O arriba, en este caso.

Porque, que yo sepa, el Gobierno puede asignar partidas presupuestarias como le venga en gana. Su mayor problema es tener que sobornar a algún partido nacionalista en caso de no tener la mayoría absoluta para aprobar los Presupuestos Generales en solitario. Dicho de otra forma, poco le habría costado asignar medio kilito menos al FAD y que la tarta de marras hubiera estado costeada por, yo qué sé, los gastos de representación del Ministerio de Exteriores. Si hubieran sido un poco más cautos y un poco menos vivalavida, nosotros ni nos habríamos enterado del precio del caprichito.

Lo cual nos lleva a que, básicamente, damos por hecho que los distintos gobiernos van a dilapidar nuestro dinero hagamos lo que hagamos, y al final solo nos escuece un poco cuando nos pinchan en las ONG o cuando alguien, sea quien sea, quiere sacar rendimiento político del escándalo y nos las toca. No hace tanto, el Ayuntamiento de Valencia se dejó un buen fajo de billetes patrocinando el estreno de la última película de James Bond, con los actores dando vueltas por la ciudad, alfombra roja y vestidos de diseñador a tutiplén. No pasó nada. El propio Ayuntamiento, la Generalitat y el Estado han soltado buenos sacos de euros de nuestro bolsillo para el circuito urbano de Fórmula 1, y luego levantaban tapias para que no se pudieran ver dos curvas mal contadas de la carrera desde un puentecito cercano. Cap problema, ché. Y a estas alturas, ¿alguien se acuerda del Fórum de Barcelona? ¿Terra Mítica? ¿Roldán, Juan Guerra, Gescartera?

Y si ya tenemos asumidísimo el derroche en las obras grandiosas y no reaccionamos ni en plena recesión económica, las pequeñas chorradas son el pan nuestro de cada día y nos las comemos con patatas sin mirarlas dos veces. Recepciones oficiales, comilonas en el ayuntamiento, banderas de quinientos metros. Policía destinada a espectáculos deportivos: pagamos el dispositivo de seguridad entre todos y luego son el club de fútbol y la Liga BBVA quienes se llevan los beneficios de las entradas y las retransmisiones. Asesores de cargos públicos elegidos a dedo que, en esencia, cobran por asesorarse su santa entrepierna; solo Carlos Fabra ya tiene 33, no quiero ni imaginarme el resto.

Y no sigo con ejemplos, porque nunca se acaban y creo que mi postura ya queda bastante clara. ¿Leña a las estalactitas de Barceló? Por supuesto que sí. Que sea ración doble, de hecho. Pero ya puestos, y ya que lo de Ginebra es solo la punta mediática del iceberg, leña a todo, que hay muchísimo listillo de bolsillo público agujereado a quien repartir estopa.

Imagen que no viene a cuento:

Un grafiti cerca de casa

Con lo chula que estaba la pintada y solo duró un día
antes de que llegara el mamón de Seta a tocar las narices.

 
Enviado por Manu, 11:35 PM | Comentarios (2)
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20 de Mayo 2008

Demagogia: El mundo al revés

Si ya era bastante raro que la derecha más derechosa de todas las derechas (sí, la que representa el excelso Jiménez Losantos y la gente de su misma calaña) se desgañitara contra el rey y tuviera que venir la izquierda menos izquierdosa de todas las izquierdas (sí, la que nos sigue gobernando) a defenderlo, los últimos acontecimientos de la política nacional hacen pensar que al espaciotiempo le va empezando a hacer falta pasar la ITV.

Resulta que ahora míster Rajoy es el político más moderado y más molón de todo el panorama estatal. Y el segundo que más mola es su amiguito del alma Gallardón, a quien por cierto dio una buena patada en el culo durante la última campaña electoral. Rajoy, señalado a dedo por el moderado Aznar, y Gallardón, bendecido por el todavía más moderado Fraga, a partir un piñón en su conquista del buenrrollismo y el centro político. Lo que nos faltaba. Mientras tanto, a Esperanza Aguirre no se le ocurre otra cosa que erigirse en defensora de los valores y la moralidad dentro del PP. La misma Esperanza que sigue siendo presidenta de comunidad autónoma porque dos listos del PSOE aceptaron (presuntamente, pero vamos, que ya se me entiende) un soborno para que los constructores pudieran seguir haciendo sus cositas allá en Madrid bajo el acogedor paraguas pepero. Ética pura y dura. Igualita a la de quienes la acompañan en su cruzada moral: por ejemplo Ana Botella, concejala en el Ayuntamiento de Madrid por unos méritos propios indudables (que despertarse cada mañana al lado de Josemari no ha de ser moco de pavo), y cuya primera medida al llegar al cargo fue trasladar la sede de Asuntos Sociales a un barrio monísimo y caro, jugada que ya debe de haber costado a los madrileños más de 20 millones de euros. Las dos rezuman moralidad, para dar y (sobre todo) vender.

Así que, si todo este culebrón derechista con que nos están obsequiando no es una simple lavada de cara al partido, podemos declarar oficialmente que el mundo está al revés, el norte es el sur, el blanco es negro, menos es más y, con un poco de suerte, deberían empezar a llegarme ofertas de sexo desenfrenado por parte de mozas deseables. Estoy esperando.

Imagen que no viene a cuento:

Inventazo: el tapapezones

A mí esto me huele a inventazo al
estilo de la cerveza sin alcohol...

 
Enviado por Manu, 7:14 PM | Comentarios (3)
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29 de Abril 2008

Demagogia: Con viento fresco

Desde que quedó claro que Eduardo Zaplana quedaba como diputado raso por el PP para esta legislatura iba yo preguntándome qué se guardaría el murciano en la recámara. Un tipo que pasa de alcalde de Benidorm (gracias a tránsfugas premiados después con empleos públicos para sus familiares) a presidente de la Generalitat Valenciana y, de ahí, a ministro con Aznar no iba a conformarse con un miserable sueldo de diputado. Y menos si, como cabría sospechar a partir de ciertas conversaciones telefónicas grabadas hace años, hablamos de un trepa cuyo único objetivo siempre ha sido ganar tanto dinero como sea posible para ponerse moreno en yates de lujo.

En principio pensé que su plan era irse con la señora Aguirre, bajo cuya forma de dirigir el partido debería serle más fácil dedicarse a sus cositas. Al fin y al cabo, el control de doña Esperanza sobre TeleMadrid es calcadito al que en su momento ejerció don Eduardo con Canal 9. Tal para cual. Pero no debe de haber visto las cosas muy claras en el partido conservador cuando se ha decantado por la empresa privada, opción que (me juego media coleta) llevaba barajando más tiempo que la semana que afirma ahora. Puede que Zaplana no se dedique demasiado a rumiar según qué cosas, pero tampoco da la impresión de ser un tipo que deje su futuro económico a la buena de dios; y de capacidad de adaptación, nunca ha demostrado andar escaso.

De todos modos, muy mal le tienen que ir las cosas al PP en el futuro para que no volvamos a ver a Zaplana, a sus jacuzzis, sus jets y sus gemelos, en la vida política. Le basta con dar un par de golpes de efecto de los suyos en la empresa privada para allanar el camino a un regreso público triunfal, como el que podría haber protagonizado Rodrigo Rato si no fuera tan nenaza, cuando dejen de pintar bastos en el Partido Popular. Todavía no hemos visto por última vez ese moreno artificial del cartagenero, y si no, tiempo al tiempo.

Pero de momento tan feliz estoy de verlo lejos, bien lejos, de los fondos públicos, que incluso estaba dispuesto a modificar su entrada en la Wikipedia para reflejar el abandono de la política, pero ya se me había adelantado alguien. Porque de pocas cosas se alegra uno más que nadie en el planeta.

Volveré

Esto no se ha acabado...

 
Enviado por Manu, 4:45 PM | Comentarios (1)
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17 de Diciembre 2007

Demagogia: Con la ley en la mano

Chateando, chateando (por GMail, que cuando tu cuerpo roza la versión 3.0 empiezas a mirar el Messenger de otra manera) ha terminado por salir el tema del derecho de admisión a los locales de ocio. Este último sábado salí de fiesta por Valencia con unos alumnos y, tras cometer mil fechorías en diversas estaciones de metro y tren que quedaron sin represalia, unos seguridades de una discoteca que pinchaba electro-minimal —otro día hablamos de eso— intentaron echarnos de la mismísima calle. Desde luego no consiguieron que dejáramos de rondar la zona para terminarnos el vodka antes de entrar al garito, pero al llamarme "graciosillo" cuando aclaré a mis alumnos que no tenían ninguna obligación de moverse mientras no llegara la policía de verdad, los seguridades acuñaron el mote que me perseguirá en clase al menos hasta después de navidades. Su última amenaza fue la de no dejarnos entrar en la discoteca cuando lo intentáramos, cosa que por supuesto tampoco consiguieron, esta vez muy a mi pesar. Que pagar 15 euros (copa incluida, eso sí) para escuchar electro-minimal sí que debería ser delito.

De todas formas hoy, chateando, nos ha picado la curiosidad sobre en qué términos puede aplicarse el derecho de admisión. Y tras poco tiempo de búsqueda en Google hemos descubierto que las competencias en materia de establecimientos públicos (bares, pubs y discotecas, vamos) están totalmente transferidas a las comunidades autónomas. En Madrid tienen la Ley 17/1997, y en la Comunidad Valenciana está el Decreto 190/2001. (Cada vez tengo menos respeto por la carrera de Derecho, por cierto. ¡Si está todo en internet!) Cito unos pocos párrafos interesantes de este último:

Artículo 4: El derecho de admisión será ejercido con respeto a la dignidad de las personas y a sus derechos fundamentales, sin que en ningún caso pueda producirse discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Artículo 6: Las condiciones de acceso a los establecimientos públicos donde se realicen espectáculos y actividades recreativas figurarán en un cartel de dimensiones mínimas de 30 cm. de ancho por 20 cm. de alto, colocado en las puertas de entrada y en las taquillas de venta de localidades, de forma que resulten perfectamente visibles y legibles desde el exterior.

Artículo 8: Los titulares de los locales y establecimientos públicos que establezcan condiciones de admisión, deberán hacer constar en el libro de reclamaciones cuantas incidencias se produzcan en el ejercicio del derecho de admisión.

Hasta donde me alcanza la memoria, no recuerdo ni una sola discoteca digamos pija que haya respetado jamás ni uno solo de los tres artículos anteriores. Y no es que me preocupe demasiado, que no compongo canciones para El Canto del Loco y, a diferencia de Groucho, a mí por lo general no me interesa entrar en ningún club que no me admita. Pero una copia plastificada de estos tres articulitos en la cartera (a los que añadiré el artículo 14 de la Constitución, que la gente siempre la respeta mucho) puede dar para unas risas.

Nos pasó lo mismo con el nudismo y su mecanismo a finales de verano. Toda la vida pensando que solamente se podía quedar uno en pelotas en recintos playeros específicamente acotados a tal efecto, y va y resulta que no. Que en realidad, mientras no me quede desnudo con fines exhibicionistas (para excitarme o incitar a otros, específicamente menores), puedo hacerlo incluso delante de comandancia de la Guardia Civil si un día hace mucho calor y me apetece. Los policías estarán en su derecho de pedirme que me vista, pero yo estaré en mi derecho de negarme. El delito de escándalo público murió con el franquismo, y ojalá que ambos se queden bajo tierra para siempre. Citaría más artículos legales, que me he pegado una buena empapada esta noche, pero no vale la pena porque está todo recogido en la web de la Federación Española de Naturismo. Hasta tienen un PDF monísimo con los pasos a seguir en caso de desagradables encuentros con las fuerzas del orden público.

A lo que voy con todo esto es a que, por muy poco respeto que uno pueda sentir por la ley escrita, a veces conviene tener en cuenta que la inmensa mayoría de quienes nos rodean sí se la toman muy en serio. Si hasta hay carreras universitarias sobre el tema y todo. Y sería una gilipollez desaprovechar las cuatro miserables leyes de entre tanto galimatías tecnócrata que, coño, favorecen un poquito al común de los mortales. Que en este caso soy yo. Así que, chicas: PDF, impresora, aironfix para que no se pringue el papel de bronceador y vengan esos pelitos al aire en la playa, que son cuatro días. Pero mejor dentro de cuatro meses, claro, no se nos vaya a congelar nada crítico por hacer el tonto.

Imagen que no viene a cuento:

Cartel de The Color of Magic

¡Ya tenemos cartel! Más información
en la página de RHI Entertainment.

 
Enviado por Manu, 11:51 PM | Comentarios (9)
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13 de Febrero 2007

Demagogia: Quinceañeros

No fumes. No bebas mucho. Haz deporte. Come sano para no estar gordote pero tampoco te obsesiones demasiado con el tema, no vaya a ser que acabes anoréxico. La única droga, el cortadito con sacarina de media mañana. Ah, y nada de volver a casa de noche después de las tres y media, que los vecinos quieren dormir y al día siguiente no hay quien te aguante. Sabios consejos de madre preocupada y protectora para su hijo quinceañero. Y ahora, gracias al gobierno monjil que nos ha tocado en suerte, señoras leyes que nos hacen la vida ese poquito más invivible.

No hace tantos, tantos años, en mi instituto de secundaria vendían cerveza. Si alguien tenía pensado echarse las manos a la cabeza, que se espere, porque también servían carajillos. Podías saltarte las clases y pillarte un medio-ciego mañanero siempre que no fuese demasiado escandaloso, o salir por la puerta para acabar de liarla en los bares de alrededor. Y, aunque yo no sea muy buen ejemplo de integración social porque no tengo coche ni hipoteca ni quiero currar más de media jornada si no es totalmente necesario, la gente salió bastante bien de allí. Por la noche había máquinas de cerveza en la estación de autobús y las gasolineras vendían botellas, tabaco y papel de fumar (creo que esto último aún les está permitido, pero tiempo al tiempo). Y pese a tantas aberraciones tremendísimas, no había mucho más caos ni desparrame en las calles que ahora, principalmente porque los bares abrían hasta tarde y ahí fuera hace frío. Llegabas a casa y al día siguiente le contabas a tu madre que te debió sentar mal la copita de vino que tomaste en la cena, que en la discoteca había mucho humo y que la risita floja de cuando tropezaste con la maceta al entrar en casa eran gritos de dolor contenidos para no despertarla. Tú tranqui, mamá, que yo estoy bien y sé lo que hago.

Pero ahora prueba a explicarle a un policía (cabreado por tener que trabajar de noche) que este cubata no es tuyo, que se lo estás aguantando a un amigo. Cuéntale al gasolinero que solamente quieres el pack de seis cervezas (a euro largo cada una) porque se te han acabado las de la nevera, y que si te las vende te vas derechito a casa a bebértelas. Razona con la ministra de sanidad para que entienda que no hay ninguna necesidad de molestar al camarero de un bar con su mando a distancia cada vez que quieres comprar tabaco, y que la prohibición de vender Camel en las gasolineras y los kioskos es una soberana gilipollez.

Nos vemos en esta situación por culpa de varios gobiernos (el central y, al menos en tierras valencianas, el autonómico) que creen que la población está compuesta íntegramente de quinceañeros descerebrados que se autodestruirán a base de licor a la primera de cambio. Y, lo peor de todo, que creen que no debe permitírseles hacerlo si les apetece y que no hay nada como una buena regañina. Madre no hay más que una, pero gobiernos (y policías que les ríen las gracias) hay para hartarse. Mi madre puede opinar sobre cómo vivo mi vida; mi gobierno debería desvelarse para que pueda vivirla como me apetezca. Mi padre puede ser paternalista conmigo; mi gobierno puede meterse el paternalismo allí donde el sol no brilla. Hace poco que Gaspar Llamazares, en un arranque de genialidad poco propio, ha dicho que hay que "combinar mejor" los elementos preventivos y los coactivos de la futura ley. Pero se queda corto: yo creo que el buen whisky, igual que la prevención de cualquier vicio, o se toma solo o no se toma.

Pero a la mojigatería del gobierno ZP ya voy acostumbrándome. Lo que de verdad me repatea es que las únicas dos cosas que pueden suavizar este anteproyecto de ley que las monjitas se traen entre manos vayan a ser (1) el partido oPPortunista y (2) el vil metal, personificado en los criadores y vendedores de vino. Que por cierto, son tan mandriles como para escandalizarse porque el vino se considere bebida alcohólica y tan cabezones como para no darse cuenta de que tal vez quien no vaya a poder tomarse un carajillo después de cenar tampoco pida vino con el segundo plato. Mientras tanto el gobierno, igual que una vieja beata amargada, mira mal a cualquiera que se atreva a sonreír en misa. Y si no pasa del primer paraguazo furibundo es solamente por aquello del qué dirán.

Usted tranqui, señora ministra, que yo estoy bien y sé lo que hago. Y chin chin, que la vida son cuatro días.
 

Imagen que no viene a cuento:

Peligrosas flatulencias

Noticia del Levante-EMV a finales
del año pasado. Creo que no hay comentario
que le pueda hacer justicia.


 

Enviado por Manu, 11:32 PM | Comentarios (5)
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12 de Febrero 2007

Demagogia: La historia en dos papelotes

 

Multa que me clavó mi archienemigo el revisor gafitas el otro día
 
Recurso con que he contraatacado a mi archienemigo el revisor gafitas

Ahora falta anular la copia de mis datos personales que obra en poder de FGV por medio de una carta, que será certificada y con acuse de recibo. A esa ronda invito yo.

 

Enviado por Manu, 1:47 PM | Comentarios (4)
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29 de Noviembre 2006

Demagogia: Jugarse la vida

Miércoles a las nueve menos cuarto de la mañana, uno de esos momentos que me toca vivir despierto (muy a mi pesar) desde que tengo empleo fijo y sirvo humildemente a la sociedad. En los casquitos suena el Down de Rage y el tranvía se acerca a la parada donde yo espero moviendo un pie al ritmo. Por lo general solamente hay cuatro caras largas dentro del tranvía, pero esta mañana se me han pegado las sábanas y descubro, para mi horror, que diez minutos marcan la diferencia entre nada y todo. No quepo por la primera puerta. En la segunda, una chica vestida de siniestra decide que tampoco tiene tanta prisa y se sienta en la parada. En la tercera, el crío más educado del universo se aparta un poco y me deja el espacio justo para entrar con la cartera en brazos. Las puertas, con el sistema de seguridad desactivado porque si no es imposible embutir bien a la gente, me palpan desvergonzadamente las nalgas como una amiga borracha.

Peavy Wagner canta "and I will dance on your grave" en mis oídos, y yo no puedo evitar pensar en los directivos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana. En su puta madre, más bien. La densidad humana en el tranvía haría que cualquier convocante de manifestación babeara encima de la calculadora. Ya no es que sea incómodo. Ya no es que huela mal. Ya no es que ni siquiera pueda mover el brazo para sacar una foto con el móvil y evitar que parezca que ahora exagero. Es que como al maquinista le dé por pisar un poquito el acelerador, la masa humana que hay aquí dentro hará que la cantidad de movimiento, el momento inercial y todas esas chorradas de la física de bachillerato se disparen hasta la estratosfera. Añádase cualquier curva seria a la ecuación y, a una mala, me puede caer una tonelada de carne humana encima. Eso sin contar el metal y demás material del tranvía. Y entonces serían los directivos de FGV quienes bailarían sobre mi tumba, y aquí paz y allá gloria, que esto es la Comunitat Valenciana y asumir responsabilidades (porque de dimitir ni hablamos) es más pecado que cagarse en la Geperudeta. Y gastarse unos eurillos en incrementar la frecuencia de paso, peor blasfemia que decir que el valenciano y el catalán son el mismo idioma.

A quien le gusten los deportes de riesgo, que se deje de puentings, raftings y parapentings. Todo eso es de nenitas. El tranviing a las nueve de la mañana en Valencia sí que pone los pelos de punta; debería aparecer en los folletos turísticos. Y total, donde comen ciento cincuenta, comen ciento cincuenta y uno.
 

Enviado por Manu, 4:28 PM | Comentarios (7)
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22 de Noviembre 2006

Demagogia: ¡Detengan a esos músicos!

De un tiempo a esta parte la moral, la ética y (por qué no decirlo) el sentido patrio se han degradado en tal medida que unos vulgares musicuchos, unos hippies de tres al cuarto, tienen en sus manos el poder de incitar a la sociedad a comportamientos reprobables sin que nadie pueda hacer nada al respecto. Este blog, siempre preocupado por la paz social y la pervivencia eterna del status quo, ha decidido señalar de una vez con el dedo a algunos de esos trovadores deleznables (esos hijos de puta, diría Alfonso Ussía, aunque yo no soy partidario de un lenguaje tan fuerte) que se amparan en su musa para conducirnos a la destrucción de las buenas costumbres.

Obsérvense, por ejemplo, estos versos de los peligrosos archicriminales conocidos como el Dúo Dinámico:

Quince años tiene mi amor
le gusta tanto bailar el rock.
Es una chiquilla tan divina y colosal,
tiene una mirada que nadie puede aguantar.
Esa chica no tiene igual
y cuando baila es sensacional.
Si le doy mi mano ella la acariciará,
si le doy un beso ya sabré lo que es soñar.

Quince años tiene mi amor, Dúo Dinámico.

El Dúo Dinámico tiene incluso la desfachatez de mezclar esta apología de la pedofilia en un popurrí que incluye otros fragmentos procedentes de temas como Lolita Twist (en clara alusión a la novela de Nabokov) o Baby Rock. Y sin embargo actúan en fiestas de pueblo y hacen playbacks en galas televisivas sin que nadie mueva un dedo para evitarlo.

¿Acaso todos los organismos que velan por la ética están aletargados? ¿Es que ni siquiera la Santa Iglesia Católica reaccionará ante esta hecatombe? Porque la siguiente letra del radicalizado, anarquista y controvertido cantante David Bisbal también clama al cielo:

Ave María, cuándo serás mía
Si me quisieras, todo te daría
Ave María, cuándo serás mía
Al mismo cielo, yo te llevaría.

Sin ti me siento tan perdido
Enséñame la salida, llévame siempre contigo
Protégeme con tu cariño
Enciéndeme con tu fuego
Y ya más nada te pido... nada te pido.

Ave María, David Bisbal.

¡Blasfemia! ¡Herejía! Pero mientras el corazón del cristianismo sufre un infarto, los medios le ríen las gracias y los volantines al ex-triunfito, que colecciona discos de oro y éxitos internacionales a mansalva.

Qué mundo. Qué mundo.

Página de S.A. con el fallo de la Audiencia Nacional

Pero ya.

 
Enviado por Manu, 11:53 PM | Comentarios (4)
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3 de Noviembre 2006

Demagogia: 60 litros de alcohol

Uy, qué horror. Resulta que la pasada noche de los muertos se produjo en Valencia un macrobotellón que duró hasta altas horas de la madrugada. El caos se apoderó de diversas zonas la ciudad y una gran algarabía juvenil traía el infierno a las calles. Pero contrariamente a lo que cabría pensar, el sol salió al día siguiente y los medios de comunicación se hicieron eco de la tremenda fisura en el tejido social. El diario Levante, bastante cabal por lo demás, dedicaba su editorial al suceso y lamentaba que las fuerzas del sacrosanto orden público hicieran poco al respecto. Todas esas porras desaprovechadas, como diría Josefina.

El botellón de Halloween no se convocó por internet, que yo sepa. De hecho, tuvo lugar por toda la ciudad, no en un solo lugar, luego lo más probable es que simplemente se tratase de una horda de jóvenes que decidió salir por ahí con botellas una víspera de festivo. Un servidor se quedó en casita porque está más pelado que el culo de un mono, así que en realidad hablo por hablar y puede que nada de lo anterior valga, pero da igual. Las razones de este caso concreto, aunque importantes, no nos van a quitar de la situación bien clara que existe, casi de la ley natural: los jóvenes, ahora y siempre, quieren drogarse y salir de fiesta y divertirse y tratar de establecer relaciones más o menos íntimas con otros jóvenes. Pero la única droga divertida y legal a la vez es el alcohol. Y beber en discotecas es carísimo. Beber en pubs es caro, y encima cierran muy pronto. Beber en bares, tres cuartos de lo mismo. Convocado por internet o no, el botellón es la salida obvia a esa ley de la naturaleza.

Introduciremos en este punto al conversador tontolpijo para continuar con la argumentación y, de paso, chotearnos un poco de él.

Vale, será una cosa natural y todo lo que quieras, pero es que se queda todo muy sucio.
Pues se limpia, copón. Si el ayuntamiento de turno no tiene bastante personal de limpieza, que contrate eventuales, que seguro que hay gente por ahí que lo agradece. Unos cuantos váteres públicos tampoco estarían mal, por cierto.

¿Y por qué tendría que invertir recursos el ayuntamiento en eso?
En pocas palabras, tontolpijo, porque una parte significativa de la población lo demanda. ¿O acaso no se destinan recursos públicos (maderos, personal de limpieza, televisiones públicas) a cualquier partido de fútbol de la LFP por insignificante que sea?

Eh... pues...
Ya te lo digo yo: sí. Y en el caso de equipos grandes, bastantes recursos. Que no digo que no tenga que hacerse, ojo, pero no solamente con el fútbol.

Es que se molesta a los vecinos.
Ahí es donde tocas hueso, amiguito. Bien. Ese es el problema. Habría varias soluciones. Una, bastante trillada ya también, consiste en habilitar zonas en las afueras, con autobuses nocturnos continuos y económicos y todos los controles que quieran para que ningún capullo coja el coche teniendo autobús. Otra solución podría ser ampliar el horario de los bares y pubs y bajarles un poquito los impuestos a cambio de una reducción del precio de las copas y la obligación de insonorizarse. En invierno tampoco apetece tanto estar por ahí si hay un bar calentito y económico cerca. Pero claro, para hacer cualquiera de estas cosas habría que ponerse en serio a ello, con lo fácil y cómodo que es enviar para allá a los chicos de las porras y comentar al día siguiente lo mal que está la juventud.

Y por cierto, ya que estamos, a mí me molestan las campanadas de las iglesias los domingos por la mañana. Que las manden también fuera de la ciudad o que las insonoricen. Y a los futboleros de las bocinas que atronan la ciudad mientras yo paso mi resaca por la tarde, también.

Es que la gente fuma en las gasolineras.
¿Que la gente...? Ah, ya, tú te refieres a lo del macrobotellón de Sevilla. Gilipollas hay en todas partes, tontolpijo. También mató un guardia civil a tiros a una tía en un coche hace un par de años sin que ella hubiera hecho nada y no por eso se disolvió el benemérito cuerpo. De todas formas, ahí es donde debería haber actuado la policía, en la gasolinera. Aquello que decíamos de los recursos públicos, ¿te acuerdas? Y si el mandril del cigarro estuviera fuera del casco urbano o en algún bar barato, no habría pasado. Y, repito, gilipollas hay en todas partes. ¿Alguna otra cosita?

Er... es que... ejem... ¡Ah! ¡Sí! ¡Beber en la calle es ilegal!
Esa ley es una mamonada se mire por donde se mire. Como otras muchas tantas. Sacar leyes así es el recurso fácil cuando uno no quiere sentarse un rato, hablar con gente y darle un par de vueltas a las cosas. Mira si no lo de los sesenta litros de agua por persona y día. Sería mucho más efectivo (y también mucho más popular) empezar por revisar bien a fondo las grandes empresas, ayuntamientos incluidos, a ver en qué derrochan el agua. Y después de clavar buenos multazos al 90% de ellas, pararse a analizar de verdad los gastos familiares y, sólo una vez hecho eso, dar un margen bien amplio y subir los precios a lo bestia a partir de ahí, para que sólo lo noten quienes de verdad tiran el agua. Pero estamos en lo de antes: es más fácil soltar la burrada y esperar a ver si peta por alguna parte.

Pero nos estamos desviando del tema y tú, como eres la parte de mí que defiende lo indefendible, te estás quedando sin argumentos. Así que mejor desaparece, que tengo sueño.

Imagen que no viene a cuento:
¡Guitar Hero!

I wanna be sedated - 100%

Vale, es sólo en el nivel medio, pero ya me voy molando...

 
Enviado por Manu, 4:28 AM | Comentarios (5)
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3 de Septiembre 2006

Demagogia: Agosto

Espero, en primer lugar, que el mes de agosto no se os haya hecho demasiado difícil de digerir sin la ayuda y guía espiritual que supone este weblog. La actualidad puede ser incomprensible entre tanta siesta y jarra de tinto de verano, pero a poco que uno se despierte y encargue una birra para variar es fácil darse cuenta de que básicamente agosto ha consistido en lo siguiente:

  • Ha hecho un montón de calor. Excepto unos cuantos días en los que ha hecho un montón de frío.
  • Los judíos han estado dedicándose a tirar petardos a los libaneses porque se lo decía una vocecita (Yahvé, cabe suponer) dentro de sus cabezas. La comunidad internacional, como de costumbre, reacciona tarde, poco y mal.
  • El fenómeno de la canción del verano se diluye entre tanta porquería como lanzan semanalmente las empresas de descarga para móviles. Sin Xavier Sardà como gurú de lo que mola mazo y lo que no, las canciones del verano dan vueltas como pollos sin cabeza y no consiguen llegar a ninguna parte. Brindo por ello.
  • Las tías están más buenas si cabe que el verano pasado. O yo voy más quemado, que todo puede ser.
  • La tercera parte de El sistema del mundo, de Neal Stephenson, sigue sin aparecer en las librerías.
  • El PP sigue empeñado en su cruzada anti-todo. Rajoy no pinta nada en el partido y quienes abogan por gritar y lloriquear y patalear terminarán por hundirlo en la miseria, que es donde tendría que haber estado siempre. Brindo por ello también.
  • Los fumadores, esos malignos seres con colmillos, rabo y cuernos, siguen intentando envenenar todo el aire a su disposición. Pero nuestro gobierno, nunca lo bastante exaltado, los está acorralando cada vez más. Ya hablaremos de esto en otra ocasión.
  • Antena 3 emitirá la segunda temporada de Los 4400 y La Sexta la primera de Prison Break. Merece la pena engancharse a ambas.
  • Los anuncios de fascículos coleccionables empiezan más pronto cada verano. La ropa de invierno (abrigos, bufandas) lleva vendiéndose desde mitad de julio, en plena ola de calor. La lotería de navidad también aparece ya en los anuncios. A este ritmo, no sería sorprendente que pasado mañana se descolgaran con que "ya es primavera en El Corte Inglés". Y si no, al tiempo.

Y se supone que es en septiembre cuando todo despierta, cuando empieza el curso político además del académico y cuando de verdad empiezan a pasar cosas. Vista la tendencia veraniega, no me queda otra cosa que ir pensando en exiliarme a alguna islita y preparar la garrota para defenderla a mamporros cuando empiecen a llegar las grúas. Bienvenidos de vuelta a la vida real.

Imagen que no viene a cuento:

SaveStargateSG1.com

¡Salvad Stargate SG-1!

 
Enviado por Manu, 6:40 PM | Comentarios (6)
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20 de Julio 2006

Demagogia: 20-07-06 12:39:13

 

¡Hacia el sol!

El domingo pasado caminaba hacia la estación de trenes cuando vi un perro andando solo por ahí. Era parecido a un pastor alemán, bonito, con el pelo cuidado. Sin collar, eso sí. Cruzó con vida la calle de enfrente solamente gracias a que era domingo por la tarde y los conductores, que circulaban despacio por la resaca del fin de semana, pudieron detenerse a tiempo. Puede que se hubiera perdido, que no llevara collar porque se porta muy bien. Pero también puede, como pensé yo en el momento, que haya mucho hijo de puta suelto. Que no haga ninguna falta ser constructor, político o banquero. Que el vecino de al lado, a su miserable escala, pueda ser capaz de quitarle el collar a su perro.

Cójase a un cabronazo de ese estilo. No hace falta ni siquiera que sea el peor de todos: basta con cualquier tipo resentido, mediocre, mezquino. Otórguesele cualquier tipo de poder y el resultado inevitable es que el único impedimento a sus fechorías es precisamente la magnitud del poder que se le dé. El presidente de comunidad de vecinos hará la vida ese poquitín más desagradable a quienes le rodean. La alcaldesa de pueblo de pijos (o el presidente de diputación, ya puestos a aludir) liquidará la costa a precio de saldo. El presidente de un país de segunda lamerá cipote americano a cualquier precio. Pero por seguir con nuestro experimento, pongamos a nuestro sujeto de prueba (porque llamarle hombre es otorgarle demasiado crédito) al frente de un gran país de fanáticos religiosos, lo suficientemente importante como para que acabe convencido de que sus actos tienen una trascendencia que rebasa la de respetar unas cuantas vidas humanas y, por último, con una mayoría de ciudadanos lo bastante agilipollada como para reírle las gracias al niño. El resultado lo estamos viendo cada día en las noticias. Cuestión de escala.

Casi parece que está en la naturaleza de algunos hacer tanto mal como puedan. Será la educación, o el entorno. O será que el pobre desgraciado no da para más y de donde no hay, no se puede sacar. La razón no importa nada: el asunto es que nos las hemos ingeniado para crear un sistema político en el que un completo bastardo no sólo puede llegar a lo más alto y mantenerse allí, sino que lo tiene muchísimo más fácil que una buena persona. La democracia será el menor de los males, pero combina muy mal con aditivos como el armamento, los intereses económicos desbocados o, sí, los hijos de puta al mando. Y cuando un combinado es imbebible, o se le echa alguna otra cosa a ver si mejora o directamente se tira por el retrete.

O se enfría mucho, que es donde entra la foto de más arriba. A ver si sacando a la Tierra de órbita a base de saltos controlados se calman un poquito los ánimos. O a ver si algún caótico efecto gravitatorio manda a unos cuantos que yo me sé directos al espacio exterior, a tomar por culo y más allá.
 

Enviado por Manu, 11:11 PM | Comentarios (2)
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8 de Abril 2006

Demagogia: Meapilas

Cuando yo tenía veinte años (sí, lo sé, mal empezamos) había un bar cerca de casa donde, coño, dejaban fumar. También servían cerveza negra y había billar, recreativa, dardos y rock. En verano cerraba sobre las dos y media entre semana y entonces solíamos irnos a la placeta de al lado, convenientemente apartada de cualquier calle con el más mínimo tráfico rodado del agosto nocturno de Castellón. A veces nos quedábamos hasta las cuatro o las cinco charlando y fumando, y en un par de ocasiones incluso tuvimos la previsión de llevar con nosotros bolsas con calimocho para cuando nos cerraran el bar. Pero cuando solo charlábamos y fumábamos, diluíamos la medio-kurda de tercios con viajecitos y más viajecitos a beber agua de la fuente pública. Y luego a veces meábamos contra la iglesia. Pero el delito ya prescribió, señor fiscal.

Un mal día la fuente desapareció, sin más. Fue mucho antes de que remodelaran la placeta y no recuerdo que dieran ninguna explicación, aunque si fuera ahora bastaría con que dijeran "razones sanitarias" y nadie se atrevería a abrir la boca, como ocurre siempre que la autoridad dice algo así. Mi teoría era que intentaban beneficiar a las cafeterías que abren de día y venden cocacolas y botellines de Font Vella: conspiranoia hippie al poder. Para entonces ya no íbamos tanto a sentarnos por allí, pero todavía algunos sábados por la noche terminábamos en la puerta de la iglesia (respetada casi siempre por nuestras vejigas, no como la esquina de la izquierda) y charlábamos y fumábamos. Pero no podíamos diluir la kurda de cubatas porque ya no estaba la fuente. Y hablar y fumar con la boca seca, niños y niñas, es una actividad sin futuro.

Pero pasaron los años y he aquí que por fin, de nuevo, un rayo de esperanza nos ilumina. El Pontificio Consejo para la Familia, que dios lo tenga en su gloria, ha decidido acudir en ayuda de los ciudadanos con la boca seca y organizar en Valencia una macroreunión de familias del copón bendito. Las hordas cristianas avanzan hacia la costa levantina y con ellas traen (redoble de caja) cuatrocientas cuarenta y nueve fuentes públicas y nada menos que tres kilómetros de tubería para abastecerlas. Nada de duchas, ojo, que eso sería pasarse. Pero alegrémonos y regocijémonos porque por fin nuestro héroe, Ratzinger Z, vendrá a Valencia a instalar casi quinientas fuentes públicas con seis grifos cada una, capaces de lanzar 639 litros por segundo durante las veinticuatro horas del día. Y yo no puedo sino alegrame y sentir un calorcillo en las entrañas al pensar que a partir de ahora, cuando les cierren el macrobotellón, miles de asistentes de veinte años podrán sentarse y hablar y fumar con la tranquilidad de que las fuentes públicas aguantarán el tirón aunque todo el macrobotellón decida solucionar sus problemas de sequedad oral a la vez. Ah, el progreso. Los jóvenes charlarán hasta el amanecer. Las meadas serán épicas. Incluso podrá beber más de uno al mismo tiempo, que es un lujo que mi generación nunca tuvo. Y todo gracias a la Iglesia Católica y al Ayuntamiento de Valencia, pionero y referente de las iniciativas sociales en todo el mundo.

Meapilas. La única palabra es meapilas.

Y vivieron felices y comieron perdices. Los de siempre, claro.

Imagen que no viene a cuento:

Perdidos 2x18

Vale, pero la enfermera lo mira.

 
Enviado por Manu, 4:08 AM | Comentarios (11)
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4 de Abril 2006

Demagogia: Insultando a los chinos

Solamente un breve receso en la corrección de Pies de barro. Pero es que si no lo digo, reviento.

En cierto momento de la novela que estoy revisando (más bien hacia el principio, tranquilos) se hace referencia a la genealogía de cierto cabo de la Guardia de la Ciudad. Los nombres de sus antepasados directos, Sconner y Slope, estaban sin traducir, así que la lógica dictaba investigarlos por si tenían algún significado. Dictionary.com solamente daba resultados para Slope (inclinado, que ya conocía), así que he decidido investigar la otra palabra en un par de diccionarios de slang. Y resulta que un "sconner" es un chavalín al que todavía no le ha salido vello púbico. Un insulto de patio de colegio inglés. Y, ya que estábamos, he descubierto que "slope" también tiene su chicha: es un término despectivo para designar a los chinos y gente de por el sudeste asiático en general. Un charlie de la época de aquel cacao en Vietnam, vamos. ¡Dos por uno, señora!

El problema ha llegado con la adaptación al castellano. Los nombres no habían aparecido en novelas anteriores y, teniendo en cuenta el contexto de la escena (que no revelaré), había que adaptarlos. Intentando ser fiel al espíritu original, he intentado localizar alguna lista de insultos infantiles en internet e, iluso de mí, he escrito "insultos niños" en Google. Casi antes de darle al enter me he visto sepultado por una avalancha de páginas políticamente correctísimas sobre lo malo que es que los niños se insulten entre ellos. Ni siquiera depurando la búsqueda ("lista insultos infantiles", por ejemplo) he encontrado nada parecido a lo que yo buscaba, que eran unos cuantos insultos de patio de cole recopilados por algún psicópata, a ver si alguno pegaba con el nombre original. La búsqueda de insultos hacia las personas de origen asiático no ha dado mejores resultados.

(Pero si a estas alturas de la entrada todavía queda gente interesada lo más mínimo en la novela a pesar de lo alarmante de la situación en internet que intento describir, creo que al final los nombres elegidos sin ayuda de la red quedan bastante bien.)

Internet cambia, y cambia deprisa. Más que evolucionar, digievoluciona como los Digimon. Digievoluciona hasta tal punto que ya no se sabe dónde andarán aquellas paginuchas hechas con el bloc de notas de Güindous donde el endemoniado del piso de arriba daba rienda suelta a su interés por los sinónimos de pene o por la cría en cautividad del armadillo. O por el Mundodisco, ya que estamos puestos a hablar de endemoniados. Ahora solamente hay opinión y opinión y más opinión (generalmente bienpensante, a veces muy meapilas y casi siempre políticamente correcta), lo que nos lleva a tener que marcar las páginas de buena información neutra nada más encontrarlas, no vayan a caer todavía más en el abismo de Google. Y la culpa es de los weblogs con tanta referencia cruzada y tanto trackback. Sí, cojones, ya sé que insultar a los críos y a los chinos está muy feo. Pero lo que quiero ahora no es que se me recuerde ese hecho hasta la náusea, sino un par de listas recopiladas por algún esquizofrénico que no lo dejen correr en "empollón" y "amarillo". Información, no opinión. Estoy por escribir a Google para que pongan un botoncito de "excluir weblogs políticamente correctos" en sus páginas, que sirva para dejar fuera de un plumazo los resultados que contengan palabras como "derecho", "orientación" o "respeto".

O "nuestros", que me estoy dando cuenta de que es de las más peligrosas.

Imagen que no viene a cuento:

¡Subidón, subidón, subidón!

Reclamo impagable para que cualquier maquinero de Valencia
sin conocimientos de valenciano se dé una vuelta por Castellón...

 
Enviado por Manu, 3:52 AM | Comentarios (3)
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20 de Febrero 2006

Demagogia: RENFE (IV)

Sí, señora. La pérfida empresa ferroviara ataca de nuevo a nuestro héroe.

He cogido el tren de las nueve y media de la noche para volver a Valencia. Es tranquilo, hay sitio de sobra y se puede dormir un rato, que buena falta hace los domingos. El único contra es que llega uno muy justo a coger el último metro que puede dejarle en la puerta de casa. Un retraso de cinco minutos me obliga a transbordar a un tranvía y hacer parte del recorrido a pie.

Hoy el tren se ha retrasado tanto que ni siquiera ha llegado a su destino. Nos hemos quedado parados diez minutos a mitad de camino, con lo que mis esperanzas de un regreso tranquilo al hogar se han evaporado ya desde el principio. Nos ha adelantado un Talgo, así que he asumido que se trataba del servilismo característico de RENFE para con los clientes de trenes caros. Pero a punto de entrar en el túnel que da a la ciudad, un segundo y repentino parón acompañado de fallos eléctricos sugería que había alguna otra cosa fallando.

Ante la insistencia de una pareja que ya había perdido el tren a Gandía con el que querían enlazar, el revisor se ha dignado a informar al pasaje de que la diferencia de potencial de la catenaria se había ido a la mierda por alguna razón desconocida, y que no tenía ni idea de cuánto tardaríamos en continuar. Han sido unos diez minutos. Pero al llegar por fin a la estación subterránea de Cabanyal, nuevo parón. Y a la tercera va la vencida: según el revisor, había un trozo de catenaria colgando un poco más adelante, arrancado por el viento. La cosa iba para largo, así que he decidido bajar a fumar al andén y, vaya, el Talgo de antes estaba parado justo delante de mi Cercanías.

En fila india

Justicia kármica. O simple "mal de muchos, consuelo de tontos", da igual. Cerca ya de las once de la noche, me veía obligado a pagar un taxi o molestar a mi colega el Avatar del Caos para que me recogiese en coche, que es lo que he terminado haciendo. En el lado positivo, mientras esperaba en la calle me he encontrado a una amiga que no veía hace años y había quedado allí con alguien por casualidad. En el negativo, que incluso en un imprevisto provocado por la naturaleza sea posible encontrar razones para cagarse en RENFE. Obviamente, su primera prioridad tenía que ser restablecer la electricidad el tiempo suficiente para que pudiéramos aparcar detrás del Talgo, en el andén de Cabanyal. Pero para entonces ya debería haber un autobús de camino que recogiera a los pasajeros y se nos llevara a la estación de destino, cosa que brilló por su ausencia. En otras palabras, una vez restablecida la seguridad y los clientes están en un edificio con electricidad, la prioridad absoluta debe ser cumplir con lo que se promete implícitamente al venderte el billete. Y los pasajeros deberían estar informados en todo momento de lo que sucede, no tener que encadenar e introducir agujas bajo las uñas al revisor para enterarse de algo. El único mensaje enviado a megafonía desde la cabina ha sido un utilísimo "Señores viajeros, por avería técnica permaneceremos detenidos hasta nuevo aviso" durante el primer parón. Información de calidad, sí señor.

Esta vez no se libran de la reclamación. Aunque solamente sea para que me devuelvan los 3,65 euros que me han estafado. Ya está bien de lloriquear: la guerra abierta ha comenzado.
 

Enviado por Manu, 4:26 AM | Comentarios (0)
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17 de Febrero 2006

Demagogia: Retiro espiritual

Mira que estaba yo tranquilito en mi respiro espiritual casero, viendo temporadas enteras de A dos metros bajo tierra y evitando la tele en general y los informativos en particular. Qué gran serie, sí señor. Cuánta mala baba. Pero Nerea, que se pasó el otro día por casa, me ha obligado a volver a la primera línea al contarme lo que se está publicando últimamente en las hojas parroquiales valencianas. Al parecer, un catedrático en teología (jubilado) se dedica a justificar en la publicación Aleluya la violencia doméstica contra las mujeres. Aleluya, sí. Como me niego a hacer mías sus palabras, mejor cito un par de perlas de un artículo al respecto, publicado en El Norte de Castilla:

[...] un artículo [...] asegura que «más de una vez» las víctimas de malos tratos «provocan con su lengua» y considera «peor» los abortos que la violencia contra las mujeres. Este artículo está firmado por Gonzalo Gironés, catedrático de Teología jubilado, que añade que «el varón, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad, no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta a la provocadora».

Gironés afirma que en el año 2005 hubo 63 mujeres muertas a manos de sus parejas en España y añade que «por cada mujer muerta a manos de un hombre, hubo 1.350 niños asesinados por voluntad de sus madres. Es peor».

No es que haya ninguna necesidad de convencer a nadie de lo inapropiada, rancia y despreciable que es una opinión como la de don Gonzalo, pero siempre es divertido ofrecer una cucharada de su propia medicina a los gilipollas. Por esa misma regla de tres es justificable la violencia contra los catedráticos jubilados que escriben estas cosas y contra las instituciones que las publican: más de una vez los autores de escritos sexistas provocan con su pluma. El lector, generalmente, no pierde los estribos por dominio, sino por debilidad, no aguanta más y reacciona descargando su fuerza que aplasta al provocador. ¿Ve usted que fácil, don Gonzalo?

Es más, ya puestos a hacer comparaciones cachondas, por cada catedrático jubilado vapuleado a las puertas de la iglesia mueren al año montones de africanos de SIDA gracias a la política vaticana de convencerles para que no utilicen preservativos. Parafraseando al lúcido catedrático: por cada imbécil a favor de la violencia doméstica apaleado, hay miles de seres humanos asesinados por voluntad de la Iglesia. Es peor.

Ojalá no fuera tan fácil escribir una entrada sobre este tema. Y ojalá no fuera tan fácil para según qué gentuza ver publicadas sus palabras en una hoja parroquial. Amén.
 

Enviado por Manu, 7:15 PM | Comentarios (5)
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2 de Febrero 2006

Demagogia: La invasión de los Flanders

flanders.gifO: "Habemus Papa".

Uy, qué ilusión. Por si no bastara con la tontería de la Copa América, a la alcaldesa de Valencia se le ha metido entre ceja y ceja organizar el Encuentro Mundial de la Familia el próximo julio. Se trata de una cita que la iglesia católica (el Pontificio Consejo para la Familia, para ser exactos) organiza cada tres años en una ciudad diferente, con la colaboración de la diócesis de turno. Y Valencia, como no podía ser de otra manera, se ha volcado en el montaje de tamaño evento. Sobre todo, supongo, porque incluye una visita de Ratzinger Z. Se ha proyectado un macroescenario multimillonario, una serie de infraestructuras necesarias para el acontecimiento y, probablemente, un dispositivo de seguridad que tenga la ciudad tomada mientras dure el encuentro de marras. Maravilloso. Loado sea Dios.

Se podría argumentar que, en la práctica, la invasión de los Flanders podría tomarse como una oportunidad económica y promocional para la ciudad, y no nos alejaríamos de la realidad. Es cierto que, por mucha inversión que haga la ciudad (y por mucha que exija del gobierno central, que ya están en ello), el Encuentro con toda probabilidad será rentable. O al menos se nos presentará como tal. De hecho, parece que se van a vender unas mochilas Familypack a 35€ que contendrán unos bocatas, planos y programa de fiestas. Pero a pesar de la rentabilidad, a pesar de los Familypacks, me gustaría ver a doña Rita prestándose a organizarle las quedadas a otros jefes de estado de países no democráticos que se me pasan por la cabeza. Pagaría por ver cómo salen del paso los informativos de Canal 9 si a la señora Barberá se le ocurriera organizar el I Encuentro de la Horda Comunista, starring Fidel Castro.

Pero ahora vete y explícaselo a la panda de beatos que tiene tomado el Ayuntamiento.
 

Enviado por Manu, 3:39 PM | Comentarios (9)
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2 de Enero 2006

Demagogia: Soltando humo

Llegó 2006, por si alguien no se había dado cuenta, y con él la nueva y flamante ley antitabaco. La televisión se ha llenado de anuncios de parches de nicotina y parece que los noticiarios televisivos ven el mundo de forma diferente que la prensa escrita: mientras en los primeros parece que el tabaco ha quedado definitivamente erradicado, los periódicos ofrecen datos reales sobre los locales pequeños, que mayoritariamente (y con mucha diferencia) se han decantado por seguir permitiendo fumar en sus instalaciones. Así que, para alguien que de todas formas ya tenía que salir a la calle para fumar en su trabajo, la entrada del nuevo año tampoco supone tanto cambio.

Pero el Gobierno no descansa cuando se trata de urdir maldades y ya anuncia nuevas medidas, esta vez contra el alcohol. La actitud razonable sería oponerse, ya que lo próximo en la Cruzada por la Dictadura de la Salud será atacar el café, el sexo, los videojuegos (ahora que lo pienso, este ataque está iniciado ya) y todas las demás cosas buenas de la vida. Pero poner las velas contra el viento suele ser contraproducente, así que allá van algunas ideas por si de esta actitud mojigata y moñona del Gobierno todavía puede sacarse algo bueno.

  • El tráfico rodado es una fuente importante de contaminación en nuestras calles, y los niños circulan libremente por ellas exponiéndose a graves peligros para su salud. Hay que cuidar a los niños. Así que propongo que, de ahora en adelante, las calles de menos de cien metros de largo decidan si por ellas pueden circular los vehículos motorizados o no. (Por aquellas que permitan el tránsito no podrán pasar los menores de 18 años.) Las calles largas deberán habilitar una zona independiente y aislada para que los niños puedan transitar sin exponerse a los nocivos humos de los coches y gritos de los conductores. Por otra parte, los accidentes de tráfico son una de las principales causas de mortalidad. Así que la Guardia Civil y las policías locales o autonómicas podrán detener cualquier coche y averiguar si realmente era necesario cogerlo, si el conductor no lo ha arrancado para ir al bar de la esquina. La cuantía de las multas se la dejo a los políticos, que saben más de eso.
     
  • El SIDA también es una plaga preocupante. Si el Gobierno secunda mi propuesta, de ahora en adelante se impondrá multas a quienes hagan apología de comportamientos peligrosos al respecto. Por ejemplo, cualquier sacerdote que ataque el uso del condón o cualquier concejal que vote contra la distribución de jeringuillas de un solo uso será detenido preventivamente y obligado a pasar por un cursillo de reeducación. Las parroquias de más de 100 metros cuadrados deberán habilitar una zona libre de incienso y sermones anticondón y las más pequeñas deberán prohibir la entrada a menores.
     
  • Puestos a limpiar el ambiente laboral, el gobierno debería prohibir las principales causas de estrés en los trabajadores: temporalidad, horas extra obligatorias y no remuneradas, contaminación acústica por gritos de los superiores. Un par de leyes bien paridas, cuatro medidores de decibelios en las empresas más conflictivas y listos. Por supuesto, las plantas de más de 100 metros cuadrados deberán crear una zona libre de estrés aislada del resto de la oficina.

Otro día hablaremos de por qué todo el mundo parece estar tragándose sin rechistar que toca dejar de fumar a la voz de ya. De momento, feliz 2006 a todo el mundo. Pero a todo todo, ojo.
 

Enviado por Manu, 4:01 PM | Comentarios (8)
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25 de Noviembre 2005

Demagogia: Timofónica: más y mejor

Suena una melodía pegadiza por el auricular. "Bienvenido al servicio de atención al cliente de Telefónica. Por favor, diga en voz alta el motivo de su llamada". Me pilla por sorpresa: yo estaba preparado para soltar cuatro gritos a un comercial, no a una máquina. Decido no dar demasiadas pistas: "Quiero reclamar por una factura inexacta". Antes de terminar la frase, la voz enlatada ya ha vuelto a las andadas: ahora dice algo sobre introducir mi número de teléfono. Tecleo, y al tercer "pip" me interrumpe de nuevo, la muy maleducada: "Necesitamos que diga en voz alta su número de teléfono para poder atenderle, muchas gracias". Me siento un poco idiota dictándole números a una máquina. Pero la sensación pasa un poco desapercibida entre la vergüenza general de saberme estafado, una vez más, por la compañía de telecomunicaciones de siempre.

Timofónica 2

Más musiquita pegadiza. Al final, un comercial coge el teléfono. "Muy buenas, le atiende Un Currela Pringado, ¿en qué puedo ayudarle?". Pues verás, hace poco más de un mes contratamos el paquete de llamadas nacionales gratis y ADSL a un megabit. El comercial con el que hablé me dijo que entrábamos en la oferta de alta gratis, y el instalador me dijo que si no me ponía ninguna toma de teléfono más, la instalación también era gratis. Pero ahora llega la factura y nos encontramos con que nos han cobrado alta, instalación, módem y un extraño concepto llamado Cuota de Inicialización del Alquiler del Terminal o algo así. Ah, y absolutamente todas las llamadas. "Pues debe tratarse de un error". Ya, por eso estoy llamando. "Un momentito que lo mire. ¿Me puede decir el número de teléfono?"

timofonic3.gif

Repito mi número de teléfono ante la mirada atónita de los presentes. Escucho sonido de teclas de ordenador. "Su factura asciende a tanto". Ya, por eso estoy llamando. "Pues aquí aparece consignado como Alta Gratuita". Cuando contratamos la línea, le pregunté a la persona que me atendió si entrábamos en la promoción porque solamente quedaba media hora para que expirase y, obviamente, el instalador vendría fuera de tiempo. Me dijo que acababa de introducirlo él mismo. Entonces, resabiado de otras veces, le pregunté si me harían alguna jugarreta de las suyas y el me aseguró que ninguna. Pero está claro que no debí fiarme. "No, no se preocupe; esto pasa mucho. Le estoy poniendo una reclamación electrónica y en un plazo de una semana seguramente recibirá una carta con las disculpas de Telefónica y una transferencia bancaria con el dinero que le hemos cobrado de más".

Timofónica

Sorpresa. O más bien esperanza de sorpresa, porque todavía no las tengo todas conmigo de si recibiremos la carta y el dinero. Pero por lo pronto, lo que me llevo es la molestia de tener que llamar para protestar y dos interrogantes: ¿Acaso en las oficinas de Telefónica no cuentan con servicio de reconocimiento de llamadas? Tal vez los comerciales se aburren y hacen competiciones a ver quién consigue que un cliente repita más veces su número de teléfono. Y la cuestión más preocupante: ¿Es esto otra estrategia de estafa? Ofrezcamos cien mil servicios gratuitos y luego cobrémoslos por sistema. Quien llame para patalear es atendido amablemente y su dinero devuelto (espero), pero quien no, eso que nos gamanos. Solamente con un 10% de pardillos que no se molesten en coger el teléfono, ya tenemos el equivalente a 5000 robos de cambio (devolución: 0) en las cabinas. Eso es negocio.

Una de las mayores compañías mundiales de telecomunicaciones. Ya. Así, cualquiera.
 

Enviado por Manu, 3:46 PM | Comentarios (5)
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24 de Noviembre 2005

Demagogia: Cruzados

Algunos días tengo un descanso de veinte minutos a mitad de tarde en la academia. Normalmente salgo por la puerta, entro en el bar de al lado, me siento en un taburete, pido un cortado, enciendo un cigarrillo para escandalizar al resto de la parroquia y hojeo la página de opinión del Levante. Y así, por lo general y salvo contadas excepciones, leo la primera frase bien escrita desde las cinco de la tarde. En teoría son veinte minutos de tranquilidad, en territorio amigo, diseñados específicamente para relajarme (pese a la cafeína) del esfuerzo de convencer a los alumnos de ESO de que, a partir de ahora, necesitarán empezar a usar sus cerebros. Charlo con la camarera, leo y me olvido.

Excepto cuando presto atención a lo que leo. El otro día me topé con una columna de opinión, creo que de Juan José Millás. No conocía la noticia que comentaba, pero el texto la explicaba bastante bien: el señor George W. Bush, de visita en China, centraba sus exigencias en la necesidad de que el país asiático imprimiese más biblias. Porque, por lo demás, China está en su mejor momento: lo único que enturbia el país es la falta de biblias impresas. Y ahí es donde entra el Presidente.

¡Ahí es donde entro yo!

¡Ahí es donde entro yo!

Las adicciones, niños y niñas, son muy malas y muy perras. No es que un servidor lo haya intentado nunca, pero la observación directa indica que en la mayoría de los casos es muy difícil salir de una adicción gorda. Sustituirla por otra, en cambio, suele ser más fácil: de ahí que la mayoría de ex-fumadores engorden unos kilitos (algo tienen que hacer con la boca), que la mayoría de seguidores de Perdidos vayan a engancharse a Los 4400 o que la mayoría de foreros tengamos ahora un weblog. En el caso que nos ocupa, el Señor de Texas ha cambiado la botella por la religión. Si se tratara de cualquier otra persona, no tendría mayor importancia. Incluso diría que es para bien, si bebía mucho y le hacía más daño que beneficio. Pero en George Bush volverse más fundamentalista de lo que ya era puede ser peligroso para todos. No hay más que ver la lista de gente que le tiene cruzado para darse cuenta de que haría bien ya no en dimitir, que esas cosas solamente ocurren en la ciencia-ficción y en el pasado, sino en volver a la bebida. El manifiesto y la recogida de firmas (o de botellas), que lo hagan otros.

Y si, ya de paso, se confunde todavía con más puertas, pues eso que nos reímos todos. Y si se mete más talegazos como aquel que decían de las galletitas y se le ocurren menos ideas geniales, eso que ganamos.
 

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21 de Octubre 2005

Demagogia: Diga treinta y tres

Uy, qué bien. Otro globo sonda del gobierno. O al menos espero que sea solamente un globo sonda, porque la genialidad que se les ha ocurrido ahora es facilitar (todavía más) el despido de trabajadores por parte de las empresas. Hasta el momento, si por alguna casualidad de la vida o la intercesión del Ente Supremo Omnipotente habías conseguido un contrato indefinido y te despedían, la empresa debía indemnizarte con 45 días de sueldo por año trabajado. Pero claro, la patronal de empresarios ha pensado que 45 días por año igual eran un poco demasiado, y ha lanzado su propuesta de reducirlos a treinta y tres.

Y el ministro de trabajo se lo ha comido con patatitas, por muy miembro del PSOE que diga ser y por muy de izquierdas que el PSOE diga que es. Con patatitas y extra de allioli, para seguir oliendo durante una temporada. Yo creo que la patronal se está echando unas risas a costa del gobierno, porque el argumento que utilizan para su propuesta es que "no se puede reducir la temporalidad laboral si no se abarata el despido de los nuevos contratos" (Cuevas, El Mundo). Claaaro, don Jose María, porque conseguir poquito a poquito que los contratos indefinidos se conviertan de facto en temporales es la mejor de las medidas para que haya empleo estable. Sí, admito que mientras yo puedo cagarme mil veces en la patronal públicamente, un ministro de economía ha de moderar un poco su lenguaje. Pero una cosa es ser comedido y cordial y otra muy distinta hacer felaciones por la cara a los empresarios, al menos actuando como ministro y en nombre de todos. Yo, personalmente, preferiría que los miembros de los empresarios estuvieran tan alejados como sea posible de mi boca. Y por extensión, de la del ministro que supuestamente me representa, muchas gracias.

De todos modos, admito que el numerito 33 de marras tiene un algo. Hace unos años se hablaba de reducir la jornada laboral de 40 a 35 horas semanales. Por alguna extraña razón, nunca más se supo. Ya que estamos, treinta y tres sonaría mucho mejor. Y siempre se puede quedar bien con la patronal agradeciéndoles la idea de usar un número tan fácil de recordar. Y prometer a los empresarios que dedicaremos unos minutillos de esas siete horas de vida que nos perdonan a tener algún pensamiento positivo sobre ellos para variar.

Imagen que no viene a cuento:

No me digáis que no parece alienígena...

Nyac nyec nyec nyec... ¡NYAC! *

* (Primero Operación Triunfo y después...
¡EL MUNDO!)

 
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28 de Septiembre 2005

Demagogia: RENFE (III)

Ahora que la nunca suficientemente loada RENFE ha iniciado una campaña publicitaria que habla de la calidad de sus servicios y de la mirada que tienen puesta en el futuro y la modernidad, creo que es el momento de contar una anecdotilla de nada que sucedió hace un mes escaso.

Circulaba yo, como de costumbre, en la línea de Cercanías Valencia-Castellón porque había quedado para dar una clase particular. Iba leyendo un libro de Jean M. Auel (entretienen, pero hay que ver lo que se repite esta señora para engordar las novelas), así que no me enteré de la situación hasta que escuché a alguien comentar que ya llevábamos un cuarto de hora parados. Regresé en un parpadeo desde el paleolítico hasta la línea de Cercanías y no noté demasiada diferencia. Como de costumbre, ninguna explicación a los pasajeros. Ningún dato sobre la hora prevista de salida por si alguien (como un servidor) había quedado. Volví a la novela y al poco tiempo un revisor -uy, perdón, que se mosquean si no se les llama interventores- salió de la cabina como alma que lleva el diablo. Lo interceptó la misma señora que decía antes lo del cuarto de hora y, cosa rara, el revisor se dignó a explicar que había descarrilado un mercancías algo más adelante y que no tardaríamos demasiado en seguir camino. Pero acto seguido abrió una puerta del vagón y dijo que si queríamos salir al andén, no había problema. Mientras nuestro héroe cierra el libro, sale a fumar un cigarrillo y llama a su alumna para decirle que mejor le avisará cuando llegue porque esto va para largo, haremos la primera reflexión del día: la modernidad empieza por eliminar los tramos de una sola vía en las líneas de Cercanías.

Acabado el cigarrillo, estaba planteándome si acercarme a la estación para mear. Pero se me adelantó alguien: empezó a cruzar la vía (a nivel, por supuesto) y se oyeron gritos. El tipo echó a correr y, segundo y medio después, un Alaris pasó a toda velocidad a nuestro lado. El chaval pudo llegar vivo a la estación gracias a los gritos y, supongo, soltó la mejor meada de su vida porque había vuelto a nacer. El andén donde estábamos retenidos tenía una visibilidad de aproximadamente 200 metros antes de que una curva se tragara las vías. La segunda reflexión del día: la modernidad empieza por poner pasos subterráneos en absolutamente todas las estaciones. Y si no llega el presupuesto con la pasta que deben de sacarse cobrando 3,50 por la mierda de servicio de Cercanías que ofrecen, que al menos todas las estaciones avisen automáticamente por megafonía cuando se acerque uno de esos trenes de los anuncios a toda velocidad. Decidí esperar a mear en Castellón.

De vuelta en el tren, sabiendo que me esperaba otro buen rato de inactividad y desinformación, volví con la novela que explicaba las aventuras de una caverna de neanderthales en el paleolítico. No me sorprendió darme cuenta de que tenían el chiringuito bastante mejor montado que nuestro transporte ferroviario. Pero, sorpresa, el tren reinició la marcha con el tiempo suficiente para que nadie pudiera reclamar después la devolución del precio del billete por retraso. Incluso nos regalaron cinco minutos de margen que cada pasajero pudo emplear en lo que quisiera. Yo los utilicé para soltar una larga y placentera meada, por fin a salvo en los urinarios de la estación. Y en decidir en el último momento que apuntaría bien, porque (tercera y última reflexión del día) al fin y al cabo los empleados de la limpieza no tienen culpa de nada.

Modernidad. Los cojones.
 

Enviado por Manu, 10:29 PM | Comentarios (2)
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19 de Septiembre 2005

Demagogia: Si fumo es por vosotros

El gobierno, para quien no se haya enterado, por fin se ha dado cuenta de que la sanidad pública va un poquito como el culo y necesita una ayudita económica de nada. Nunca es tarde, linces. Así que las mentes preclaras que, de alguna manera, siempre acaban tomando las decisiones más gordas, han decidido que lo ideal es financiar la sanidad a base de hincharnos los impuestos en alcohol, gasolina y tabaco. Simplemente maravilloso.

Claro, es que resulta que el alcohol y el tabaco son malos, malísimos, y además suponen una carga para el sistema sanitario a largo plazo. Y la gasolina tres cuartos de lo mismo, sobre todo si tenemos en cuenta los accidentes de automóvil. Aunque lo más seguro es que con la gasolina se acaben echando atrás si es que no lo han hecho ya. Pero lo que no entiendo es por qué tenían que ser precisamente tres productos básicos los que sufrieran la tocada de impuestos. (Y antes de que alguien diga que él no fuma, responderé que yo no conduzco. En esto tenemos que estar unidos, camaradas.) No se les ocurrirá encarecer los chalets de lujo, aumentar las multas por contaminación a las grandes empresas o recalificar los terrenos municipales antes de venderlos a las constructoras, por poner tres ejemplos casi al azar. Ni disolver de una vez el puto ejército, que (además de no servir para nada) últimamente no hace más que dar quebraderos de cabeza, y destinar así el presupuesto de "Defensa" a Sanidad y Educación. Para qué. Que paguen los de siempre. Y ya que estamos, que paguen más.

El lado positivo es que ahora, cada vez que fume o que me tome una cerveza, tendré en mi interior la sensación cálida de saber que, gracias a mí, en un par de años habrá un hospital con una camilla más. Y cada vez que Mercedes Milá haga una de sus apariciones apocalípticas antitabaco en televisión, provocará que un niñito muera por falta de atención médica. ¿No es maravilloso?

Comprendo la necesidad de un sistema sanitario público. Es más, lo apoyo sin reservas. Comprendo que una sanidad pública debe financiarse con impuestos. Pero no comprendo que un gobierno que se declara de izquierdas decida que las subidas extraordinarias deban aplicarse a productos de consumo masivo, por muy malísimos que sean. Llámame simple, pero lo próximo será encarecer el pollo y las patatas para financiar la educación. En el fondo, la pregunta siempre es la misma: ¿acaso la clase política no fuma, bebe o echa caldo en el coche? Y la respuesta también es siempre la misma: ellos no pagan gasolina. La pagamos nosotros, igual que sus sueldos que no creo que les importe gastar en vicios, vayan al precio que vayan. La diferencia es que si a mí se me ocurriera putear de esa manera a quien me paga el jornal, no duraría ni diez minutos. Pero nosotros siempre hemos sido unos jefes demasiado consentidores, siempre hemos permitido que nuestros empleados se nos suban mucho a la chepa. Y así nos luce el pelo.

Es que lo sabía. Bueno, el próximo cigarrito va a la salud de la madre de Zetapé.
 

Imagen que no viene a cuento:

Flash!

Os presento a Flash.


 

Enviado por Manu, 1:47 AM | Comentarios (11)
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17 de Septiembre 2005

Demagogia: Cada vez cuenta

 

¡Cuidado! Cada vez cuenta

 

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12 de Julio 2005

Demagogia: El puto reggaetón

Hace algún tiempo, en pleno Viña Rock (y en plena intoxicación etílica), afirmé categóricamente que el hip-hop era uno de los inventos más nefastos de la historia de la humanidad. En una hipotética clasificación encabezada por la rueda, el fuego y el minitanga, el rap ocupaba el mismísimo culo de la lista. Estaba siendo algo exagerado, claro, porque resulta evidente que cosas como la cerveza sin alcohol, la ESO o La Máquina de la Verdad (Antena 3, martes por la noche) son mucho más nefastas. Pero este último fin de semana en las Fiestas del Ángel de Teruel me ha hecho replantearme muchas cosas.

Algunas son obvias, por ejemplo que las fiestas son mucho más agradables cuando se puede pasear de resaca sin niños que acechan para tirar ruidosos petardos en cada esquina; o que las barras subvencionadas que solamente venden bebidas no alcohólicas a buen precio son una gran idea cuando uno lleva un botellín de vodka en el bolsillo trasero. Y otras, más que obvias, son apabullantes: como por ejemplo, que el actual poseedor del título al Invento Más Nefasto De La Humanidad es el nuevo ritmo de moda, ése que teóricamente es una fusión de hip-hop, reggae y rollito latino genérico. Sí, señora, el puto reggaetón. Ese de los anuncios de recopilatorios (Reguetoneando era mi título favorito hasta que llegó Cubatón, el reggaetón cubano), los coches de makineros atronando a los vecinos y la omnipresencia en fiestas veraniegas. Ese del ritmito machacón y clónico en todas las canciones, por llamarlas de alguna manera. Ese de "componga (por llamarlo de alguna manera) usted cinco grandes éxitos en una tarde de aburrimiento con su programita de edición de audio".

Ese que, en resumen y sin estirar demasiado las definiciones, podría ser considerado como el nuevo bakalao. Como si hiciera falta para algo.

Imagen que no viene a cuento:

Como en el futbolín

En los viejos tiempos del futbolín y los recreativos, quedarse a
cero goles se pagaba con la humillación pública de pasar por
debajo de la mesa.
Algunas tradiciones, para mi desgracia, no se pierden en el olvido.

 
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29 de Junio 2005

Demagogia: Factor 60

Me declaro desde ahora mismo fan de Mario Picazo. O más bien fan de su sección en los informativos de madrugada de TelaHinco. Además de dar el tiempo como todos los demás (y con los mismos datos del Meteosat, señora), Mario aprovecha de vez en cuando para contar curiosidades y dar consejos y cosas. Ya reseñé algo suyo aquí hace algún tiempo, pero nunca está de más repetirse si el asunto vale la pena, como le dijo Napoleón a Josefina después de embadurnarla con allioli.

Hoy ha explicado lo que significa el Factor de Protección que viene indicado en los botellines de bronceador. Quien no lleve, como un servidor, cuatro o cinco años de Playero Reformista converso tal vez no se haya dado cuenta, pero los números de los botellines han sufrido una ascensión meteórica de un tiempo a esta parte. Hace unos años un factor 15 se consideraba exagerado, para pelirrojos pecosos. Ahora se lo debe poner Zaplana para sus sesiones de rayos UVA. Puede ser que el ozono se haya ido a la mierda en grado extremo durante estos años, pero tal vez la explicación del señor Picazo arroje una nueva luz sobre el tema, aunque yo vaya a oscurecerla un poco con fórmulas para fastidiar a los alumnos de ESO.

Supongamos que yo quiero averiguar cuál es mi relación con los factores de protección solar. Digamos que me he comprado una crema con Factor de Protección n. El primer paso es irme un día a la playa, ponerme al sol sin echarme la crema y cronometrar hasta que empiece a quemarme. Cruel, sí: el precio de la ciencia. Llamaremos TS (Tiempo de Socarrina) a ese número medido en minutos. Se puede medir en cualquier unidad, pero que le den por culo al Sistema Internacional. Puedo aprovechar la noche de insomnio por rojez en la espalda para hacer los cálculos. Utilizando la crema que me he comprado, podré permanecer al sol durante los minutos que resulten de la siguiente fórmula:

Formulita

El señor Picazo lo complicaba un poco refiriéndolo todo a un individuo muestra con TS=10 (dividiendo y multiplicando por 10 cada vez), pero de algo tenían que servir todos estos años de matemáticas. Sirven para simplificar la fórmula y para llegar a un par de conclusiones sobre ella, a saber: (1) que los fabricantes de bronceadores asumen sin ningún problema que el proceso de chamuscamiento es lineal, cosa sobre la que yo tengo mis dudas. Y (2) que si yo, que solamente he ido un par de veces a la playa, aguanto mis buenos cuarenta minutos en hora punta sin asarme, con un factor 4 voy más que sobrado para lo que queda del verano. Según esta fórmula, el agujero de ozono no es ningún factor, sino la propia resistencia de la piel de cada uno respecto a él. En otras palabras: si se tiene una buena resistencia natural y no se va a estar mucho tiempo expuesto, a lo mejor incluso compensa embadurnarse con allioli.

Que conste que con esto no estoy animando a nadie a que se quite del Factor 60, que al ritmo que vamos acabaré teniendo denuncias por culpa de este weblog. Ni tampoco a que deje de creer en los anuncios de gafas de sol de la Federación de Ópticos (¡cuidado con las gafas de chiringuito, niños!), en absoluto parte interesada en el negocio. Ni a que se embadurne según qué zonas del cuerpo con allioli. Pero teniendo en cuenta los precios de los botellines de cremita milagrosa factor 30, tal vez no estaría mal un poco más de rigor científico de cara al público. Aunque solamente sea para que luego no salgan listillos de pacotilla como un servidor dispuestos a reírse de temas serios.
 

Enviado por Manu, 2:20 AM | Comentarios (8)
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31 de Mayo 2005

Demagogia: ¿Y el Día Sin Intolerancia?

Hoy, en la serie "Día Mundial Sin Alguna Chorrada", tocaba el tabaco. Las mentes televisivas bienpensantes y salvamundos (telediarios, Lo+Plus, supongo que los macroprogramas matinales y vespertinos también), como de costumbre, se han bajado del coche, han entrado en plató y se han llenado la boca haciendo apología del aire limpio. Nos han recordado los peligros del tabaco, el peor de todos los males que acosan a la humanidad. Nos han hablado de las medidas proyectadas para proteger los sacrosantos derechos de los no fumadores.

Me cuenta el Doctor Maldad que, aprovechando el día mundial, han puesto unos dispositivos por la calle para que los no fumadores puedan comprobar sus niveles de nicotina y, supongo, demostrar así que las leyes restrictivas que se nos vienen encima están más que justificadas. Chapeau. Chapeau siempre que en el día mundial sin coches pueda comprobar yo (un conductor pasivo) mis niveles de dióxido de carbono y los resultados sirvan para restringir la circulación rodada, o siempre que en el día mundial sin ruídos pueda comprobar yo (un escuchador pasivo) mis niveles de degeneración en el tímpano y sirva para restringir, por ejemplo, las campanadas que da la iglesia más cercana los domingos por la mañana. Pero no caerá esa breva.

En el fondo de todo está la delgada línea roja entre la libertad y las molestias que se causan al ejercerla. Los no fumadores sufren molestias cuando nosotros les fumamos en la cara. Y dicen, con toda la razón, que su salud sufre y ellos no fuman. De la misma manera, yo sufro molestias causadas por los conductores, y no conduzco; y no puedo ponerme al sol sin potingues por culpa del agujero de ozono, y no uso laca; y me toca levantarme a horas intempestivas, y no soy mi jefe. La diferencia es que yo tengo cierta tolerancia a las molestias y, si tuviera voz o voto, procuraría ponerme de acuerdo, llegar a un punto intermedio con los conductores, los usuarios de laca o los empresarios. Pero parece que las asociaciones de no fumadores (y sobre todo los ex-fumadores, pobres reprimidos en muchos casos) no tienen las mismas tragaderas, y en general gritan, lloriquean y patalean hasta conseguir que los adictos a la nicotina seamos poco menos que apestados. Y al paso que vamos, mucho más.

Cualquier actividad que uno realice, incluso escribir esta entrada, causará alguna molestia a alguien. Sin embargo lo normal no es ir por ahí montando asociaciones de gritones para, por ejemplo, protestar contra las colas en la pescadería, ni formar grupos de presión que exijan el despido inmediato de todos los empleados de banca. Pero con el tabaco parece que pesan más los derechos de unos que los de otros. Y así nos va.

Malporro
(Esta imagen me la mandó Veti.)
 
Enviado por Manu, 11:50 PM | Comentarios (39)
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30 de Mayo 2005

Demagogia: Burn, baby, burn (2)

Yo venía hoy a hablar del NÍ francés a la constitución europea, pero los planes tienen esto, que a veces llega alguien y te los cambia. Hace algún tiempo, cuando ardió el edificio Windsor de Madrid, escribí aquí una entrada en la que me alegraba de la falta de víctimas y admiraba el espectáculo de fuego. No caló demasiado bien, sobre todo entre los madrileños que leen estas chorradas que escribo. En su momento, pensé que la inmediatez del tema era lo que impedía que la gente se lo tomara a la ligera: más o menos la misma idea que en un capítulo de South Park (6x02) donde se establece que deben pasar 22 años antes de poder reírse de un tema. Allí es el SIDA, aquí un incendio. El principio es el mismo.

Pero hoy he leído un comentario (firmado con el seudónimo Zap) que se registró recientemente en aquella entrada, y que transcribo aquí con la mínima edición necesaria:

Al autor del comentario, solo se me ocurre decirle que es un hijo de puta y encima ignorante. Ingnorante porque no hay únicamente empresas grandes, había pequeñas empresas, bastantes, pero como eres un ignorante, pues no lo sabías, ¿se te debe disculpar por eso? Hijo de puta porque ese edificio ardió el sabado por la noche y el lunes por la mañana un empresario de una de esas pequeñas empresas tenía un infarto, y era hospitalizado. ¡Eres grande, chaval! Te ries de los males ajenos, y encima lo escribes como si de sabiduría se tratara.

(El comentario continúa divagando sobre porritos, gente guai y no se qué historias más que no vienen al caso. Algunos signos de puntuación y tildes son míos.)

El WindsorIba a solventar el asunto con una respuesta cortante, llamando imbécil al tal Zap y no echando más leña al fuego, pero eso habría dejado sin réplica todo lo que hay detrás del "hijo de puta" que me dedica tan a ligera, tan erróneamente y que con toda seguridad no se atrevería a decirme en la calle.

En la bengala Windsor había empresas pequeñas además de grandes. Bien, aceptaremos ese hecho aunque muy pequeñas tampoco serían si podían permitirse el alquiler de oficinas allí. Pero en todo caso estarían aseguradas, con lo cual la putada gorda queda desplazada a las compañías de seguros, que pueden y deben asumirla por definición. Por supuesto que el seguro no lo arregla todo, pero las penas con pan son menos penas y (parafraseando a LeGuin) el fuego y el miedo son buenos sirvientes pero malos amos, qué se le va a hacer. Y ahora alguien que no tiene en cuenta nada de esto me llama ignorante a mí. En fin.

Un empresario de una de esas pequeñas empresas tuvo un infarto el lunes sigtuiente. Vaya, pues lo siento por él y por sus allegados (entre los que supongo que se encuentra el tal Zap). Pero no comprendo cómo me convierte eso a mí en un hijo de puta. Si yo hubiera incendiado el Windsor y luego hubiera ido a su casa a saltar desde detrás de las cortinas para darle sustos, de acuerdo. Pero supongo que a ese pobre hombre no le daría el infarto como consecuencia de leer mi weblog. La conclusión lógica es que el insulto es gratuito. Y como todos los insultos gratuitos, éste dice más del emisor que del receptor. Como iba diciendo: en fin.

¿Reírse de los males ajenos? Bueno, no seré yo quien diga que no lo he hecho nunca. Buena parte del humor es siempre a costa de alguien o de algo. Y en este caso concreto no falta quien (muy legítimamente en mi opinión, ojo) ha hecho leña del edificio caído: sin pensar mucho, Buenafuente y El Jueves. Pero dudo que Zap se moleste en ir a insultar y dar la brasa a esa gente. Lo peor del asunto es que yo ni siquiera me estaba riendo en público. La entrada original sobre el Windsor no tiene gracia, cosa habitual aquí, sólo que en este caso tampoco pretende tenerla. Es solamente mi postura en aquel momento, tan legítima en una situación sin víctimas como la de quien se arranca la barba y da cabezazos en el suelo gritando que el skyline de Madrid nunca volverá a ser el mismo y la vida ya no tiene sentido. O quizá más.

Resumiendo, Zap me critica por expresar mi opinión públicamente. Vaya novedad; igual también acabo abriendo un foro sobre este tema. Me insulta por hablar a la ligera de un incendio que tiene consecuencias. Pero es que todo tiene consecuencias, y al menos yo no tengo la omnisciencia necesaria para predecirlas todas. Ni ganas, porque entonces no podría escribir sobre absolutamente ningún asunto. Y por una vez me permito finalizar con un consejo: las pataletas, amigos míos, es mejor tenerlas en la intimidad del hogar. Porque si no la gente (que es muy mala) se acaba riendo de uno, y eso sí que jode a cualquiera.
 

Enviado por Manu, 3:30 PM | Comentarios (13)
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20 de Abril 2005

Demagogia: De fumata

De toda la elección de Ratzinger Zeta como nuevo papa de Roma lo que llama la atención no es que sea un conservador (y eso que alguien que es tomado por conservador en la iglesia da muchos escalofríos) ni un continuista (la noticia hubiera sido lo contrario), ni los grandes retos que tendrá que afrontar en su papado con los que se han estado frotando las manos los informativos para llenar minutos con algo que no sea crónica de sucesos. Lo que de verdad impacta es la cabezonería con que el Vaticano se aferra al pasado, incluso en asuntos en principio tan poco dogmáticos y tan alejados de la fe como transmitir la información.

Pongamos por ejemplo las fumatas blancas y negras en la Capilla Sixtina. El humo, en este caso, no es más que la manera que tiene el Vaticano de comunicar al mundo un bit de información: cero significa que seguimos a lo nuestro; uno significa, bueno, que habemus papa. Los telediarios lo contaban como anécdota, pero el hecho es que el color del humo que sale por una chimenea no es precisamente el método más efectivo para transmitir un miserable bit. Hay cien formas de conseguirlo que le dan mil patadas. Así sin pensar demasiado, a cualquiera se le ocurren nueve o diez. El método más sencillo sería que, tan pronto como se pusieran de acuedo, salieran en fila india de la Capilla y dijeran "ya tenemos jefe, peña". Mientras no salgan, no hay papa. O tal vez usar productos químicos para que no hubiera dudas respecto al color del humo, si tanto les gusta jugar a los indios. O, aprovechando las nuevas tecnologías, bastaba con una llamada perdida a alguien en cuanto hubiera consenso, que además es la mejor manera de transmitir un bit a distancia sin gastarse un céntimo. Pero parece que a los cardenales les gusta dar un poco de emoción al asunto y decir cada cierto tiempo que de momento, nada; o tal vez simplemente no sepan que transmitir ceros es desperdiciar el esfuerzo. Aun así, incluso emitiendo ceros, sigue habiendo mejores formas de transmitir el dichoso bit. Podría salir el camarlengo a un balcón determinado cada cierto tiempo. Si se queda quieto durante un minuto, da media vuelta y se vuelve para adentro, aquí no ha pasado nada. Si hace un corte de mangas al mundo entero, os jodéis, papa al canto. O puestos a ser espectaculares, una pantalla gigante podría mostrar al Espíritu Santo bajando desde el Paraíso en forma de paloma: si se vuelve al cielo sin cagar, seguimos como estábamos; si la suelta sobre el retrato de alguien, ya tenemos al afortunado pontífice.

Y sin embargo, lo único que se le ha ocurrido a los cerebritos de la Santa Sede después de dieciocho años ha sido tocar las campanas cuando haya fumata blanca. En otras palabras, añadir algo de redundancia a una señal defectuosa. Y para colmo con retraso. Guau. Teniendo esto en cuenta, es normal que no se les ocurra ni una buena en temas más complicados que transmitir un bit de información, como por ejemplo la sostenibilidad moral de prohibir los condones en tiempos de Sida. Los de El Jueves lo han visto claro. Y aunque también pese más kilobytes, una imagen como ésta sigue valiendo más que mil palabras:

juanpa.jpg
El Jueves número 1455.

Todo este asunto me recuerda a una historia que circulaba en fotocopias por los institutos, y más tarde en internet. Es una especie de leyenda académica que ocurrió en absolutamente todos los centros educativos del mundo, y trata de un examen de física. El profesor acaba de dar el tema de las presiones en general y la presión atmosférica en particular, y en el examen pregunta: "¿Cómo podríamos medir la altura de un edificio utilizando un barómetro?" El protagonista, un alumno, responde que si vamos subiendo las escaleras y marcando con un lápiz la longitud del barómetro en la pared, podemos tener la altura del edificio en función del tamaño del barómetro. Y se lleva un cero como una catedral porque el profesor quería que hablara de diferencias de presión atmosférica. Nuestro héroe, por supuesto, no se rinde y solicita una revisión de exámen. Los profesores acaban adoptando una decisión salomónica tras muchas discusiones: el alumno repetirá el examen, pero esta vez deberá servirse de algún principio físico estudiado durante el curso. El chaval acepta la solución y se presenta el día acordado. Se sienta, mira el papel durante diez minutos y luego se pone a escribir como loco. Sonríe, entrega el examen y se va. El profesor, feliz al suponer que el alumno ha conseguido recordar algo sobre la presión atmosférica, lee el examen.

Y lo que había escrito nuestro héroe era algo así: "Se me ocurren varias maneras de determinar la altura del edificio mediante el barómetro y no consigo decidirme del todo. Si es un día soleado y conocemos las dimensiones del barómetro, podríamos medir su sombra y también la que proyecta el edificio. Una regla de tres nos daría la solución. También podríamos colgar el barómetro de una cuerda y balancearlo a ras de suelo y más tarde sobre el tejado, de forma que la pequeña variación que notaríamos en el valor de g nos permitiera llegar a la solución. Otro método sería subirnos al tejado del edificio y dejar caer el barómetro: la altura del edificio dependerá del tiempo que tarde en estrellarse contra el suelo. Aunque la más rápida, posiblemente, sea entrar y decirle al portero: 'señor, mire que barómetro más bonito tengo, se lo doy si me dice la altura del edificio'".

Lo más esperpéntico de las instituciones católicas es que, con toda seguridad, el chico de la leyenda urbana no sólo suspendería el examen sino que seguramente sería excomulgado. Y menos mal que la Santa Inquisición ya no se suelta tanto la melena como en el siglo XIV. Pero si en pleno siglo XXI se resisten tantísimo a los cambios como para seguir con las señales de humo, apañaditos estamos con todo lo demás.
 

Enviado por Manu, 12:02 PM | Comentarios (8)
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19 de Abril 2005

Demagogia: Fear of the fans

(O: Los putos tolkienianos. Fiesta.)

Volviendo con las opiniones polémicas, no sé si se iba a montar más gorda si me pusiera a largar sobre la jugada maestra de Otegi en las elecciones de Euskadi para esquivar la Ley de Partidos o si hablo de lo que finalmente va a caer. Tal y como las gastan por aquí­, no lo tengo nada claro. El caso es que emitieron por el Plus un reportaje sobre la Sociedad Tolkien Española el otro dí­a. No está mal que los frikis salgan por la tele, que se normalice un poco la fantasí­a y que se pueda hacer chistes sobre la orientación sexual de los elfos para el gran público (aunque todavía no sé cuántos hobbits hacen falta para cambiar una bombilla). Pero o bien el Plus sacó solamente lo mejorcito de cada casa o es que los fans de Tolkien exageran su frikismo una pizca demasiado. Con todo el cariño, ojo.

El caso es que, no sé por qué, el reportaje me pareció un poco orientado al espectáculo: "miren, miren de lo que es capaz la gente". Freak show, y nunca mejor dicho. Gente protestando de que sus padres no lo entienden cuando ellos dicen que se van al Smial, chicas diciendo que irían vestidas de elfas todo el dí­a si pudieran, gente leyendo ochenta páginas a la cara de otra gente, clases de Quenya con pizarra y todo, ese tipo de cosas. Por comparar, y sin ánimo de ofender mucho a nadie, clavaditos a los trekkies. Y luego la pagamos todos, que sales por ahí­ con otros frikis y las chicas medio se temen que vayas a violarlas mientras gritas en betrobi. Me gustaron las fiestas con violinistas y vino, eso sí­. Pero el reportaje en general no me pareció muy productivo de cara a la normalización de las aficiones consideraras raras hasta hace poco. Un enfoque más en plan "ná, somos un grupo de colegas que nos juntamos aquí­ a pasarlo bien con nuestras neuras, mira qué traje más guapo me he currado, ¿quieres una birrita?" serí­a para el típico outsider un poco menos... venga, digamos la palabra... aterrador.

Aunque claro, si hicieran alguna peli del Mundodisco habrí­a que ver lo que pasaba. Igual iba a escuchar yo mucho rato a quien me dijera que no le pegase patitas de plástico al baúl de la abuela.

Buena idea que no viene a cuento:

PookMail.com
 
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6 de Abril 2005

Demagogia: Las putas cajas de ahorros

Esta mañana, en las noticias, me he enterado de que Caja Madrid planea ampliar su participación en la compañía Endesa. Pues vaya noticia. Chanchullos empresariales, el pan nuestro de cada día. Pero a poco que uno se pare a pensarlo, el tema da bastante de sí.

En teoría las cajas de ahorros son entidades sin ánimo de lucro (¿cómo se ponen risas enlatadas en un weblog?), destinadas a la obra social. En otras palabras, aparte de los sueldos de sus trabajadores, todos los beneficios deberían destinarse a mejorar la calidad de vida de la gente. Y, sin embargo, Caja Madrid se dedica a comprar acciones. Y sin embargo, Bancaixa se dedica a financiar parques temáticos de dudosa viabilidad. Y sin embargo, la CAM está que si sí, que si no en distintos chanchullos políticos como un futuro aeropuerto en la provincia de Castellón. Que ya me dirás para qué y a costa de qué, pero eso es otro tema. El caso es que, cada vez más, las cajas de ahorros se comportan como bancos de pleno derecho en lo que les interesa.

Bancaixa es el caso que más de cerca me toca. La lista de agravios se podría hacer eterna, pero se resume en un par de hechos. El primero es la atención al cliente, asunto en el que, cosa extraña, no procuran parecerse a los bancos. En realidad más bien podríamos hablar de la no-atención al cliente. Cartelitos que instan a utilizar el cajero automático para prácticamente cualquier operación, cosa que a mí me la trae al pairo pero supongo que a la típica abuelita no tanto. Pago de recibos, solamente hasta las diez de la mañana: inexplicable. Y todo eso cuando una de las mejores formas que tendría una entidad social de hacer la vida más agradable a los ciudadanos sería precisamente facilitarles las operaciones bancarias. Y el segundo hecho incomprensible son las comisiones casi hasta por respirar en la oficina. Veamos. Yo les dejo mi dinerito a principio de cada mes, para que me lo guarden y poder disponer de él en cómodas dosis. A cambio ellos lo van utilizando para sus historias, lo invierten, lo desinvierten y acumulan beneficios con el dinero que yo les presto. Pero al parecer no les basta como arreglo, así que se dedican a cobrar comisiones de mantenimiento en los momentos menos oportunos, cuando me quedan 10 preciosos eurillos para terminar el mes. No está escrito lo que se merecen sus cargos directivos. No hay infierno lo bastante ardiente ni cielo lo bastante aburrido. Y si no que se lo pregunten a cualquiera que haya trabajado procesando datos para ellos.

Así que, ya totalmente desilusionado del sistema económico basado en los bancos (que tampoco es que me quedara mucha esperanza), cuando llegue a casa esta tarde cogeré el cuchillo jamonero y, a falta de cerdo curado, rajaré mi colchón y lo usaré para guardar allí los frutos del sudor de mi frente. Lo único que me preocupa es que en Bancaixa saben dónde vivo...

Imagen que no viene a cuento:

Operación Papa

Si la idea sirvió para relanzar algo tan rancio como Eurovisión,
debería funcionar sin problemas con el catolicismo...

 
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24 de Marzo 2005

Demagogia: Miniaturas

Supongamos que de verdad existe un ente supremo omnipotente que vela por nosotros como afirma buena parte de la población. Para abreviar, podemos llamarle ESOQVPN, o simplemente ESO. Supongamos que ESO posee todas las características que le dan los cristianos, es decir, que es a la vez benevolente y vengativo, omnisciente y pasota, uno y trino. Supongamos que está fijándose especialmente en la península estos días porque le entretiene ver procesiones en su tele divina cuando se cansa de enviar terremotos y tsunamis. Es exactamente el tipo de ente al que divertiría una ironía así.

ESOQVPN lleva un tiempo anticipando la semana santa porque últimamente le aburre mucho tanta información sobre el estado de salud del papa. Es lo que tiene ser omnisciente. Pobre hombre, de todas formas. Así que, de refilón, se ha fijado en la sequía que lleva sufriendo Andalucía desde hace un tiempo. Se cansa de la tele, se levanta y trabaja un poco (hay que evitar que los obispos se salgan del papel en el tema de los condones), pero no se quita de la cabeza a los pobres andaluces. Después de pasarse tantos años haciéndole procesiones, tampoco estaría mal que ESO les devolviera un guiño, un pequeño aplauso. Para cuando decide intervenir ya han pasado unos días, pero no importa. La lluvia será bien recibida venga cuando venga. Al menos, en su experiencia siempre ha sido así. Bueno, excepto por lo del Diluvio Universal, pero aquello no fue más que una mala resaca. ESO se arremanga y se pone manos a la obra. Unas nubes por aquí, unos cambios de presión por allá, toma esa ráfaga de aire frío y ¡voilá!, lluvia habemus.

Se sienta otra vez delante de la tele para ver como los sevillanos le agradecen la lluvia. Aunque seguro que no echarán las manos al cielo ni bailarán desnudos en la calle como hacían en la vieja Mesopotamia, sigue teniendo su aquél. Pero en lugar de sonreír, Sevilla llora. Llora porque no ha podido sacar sus miniaturas de Warhammer (desde el punto de vista de ESO, por supuesto) en procesión. Porque con esa lluvia no habrá saetas ni gente sufriendo en las calles mientras otros miran medio en éxtasis. Hay que joderse, piensa ESO. Por un año que decide hacerles un favor, y de paso soltar la indirecta de que no hace falta que sean tan exagerados, van ellos y no lo captan. Si a él solamente le entretiene mirar figuritas, por dios. Se imagina grandes batallas cuando la procesión del Cristo del Dolor Inaguantable casi se cruza con la de la Inmaculada Concepción del Misterio Absurdo, y su vena cínica siembre se sonríe con las saetas, que seguro que las van improvisando sobre la marcha, los muy jetas. Pero hasta ahí. Todas esas historias de gente encapuchada fustigándose y de rodillas le recuerdan a vídeos de BDSM y le distraen de sus escaramuzas épicas entre figuritas pintadas. Todo tiene su momento y su lugar. Como a los jugadores de rol se les ocurriera organizar algo así, piensa, se montaría la de Yo soy Cristo. Mira que son raros, los humanos de los cojones.

Se levanta para mear y, mientras lo hace, se acuerda de algo. Se la suelta, chasquea los dedos, se la vuelve a coger y termina. Pues nada, fuera nubes, mañana sol y buen tiempo. ESOQVPN se sube la cremallera. Adelante con las procesiones.
 

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28 de Febrero 2005

Demagogia: No estaba muerto

... estaba de parranda.

Trabajar fuera de tu ciudad natal (al menos si la mayoría de tus amigos vive allí) es una putada de mucho cuidado. Ya, menudo descubrimiento, lo sé. Pero lo cierto es que no se me había hecho nada cuesta arriba hasta ayer por la tarde, cuando tuve que huir de una quinta botella de sidra en la carpa del Centro Asturiano de Castellón para no verme atrapado otro día más en las tenebrosas redes de la fiesta, que esta mañana entraba a las nueve y veinte. Suerte que lo pensé la semana pasada y hoy prácticamente tengo examen con todos los grupos, lo que evitará que demuestre públicamente el genocidio neuronal del fin de semana.

Las fiestas suponen también una escapada de la realidad. La política se paraliza, las noticias no atraviesan el enredo que llevan encima las sinapsis. Si esta semana muriera el Papa, en Castellón habría gente que no se enteraría hasta el lunes que viene. De hecho, una de las pocas conversaciones que he tenido sobre la realidad periodística ha sido consecuencia de este weblog, y más concretamente de la entrada de hace unos días sobre el edificio Windsor. La escena es la siguiente: a las tres de la madrugada me levanto de la silla para rellenar el vaso de cerveza y recibo un ataque por sorpresa. "Pues yo creo que te pasaste tres pueblos con lo del Windsor". Así, sin previo aviso. Joder. Procuro desviar la conversación hacia el debate sobre si es lícito o no reírse de las cosas, que me interesa más en ese momento, pero en las conversaciones entre borrachos es difícil manejar el timón con soltura. No lo consigo del todo y la conversación termina sin llegar a ningún punto de acuerdo. Otro día será, Javi.

Algunas otras cosas han logrado filtrarse desde el mundo exterior. El Papa está chungo, chungo. De hecho, el pobre hombre lo ve tan claro que ya ha dejado listo al cardenal que tiene que soltar el habemus papa (¿o era al revés?) cuando haya fumata blanca. Por su parte, los tertulianos de la tele continúan cebándose con el plan Ibarretxe y el tema me cansa ya tanto que el único comentario que haré es que me sorprende que sigan hablando de nacionalistas y "no nacionalistas" en lugar de de nacionalistas vascos y nacionalistas españoles. Amenábar se ha llevado su Óscar por una peli que no he visto pero que, por lo que cuentan, tampoco vale tanto la pena. Pues nada, enhorabuena. Nada nuevo bajo el sol aparte de que hace frío.

Así que, con permiso del respetable y ya que precisamente esta semana de fiestas en Castellón (a hora y media de aquí por medio del transporte público) puedo hacerlo hasta cierto punto, me apeo del mundo. No hace falta que lo paren, que ya me apañaré yo para reengancharme como pueda la semana que viene.

Imagen que no viene a cuento:

Una iniciativa de Jamfris
Más información.

 
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21 de Febrero 2005

Demagogia: Telepatía electoral

Aunque nunca antes había participado en un referéndum, con una vez basta para observar como en jornadas así se hacen evidentes algunos comportamientos paranormales. En unas elecciones típicas, si es que tal cosa existe, las opciones son de lo más variado; siempre hay más listas, muchas más, de las que nadie en su sano juicio está dispuesto a tener en cuenta. Así que por lo general la gente no procura dotar de tanto significado a su voto. No se piensa "votaré a Pepito porque así Juanito interpretará que lo hago para castigar a Monchito por su mala gestión aunque en realidad estoy en contra del proceso democrático", sino "el programa de Menganito es el que más me cuadra, allá va esa papeleta". Como mucho, en unas elecciones normales se aplica el voto de castigo y el voto útil, pero por lo general cada uno otorga su apoyo a la lista que menos rabia le da, y aquí paz y allá (en el congreso) gloria.

Pero un referéndum es diferente. En la llamada a las urnas de ayer solamente se podía votar "Sí", "No" y "Cuadradito en blanco" (que supongo que más de uno y más de dos habrá rellenado con un "Ni" bien hermoso), y un proceso que debería resultar mucho más sencillo que elegir entre chorrocientas mil opciones se complica hasta el infinito porque nadie por encima de los dieciocho años se contenta con dar una respuesta tan corta. Todo el mundo siente la necesidad de explicar sus razones, y como no pueden hacerlo en la papeleta optan por explicarlas en un weblog o soltárselas a la cara a sus amigos tan pronto como llega la primera oportunidad. Un simple "Sí" en una papeleta puede significar desde "Zetapé dice que sí y yo no tengo criterio" hasta "Aunque no me guste este tratado en concreto, sí estoy a favor de que exista una constitución europea", mientras que un "No" puede variar entre el "Me jode que no se aluda al cristianismo en el texto y además el mundo civilizado termina en las fronteras de la madre patria" y el "Me cago en la puta macroeconomía y la madre que parió a todos los políticos". Del voto en blanco y las abstenciones mejor ni hablamos, aunque ahí es donde se escuchan las teorías más descabelladas y divertidas.

En el fondo todo eso no es más que hacerse pajas mentales. Entre las muchas virtudes que nuestros responsables políticos puedan tener hipotéticamente no se encuentra la telepatía, al menos que se sepa. Así que a la hora de la verdad, que traducido al lenguaje democrático significa a la hora del recuento, lo único que importa son los datos puros y duros: la elevadísima abstención y el abrumador número de síes en las urnas. Lo cual significa que todas las dudas, todos los "votaría que no, pero es que eso dará fuerza a la posición de la ultraderecha", son inútiles. Ayer no se estaba votando si Europa debería tener una constitución (esa decisión ya está tomada) ni si los fondos estructurales deberían repartirse de esta manera u otra. Ayer, simplemente, se respondía a la siguiente pregunta: "Señor ciudadano, ¿está usted de acuerdo con este texto constitucional? Diga sí o no". Las interpretaciones, la telepatía social, no es materia de preocupación del individuo de a pie, sino de los tertulianos de las teles y las radios. Y esos sí que deben tener algún superpoder porque si no no se explica que lleven tanto tiempo viviendo del cuento sin pegar un palo al agua.

Otro día hablamos de otro de los inventos más gilipollas de la democracia, incluso más que el referéndum no vinculante: la jornada de reflexión.
 

Enviado por Manu, 2:35 PM | Comentarios (6)
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14 de Febrero 2005

Demagogia: Burn, baby, burn

No ha habido muertos. Ni heridos. En los telediarios se pasarán unos cuantos días dando la brasa (y nunca mejor dicho) con la noticia del edificio Windsor que, en realidad, no lo es tanto. Si nos paramos a mirar los afectados, quienes sufrirán pérdidas económicas serán tres grandes empresas y alguna que otra aseguradora, y por mí les pueden dar bien dados. No se perderán más empleos que los de cualquier regulación cotidiana, así que ante el aluvión informativo que se nos viene encima sólo queda una opción posible: disfrutar del espectáculo.

windsor.jpg
 
Enviado por Manu, 1:08 PM | Comentarios (9)
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3 de Febrero 2005

Demagogia: Cinco razones

Tirando alto, habré conseguido leerme alrededor de diez versículos del capítulo primero de la constitución europea. Solamente he tenido el librito en mis manos una vez, el día que se lo regalaron a mi padre con el periódico. Como buen lector que soy, decidí empezar por el principio y no aguanté ni cinco minutos. Mi análisis preliminar arrojó el único resultado posible: la trama no engancha nada y los personajes no terminan de caer simpáticos. También hay que tener en cuenta que aquel domingo yo estaba recién levantado y el espesor mental que sigue a las noches de sábado tampoco ayuda mucho precisamente. Pero esos diez primeros versículos sí que consiguieron darme una idea aproximada del tipo de literatura al que me enfrentaba. Exactamente el peor tipo. La ley.

El otro día comentábamos el Doctor Maligno y yo que la vida parlamentaria podría ser un poco más simple y directa, y también un poco menos tensa y aburrida, sin tanta palabrería. Antes de que nos entrara la risa floja tuvimos tiempo de parir nuestra idea estrella. Consistía en que para las votaciones del congreso hubiera cuatro botoncitos disponibles: Sí, No, Chachi-Que-Sí y Chachi-Que-No. Como chorrada y manera tonta de tirar el dinero el proyecto no tiene desperdicio, admitido, pero al menos sería gracioso escuchar en los telediarios que "la propuesta de untar con brea y emplumar a Zaplana es aceptada en el senado pese a los 76 votos negativos registrados gracias a unos abrumadores 132 votos de Chachi-Que-Sí". Menos procedimientos y burocracias y más hacer cosas útiles, leñe.

Volviendo al tema de la constitución, entre una cosa y la otra no he tenido el librito de marras ni cerca y, aunque descargué una versión electrónica desde el blog de Germán, nunca he sido demasiado aficionado a leer sobre la pantalla. Así que, si me preguntan, yo conozco de la dichosa carta magna lo mismo que todo hijo de vecino: los artículos bonitos, los textos escritos para la galería que leen en la tele los famosetes de turno. Sin embargo, me resisto a creer que todo ese tocho legal lo hayan escrito cuatro hippies preocupados por la libertad, la fraternidad y las florecitas del campo. Me cuadran más en la ecuación unos cuantos cientos de tecnócratas presionados por los intereses económicos de cuatro gobiernos y los vaivenes bursátiles de la puta aldea global.

Pero me adelanto, y además cuando me suelto se me desata la vena anarca. Y no quisiera juzgar antes de hojear aunque sea unos cuantos versículos más del texto escogidos al azar. Así que diré simplemente que, de momento, mi inclinación es la de levantarme un domingo, comer, acercarme tranquilamente a un colegio a votar y votar que no. Las razones (por llamarlas de alguna forma) son las siguientes:

  1. Si tanto interés tienen los dos partidos mayoritarios en que votemos que sí, por algo será. Cualquier cosa que interese a esos dos monstruos no puede ser buena del todo.
  2. Si tanto interés tiene el gobierno en aprobar un texto del que, sinceramente, nadie fuera de ambientes sadomaso sabe nada, cuidadito. Habría resumido este argumento diciendo que no me fío de la letra pequeña, pero es que toda la maldita letra es pequeña.
  3. Como si no tuviésemos ya bastantes leyes, ahora va y pare la abuela.
  4. En algunos asuntos no estoy nada seguro de querer que se aplique aquí la política común. Y no sólo hablo del tabaco o el horario de cierre de los bares, que conste. Aunque también.
  5. Y el motivo más importante es que, cuando el tocho de marras esté ratificado (que lo estará) y se empiece a utilizar para reformas laborales, trapicheos y pacificaciones por todo el globo (que se empezará), me gustaría conservar mi sacrosanto derecho al pataleo y gritar a los cuatro vientos que yo voté Chachi-Que-No.
 
Imagen que no viene a cuento:

Ay pena, penita, pena...

La nevera ha visto momentos peores, pero tampoco tanto...

 
Enviado por Manu, 11:21 PM | Comentarios (5)
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26 de Enero 2005

Demagogia: Ayer

La educación está hecha unos zorros, y esta vez no lo digo porque me haya hecho el vacío otra empresa de traducción de videojuegos, también tendría narices. Me refiero a que entre unos y otros (tú me lo guisas y yo te lo como) han dejado un sistema educativo que da repelús verlo. Yo fui uno de los que se rasgaron las vestiduras cuando se rumoreaba que pensaban quitar la filosofía como asignatura de COU, pero es que yo era muy hippie y salvaba el mundo los viernes y los sábados entre litro y litro de calimocho. Si por entonces hubiera sabido en lo que iba a degenerar todo aquello, a lo mejor hubiera puesto más empeño en ligotear del que puse y que le den bien dado al mundo. Sin entrar en tecnicismos de currículums académicos y mandangas, los resultados están a la vista: yo voy por ahí diciendo que mi vida sexual no es solitaria sino independiente y cada tarde me hincho a discutir lo indiscutible con chavalines que no se merecen lo que les ha pasado. Saben leer. Es decir, saben que la ele con la a es "la", pero no comprenden lo que leen. Y así es como si cagaran pero hacia adentro, que dice mi padre. Saben sumar, pero son de los que cascan sólo con que les cambies los datos de un problema. Podría argumentarse que solamente se apuntan a mi academia quienes peor lo llevan y que, en realidad, siempre ha habido chavales menos listos que otros. Podría decirse que en realidad no es para tanto, pero quien quiera hacerlo debería hablar con cualquier profesor de instituto público (que lo elija al azar) antes de echarse a la piscina.

Hasta ayer mismo pensaba que este ataque (no tiene otro nombre) a la educación era porque los señores misteriosos con gabardinas negras que controlan el cotarro entero, todo el mundo lo sabe, no quieren que las masas usen el cerebro más de lo necesario para decidir en qué hipoteca enmerdarse. No les interesa que siga saliendo gente capaz de obrar pequeños milagros como la secuenciación del ADN, la distribución de condones en África o el doble directo de Rage, por ejemplo. Ni siquiera buscan más empollones gafotas como los que inventaron los cacharritos que, con el tiempo, me permitirían leer hace un momento que hay por ahí un "CHICO 32 AVOS BIEN DOTADO SI QUIERES FOYAR CONTACTA POR MAIL TENGO19CM@HOTMAIL.COM", sobreimpresionado en un espacio cultural televisivo mediante un simple mensaje de móvil.

Pero he visto la luz. Ayer dijeron en las noticias que en estos últimos cincuenta años nos las hemos apañado para extinguir completamente a chorrocientas mil especies del planeta y para poner en peligro a otras chorrocientas mil. Nosotros, las generaciones que hemos recibido una educación decente. Los que somos tan listos, los que entendemos lo que leemos a la primera. (A la segunda como mucho en mi caso.) Ha sido como un rayo de luz. Resulta que los de las gabardinas no están acabando con la transmisión de la sabiduría porque quieran un mundo de lerdos manipulables colgados a base de recibir los goles de su equipo por SMS, sino porque han visto claro que esto no puede seguir así. Porque como se nos sigan ocurriendo ideas, al final la humanidad acabará malviviendo gracias a los implantes cibernéticos en un mundo postapocalíptico sin ozono ni una miserable margarita en la pradera. Sin pradera siquiera, de hecho, que seguro que hace falta una cantera más para construir otro rascacielos. Para evitar un futuro con esa pinta, hay que impedir que las generaciones futuras sigan nuestros pasos, y ya puestos, lo más sencillo es intentar convertirles en mongolitos sin iniciativa a golpe de decretazo sobre el sistema educativo. Los señores de la gabardina negra son buenos. Quién lo iba a decir.

Y que nadie se preocupe, porque si por una de aquéllas fuéramos nosotros quienes acabáramos extinguidos por nuestra propia estupidez, o si el plan fallara y se impusiera tomar medidas más drásticas, el ejército de los EE.UU. ya está probando sobre el terreno el que ha de ser nuestro reemplazo evolutivo, la nueva especie dominante del planeta: ¡EL ROBOT DE COMBATE!

COMBAT BOT
 
Enviado por Manu, 3:12 AM | Comentarios (2)
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23 de Enero 2005

Demagogia: Reducción al absurdo

Los tres vocales del Consejo General del Poder Judicial firmantes del informe [...] en relación a los matrimonios gays, han aceptado la petición [...] de retirar del texto la referencia que se realizaba en el mismo a que llamar matrimonio a las uniones homosexuales supondría un cambio tan radical como llamar matrimonio a la unión entre un hombre y un animal. En un comunicado, lamentan que una argumentación bajo la técnica de la reducción al absurdo haya ofendido a personas.

- Levante-EMV, 20-01-05

De momento, para casarse hay que entrar por voluntad propia en el juzgado, expresar la intención de matrimonio y echar unas firmitas, y que yo sepa los animales todavía no pueden hacerlo. Así que la reducción al absurdo se les acaba de caer a cachos. Pero de todas formas, para absurdo de los gordos, el que se está montando alrededor de todo el tema de los matrimonios gays. Para absurdo, que sigamos discutiendo por un concepto (el del matrimonio) que deberíamos haber abandonado ya hace mucho tiempo, aunque solamente sea por viejo. No me entra en la cabeza que todo un señor colectivo (supuestamente liberal, aunque digo yo que de todo habrá) quiera entrar voluntariamente en un circo tan rancio como el de los bodorrios. Me imagino que lo que de verdad les interesa es obtener los beneficios legales que otorga el matrimonio: capacidad para heredar en caso de fallecimiento del cónyuge, poder de decisión en circunstancias médicas extremas y, la madre del cordero, adopción de menores. Pero me preocupa que no pretendan equipararse a las parejas de hecho heterosexuales, sino a los matrimonios. Y me preocupa todavía más que al decir esto último me estoy acercando a la postura de Mariano Rajoy (aunque, obviamente, por razones totalmente opuestas).

Ni matrimonios, ni parejas de hecho, ni nada. Lo más razonable sería sustituir todas esas leyes civiles por contratos en los que dos personas deciden libremente otorgarse derechos. Si la cosa está muy mal y hay que decidir que yo siga o no conectado a una máquina, quiero que lo decidas . Cuando yo la palme, quiero que seas quien se quede con mi colección del Mundodisco y la pornografía. Se firma, se lleva copia a un registro oficial y santas pascuas. Supongo que se podrían ofrecer algunos modelos estándar para que solamente hubiera que firmar. Uno de ellos podría ser igualito que el matrimonio actual sin ningún problema. Y si no cuadra con las expectativas de uno, siempre puede redactar su propio contrato, que ya somos todos mayorcitos como para que venga Papi Estado a decirnos qué hacer con nuestras vidas.

Con ello, además, nos quitaríamos de encima todos los trámites de separaciones, divorcios y demás. Igual que en cualquier contrato, bastaría con que una de las partes lo quisiera así para que el contrato perdiera validez. Habría suficiente con que Pepito fuera al registro y lo comunicara para que Juanito perdiera todos los derechos que pudiera tener adquiridos sobre él. Aderécese la fórmula con cuatro ajustes mal contados en la Agencia Tributaria, añádase sal y pimienta y consúmase al gusto. (De hecho, con este modelo no habría ningún problema para establecer uniones de más de dos personas, si es que así lo quieren.) Y el Consejo General del Poder Judicial tendría que mantener cerrada su enorme bocaza reductora al absurdo porque, que yo sepa, los animales todavía no pueden firmar contratos. Todo son ventajas.

El matrimonio, tal cual está, permite que se denuncie a alguien por mantener sexo consentido con la vecina de al lado, e incluso que se desposea al infractor de sus bienes. Por supuesto, nadie te obliga a casarte a punta de pistola, así que servidor (por ejemplo) mantendrá sexo consentido siempre que le apetezca y consiga convencer del asunto a alguna pardilla. Pero mantener el matrimonio tal y como lo entendemos supone un retraso tan radical como lo sería aprobar una ley que permitiese la esclavitud consentida. Si al Consejo General del Poder Judicial le gusta la reducción al absurdo, haría bien en aplicarla siempre, no sólo cuando sirve a sus intereses conservadores.
 

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26 de Noviembre 2004

Demagogia: La ley actúa

Lo dicen los anuncios. Se comenta en la calle. La difusión de contenidos ilegales por internet es un delito penado por la ley. Probablemente la tenencia también lo sea, aunque de esto último no estoy demasiado seguro: a lo mejor, si no tienes demasiado material, se considera destinado al consumo propio y la ley se contenta con una sanción administrativa, con una multita para que tus papás se enteren de lo que consume su hijo por ahí y le reconduzcan al camino recto. El caso es que, al menos según la última campaña publicitaria del gobierno, ahora la ley actúa.

El problema es que "contenidos ilegales" es una expresión bastante confusa. Me imagino (y espero) que las fuerzas del orden estarán más que dispuestas a liberar todo su poder contra quien ruede, tenga o distribuya videos de menores. Pero sinceramente, no me imagino a los GEOs descolgándose desde el tejado y atravesando la ventana del comedor -semiautomática en mano- para detenerme por tener el Más chutes no de Los Calis guardado en el disco duro. (A lo mejor si me descargara cositas de Bisbal o el señorito Sanz sería otra cosa, porque todo el mundo sabe que mis actos causarían un daño irreparable a la industria discográfica y la creación artística mundial.) No creo que el gobierno tenga pensado meter en el mismo saco a los amigos de los niños y a los de la música por la jeta: si ponen al mismo nivel los derechos de unos y los beneficios millonarios de otros, mal está la cosa.

Lo que supongo que harán es copiar el método a Estados Unidos, y sin pagar derechos de autor tampoco. Multarán a cuatro pardillos al azar, darán bombo al asunto en todos los informativos y confiarán en que al resto se le pongan por corbata y, al menos, se moderen un poco con el ancho de banda. Lo llevan claro, sobre todo si dejan algo de tiempo al pirata para que presente sus CDs originales en comisaría y disfrace sus descargas de "copias de seguridad". Vale que localizar físicamente cosas como el anuncio antidroga original del cantante de Eskorbuto o un disco de Cristinita Percances (no preguntéis, escuchad Amor Fallero directamente) puede ser complicado, pero estoy de acuerdo con mi amigo el Doctor Maldad en que sería gracioso verlo. Y aunque las multas sean directas, sin derecho al pataleo, la probabilidad de que se descuelguen los GEOs hasta tu comedor es tan escasa que no da ningún miedo. Les iría mucho mejor si amenazaran con enviar a Ramoncín casa por casa a soltar charlas de las suyas a los piratas. A mí, como mínimo, se me haría menos cuesta arriba endeudarme para pagar un multazo que aguantar las moralinas del Rey del Pollo Frito una tarde entera. Aunque sí que pagaría por poder decirle que adónde va con sus discursitos sobre el respeto un tío que no hace tanto meaba encima del público.

En el fondo de todo está que las discográficas y ya-sabéis-qué-sociedad tienen mucha mano. Y que al personal se la trae al pairo que la Virgin pierda 15 euros por su culpa, para qué engañarnos. Otra cosa sería si tanta descarga fuera a llevar a gente como Joaquín Sabina a la mendicidad, pero no es el caso. Sin entrar en el miserable porcentaje que se llevan por CD, no creo que nadie pagara dinero ni por la décima parte de lo que se baja de la red si un día les cerraran el grifo. Y tal y como está la situación, lo ideal sería que volviéramos a los orígenes de la música, que los intérpetes vivieran de tocar en público y las discográficas se reciclaran para dedicarse a tramar maldades que no tuvieran que ver con el cuarto arte. Ni con ninguno.
 

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9 de Noviembre 2004

Demagogia: Ja hi tornem...

El valenciano y el catalán son un mismo idioma. Tan sencillo como eso. Y no porque lo diga yo, sino porque (a) cualquiera con unos conocimientos mínimos de lingüística estará de acuerdo, y (b) porque solamente hace falta escuchar a hablantes de uno y otro lado de la frontera autonómica para saber que hablan la misma lengua. Los catalanes lo tienen claro. Los baleares también. Incluso en la Comunidad Valenciana, cuanto más te alejas de Valencia ciudad, menos problemas encuentras al respecto. Catalán igual a valenciano igual a Balear. Cierto. Claro. Verídico.

Y por tanto, un tema genial para el rifirrafe político. Por aquí ya llevamos años aguantando a los partidarios del secesionismo lingüístico (a los que, más o menos, llamamos blaveros por su interesante afición a las franjas azules en las banderas). Se empeñan en que no hablan catalán porque tenemos una pronunciación diferente y llamamos a algunas cosas de distinta manera. También tenemos cuatro o cinco desinencias cambiadas, sobre todo en los verbos. Nada de que alarmarse, claro, que estas cosas pasan en las mejores familias. Su postura se basa más en su anticatalanismo que en fundamentos lingüísticos claros. Por poner un ejemplo, sería como si de repente brotara en Andalucía un movimiento que sostuviera que el andaluz y el castellano son dos lenguas diferentes. Ridículo. (Aunque, ahora que busco en Google, también los hay. En fin, el sinsentido no es una exclusiva de Valencia al fin y al cabo.)

El blaverisme viene de lejos. En 1933 se acuñó una normativa lingüística alternativa a las Normes de Castelló, que tenían un añito de edad y a prácticamente todo dios de acuerdo. Las Normes del Puig, que así se llamaba la alternativa, regulaban algunas particularidades del habla valenciana, exageraban otras y quitaban todos los acentos gráficos por inútiles. Una chapuza. Desde entonces ha llovido lo suyo, pero ahí siguen los cuatro gatos buscabroncas de siempre creyendo que si seguimos así vendrán los catalanes a robarnos la paella, la horchata, las mascletades, el zumo de naranja y hasta las mismísimas fallas. No se notaba demasiado en Madrid porque hasta hace poco nos guardábamos nuestras vergüenzas para nosotros. El gobierno catalán mantenía una discreción exquisita sobre el tema para no levantar más los ánimos. Los distintos gobiernos valencianos (PP incluído) hacían concesiones simbólicas a uno y otro bando para tenerlos calladitos y, ante la duda, optaban por usar el castellano. En los últimos tiempos, con la creación de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (¡obra de Zaplana, créanlo o no!), las aguas estaban bastante calmadas porque dio cargos bien remunerados a los principales agitadores y los mezcló en salas de reunión con representantes de las universidades. Parecía que la cosa iba bien, que había un acuerdo tácito en no sacar demasiado el tema a relucir.

Y llegó la Constitución Europea. Y con ella se abrió la caja de los truenos, porque permitía que se presentara el texto en las lenguas cooficiales. Gallego, ningún problema. Euskera, ningún problema. ¿Valenciano y catalán? Hubiera sido demasiado esperar. La Generalitat catalana, al menos en principio, actuó con sabiduría y adaptó "su" texto a las formas valencianas (igualmente correctas) para presentar una única versión del tocho, con lo que Zapatero se llevó dos libros a Bruselas que contenían exactamente las mismas palabras y en el mismo orden. Parecía una solución aceptable, pero creo que hubiera sido mejor que pasaran del tema y presentaran un texto distinto. Al fin y al cabo, tampoco es tan raro que haya dos versiones en el mismo idioma: los libros de escritores ingleses se traducen al americano sin que nadie ponga en duda la unidad del inglés. Y para colmo de males, ERC va y decide denunciar al gobierno por presentar cuatro libros en vez de tres. Razón no le falta, y más teniendo en cuenta que hay sentencias firmes de altos tribunales a favor de la unidad. Pero sabiendo cómo se las gastan los cuatro falleros de turno, hubiera sido mejor para todos que se estuvieran quietecitos. Ahora todo es llenarse la boca hablando de injerencias políticas, hacer gestos inútiles en favor de la identidad valenciana amenazada y seguir con lo que llevan toda la vida haciendo: marear la perdiz e impedir que la Generalitat (Valenciana) se ocupe de lo que se ha de ocupar, que es apechugar con la macrodeuda que se dejó Zaplana cuando salió de aquí por patas.

Lo más tragicómico de este asunto es que todo el cacao, absolutamente todo, se ha montado porque Zaplana -el mismísimo diablo- orquestó hace años una maniobra de las suyas para fagocitar al único partiducho que defendía el secesionismo lingüístico, la llengua valensiana que no emplearé aquí. Y ahora el PP no puede renunciar a ese puñado de votantes. Muchísimos habitantes de la Comunidad Valenciana (por no decir casi todos) lo tenemos claro, pero sigue quedando en Valencia ciudad un núcleo duro, pequeño pero escandaloso, que defiende lo indefendible. Y el resultado, ahora que la patata caliente ha pasado a Madrid, será que los políticos de la Villa y Corte piensen que el catalán viene a ser como el dios cristiano, uno y trino a la vez.

Toma Misterio.
 

Enviado por Manu, 10:44 PM | Comentarios (16)
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4 de Noviembre 2004

Demagogia: Otros cuatro años

Maldición. Ha vuelto a ganar Bush las elecciones en los Estados Unidos. Y esta vez, saliéndome de mi habitual tono moderado y reflexivo, debo unirme a las diversas voces que han dicho en infinidad de medios (periódicos de gran tirada incluídos, creo) que la única explicación posible es que existe un número elevado de millones de gilipollas al otro lado del charco. Seguramente ser gilipollas no será culpa suya, no nacerían así, pero no por ello dejan de serlo.

No es que las opciones fueran muy buenas: me remito a lo dicho hace poco sobre elegir entre mierda caliente y mierda fría. La única alternativa creíble a Bush era un tipo que no tenía pensado hacer ninguna modificación sustancial en la política estadounidense al margen de las apariencias. Escuchar a la ONU, tener en cuenta a la comunidad internacional, esforzarse por mejorar la atención sanitaria, bla, bla, bla. En otras palabras, el único mérito del pobre pelele de Kerry era, simplemente, no ser Bush. Pero tampoco había mucho que esperar de un país donde el partido mayoritario más de izquierdas está a la derecha de nuestro querido PP patrio.

Y ahora llega el llanto y el rechinar de dientes. Que si salta la noticia de que los votos de Ohio no están nada claros, que si Michael Moore abronca a sus compatriotas y aboga por una anexión del norte yanqui a Canadá (no sé hasta qué punto en serio), que si el sistema electoral -o más bien, el montón de sistemas- hace más aguas que nuestro Prestige. Que si la cosa podría haber ido de alguna otra manera, vamos. Pero el problema es que tal y como está la situación, esto no podía haber ido de ninguna otra manera, aunque yo mismo tuviera mis esperanzas puestas en un vuelco repentino. Tal cual están algunos de los estados del sur, una victoria demócrata es muy complicada. Y dan igual los millones de dólares que se inviertan en una campaña electoral si tienes una base social que va a votar de cualquier manera al candidato con los misiles más gordos. Ahí es donde está la base del problema. La única solución efectiva a largo plazo sería lo que yo llamo la Opción Rincewind: construir un buen montón de bibliotecas en los estados en cuestión y dejar la puerta abierta. Y al menos en un principio, regalar una buena ración de costillas por cada libro del que seas capaz de escribir un resumen. Algo que implique actividad mental al margen de la SuperBowl. O mejor cambiemos las costillas por un rifle. Total, ya pueden conseguir tantos como quieran de todas formas. Cualquier otra cosa no es más pan para hoy y más rifles para mañana.

Por cierto, ya es raro que los comentaristas izquierdosos no hayan atribuído masivamente la victoria electoral al famoso video de Bin Laden que se emitió poco antes de las elecciones. La derecha no hubiera dudado ni un segundo en tener su momento pataleta, y a las pruebas nacionales me remito.

Apañados estamos, en resumen.
 

Enviado por Manu, 8:04 PM | Comentarios (8)
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13 de Octubre 2004

Demagogia: Anuncios por palabras

 

IMPORTANTE PARTIDO POLÍTICO DE CENTRO ofrece alcalde de gran Ciudad Española para su trasvase a partidos de tendencia radical izquierdista rompepatrias.

ACEPTARÍA A CAMBIO dinero, votos tránsfugas para recalificar terrenos en ayuntamientos costeros o, en su defecto, presidente extremeño o ministro de defensa cuya ideología concuerde más con los ideales del centro moderado.

RAZÓN: Calle Génova, 13. Preguntar por Ángel o Eduardo.


 

Enviado por Manu, 9:05 PM | Comentarios (2)
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1 de Octubre 2004

Demagogia: Ni a hostias

Debate electoral yanqui por todas las televisiones. John Kerry dice que ha sido militar y que sería un buen comandante en jefe del ejército estadounidense. George W. Bush dice que él habla cada día con el director del FBI y con presidentes de otros países. Kerry dice que Bush es un mentiroso, Bush dice que Kerry es un incoherente y por una vez -paradojas de la política- ambos tienen razón y dentro de unos meses los norteamericanos elegirán entre mierda caliente y mierda fría. Y la que salga nos la comeremos todos.

Poco antes, en otro canal, un poeta gaditano leía unos versos breves sobre el amor pasado. Tenía el mar de fondo. No era muy bueno declamando pero decía con más gracia que yo que, para un ex-amante, "perdón" es una palabra que no va asociada a sentimiento alguno. No hay perdón en el alma porque en realidad no hay nada que perdonar. Los guisos que valen la pena se cuecen siempre a pachas. Y el único sentimiento que cabe es el de gratitud por los efímeros momentos de hermosura (estas últimas sí son palabras suyas) que nos fueron otorgados. Entonaba un "que me quiten lo bailao" pero lo desposeía del matiz egoísta, lo revestía de cariño y nostalgia y lo convertía en un "que nos quiten lo bailao".

Y todo eso en mucho menos tiempo del correspondiente a cada intervención de dos mierdosos estirados que no comprenderían algo tan simple ni a hostias, y eso que el idioma lo dominan perfectamente.
 

Enviado por Manu, 4:10 AM | Comentarios (3)
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21 de Septiembre 2004

Demagogia: Alzheimer

Ando buscando trabajo, creo que ya lo había comentado. Me estoy dando unos días para encontrar algo de lo mío (enseñar) y la semana que viene, cuando haya fracasado, buscaré cualquier trabajo de media jornada o jornada intensiva con el que pueda cobrar una cantidad fija al mes. Quién me ha visto y quién me ve, sí, ya, pero es que mi casera no comprende mi filosofía vital y no me perdona el alquiler. El caso es que, entre excursiones a academias y sesiones de pegada de carteles para ir tirando de clases particulares mientras busco, todavía tengo algo de tiempo libre. Y cuando no escribo cosas para poner aquí ni subo niveles a Carod-Rovira en el Baldur's Gate (otro día colgaré un pantallazo muy gracioso que tengo), veo un poco la tele.

Hoy en las noticias de Antena 3 hablaban del alzheimer. En el reportaje se decían obviedades: que es muy caro cuidar a alguien con la enfermedad, que de momento no hay cura y que se siguen desconociendo las causas que lo provocan. Muy bien. El siguiente reportaje era sobre la droga en España y, con ese gracejo característico de los telediarios, han querido enlazar las dos noticias diciendo algo así: "Una de las causas que podría provocar alzheimer a largo plazo es el consumo de cocaína". Que no lo dudo, porque al fin y al cabo la cocaína afecta al cerebro y el alzheimer es una enfermedad cerebral, pero ¿no habíamos quedado en que no se conocían las causas? Supongo que el proceso lógico del redactor de Antena 3 debía andar más por los derroteros de: "Las dos son cosas malísimas y caras, así que seguro que están relacionadas".

Ya puestos, también podrían haber dicho que realizar una labor repetitiva ocho horas diarias durante veinte años no debe ser muy bueno para el cerebro y que es posible que provoque o agrave el alzheimer a largo plazo. Pero entonces tendrían que haberse soltado con un reportaje sobre lo inhumano que es el mundo laboral y lo absurdo que es pasar un tercio de la vida de uno haciendo algo que ni siquiera te interesa demasiado. Pero la televisión no está aquí para provocar revoluciones ni para hacer pensar al personal, aunque a veces (pocas) lo consigan involuntariamente. Por tanto sigue currando, pasa de las drogas ilegales y reza por que te toque la Primitiva el jueves, chaval. Y si quieres ver las alternativas, ponte las tribus africanas en La 2 después de comer o algún reportaje sobre los sin techo en el Plus.

No hace mucho hablé aquí de otra perla de los telediarios de Antena 3 y alguien preguntaba en los comentarios por qué seguía viendo esas noticias. Yo creo que la respuesta es obvia.
 

Enviado por Manu, 4:18 PM | Comentarios (2)
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30 de Agosto 2004

Demagogia: Los cinco aritos

Que conste que esta vez he dejado que pasaran las olimpiadas antes de empezar a criticar, pero es que llevo días pensándolo y ya va siendo hora de dar rienda suelta de nuevo a mi demagogia.

Hasta ahora, mis únicas quejas respecto a los deportes televisados en general (al fútbol, vamos) consistían en que al emitirlos quedaba ocupado un espacio que tal vez contuviera en principio algo más interesante de la parrilla televisiva. Pero hay que asumir que ese punto de vista se cae por su propio peso: al menos en agosto, seguramente el fútbol sea lo más interesante de la programación, a muy poca distancia de las enésimas reposiciones de series de éxito. Así que, en mi eterna lucha moral contra casi todo lo que implique actividad física, no he tenido más remedio que armarme con otro tipo de recursos.

En estas últimas olimpiadas de Atenas la delegación española contaba con unos 550 miembros (con perdón de la expresión), 350 de ellos deportistas. Además, por primera vez en la historia, llevaba un dispositivo de seguridad propio. Más bocas inútiles que alimentar, como si hubiera pocas, y más habitaciones de hotel. Por no hablar de los gastos que los equipos españoles cargan a las arcas del estado entre olimpiada y olimpiada, que digo yo que no se entrenarán en sus casitas. Mi argumento, una vez agotado lo del aburrimiento televisivo (y eso que lo único interesante que ha pasado esta vez fue la agresión durante la competición de marcha), es la economía. La delegación olímpica chupa de los presupuestos del estado, y chupa mucho. Lo único autofinanciable que rodea al hecho olímpico son las retransmisiones de TVE, que supongo que dejarán sus dineritos en publicidad. Por lo demás, gastos totalmente injustificados. Ganar más o menos medallas en Atenas no reporta ningún beneficio palpable al margen del circo para el pueblo, que no seré yo quien diga que está mal, pero es admisible solamente cuando esté asegurado el pan. Y cuando digo pan me refiero a pan, sanidad y educación, y al menos en la Comunidad Valenciana habrá chavales que empiecen el curso en barracones prefabricados. Sin calefacción, pero con el agradable calorcillo interior de saber que sus ídolos deportivos han traído 19 medallas a casa, que seguro que hace que los sabañones sean más llevaderos.

El problema, como de costumbre, es que se seguirán dilapidando euros y más euros con la tontería del orgullo patrio y nadie se planteará siquiera la disolución de los equipos olímpicos, o al menos hacer por que se autofinancien. Porque entonces, por coherencia, habría que preguntarse también qué beneficios nos reporta la selección nacional de fútbol a lo largo del año, los viajecitos del presidente balear a los burdeles moscovitas o la existencia de la mismísima Familia Real, y entonces ya la tenemos montada.
 

Enviado por Manu, 9:38 PM | Comentarios (10)
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26 de Julio 2004

Demagogia: Carretera

... pero sin manta, que hace un calor del averno.

Estimada Ministra de Fomento:

Este fin de semana, pese a que al final no hubo convención del Mundodisco -otro día le cuento de qué va la cosa-, acabé pasándolo en Madrid. Para ello resultó necesario tomar unas cuantas autovías en coche porque, por extraño que parezca, sigue saliendo más barato ir dos personas en automóvil que tomar un tren o un autobús, incluso con el tramo de autopista casi obligatorio para llegar de Castellón a Sagunto (dele las gracias por ello al señor Zaplana de mi parte cuando se lo cruce). Durante el trayecto por la red principal de carreteras observé que su ministerio se ha tomado en serio la prevención de accidentes y ha instalado unas pantallas que lanzan mensajes de advertencia a los conductores.

La iniciativa me pareció muy apropiada hasta que observé que los tres únicos mensajes en los que fueron ustedes capaces de pensar ("Alcohol + Conducción = Accidente", "52 muertos mismo fin semana 2003" y "La velocidad puede matar") se repetían hasta la nausea. La primera vez que uno los lee, dan en el blanco. Pero a poco que se prolongue el trayecto la repetición lleva al aburrimiento, el aburrimiento lleva a la somnolencia y la somnolencia lleva al lado oscuro de la fuerza. Aunque no dudo que se atribuirán el éxito en caso que el número de muertos se reduzca este año. Si tan faltos andan de ideas, no desesperen que siempre pueden organizar un concurso desde internet o algo. Así, sin pensarlo demasiado, se nos ocurrieron durante el trayecto los siguientes textos para alternarlos con los tres de ustedes:

- Su coche no aguantará un impacto a 170 km/h.
- La amputación de miembros no es divertida.
- En caso de muerte, done sus órganos.
- Sueñecito + Conducción = Accidente.
- El coche de delante puede ser de un psicópata.
- Móvil + Conducción = Accidente.
- Accidente + Conducción = Mutilación.
- Entreténgase: vaya pensando en su epitafio.

No teman utilizarlos, que ninguno lleva copyright. De todas formas, pienso que el problema con estos remedios propagandísticos que ponen a las cosas es que no atacan la raíz del problema. Me ocurría lo mismo con la campaña para evitar las deshidrataciones veraniegas, que no comprendía que gastaran ustedes tanto dinero en carteles y anuncios mientras ciudades como Castellón (por suerte en Madrid no pasa) llevan años sin fuentes de agua potable en las calles porque el Excelentísimo Ayuntamiento decidió quitarlas sin más, supongo que para apoyar el negocio de las cafeterías con terracita. Por mucho anuncio buenrollista que hagan, un abuelito que intente cruzar la ciudad sin gastarse un duro lo hará sin una gota de agua que echarse a la boca. Eso sí, estará perfectamente informado de los riesgos que corre. Yupi.

Pues en el caso que nos ocupa, igual. Además de no aburrir, no estaría de más que destinasen algún dinero a meter miedo (miedo a las multas y a quedarse sin carnet, que a la muerte está claro que no le temen) a los niños del BMW y los 170 km/h que se pegan al culo del coche de delante para forzarle a volver a un carril más lento y dejarles pasar. Al fin y al cabo, lo de los cartelitos no funciona. Por mucho que se esfuercen, siempre será muchísimo más impresionante un ramo de flores colocado en un arcén de la M-40 como el que había este domingo. Y aunque por lo general soy contrario a este tipo de medidas, algo más de presencia policial en las autovías vendría bien para moderar a los descerebrados del acelerador, y sería una buena manera de recolocar a tanto madero como sobra por todas partes.

Otro día, si quiere, le cuento mi plan para acabar con el terrorismo.
Atentamente, Manu.
·

Enviado por Manu, 3:05 PM | Comentarios (4)
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6 de Julio 2004

Demagogia: Hoy

El planeta va por la vida describiendo recorridos elípticos alrededor del sol, o eso dicen, pero el mundo solamente describe espirales centradas en el ombligo de cada uno. Y si no, pasen y vean.

Recientemente ha aparecido una cinta de video filmada por los lunáticos de Al-Qaeda, una especie de documental filtrado a la prensa sobre los atentados suicidas. Inmediatamente los servicios secretos de Iraq y EE.UU. se han puesto manos a la obra para extraer la mayor cantidad posible de información del vídeo, y a fecha de hoy han obtenido resultados asombrosos. El telediario de Antena 3 desvelaba que "los terroristas suicidas provenían de distintas partes del mundo". Vaya servicios secretos más eficaces, señora, que eso ya se lo decía yo sin ver siquiera las cintas. Es más, incluso podría añadir que todos ellos tenían padre y madre y practicaban la religión musulmana. Pero me extralimito, porque lo que utilizan aquí los servicios de inteligencia es la tautología pura y dura: absolutamente todas las personas del planeta provienen de diversas partes del mundo.

Mientras tanto, los ingleses han estado ocupados en reformar una ley del menor que tenían desde el siglo XIX. No esta mal la idea, sobre todo pensando que la ley vieja daba impunidad absoluta a los padres para imponer a sus hijos el castigo físico que consideraran necesario. Yo matizaría que la reforma viene con cierto retraso, pero da igual porque de todas formas es penosa. La nueva ley aprobada en la Cámara de los Lores permite los golpes siempre que no produzcan ningún daño físico (perceptible) ni por supuesto psicológico. Ahí le han dado, sí señor, y nunca mejor dicho. La única manera de que esa ley sea efectiva es repartiendo octavillas por los colegios, con Pikachu explicando el texto de la reforma y diciendo a los niños que denuncien daño psicológico a la primera hostia. Entonces tendría gracia ver el colapso del sistema judicial británico.

Pero aquí tampoco nos quedamos cortos. La noticia española del día (siempre según el telediario de Antena-3) es el prototipo de uniforme futurista para las tropas de infantería del ejército. Muy siglo XXII, aunque de un verde demasiado claro y chillón para mi gusto. No le falta de nada. Según el coronel Ramos, llevará ordenador personal (pero personal de verdad), visión nocturna, sistema de camuflaje camaleónico, dispositivo térmico para escapar a los sensores infrarrojos y, agárrate que vienen curvas, Potenciadores de Fuerza y Rapidez (TM). Y aún gracias que no se les ha ocurrido probar con los implantes cibernéticos o la creación de clones en plan Episodio II. Todo se andará, todo se andará.

Total, que con este panorama de tautologías, lores y Potenciadores de Fuerza y Rapidez (TM) no se puede evitar la conclusión de que los únicos sabios del planeta son quienes se las han podido ingeniar para bajarse en marcha del mundo y estar hoy en Pamplona. Brindo por ellos. Suertudos de mierda.
 

Enviado por Manu, 6:17 PM | Comentarios (4)
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31 de Mayo 2004

Demagogia: Copón ya, joder (2)

"Prosigue la lucha contra los peligros del tabaco en EE.UU.: será obligatorio que las tiendas de venta libre de armas se dividan en dos secciones, una para FUMADORES y otra para NO FUMADORES."

El Perich.

Como siempre cuando se cita al Perich, nada que añadir.

Enviado por Manu, 7:48 PM | Comentarios (12)
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30 de Mayo 2004

Demagogia: Su Alteza

Advertencia: Este post es tendencioso. Su único objetivo consiste en establecer una analogía entre sucesos protagonizados por la reciente Princesa de Asturias y el miembro viril del autor. (Protagonizados en distintos momentos del tiempo y el espacio, se entiende.) Este post no pretende ser ofensivo para ninguno de ellos.

Mediodía playero y soleado. Al menos ése era el plan, pese a los nubarrones que se veían por encima de las playas entre Oropesa y Torreblanca. Nuestro objetivo era el caminito que llevaba a la playa nudista, pero las recientes lluvias lo habían dejado impracticable en coche con tanto charco. Bajamos y nos pusimos la mochila a la espalda. Chapotear descalzo pierde parte de su encanto cuando el suelo está lleno de piedras, pero había que llegar. A mitad de camino caímos en que nos habíamos dejado la ensalada de pasta en alguna parte, pero había que llegar. Acercándonos a la playa empezó a chispear, pero ya estábamos allí. Hasta ahora las analogías con la boda real son casi nulas, pero empieza a mascarse la tragedia. No se vayan todavía.

Extendimos las toallas. La playa estaba casi desierta porque, admitámoslo, no era precisamente el mejor día para estar en pelotas a la intemperie. Sus otros dos únicos ocupantes hicieron gala de sabiduría marchándose entonces, y marchándose en Patrol. Pero ya que estábamos allí, servidor se quitó toda la ropa, se tiró en la toalla, abrió una lata de cerveza y esperó su turno para fumar. Y justo en el momento en que mi amigo el calvo salió a la luz, la lluvia inició un crescendo que acabó en chaparrón poco después. Igualito, igualito que cuando Doña Letizia salía a la luz desde su coche para entrar en la catedral, justo una semana antes. Aunque debo admitir que las coincidencias terminan ahí. Dudo que mi avatar reciba nunca el tratamiento de Alteza Real (al menos en documentos oficiales), o que su regia figura sea requerida para inaugurar museos y presidir desfiles militares. Dudo que sea alguna vez la comidilla de las tertulias radiofónicas y se diga que la lluvia deslució su presencia. Pero en super-poderes para influir en la meteorología ambos -Letizia y Mirra- merecen cuanto menos igual admiración. Y más a mi favor si se tiene en cuenta que al recoger, ocultar mi plátano del amor y vadear de vuelta al coche, la lluvia cesó para no volver más. Pero claro, siempre ha habido clases y MiniYo nunca ha recibido demasiada atención mediática.

Con lo fino y sutil que me ha quedado el post, me pregunto si hacer un merging ilustrativo entre Doña Letizia y Kojak con el Photoshop no sería romper el encanto.
 

Enviado por Manu, 4:41 PM | Comentarios (5)
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29 de Abril 2004

Demagogia: RENFE (2)

Algo que añadir a mi cuerpo principal de quejas sobre RENFE, ahora que lo tengo fresquito.

Siempre he pensado que la política ferroviaria de RENFE era clasista. Al fin y al cabo, al menos en el trayecto Valencia-Castellón, cualquier Cercanías en el que subas parará un mínimo de una vez en alguna estación para ceder el paso a cualquier Alaris, Arco o similar que esté en el mismo recorrido. Se podría argumentar que esos otros trenes circulan a mayor velocidad y lo lógico para aprovechar tal hecho es cederles el paso, aunque suponga retrasos de cinco o diez minutos para los viajeros de segunda clase. Vale: construid más vías. Y además, de todos modos dudo mucho que los viajeros de trenes caros tengan que patearse alguna vez los andenes cargando con sus equipajes como yo porque su convoy les espera (es un decir) en el punto más lejano posible de la estación. Y eso que les serviría para acortar la distancia (aunque fuera unos metros) y llegar más rápido, ¿sabe usted?

De todas formas, lo del clasismo iba porque hoy he podido confirmar que se da incluso dentro de los trenes. Normalmente llego a la estación con el tiempo pegado al culo, sin poder hacer las colas que hay en las dos taquillas (de seis) que funcionan y sin posibilidad de conseguir cambio, ya que las máquinas solamente aceptan billetes de cinco euros para mi recorrido. Así que me subo directamente al tren, y normalmente hablando educadamente al revisor y llamándole "interventor" (que suena como más poderoso) no hay problema para conseguir que expida el billete en ruta a precio normal. Normalmente. Hoy iba yo sin afeitar, con barba de una semana. Cuando tengo que coger el tren, la barba y el desaliño general son un seguro infalible para evitar la compañía de viejas cotorras que puedan amargarte la siesta o el libro. Pero en los revisores ejerce el efecto contrario: "Pues te tengo que cobrar el doble, chaval". ¿El doble? Pero si ha sido por culpa de la máquina y las colas en taquilla; yo quería comprar el billete. "Lo siento, es lo que hay". Pero yo no quería pagar el doble, obviamente, así que me he ofrecido a bajar en la próxima estación y esperar al siguiente. "Veeeenga, va, te lo hago a precio normal". He conseguido contener la sonrisa ante su frase y darle las gracias; coger el billete y arrancarle una especie de disculpa, un "es que eso ya no depende de mí" antes de que se fuera a seguir interviniendo en el vagón.

Sonrisa por haberme salido con la mía. Pero mal cuerpo al ser consciente, una vez más, de que si hubiera nacido mujer (preferentemente buenorra) o tuviera unos años más y llevara bigote, o si simplemente me hubiera afeitado esta mañana, me habría ahorrado un tira y afloja que no conducía a ninguna parte después de comer, con lo poco que me apetecía.

Aunque es cierto que me está bien merecido casi caer presa de los prejuicios de otros cuando soy yo mismo quien intenta aprovecharlos en mi beneficio a la primera de cambio.
 

Enviado por Manu, 7:54 PM | Comentarios (12)
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5 de Abril 2004

Demagogia: ZP

Zapatero Preocupante

Ayer leí en el Magazine que viene con el periódico de los domingos un artículo de un periodista y escritor leonés (Julio Llamazares, también es casualidad el apellido) sobre el futuro presidente del gobierno. Poca cosa que no se supiera ya a estas alturas: que lleva toda la vida metido en el PSOE, hasta el punto de ser imposible distinguir la persona del político. Pero un par de frases me dejaron preocupado ante el futuro que nos espera en los próximos 4 años.

1. Sus amigos [...] recuerdan de él como travesuras su particular teoría de la masturbación [...] que decía que, si aquélla se hacía "de forma rápida y sin recrearse", no era pecado.

Maravilloso. Genial. Entonces, ¿para qué se las hacía? Hubiera sido más sencillo dejar las manos quietas y esperar a que la naturaleza siguiera su curso en forma de poluciones nocturnas. Supongo que en sus tiempos, y más en un colegio de curas, las ideas sobre el sexo no debían estar demasiado claras (al fin y al cabo, en mi tiempo y en un colegio supuestamente laico tampoco lo estaban), pero sigue siendo chocante esa manera de pensar, ese afán por anular el placer, ese miedo al pecado, en el chiquillo que se convertiría en quien ha de marcar nuestra política bien pronto.

2. [...] escribir una biografía de una persona monógama, abstemia, que nunca se ha emborrachado y cuyas únicas aficiones son el footing y la pesca de la trucha no es realmente muy emocionante.

En principio, no. Y a mí, además, me pone los pelos de punta y confirma que había una razón para el repelús que me dejó en el cuerpo la frase sobre la masturbación. Ya no es solo que Zapatero sea Sosomán de verdad, sino que probablemente será incapaz de comprender que leyes del PP como la del Botellón (que se aplica, y con dureza, al menos en la Comunidad Valenciana) han de ser derogadas a la primera oportunidad que se presente. No verá que una ley así no va a impedir que la juventud se emborrache, sino que le salga bien de precio. Que es una ley cuyo único objetivo es favorecer a propietarios de discotecas y a vecinos bienpensantes, privando a los pobres chavalines de 16 años de una experiencia vital imprescindible: emborracharse a precio de saldo con los amiguetes, y decidir por uno mismo si le gusta o no. Zapatero Preocupante no verá la injusticia obvia que hay en que yo no pueda beberme una lata de cerveza sentado contra una estatua mientras, en las terracitas a diez metros de distancia, las señoras se hinchan a Martinis para abrir el apetito. Para él, como para la mayoría de los abstemios (y no digo nombres, Veti), el alcohol debe ser el causante de males que en realidad están en la mente del bebedor. Y sí, me centro en el alcohol y no hablo de la monogamia, ni del footing, ni de la pesca, pero es que la Ley Seca ya me tocó los cojones sobremanera en su momento, y el artículo del Magazine me ha dejado con la impresión de que no será derogada.

Tenemos asumido que la manera de gobernar cambiará. Aunque solamente sea por falta de mayoría absoluta, Zapatero tendrá una cara más amable que la que tuvo Aznar. Pero falta ver si el Partido Socialista hará honor a su nombre o derivará, como me temo, hacia una especie de cristianodemocracia light. Una viñeta de un Jueves de hace tiempo se hacía eco de una noticia según la cual el PSOE estaba pensando en quitarse la O del nombre, a la moda europea. La viñeta hacía el chascarrillo obvio: "Ya que están, podrían quitarse también la S". Esperemos que, en la práctica, no llegue a tanto.
 

Enviado por Manu, 3:49 PM | Comentarios (8)
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16 de Marzo 2004

Demagogia: Primavera temprana

¡Llegó la primavera!

(Gracias a la Srta. Vainilla por poner el BOE de hoy en su blog.)

Por cierto, mañana me voy unos días a Castellón, a pasar las fiestas de la Magdalena. Procuraré postear de vez en cuando, pero no garantizo nada sobre la frecuencia... ni sobre la legibilidad.

Enviado por Manu, 10:47 PM | Comentarios (2)
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13 de Marzo 2004

Demagogia: Denominador común

Los dos son expertos en simplificar la realidad, en masticarla, en buscar explicaciones fáciles de entender para cualquier cosa y metérselas en la boca a quienes les escuchan. En un mundo complejo, los dos buscan razonamientos cándidos (y a menudo sesgados) que justifiquen sus actos crueles y brutales.

Unos vuelan trenes, otros atacan la verdad.

Y ahora que -mal que nos pese- el mundo es simple, solamente espero que esa simplicidad se les vuelva en contra. A los dos.

Enviado por Manu, 5:03 PM | Comentarios (3)
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10 de Marzo 2004

Demagogia: Sunday Bloody Sunday

Secundo la moción que propone Anakinet en un post de su blog: que todo quien pueda hacerlo vote este domingo, y a ser posible que se lleve a alguien (con sobornos o amenazas) para que ejerza también nuestro único verdadero derecho democrático de cada cuatro años, el de elegir quién nos extorsionará durante los cuatro siguientes. La idea, como él mismo dice, sale de Dude, where's my country, el último y divertidísimo panfleto de Michael Moore que acaba de salir en castellano con el título ¿Qué han hecho con mi país, tío? (por cierto, ese título echa a perder la referencia a la peli Colega, ¿dónde está mi coche? que, según el autor, tanto dice de la sociedad americana).

Mi postura ante las elecciones sigue siendo la misma de hace cuatro años, aunque debo admitir que entonces no voté porque estaba a bastantes kilómetros de mi colegio electoral practicando actividades más provechosas. Partiendo de la base que la democracia es un mal menor, y admitiendo que podría ser incluso un sistema cercano a la perfección con unos cuantos (bastantes) retoques, no tiene perdón quedarse en casa mirando los Especiales Elecciones mientras el PP nos arranca otra mayoría absoluta. Por eso, adaptando la idea de Anakinet y acercándome un poco más a la de Michael Moore, pienso que lo ideal sería que todos cogiéramos a alguien de izquierdas que no tuviera pensado votar y nos lo lleváramos al colegio electoral este domingo. No a cualquiera, no a alguien que vaya a dar su voto al PP o a partiduchos aun más zarrapastrosos como España 2000 o Democracia Nacional, sino a alguien que pueda ayudar a que el eje Valladolid-Cartagena-Santiago deje de mangonearnos, chulearnos y, lo peor de todo, decirnos que es por nuestro bien.

Y si alguien tenía pensado votar en blanco o abstenerse, pedirle al menos que eche un vistazo a esta página web:
www.ciudadanosenblanco.net

Si este domingo vuelve a salir mayoría absoluta de derechas, en las próximas elecciones me dejaré la conciencia en casa y me pasaré al voto útil. Prometido.
 

Enviado por Manu, 6:53 PM | Comentarios (4)
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3 de Marzo 2004

Demagogia: Puestos a corregir

He llegado a la conclusión de que cuando se corrige algún documento que ha pasado por varias manos, lo correcto es procurar eliminar las voces que se han ido añadiendo en el proceso y volver, en la medida de lo posible, a lo que le pasaba por la cabeza al autor original. Con tanto asesor de campaña y tanta hostia, mucho me temo que los carteles del PP no nos dejan ver lo que realmente pensaban en un principio sus protagonistas. Ya que últimamente no hago otra cosa, seguiré corrigiendo bajo esos principios.

Auténtico cartel electoral del PP

(Mis agradecimientos al autor de la página web del PP por su amabilidad al poner a disposición de cualquiera el fondo azul lleno de gente difuminada del cartel electoral.)
 

Enviado por Manu, 11:19 PM | Comentarios (6)
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26 de Febrero 2004

Demagogia: Grafitti

El prota del Jet Set RadioSega Headquarters, fecha indeterminada. Un joven programador llama respetuosamente a la puerta de un jefe de diseño y entra en su despacho. Lleva bajo el brazo una copia del videojuego Jet Set Radio para Dreamcast.

      - Me asaltan las dudas, sensei -Al jefe de diseño le gusta que le llamen sensei.- Hay hechos a los que no encuentro explicación.
      -Dime, joven aprendiz.
      -Verá usted. He estado probando este videojuego y lo primero que aparece es una pantalla de advertencia. Un disclaimer, ya sabe.
      -Lo conozco -dice el jefe haciendo un gesto expansivo-. Dice que los grafittis se pueden considerar vandalismo y que Sega no está a favor de ellos de ningún modo. ¿Cuál es el problema?
      -Que no comprendo porqué ponemos estos avisos en un videojuego de pintadas callejeras y no en los juegos violentos, de lucha, arcades y esas cosas, con lo que se quejan las asociaciones de padres.
      El jefe de diseño se acerca al mueble-bar y se sirve un bourbon. Lo hace siempre que está a punto de compartir su sabiduría con un ente inferior. El joven programador, a punto de ser iluminado, empieza a ponerse nervioso.
      -Verás -dice el veterano, de nuevo en su silla-. Tú comprendes que un juego no es más que un juego, ¿verdad?
      -Sí, sensei. Es lo primero que nos enseñan.
      -Porque es de sentido común. Si algún psicópata se disfraza de Xiaoyu y mata a alguien a patadas, difícilmente se podrá exigir responsabilidades a la compañía de videojuegos del Tekken en un juicio penal. No digo que no vayan a intentarlo, pero sería extraño que sirviera de nada. ¿Me sigues hasta aquí?
      El aprendiz asiente.
      -Bien. Ahora imagínate que alguien coge un diseño de grafitti del Jet Set Radio y pringa medio Tokyo. ¿Qué ocurriría?
      El joven programador agacha la cabeza y se ruboriza, avergonzado por no haber comprendido la respuesta por sí mismo. El veterano, comprensivo, le da una palmadita en el hombro. Y mientras el programador abandona el despacho con humildad ("arigato, sensei"), piensa en lo segundo que le enseñaron al entrar en el equipo.

      La mayoría de decisiones aparentemente extrañas de cualquier empresa suele tener una explicación basada en los beneficios.
 


 

Enviado por Manu, 8:35 PM | Comentarios (8)
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5 de Febrero 2004

Demagogia: Los malos

Con tanta complicación, tantas medias tintas y tanta corrección política me parece a mí que nos estamos olvidando (yo el primero) de algo importante: los malos. Ayer entrevistaron en Lo + Plus a la novelista Almudena Grandes, y cuando se declaró abiertamente de izquierdas no pude evitar que me rechinaran los oídos, como si decir en voz alta la ideología de uno fuera un acto impúdico y atacar a los malos de siempre fuera un atrevimiento imperdonable que podía perjudicar su carrera. Colleja para mí.

Los malos siguen ahí, donde siempre, en el poder. Aprovechándose de un invento nuestro en el que, como buenas personas (o como gilipollas, según se mire), les invitamos a participar. Sin darnos cuenta les hemos proporcionado un par de herramientas, democracia y libertad de prensa, a las que como malos de pro que son extraen todo el jugo posible para sus propios intereses. Nos enredan, distraen nuestra atención, mienten como bellacos. Pero por mucho que el Emperador Aznar y Darth Zaplana se disfracen de buenos demócratas, respetuosos con el juego político en pro del interés general, no dejan de ser los Señores Malignos que favorecen a sus amigotes (léase empresarios y obispos) y nos dejan a todos cada vez más jodidos. Y contentos, para colmo. Se dice que no hay nada más toooonto que un obrero de derechas; me sabe mal, pero ya puede ir aplicándose el cuento el cuarenta y tantos por cien que votó a los malos en las últimas elecciones.

En otros mundos, o en otros tiempos, no habríamos dudado en sacar las espadas +25 de mithril, ensillar y coger caminito hacia la torre del malo para impartir justicia. Pero aquí y ahora nos hemos vuelto tan blandos y tan crédulos, tan confiados en un sistema que hace aguas que dudo que logremos darles a corto plazo la Santa Patada En El Culo que se merecen. Su mayor logro ha sido que todos creamos que "ya vendrán tiempos mejores" sin que nosotros tengamos que hacer nada. Nosotros mismos hemos creado el "no todo es blanco o negro". Nuestro es el "todo tiene matices", el "es más complicado de lo que parece", el puto "centro progresista" con el que los muy cabrones se llenan la boca a la menor ocasión para marearnos a base de bien. Y en general todos esos conceptos se tienen en pie (excepto el del centro progresista, ahora que lo pienso), pero hay casos en los que no tienen sentido y el primero y principal son ellos mismos. Son LOS MALOS, así, en mayúsculas y negritas. A por ellos, pues.

A ver, ¿dónde había dejado yo esa piedra de afilar...?

Enviado por Manu, 8:44 PM | Comentarios (1)
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4 de Febrero 2004

Demagogia: Certificado

Supongamos que mañana por la noche noche me toca la primitiva y decido utilizar el premio para montar una empresa, por ejemplo, de guisantes enlatados. Guisantes Selectos Cagontó (TM), en las mejores tiendas de alimentación, señora. Mi producto vendría en dos variedades. La primera, sin dejar de ofrecer la mejor calidad del mercado, no garantiza que el contenido de la lata que usted compra en el súper sean guisantes. La mayoría de las veces usted abrirá la lata y encontrará Guisantes Cagontó, pero es posible que de vez en cuando la lata esté vacía o contenga alguna otra cosa, como alubias, tuercas o aceite industrial (que los buitres de Sanidad están siempre revoloteándome y no puedo tirar el aceite en cualquier parte). Serán las menos de las veces, pero usted, estimado consumidor, no tendrá ningún derecho a reclamar porque no puede demostrar que comprara dicha lata.

Pero no desepere: siempre puede adquirir nuestro producto estrella, los Guisantes Certificados Cagontó. Usted rellena un pequeño formulario a la salida del súper y Cagontó Enterprises le garantiza que su lata estará repleta de guisantes y sólo guisantes de la mejor calidad. Por supuesto, contará usted con el derecho a reclamar en caso contrario, sólo que la lata en cuestión es considerablemente más cara. Pero ¿qué son dos o tres euros de más a cambio de la tranquilidad de saber que su familia consume los mejores guisantes del país y no aceite industrial de segunda mano?

Con esta idea, me forro. Al fin y al cabo, si a Correos le funciona la estafa, ¿por qué no iba a servirle a mi empresa?
 

¡Recibito de Correos!
¡2,47 € del ala!

 

Enviado por Manu, 10:41 PM
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19 de Enero 2004

Demagogia: Odio a Zaplana

Hala, ya está dicho. Alto y claro. Odio mucho a ese tipejo. No por nada personal, no es que me haya hecho ninguna putada a mí en particular (al margen de las que ha hecho a todos los habitantes de la Comunidad Valenciana en sus años de presidente de la Generalitat), pero encaja en el modelo de tipo despreciable que me revuelve las entrañas. La gota que ha colmado el océano son los famosos anuncios del Ministerio de Trabajo, que no deberían sorprenderme porque el amiguito ya llevaba años tirando de propaganda institucional por estas tierras, pero eso no quita que en mi casa se oiga un "será cabrón" bien fuerte cada vez que la tele escupe sus mentiras. Y últimamente se oyen bastantes.

En mi mente, todo empieza con el desprecio que me inspiran los trepas, sobre todo si les sale bien la jugada. Don Eduardo empezó alcanzando la alcaldía de Benidorm con el apoyo de una tránsfuga premiada después con cargos y sueldazos para toda la familia. De ahí a presidir la Generalitat, que todavía no me explico cómo lo hizo, un suspiro. Y todo el mundo sabe dónde está ahora, de flamante ministro portavoz y con bastantes números para una vicepresidencia en un hipotético gobierno de Rajoy. De todas formas, hasta ahí, ningún problema grave.

La bilis me llega a niveles críticos cuando veo para qué y con qué estilo utiliza sus cargos públicos. Para muestra, cuatro botones: la primera medida que tomó al llegar al Palau de la Generalitat fue hacerse instalar un jacuzzi en el despacho. La segunda, conseguir que todo el dinero que se movía en la Comunidad pasara por el visto bueno de sus asesores. La tercera, tomar Canal 9 al asalto para que pintara unas tierras idílicas y no sacara nunca su perfil malo (el izquierdo, qué cosas) en los noticiarios. La cuarta, endeudarnos hasta las cejas para poder construir sus Terras Míticas y sus Ciudades de las Ciencias, que aunque no hubieran sido rotundos fracasos estaban consumiendo fondos que podrían haber evitado, año tras año, que miles de críos fueran al cole en barracones sin calefacción, joder.

En breve, el Ministro de Trabajo es un tipo que se las ha apañado para hacer bueno a su sucesor en la Generalitat, conocido por aquí como el Beato Camps. Y para que no se me quite de la cabeza la puta musiquita de su campaña electoral encubierta, todavía más odiosa y pegadiza que el propio himno del PP, que ya es decir.

Enviado por Manu, 9:38 PM | Comentarios (2)
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22 de Diciembre 2003

Demagogia: Rebote en el insti

Ya era hora. Ya lo creo que sí. El viernes leí en el periódico que los alumnos de bachillerato de un instituto castellonense habían cortado una carretera para exigir que se les permitiera salir del centro, entre otras cosas. El representante de los directores de instituto lamentaba los cortes y decía que "uno intenta aplicar las leyes y ya le llaman autoritario". Pues claro que sí, buen hombre, no sé de qué se extraña. Los alumnos pedían bien poco, aunque tal y como están las cosas lo raro ya es que se molestaran en levantar la voz para pedir cualquier cosa.

Poder salir del instituto es algo necesario. Poder hacer por primera vez algo sin la supervisión de adultos es algo imprescindible, y posponerlo hasta los 16 años una mala idea. Salir del instituto es toda una educación. Enseña cosas que serán completamente necesarias para el futuro de los chavales: muestra que hay otras opciones aparte de obedecer cada una de las reglas. Supone un entrenamiento a la hora de inventar excusas rápidamente, de decirle al típico matón de recreativo que no vas a dejarle cinco duros sin que te flaquee la voz, de aprender a jugar al guiñote o al mus, de empezar a comprender el límite de cada cual bebiendo cerveza, y de analizar las rutinas de los profes y averiguar cuál es el mejor momento para volver al instituto sin que te pillen.

No sé qué hubiera hecho yo si ahora fuera un estudiante de secundaria, con todas esas restricciones y cerraduras que tienen. Probablemente, acabar siendo una persona muy distinta de la que soy. En mi instituto había ciertas facilidades para el escaqueo que por desgracia acabaron el año siguiente a largarme yo de allí. Teníamos una cafetería ("la cantina") donde incluso conseguimos que sirvieran cerveza negra a los mayores de 16, y donde (todavía no sé cómo) sabíamos cuándo iba a aparecer por allí la jefa de estudios antes de que se produjera la redada. Era ideal para las horas muertas, para esperar por si aparecía algún amigo de otra clase y salir del centro en pandilla, que los bedeles eran muy miopes o muy pasotas. Alrededor del instituto había recreativos, fotocopiadoras y muchos bares donde (y esto es importante) jamás aparecían los profesores. Algunas veces incluso nos saltábamos clases ("salábamos") para explicarnos unos a otros, en la comodidad del bar, algún exámen que tuviéramos a continuación. El club de rol, por si las cervezas no eran suficientes, no quedaba demasiado lejos.

Y en contra de lo que mentes como la de Pilar del Castillo podrían pensar, no creo que la proporción de vagos y maleantes se incrementara demasiado. Más bien al contrario: creo que mi "generación" salió bastante correcta. Simplemente juzgábamos qué clases necesitábamos y cuáles no. Ni tampoco pienso que nadie corriera un peligro real fuera de los centros aparte del posible ojo hinchado cuando había bronca entre institutos por cualquier tontería. Comprendo que los padres se preocupen, pero no pueden pretender que sus hijos estén encerrados hasta los dieciocho, y menos con todas esas hormonas sueltas. Por algún lado tienen que explotar. Me alegro de que, esta vez, haya sido cortando una carretera y exigiendo que se respeten sus derechos.
 

Enviado por Manu, 12:49 PM | Comentarios (4)
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17 de Diciembre 2003

Demagogia: Predicciones (y no hagan rimas)

Unas cuantas predicciones, ya que conociéndome no caeré en el error de los buenos propósitos, para 2004. A ver cuántas acierto.

- Política internacional: Ahora que se ha hecho público que EE.UU. tiene a Saddam, no tardará en confesar el paradero de las dichosas armas químicas de Iraq.
- Cine: Peter Jackson se dejará de evasivas y anunciará que tiene pensado rodar El Hobbit de una vez. La película de Dreamworks sobre la trilogía de los gnomos de Terry Pratchett se aplazará un año más.
- Deporte: Esto... a ver... Vale. Nadie que yo conozca acertará una quiniela de 14.
- Política nacional: El PSOE no será lo suficientemente hábil como para evitar que la campaña electoral gire alrededor de los nacionalismos. Perderá miserablemente.
- Sucesos: Algún crimen horrendo será atribuído a los juegos de rol.
- Música: David Bisbal sacará un disco nuevo, y para colmo incluirá en él un dúo con Enrique Iglesias.

Se admiten apuestas.
 

Imagen que no viene a cuento:

En realidad es el 19, pero qué más da.

 

Enviado por Manu, 4:53 AM | Comentarios (8)
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16 de Diciembre 2003

Demagogia: Los otros

Post número 50, señora. En teoría, al menos según la tradición que he visto en otros blogs, toca introspección. Hablar de mí mismo. Había pensado solucionarlo con la típica lista de cincuenta características que me definen pero no consigo pasar de la primera ("Mi fuet favorito es el Argal") ni creo que hagan falta tantísimas frases sueltas para acercarse a la esencia de alguien. También barajaba la posibilidad de rellenar mi propia hoja de personaje de algún juego de rol, pero temo no ser objetivo. No puedo; al fin y al cabo, me caigo bastante bien y seguro que acababa siendo benévolo. Y de todas formas, si hay que esperar al post 50 para que alguien se desnude, igual compensa más pasar directamente a páginas porno.

Últimamente leo más weblogs de los que debería. Normalmente me contento con los que tengo en la sección de links o miro si hay algo interesante en ZonaLibre, pero cuando me aburro mucho voy un poco más allá y, muchas veces, encuentro cosas que no acabo de comprender. Hay blogs sobre otros blogs, blogs sobre los comentarios dejados en otros blogs, blogs sobre tagboards de otros blogs y, en pocas palabras, demasiados blogs que tratan de analizar esa cosa tan rara que llaman "la blogosfera". Metablogs, vamos, como si el mundo no fuera ya bastante complicado. Hay cosas graciosas, como ¿Que buscas qué?, pero también demasiada gente que se comporta como si los diarios de internet (y el suyo en particular) fueran lo único que existe. Guerras encarnizadas entre servidores para obtener prestigio y publicidad, malos rollos y cifras récord en los comentarios que me habrían hecho asquearme y quitar para siempre el contador de visitas si no hubiera decidido cerrar el explorador a tiempo.

Digo yo que todas esas cosas serán legítimas, incluso valiosas a su manera, pero no puedo evitar la tentación simplista de creer que confunden los medios con los fines y se toman demasiado a pecho algo que tampoco tiene tanta importancia.

De todas formas, para celebrar el post 50 me permitiré pecar de aquello contra lo que predico, que siempre es una actividad sana. Al fin y al cabo, quien celebra algo es el weblog y no yo, así que seguiré hablando de blogs (de éste en particular) y dejaré aquí una lista con cosas que andaba buscando en Google alguna gente que ha pasado por aquí:

- Imagenes de gente leyendo (?)
- Asesinatos columbine
- La botica de la abuela (?)
- Libros sobre asesinatos reales (?)
- Padre analfabeto (?)
- Guarrerías
- Supertangas

En vista de los dos últimos resultados, no todo está perdido...
 

Enviado por Manu, 11:29 PM | Comentarios (2)
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3 de Diciembre 2003

Demagogia: Scrabble

 

Un par de titulares seleccionados

¿Una partidita?

 
Y me llevo 56 puntos...
 

Enviado por Manu, 5:43 AM | Comentarios (3)
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21 de Noviembre 2003

Demagogia: Yo soy la ley

Acabo de ojear una página llamada "Manifiesto ARS sobre weblogs" a la que tampoco quiero dar demasiada importancia, pero ya que me sirve de excusa para volver a salpicar esto de demagogia --que ya hacía tiempo--, la comentaré. Se trata de una serie de normas anónimas, un voto de pureza cuyo redactor (no sé si en serio o no) anima a acatar a cualquiera que tenga un blog. El tono del escrito pretende ser ofensivo (habla de dialectos regionales, de aspirantes a supernena, de depresivos y de plastas), pero nada que vaya a escandalizar siquiera a un fanático de la corrección política. Y entra en contradicciones. Dice "no te obligues a postear a diario", pero termina diciendo "escribe a diario o casi a diario". Dice "cuida tu ortografía", pero escribe "subrallado". Y unas cuantas más que no apunto porque, como decía, no tiene importancia.

Es como cualquier ley, ni más ni menos. Arbitraria, inconsistente. Rígida, y por tanto ineficaz. Impersonal, diseñada para un ser abstracto llamado "sociedad" que nos hemos inventado nosotros. Escrita por alguien que puede saber más o menos de lo que habla, pero que está imponiendo a otros una conducta que él se saltará a la torera, porque él es la ley. Alguien sabio (sí, Terry Pratchett) dice que hay dos tipos de personas que se ríen de la ley: los que la inclumplen y los que la crean. También dice que las leyes están para que pienses antes de saltártelas, pero ahora vete y explícaselo al nacional que acaba de arrestarte.

Tampoco digo que haya que abolir todas las leyes. Leyes como "prohibido cruzar por el paso a nivel cuando la verja está bajada" son un sustituto del sentido común para quienes no lo tienen. Leyes como "prohibido matar" son un sustituto de un sistema moral en condiciones, inútil tal vez por hipócrita (los ejércitos siguen matando impunemente). Leyes como "evita tics lingüísticos en tu blog" son un remedio contra el despiste. Leyes como "prohibido construir en la poca costa que nos queda" son un remedio contra una especulación que, prácticamente, ya no tiene remedio.

Pero leyes como "prohibido fumar porros" o "prohibido ir en pelotas por la calle", simplemente, son estúpidas. (Sí, estoy hippie hoy).

Y no son más que eso: tristes sustitutos, malos apaños y puras estupideces, redactadas en forma de artículos numerados para darles una apariencia respetable. Para intentar fingir que vale la pena derramar sangre por ellas. Para intentar disimular que podríamos tener algo mucho mejor.

Enviado por Manu, 7:14 AM | Comentarios (7)
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15 de Noviembre 2003

Demagogia: Toca Matrix Revolutions

Ya sé que a estas alturas hablar de Matrix 3 es casi como hablar de Letizia Ortiz o de Rociíto, pero hay algo que me preocupa. Muy, muy poca gente dice que le ha gustado la tercera parte de la trilogía. La mayoría de comentarios son negativos. En los foros de internet todo el mundo la pone a caldo, y me pregunto si no será (al menos en parte) porque --no siga leyendo si no la ha visto, señora-- no termina con una victoria aplastante del bando humano y la destrucción total de las Inteligencias Artificiales.

Antes de seguir, diré que a mí me gustó la película. Salí del cine un poco descolocado (porque el final es muy precipitado y, sinceramente, yo también me esperaba otra cosa), pero después de comentarla un poco con los amigos me di cuenta de lo que ocurría. Estaba esperando una de las dos siguientes opciones: (1) El supuesto mundo real de Sión es parte de Matrix. Muy predecible, de hecho era lo que los Wachowski querían que pensara todo el mundo, pero me hubiera gustado. Hubiera sido una analogía bonita con gran parte del "mundo alternativo anti-sistema" actual, con los punkis de diseño que van a garitos cool, se dejan una millonada en ropa y tardan más en vestirse y arreglarse el pelo que mis conocidas más pijas. (Nota mental: hablar otro día de esto, que hace tiempo que no voy de demagogo.) O bien (2) Neo coge superpoderes en el mundo real, machaca a las máquinas, salva a todo el mundo y los humanos juran no crear una IA nunca, nunca más. Este final me hubiera decepcionado.

Lo que ocurre realmente es que en Matrix 3 no somos los buenos, los que podemos machacar sin compasión porque está justificado moralmente. Las buenas son las máquinas. En los cortos de animación se deja bastante claro que quienes empezamos a putearles, y quienes seguimos haciéndolo hasta que no pudieron más, fuimos nosotros. Lo que ellas hicieron es mantenernos en estasis (y, ya que estamos, utilizar nuestra energía) y darle vueltas al tema a la espera de que a su programa "estrella" (el Oráculo) se le ocurra un plan de paz viable. Por eso aceptan soltar a quienes así lo quieran al final, cuando lo lógico --si las máquinas fueran tan malas malísimas-- es dejar que Neo les solucione el problemilla que tienen y luego, no hay trato que valga, acabar con Sión de todas formas.

A mí me gustan mucho las escenas de lucha con efectos especiales. Cada uno es como es. La "estética" de la película (el cuero negro de Trinity, sobre todo) me pone. Y aun así comprendo que hay miles de razones para odiar al menos las dos segundas partes: el rollito "NoSoloMúsica" mega-guai que se llevan (sobre todo en la fiesta de Sión y la de la tercera); las pseudo-filosofías orientales embutidas, porque no hay otra palabra, en el guión; los discursitos de Morfeo; el mesianismo que se desprende de toda la saga... Yo mismo, un tipo que ha disfrutado con las tres películas, soy consciente de todos esos puntos negativos. Lo único que espero es que la corriente de odio hacia Matrix 3 sea por alguna de esas cosas, o por esnobismo, o porque el guión hace aguas, o porque "simplemente me parece una mierda". Espero que no sea porque la gente esperaba ver la sangre de las máquinas y les han dado paz.
 

Enviado por Manu, 6:30 PM | Comentarios (2)
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28 de Octubre 2003

Demagogia: Placer por contraste

Esta mañana el despertador me ha sacado del coma del lunes con tiempo suficiente para ir a clase. Me he levantado, he bebido un vaso de agua, he saludado a Emilio (mi compañero de piso), me he preparado la ropa y he decidido volverme a la cama. Hasta aquí, todo bien. Pero antes de dormir de nuevo, me he descubierto a mí mismo pensando que iba a disfrutar más las dos horas de sueño que me regalaba a mí mismo ahora que no solía hacer novillos, ahora que tenía la costumbre de ir a la facultad, ahora que normalmente dormía poco.

Error. Y además, pensamiento peligroso. Se empieza así y se acaba dando las gracias al jefe porque este mes no te obliga a hacer horas extra no remuneradas. Deberíamos disfrutar siempre de los placeres en lugar de agradecer que nos suelten un poco el potro de tortura o que nos pongan un par de eslabones más en la cadena. Pero de alguna manera nos hemos metido todos en la cabeza que los placeres se disfrutan por contraste, y no. No hace falta clavarse agujas en las uñas antes de tomar un café con los amigos. Pero comprendo los beneficios económicos que supone hacernos pensar que podemos "concentrar" la diversión del almuerzo en un desdeñable cuarto de hora.

A la mierda con eso. Y a la mierda Epicuro, también. Cuanto más placer, mejor. Una cosa es retrasar un orgasmo, y otra muy distinta agradecer las torturas porque así se disfruta más la no-tortura. El tiempo es nuestro bien más preciado (por no decir que el único), pero creo que ser masoquista con él es pasarse.

No sé si me explico.
 

Enviado por Manu, 3:42 AM | Comentarios (6)
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19 de Octubre 2003

Demagogia: No hay robellones

La culpa de todo la tiene el gobierno. Yo tenía un plan perfecto para este fin de semana: el viernes iba a ir con unas amigas de fiesta a Vistabella, el pueblo de una de ellas. El sábado por la mañana recogeríamos robellones (y tal vez otras setas), nos comeríamos parte de ellos y bajaríamos los demás a Castellón para regocijo de familiares y amigos. Pero el gobierno me ha jodido el plan. Concretamente, el gobierno valenciano. Dieron demasiada importancia a unos informes que ni siquiera provenían del Instituto Nacional de Meteorología. Dijeron que llegaba la gota fría, que el fin de semana iba a ser de aúpa y casi que el mundo se acababa. Suspendieron el transporte escolar y se encargaron de que la noticia saliera en todas partes. Total, para cuatro gotas que cayeron.

Pero cuando se supo todo esto, para mí ya era demasiado tarde. Nos habían acojonado a base de bien y habíamos decidido no subir al pueblo, sobre todo teniendo en cuenta que el coche de Susana tiene el limpiaparabrisas jodido y que las carreteras no están demasiado bien que digamos. Lo del limpiaparabrisas no, pero todo lo demás es culpa del gobierno.

Por suerte, no me han jodido el fin de semana. El resto de amigos se habían ido a las fiestas de otro pueblo, pero mi amiga y yo robamos una botella de Chivas a mis padres, compramos unos aditivos ilegales y nos pusimos como las cabras. Y la machaqué al X-Men Mutant Academy 2, por cierto. No hay quien venza a Havok. El sábado cené en el Mesón de la Tapa y la Cerveza, una especie de feria del tapeo que montan dos veces al año por aquí, supongo que para compensar que tenemos ley seca y cada vez menos bares. Por el módico precio de 2,50 €, cerveza de barril y tapa a elegir entre una buena variedad, señora. Gran principio (cenar poco y beber mucho) para una noche que, bueno, también estuvo bien. Aprendí de mi amigo Andrés un método para quitarte de encima a los borrachos pesados que te quieren contar sus historias: utilizar su misma medicina. Interrumpirles sin miramientos y dedicarte a volcar tus paranoias en su cabeza. Lo pondré en práctrica con él mismo el fin de semana próximo. Y hoy mismo he ido al teatro, cosa que no hacía en años. Mi madre quería ver Por amor al arte, la obra en la que salen Maribel Verdú y el tío ese de El Comisario. Va del amor como posesión, y está muy bien. Ya la comentaré otro día.

Lo que quiero dejar claro hoy es que, por mucho que el gobierno intente joderme con su alarmismo, no conseguirá evitar que me divierta un poco los fines de semana. Ni entre semana, ya que estamos.

Enviado por Manu, 10:04 PM | Comentarios (0)
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16 de Septiembre 2003

Demagogia: Desgraciados los tiempos

Acabo de leer (en los comentarios a este post del blog de MiBoliBic) una frase atribuída al Che Guevara: "Desgraciados los tiempos en los que hay que explicar lo obvio". Si de verdad es suya, se acaba de convertir en mi frase favorita del Che. Mucho mejor que la de "Prefiero morir de pie que vivir de rodillas", que nunca he entendido porque prefiero vivir que morir en cualquier circunstancia. Vivir de rodillas hoy te permitirá levantarte mañana, y en todo caso es mejor que estar a dos metros bajo tierra. Digo yo, vamos.

En estos tiempos demasiadas veces es necesario explicar lo obvio. Explicar que somos nosotros quienes crean las leyes, y no al revés. Que ninguna guerra es necesaria. Que un contrato laboral no dignifica a nadie, sino que es un mal menor. Que ninguna religión sabe nada de cosmología. Que las opiniones imparciales no existen. Que los chicos y las chicas somos diferentes. Que lo de "nadie regala nada" sólo será cierto mientras queramos que lo sea. Y podría seguir y seguir, que cuando me pongo positivista me cuesta lo mío frenar, y encima son las 7 de la mañana.

A estas horas, hace algún tiempo, iba a trabajar desmontando casetas de hierro en coche (sólo aguanté dos días, a duras penas) y miraba las caras de la gente. Todo era apatía y pocas ganas de hacer lo que se estaba haciendo. Pensé en que si todos nos pusiéramos de acuerdo en entrar a trabajar a las 10 el mundo sería un sitio mejor, y a ver quién nos iba a chulear con amenazas de despido. ¿A quienes, a todos? Muy bien, machote, ahí te quedas con tu línea de producción. Pero sé que es imposible que lo hagamos.

Los humanos (¡metafísica, vamos allá!) tenemos tantas macroestructuras montadas que muchas veces no vemos lo que tenemos delante de las narices. Tal vez eso sea lo que nos hace humanos, pero hay tantas cosas que se dan por hechas que ha llegado a costarnos esfuerzo pensar en cómo sería la vida sin ellas, y no vuelvo a poner ejemplos porque no sé si podré parar otra vez o moriré de viejo delante del ordenador, que los hay a carretadas. El "ya crecerás" de papá es un "ya interiorizarás toda esta porquería social de la que no sabemos librarnos". Y tanto autoengaño para morirnos y aspirar solamente a un plagio del "Disculpen que no me levante" en la lápida.

Desgraciados los tiempos en los que todas las frases buenas están cogidas.

Enviado por Manu, 7:23 AM | Comentarios (17)
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6 de Septiembre 2003

Demagogia: Copón ya, joder

Conducir puede matar
Conducir puede matar
 
Disparar perjudica gravemente a los que le rodean
Disparar perjudica gravemente a los que le rodean

Pero ahí no obligarán a poner los cartelitos, no...
Eso sí, qué a gusto me he quedado.

Enviado por Manu, 5:23 AM | Comentarios (6)
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29 de Agosto 2003

Demagogia: Cocacola naturista

Hoy he ido con unos amigos a comer a un restaurante a medio camino entre vegetariano y chino [1]. Pequeñito, bien surtido, con una sopa de maíz de puta madre de la que he repetido tres veces. Pero sin cerveza. Bueno, sí, pero solamente tenían cerveza sin alcohol. Es decir, que tenía razón: sin cerveza. Ni vino. Y en el restaurante no se podía fumar. Hemos bebido agua y nos hemos ido a hacer el carajillo al bar de al lado.

Supongo que según qué clase de vegetarianos (no mi amiga, también presente hoy en el restaurante) considera que el alcohol y el tabaco son muy perniciosos para la salud y no quieren ni oír hablar de ellos. Ninguna sustancia nociva puede penetrar en el templo de tu cuerpo. Ommmm.... Pero al fin y al cabo el vino no es más que zumo de uva fermentado, y la cerveza lo mismo pero con cebada. No hay (prácticamente) nada artificial en ellos. Lo mismo se podría decir del tabaco, al menos de los puros o del tabaco para pipa. Pero en este restaurante concreto, ni alcohol ni tabaco. Fundamentalistas.

Una justificación podría ser que pretenden que en su local solamente se consuman productos equilibrados, sanos y estrictamente vegetales. Podría ser. Echaría por tierra casi todo el argumento anterior. Pero entonces...

¿Por qué coño servían cocacola?

---
[1] The Nature, Pza. Vannes 7, València. Buffet libre por 6,50 €, señora.

Enviado por Manu, 1:07 AM | Comentarios (4)
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26 de Agosto 2003

Demagogia: RENFE

RENFE es una empresa que se dedica a transportar viajeros entre distintas localidades por medio del ferrocarril. Para ello cobra unas tarifas que, supuestamente, dependen de la distancia a recorrer y del grado de comodidad a disfrutar durante el trayecto. Para experimentar emociones fuertes recomiendo subirse en un Cercanías y asegurarse el trayecto más desagradable que se pueda concebir.

¿Venta anticipada? ¿Mandeee? Las taquillas tienen colas de veinte metros porque solamente hay una abierta de cada cinco. Y como sabemos de antemano que el revisor no nos dejará subir sin billete, hay que buscar alternativas. Las máquinas expendedoras parecen la mejor opción hasta que descubrimos que (1) la abuela de delante no se aclara, (2) el botón correspondiente a nuestro destino jamás funciona, (3) la máquina no acepta billetes de más de 5 €, y (4) en caso de aceptarlos se atascará el billete durante 4 minutos y entonces perderá otro minuto devolviéndonos el cambio en monedas de 5 céntimos.

Supongamos que, aunque sea sin aliento, llegamos al tren a tiempo. Allí nos encontraremos con que el mismo revisor que nos hizo bajar la última vez, comprar un billete y esperar al tren siguiente (porque “la empresa me obliga a multarle con el doble del precio; si no lo hago tendré que pagarlo yo de mi bolsillo”) está vendiendo un billete en ruta, todo amabilidad, a la señora de nuestro lado que llegó a la estación hace un cuarto de hora y subió directamente al tren.

RENFE no tiene coherencia, pero lo compensa con una actitud muy definida: la del “jódete, viajero pobre”. Con un clasismo abrumador. Todo tren de Cercanías se parará a un lado de la vía para dejar pasar a otro tren más caro y rápido, sin importar cuánto tenga que alejarse del horario previsto, pero jamás dejará pasar a otro Cercanías aunque él mismo lleve media hora de retraso y sea más lento que el que viene detrás (en el que, claro, viajamos nosotros). En caso de incidente, el tren llegará retrasadísimo a su destino sin que nadie se haya dignado siquiera a informar al pasaje de las causas de la anomalía.

Siempre que cojo un Cercanías y me la meten doblada pienso lo mismo: el día que robe un rollo de cartulina de billete de tren, mi impresora echará humo y yo regalaré billetes al lado de las taquillas. Y me sentiré plenamente justificado.

Enviado por Manu, 4:13 AM | Comentarios (45)
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